Ahora resulta que algunos aspirantes a candidatos de sus partidos quieren serlo apoyados en sus encuestan que los ponen arriba. Hábiles, según ellos, colocan a sus competidores atrasito de ellos. Ahora resulta que después de haber realizado ilegales campañas adelantadas, buscan que se les premie.
Eviel “Tiburón” Pérez
Es el caso de Eviel Pérez Magaña, el “Tiburón”, quien puso poquito atrás de él en su encuesta al dizque empresario con giros de todo tipo, hasta de iglesias donde exprimen el diezmo a pobres incautos, Samuel Gurrión.
Pero en materia de mediciones, el marketing indica que ser el más conocido no es garantía de ser el más votado. De otra forma, ¿cómo se explica que el senador por primera minoría Eviel —o sea el perdedor más cercano al que ganó— lo hayan derrotado en esas otras elecciones cuando era el más conocido de los candidatos? Casi acababa de salir — también perdiendo— de las elecciones a gobernador de 2010. Además, es el “tiburón” subordinado del Poseidón Ulises Ruiz, nada prestigioso.
Es notorio el poco tino de quienes manejan su imagen —si es que los tiene—, no digamos que cuiden su débil branding (su marca, su historia), sino algo tan a la vista como es cambiar de pronto su eslogan que fue durante mucho “Es tiempo de Oaxaca” por “Vocación por Oaxaca”. Ambos débiles, pero el segundo francamente insustancial.
¿Qué quiere decir “Vocación por Oaxaca”? Se tiene vocación por la política, por una carrera profesional, por el fútbol, pero ¿vocación de entidad federativa? Además, ¿nadie le dijo que el bigote no está de moda? Hasta Beltrones ya se lo quitó. Por cierto, este último casi lo descalificó al declarar que hay quienes tuvieron su oportunidad y fueron “despedidos por el voto de la ciudadanía.
El joven Murat
Alejandro Murat también reclama la mayor popularidad, con mejor figura pero la Suprema Corte de Justicia le dio duro revés, al echar abajo la reforma que hicieron los diputados a la Constitución local que recortaba el requisito de residencia para ser candidato a gobernador, de 5 a 3 años.
El joven Murat no puede justificar esa residencia, por lo que ahora están con privilegiar sus derechos humanos a votar y ser votado con base en el Ius sangunis, derecho de sangre con que se reclama nacido oaxaqueño al ser su padre de Oaxaca.
Quienes lo llaman altamente impugnable tienen razón, el riesgo es inminente. Son varias debilidades de este aspirante priista, además de tener una mala marca: es Murat, hijo del ex gobernador con gran carga de desprestigio, que remite a escándalos, autoritarismo y corrupción, a Nueva York y negocios. Cualquier estratega tendría un reto fenomenal, ¿cómo quitarle esa marca?
Robles Montoya
Benjamín Robles tampoco es nacido en Oaxaca, pero él sí tiene la residencia. Es quien mejor ha manejado su imagen. Le entró a resolver todas sus debilidades. Hasta bajó de peso y se limpio la cara; incluso, casi logra dejar de lado su mote de “cara sucia” por el de “Tigre Robles”, en una planeada táctica donde el popular grupo musical Tigres del Norte le entregó ese nuevo alias aquí en Oaxaca.
Si alguien empezó primero su campaña política es este personaje con una polémica historia personal. Implicado en los desaseos de la política priista en Michoacán —lo que aparentemente ha quedado lejos hoy—; llegó a Oaxaca con el partido Convergencia y fue la eminencia gris de Gabino Cué en su campaña. Fue el primer hombre fuerte del sexenio del “Cambio”, lo que dejó para ser senador.
Trascendió que al calor de la campaña para senador, el mentor y jefe-amigo de Gabino, el candidato panista Diódoro Carrasco, iba muy abajo en las preferencias del voto y Cué pidió al Tigre Robles que se hiciera a un lado para que el ex gobernador Diódoro lograra la senaduría. Robles no obedeció y desde entonces se dio un notorio distanciamiento entre ambos. Tanto que gente cercana a Robles fue expulsada de los cargos en el gobierno.
Comenta la gente del “Tigre” que el gobernador Cué acudió a la dirigencia nacional del PRD a pedir que no se entregue la candidatura a Benjamín, aunque acá el también ex priista Carol Altamirano, dirigente estatal del PRD, barajee su nombre entre los aspirantes. La mayor debilidad de Robles es que no tiene partido y, por ende, tampoco una estructura estatal que lo sustente. Su gran fortaleza es su discurso opositor y crítico como ninguno.
Ser candidato independiente --o de un partido minúsculo como el PT-- a gobernador de Oaxaca no es lo mismo que serlo en Nuevo León donde el porcentaje de conectividad es alto y se puede avanzar mucho con buen manejo de las redes sociales de internet. “Mientras en el Distrito Federal, Baja California Sur, Sonora y Nuevo León más de 45 por ciento de hogares se encuentran conectados, existen estados, como Chiapas y Oaxaca, con menos de 15 por ciento de casas con acceso a la red” http://www.jornada.unam.mx/2015/05/18/sociedad/036n1soc .
Mariana, Villacaña...
En las últimas semanas se han apuntado más aspirantes priistas: Mariana Benítez, Javier Villacaña y Alfonso Gómez Sandoval. La sorpresa fue la irrupción de éste último en el escenario.
Más como espontáneos y para dar nota y ambiente de competencia democrática, participan en el rejuego Martín Vásquez Villanueva, Samuel Gurrión. Héctor Pablo Ramírez Puga prefirió no poner en riesgo su magnífico negocio de LICONSA y se abrió. Va pero a enfrentar las acusaciones de corrupción en su contra de productores de leche del Bajío.
Gómez Sandoval
Llama la atención la entrada al ruedo del ex secretario General de Gobierno, Alfonso Gómez Sandoval Hernández, quien había permanecido ajeno del ruido por el poder. Con una historia personal mesurada, es quien cuenta con el mejor branding. Priista disciplinado, quienes lo conocen sostienen que sólo pudo renunciar con la anuencia de su dirigencia partidista.
Abre Sandoval una brecha y se pone como primera opción ante la encarnizada disputa de los ex gobernadores por hacerse de un cacicazgo en Oaxaca: Ulises, Murat y Diódoro. Los dos primeros en el PRI. En el PRD el hoy panista Diódoro Carrasco impulsa a su eterno delfín: al priista José Antonio Estefan hoy diputado perredista, y por otro lado a su hechura, Gerardo Gutiérrez Candiani, ex dirigente empresarial, por el partido que sea.
Gutiérrez Candiani
Candiani, el dirigente de empresarios sin empresa, apareció en la liza con la venia presidencial, dicen, pero nada tiene, ni grupo político, ni experiencia en el sector público y sólo un par de parientes acusados de corrupción en al actual gobierno.
Es secreto a voces que el empresario PyME está involucrado con sus parientes en negocios turbios en la Secretaría Salud, con su primo Juan José Álvarez Candiani y su cuñado Salvador Monroy, ex titular estatal del Seguro Popular.
La disputa sigue
Empero, aún no es tarde para que más aspirantes puedan ser opciones en sus partidos. Mariana Benítez sin dejar su diputación prosigue su intensa campaña; Villacaña anuncia que aún no es tiempo de dejar la presidencia municipal de Oaxaca, aspira y suspira. Sin duda queda mucho por ver, pero situaciones sorpresivas e inéditas ya empiezan a darse en el PRI.
En el PRD avanza Estefan, de la mano de Diódoro y Moreno Valle. Y en ese mismo partido, “como opción natural de izquierda” —ser de izquierda no es garantía de ser honesto— Francisco Martínez Neri está esperando que de nuevo la suerte le sonría con otra candidatura.
Puntear en encuestas, no es suficiente
Con lo que vale la pena concluir aquí, es que por muy adelantados que estén algunos en sus campañas, por muy reales que sean sus encuestas, si un nuevo contendiente llega con oferta pertinente, buena operación política y manejo de imagen, con propaganda y contra propaganda eficientes, puede rebasar al más posicionado. La derrota de López Obrador frente a Felipe Calderón es paradigmática. Hay otros casos así, incluso en Oaxaca.