Caprichosos cambios a la Guelaguetza
Los experimentos en la fiesta de julio en el Cerro del Fortín no son novedad. La incorporación de delegaciones siempre se ha dado, si bien en la mayoría de los casos han sido fugaces, ensayo-error que se retira al siguiente año. Salvo aquellos que no ponen en evidencia el atraso de la entidad. Es el caso de Ciudad Ixtepec reincorporada en el sexenio de José Murat, o de Huatulco fabricada con Cué. Ciudad Ixtepec estuvo presente en el Homenaje Racial de 1932, como que el entonces gobernador, “Chico” López Cortés, fue oriundo de ese municipio. También estuvieron Juchitán y Tehuantepec, por la región del Istmo.
Desde el principio, con el Homenaje Racial se realizan creaciones artísticas y musicales ex profeso para esa fiesta: Lezama Lima cita la crónica del domingo 24 de abril de 1932 donde relata que el Comité de Festejos tenía “una lista de composiciones inéditas, debidas a autores mixes y escritas exclusivamente para el IV Centenario de Oaxaca”.