Por primera vez en la últimas dos décadas desde que los dirigentes coceistas conquistaron el ayuntamiento juchiteco y aprendieron a convivir entre la lucha social y el poder político municipal, ninguno de sus integrantes o dirigentes había sido detenido por hechos relacionados con su actividad política, tomas de tierras, bloqueos carreteros, plantones o cierres de oficinas públicas.
Ningún gobierno priista había tocado los intereses de la familia coceista, pero el gobierno del cambio con Gabino Cué, decidió hacerlo. Muy lejos habían quedado –como parte de la historia de su lucha- la represión y violencia, el destierro, la persecución y cárcel que sufrieron los dirigentes coceistas en la década de los 70 y aun en los 80 por parte del gobierno del estado y el partido en el poder.
Después, convertidos en gobierno municipal, con espacios de representación popular en el Congreso Local, Federal y el Senado, los coceistas solo disfrutaron de las mieles del poder y decenas de averiguaciones previas y denuncias fueron canceladas para dar paso a una relación de mutuo apoyo. Si los gobiernos priistas nunca ejecutaron una orden de aprehensión contra líderes coceistas ampliamente señalados como bloqueadores, invasores de tierras y viviendas ¿por qué habría hacerlo un gobierno emanado de una alianza en la que los propios coceistas participaron? Legitimación, dicen algunos.
Mete en cintura Gabino a coceistas
Pero hubo un paréntesis en esa historia en la que el actual gobernador Gabino Cué, entonces Secretario Técnico de Diódoro Carrasco Altamirano,conoció de cerca la primera represión y desalojo violento a los coceistas que bloqueaban la carretera panamericana a la altura del Canal de Riego 33.
Protestas airadas, quejas y denuncias mediáticas que nunca prosperaron. El dolor y la ira fueron profundas pues en esa nueva etapa, nadie se había atrevido a disolver una manifestación política en Juchitán. La relación entre la organización política y el gobierno se tornó ríspida y poco productiva para ambos lados. Durante todo su gobierno, Diódoro Carrasco nunca pudo acudir a un acto público en el municipio juchiteco.
En aquella ocasión, la agresión policíaca llegó incluso a las casas de la colonia Rodrigo Carrasco ubicada a un costado de la carretera hasta donde los uniformados persiguieron a los inconformes penetrando a domicilios particulares que inundaron con gas lacrimógeno y tundieron a toletazos a hombres, mujeres y niños.
Ahora, en los primeros meses de su administración y obligado a mostrarse como un gobierno que imparte la justicia sin partidismos ni preferencias políticas, Gabino Cué ordenó “actuar con apego a derecho” por lo que diversos expedientes “congelados” por el gobierno ulisista, están comenzando a ser revisados para darles seguimiento. El caso de la detención de Gonzalo Ruiz Cerón ex coordinador de la COTRAN es el más conocido por el nivel del cargo que tuvo, pero no es el único. ¿Cuántos más habrán de ocurrir?
El pasado 8 de julio, agentes estatales de investigación detuvieron al dirigente coceista Artemio López López, maestro de la Sección 22 y ex regidor del ayuntamiento juchiteco acusado del delito de despojo de un predio ubicado en la séptima sección, donde militantes coceistas (del grupo de Alberto Reyna Figueroa) fundaron una colonia popular en el año 2006.
De acuerdo con las declaraciones del expresidente municipal Alberto Reyna Figueroa, Artemio López únicamente habría sido “intermediario” entre los propietarios y el grupo de ciudadanos que decidió tomar las tierras, pero rechazó que éste sea el responsable del delito de despojo, argumentando que “solamente le pidieron que los representara y aunque el dueño aceptó vender el terreno, los hijos se negaron después”.
Impiden a coceistas cerrar carreteras
Primero fue la sorpresa, después la indignación y más tarde la respuesta de los coceistas que optaron por la presión más fácil y de alto impacto: el bloqueo carretero, y prestos se armaron de ira y valor para impedir el tránsito vehicular a la altura del ya famoso Canal 33 con vehículos, piedras, hombres y la presencia de las simbólicas mujeres con sus enaguas y huipiles en una lucha política cuyo papel se limita a eso…a ser un símbolo de la lucha coceista.
Sin embargo, los coceistas no tardaron en conocer la determinación del actual gobierno de la Alianza de no tolerar los bloqueos carreteros (a menos que los haga la sección 22 del SNTE), y se vieron obligados a retirarse tras la advertencia de desalojo con la fuerza policiaca que se presentó para disuadir a los manifestantes.
Para evitar el desalojo violento, los coceistas trasladaron su lucha a la capital oaxaqueña donde un grupo de mujeres (y sólo un hombre) se instalaron un par de días en huelga de hambre frente al palacio de gobierno hasta que el propio gobernador del estado Gabino Cué, ofreció a los inconformes una “investigación imparcial y sin tintes políticos”.
Sin otro compromiso más que la oferta de un juicio justo, los coceistas retornaron a Juchitán donde hicieron un mitin para informar a sus bases que su líder “pronto saldría libre” argumentando que éste es un “luchador social” y que “quienes cometieron crímenes y saquearon el erario público de la entidad por varios miles de millones de pesos se pasean impunemente” sin que nadie los detenga. Cuestionó fuertemente que el gobierno de Gabino Cué ofrezca “libertad a ladrones y asesinos y cárcel a los luchadores sociales”. Poco después Artemio fue liberado.
No obstante, quien parece contento de que la justicia tarde en llegar o que a algunos expedientes penales no se les sacuda el polvo, es el Subprocurador de Asuntos Indígenas del Gobierno del Estado, Roberto López Rosado, quien está involucrado en un caso de despojo de un predio propiedad del hoy extinto Manuel Gómez Rosado en el municipio de Juchitán ocurrido desde hace poco más de dos años.
López Rosado, el impune subsecretario
El pasado 30 de junio, la Comisión Estatal para la Defensa de los Derechos Humanos emitió la recomendación 13/2011 a funcionarios judiciales por no haber ejecutado la orden de presentación de los coceistas Roberto López Rosado y Juan Valdivieso Luis, ambos de la Coordinadora Democrática de Pueblos (CDP).
En este caso, “el juez de distrito emitió una orden de restitución del predio invadido que tampoco se pudo ejecutar y en tanto no se concrete la comparecencia de los involucrados (Rosado y Valdivieso), el procedimiento penal queda detenido y se corre el riesgo de que el delito quede impune al prescribir y no se haga justicia”, advirtió el abogado de la familia, Omar Luis.
En medio de toda la maraña de conflictos políticos que vive la región del Istmo donde ninguno ha quedado resuelto con punto final y sí permanecen con muchos puntos suspensivos…destaca la labor de personajes ligados al poder y que hacían del mundo de la política el mejor de sus negocios sin necesidad de dar la cara.
Samuel Gurrión quiere ser diputadp
Tal es el caso del conocido empresario ferretero Sami Gurrión, que salió de anonimato político al escenario del poder robándole cámara incluso a su hermano, el dentista Daniel Gurrión, presidente municipal de Juchitán con quien ahora se disputa las primeras planas de su periódico regional en una campaña anticipada en busca de la diputación federal por el partido tricolor y con el respaldo pleno, aseguran, del talibán ixtepecano José Nelson Murat Casab que opera fino en las artes de la política, a pesar de lo que digan.
Daniel por supuesto, se desdice y dándose golpes de pecho asegura desconocer la pretensión de su hermano menor de buscar alguna candidatura porque “este no es su mundo, él (Samuel Gurrión)…no es político”, afirma…y habrá que verlo pero… bueno si eso dice el hermano por algo será. ¿No será que el propio Samuel fue quien lo llevó al lugar que hoy ocupa?
Pues no hay que olvidar las palabras del actual alcalde Daniel Gurrión durante su campaña electoral para la alcaldía juchiteca, cuando decía que se sentía orgulloso de que él no vivía de la política, sino que su trayectoria e imagen la había construido desde su consultorio dental, lugar del que por cierto fue sacado para ocupar la regiduría de mercados del ayuntamiento encabezado entonces por Héctor Matus, el padrino y compadre de José Murat.
Después el dentista juchiteco se convirtió en Diputado Local y ahora es presidente Municipal. ¿Ya habrá cambiado de opinión a estas alturas? ¿Pensará concluir su administración y regresar a arreglar dientes podridos? O intentará ir por algo más grande para continuar su imprevista carrera política.
Esteva y de Gyves cambian de partido
Mientras el también pastor de la iglesia nazarena se las ingenia para atender los problemas en su municipio, los regidores de la alianza que se incorporaron a su ayuntamiento sin iniciativa propia y más bien movidos por los hilos del poder desde la capital oaxaqueña, decidieron abandonar el barco semihundido del Partido de la Revolución Democrática y del Partido del Trabajo para abordar la nave naranja que Convergencia les ofreció para salir del atolladero.
Javier López Esteva del Partido del Trabajo encontró la oportunidad perfecta para sacudirse de la pesada carga que traía por haber ingresado al ayuntamiento como regidor de Desarrollo Rural como suplente de Lenin López Nelio, quien perdió la elección a presidente frente a Daniel Gurrión en los pasados comicios pero obtuvo una cartera en el ayuntamiento que cedió a López Esteva como su suplente.
La alianza que Lenin López Nelio hizo con su tío, el expresidente municipal Mariano Santana López Santiago líder estatal del PT, no cuajó para obtener el triunfo municipal, pero sí para meter gente a trabajar al ayuntamiento a quienes puntualmente ordeñan sueldos y salarios.
López Esteva, cansado de entregar a Lenin Lopez Nelio casi íntegra la participación que el alcalde le da a su regiduría para operar, decidió pasarse al Partido Convergencia y con el amparo de Benjamín Robles Montoya, hombre fuerte del gobierno del estado, ahora respira tranquilo. En tanto el ambicioso servidor público del actual gobierno del estado incrustado en una Subsecretaría de la Sedafp, Lenin, lo acusa de traidor y se arrepiente del mal arreglo hecho pues se le cierra la minita de oro municipal. Habrá que ver si no intenta presionar de otra manera al alcalde juchiteco con quien tenía amarrado el acuerdo monetario.
Otro regidor juchiteco que abandonó las filas del PRD para sumarse a Convergencia es Lenin de Gyves Montero, hermano del asistente personal de Benjamín Robles Montoya en el palacio de gobierno, Emilio de Gyves Montero y ambos hijos del dirigente fundador del negocio coceista Leopoldo de Gyves de la Cruz, venido a menos por la dispersión familiar en las corrientes y grupos partidistas, aunque brutamente enriquecido por su probada corrupción en su última incursión como presidente municipal de Juchitán. Se negó a comprobar 30 millones de pesos del erario municipal. Ahora Polín, cortesano, se subordinó al hombre fuerte del sexenio, Robles Montoya, para: 1) Seguir gozando de impunidad; 2) obtener buenas chambas para su prole y amasias; 3) Estar atento a ver qué pesca.
Los intereses y la forma de operar que desde la capital oaxaqueña mueve Robles Montoya quedan claros en Juchitán. Se ganó la elección… se acabó la alianza… y de ahora en adelante, cada uno jalará agua para su molino e intentará, en esta puja encarnizada, ganar posiciones para entrar fortalecido a la contienda electoral que se avecina.