La restauración total de Lidxi Guendabianni, de la Casa de la Cultura de Juchitán será, sin duda, una de las más importantes obras concretadas por su actual director, Vidal Ramírez Pineda y su equipo de trabajo.
A más de un año de iniciadas las obras, la vieja casona aledaña a la iglesia de San Vicente Ferrer empieza a lucir de nuevo imponente, elegante como antes.
A más de un año de iniciadas las obras, la vieja casona aledaña a la iglesia de San Vicente Ferrer empieza a lucir de nuevo imponente, elegante como antes.
El piso del amplio patio donde se presentan los bailes, bailables y demás manifestaciones artísticas, se está cubriendo con pórfido, una piedra especial traída de Guanajuato, en lo que constituye la segunda etapa de los trabajos, que incluye también la rehabilitación del sistema eléctrico, sanitarios, corredores, cafetería y salas de exhibición.
También en esta etapa segunda se realiza el acondicionamiento y equipamiento de la biblioteca, auditorio y sala de arqueología, así como la sala de danza y la de música.
En la primera etapa se realizó el cambio de los techos de tejas, su impermeabilización, laqueado de maderas y todo el trabajo de rehabilitación de vigas. Los recursos para esta obra son aportaciones exclusivamente del gobierno del estado de Oaxaca.
Se trata, dice Vidal, de una rehabilitación total que se hará en tres etapas, y cuyas gestiones las inició él mismo desde 2006 cuando fungía como regidor de cultura del Ayuntamiento juchiteco.
Las obras iniciaron con Vidal Ramírez ya como director de la Casa, en octubre de 2008, y habrán de culminar en marzo de 2010.
De nuevo esta legendaria y más importante Casa de Cultura del Istmo de Tehuantepec será un recinto digno, como se merece una institución señera de donde ha surgido una pléyade de artistas y creadores que ha dado fama y gloria a Juchitán de Zaragoza.
También en esta etapa segunda se realiza el acondicionamiento y equipamiento de la biblioteca, auditorio y sala de arqueología, así como la sala de danza y la de música.
En la primera etapa se realizó el cambio de los techos de tejas, su impermeabilización, laqueado de maderas y todo el trabajo de rehabilitación de vigas. Los recursos para esta obra son aportaciones exclusivamente del gobierno del estado de Oaxaca.
Se trata, dice Vidal, de una rehabilitación total que se hará en tres etapas, y cuyas gestiones las inició él mismo desde 2006 cuando fungía como regidor de cultura del Ayuntamiento juchiteco.
Las obras iniciaron con Vidal Ramírez ya como director de la Casa, en octubre de 2008, y habrán de culminar en marzo de 2010.
De nuevo esta legendaria y más importante Casa de Cultura del Istmo de Tehuantepec será un recinto digno, como se merece una institución señera de donde ha surgido una pléyade de artistas y creadores que ha dado fama y gloria a Juchitán de Zaragoza.