Cuauhtémoc Blas
Sustituir a Arturo Peimbert por Bernardo Alamilla, cuando ambos son de la misma camarilla e incompetentes, sin formación jurídica sólida, parece ocioso. El primero fue jefe del segundo en la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).
Pomposo nombre con que se renombró a la Comisión de Derechos Humanos, con el arribo del mal llamado "gobierno del cambio" de Gabino Cué. Gobierno que en su momento causó grandes expectativas, pero muy rápido se vio que ese cambio era para atrás. Aunque para ello tardó un poco más que el actual.
Luego de ser Consejero durante años en esa Defensoría, Alamilla fue nombrado por el gobernador Alejandro Murat, titular de la misma. Obviamos aquí esa pantomima de que es el Congreso el que vota para nombrar a los funcionarios de las llamadas instituciones autónomas: los impone el gobernador. Igual que al Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, que sigue al frente lo que la abogada de María Elena Ríos llamó: “Cloaca de podredumbre”. https://revistaenmarcha.com.mx/images/nedicion/228/cloaca.pdf