Chapulines, eufemismo; traidores es lo correcto
Chucho Charbelín, chapulín de izquierda
Es un claro eufemismo llamar chapulines a quienes dejan un partido político para irse a otro. Es una suave y errada manera de llamarlos, pues el acto que hacen es de traición y abjuración de una ideología, que supuestamente los incluyó en alguna organización política partidaria. En México a quienes hacen esa traición se les ha llamado chaqueteros, en alusión a que cambian de chaqueta, y ahora cada vez con mayor facilidad.
Pero se ha vuelto tan común esa práctica que ya no sirve más que como elemento de propaganda en las campañas. Para que quienes aún permanecen en el partido critiquen a quienes se les adelantaron en traicionar al mismo partido. Y tenemos a quienes han cambiado de partido, una, dos, tres veces. Esto que en otras latitudes sería un paso difícil de dar, acá es práctica casi cotidiana.
Hay toda una nueva conceptualización del chaquetero a desarrollar. Oaxaca, pródiga en sistemas atrasados y retardatarios, como los caciquiles coloniales usos y costumbres, defendido por vividores del indigenismo, ahora ofrece otra de las manifestaciones del folclor político: los chaqueteros de izquierda.