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La carencia de buenos cuadros pol铆ticos es algo muy notorio en todos los partidos pol铆ticos. Un intenso intercambio de personajes entre los partidos es la din谩mica actual. Una caso relevante en este sentido se da en el vecino estado de Veracruz, donde el ex priista Miguel 脕ngel Yunes Linares hizo a un lado a dos panista reconocidos para hacerse de la candidatura a gobernador de ese estado por el PAN, al ex senador Gerardo Buganza y a Juan Bueno Torio.
Con el apoyo presidencial el controvertido personaje, siempre en medio de nubarrones y sospechas que lo ligan con la delincuencia organizada, hasta hace poco director nacional del ISSSTE, deja a esa instituci贸n con una deuda de 20 mil millones de pesos, para pelear contra un eficiente dinosaurio priista, el actual gobernador Fidel Herrera Beltr谩n y su candidato. El pragmatismo de la c煤pula panista es evidente, con mucho dinero Yunes quiz谩 pueda competir mejor contra los grandes recursos y maquinaria del gobierno estatal.
Fidel Herrera, por cierto, hace casi seis a帽os lleg贸 al gobierno de Veracruz en similares condiciones que Ulises Ruiz Ortiz en Oaxaca, cuestionado, bajo acusaciones de fraude electoral que su entonces rival Gerardo Buganza reclamaba, igual que Gabino Cu茅 en Oaxaca. Como en Oaxaca la elecci贸n se defini贸 en el Tribunal Federal Electoral. Con habilidad de viejo lobo Fidel Herrera una vez con la decisi贸n favorable a su favor, en vez de golpear a sus oponentes o quererlos meter a la c谩rcel, negoci贸 y logr贸 acuerdos que ayudaron a distender el ambiente pol铆tico, a los grupos pol铆ticos regionales le solt贸 los famosos ca帽onazos de miles de pesos que conceptualiz贸 脕lvaro Obreg贸n.
En Oaxaca se hizo todo lo contrario, se golpe贸 a la oposici贸n, se persigui贸 a los adversarios pol铆ticos, se reprimi贸 al diario Noticias; asimismo, el rompimiento con el ex gobernador Jos茅 Murat y parte de la clase pol铆tica local, junto a un nuevo grupo gobernante sin pericia conocida como 鈥淟a burbuja鈥, al frente del cual estuvo Jorge Franco Vargas en sus d铆as de gloria personal y desgracias para Oaxaca, arroj贸 finalmente el traum谩tico movimiento de 2006.
En Veracruz Fidel Herrera, casi tranquilo, se daba el lujo de aburrir a los jarochos con su estribillo mon贸tono de 鈥淔idelidad con Veracruz鈥, fidelidad con la educaci贸n, fidelidad con la salud, fidelidad con esto y lo otro. No es la idea exaltar una vieja forma de hacer pol铆tica, retrograda y premoderna, como la desplegada con gran eficacia por Fidel Herrera, pero que ni eso se hiciera en Oaxaca sino todo lo contrario, propici贸 en los primeros a帽os de este sexenio (que empez贸 mal y qui茅n sabe c贸mo terme) el estallido social donde, por supuesto, muchos golpeados o desplazados por el actual grupo gobernante aprovecharon para magnificar el conflicto. Los saldos negativos de dicho estallido a煤n se resienten en Oaxaca, mientras los mayores responsables ya se van 鈥渓ocos de contento con su cargamento鈥, como dice la canci贸n de Pedro Flores.
Este tema es al que alud铆an los analistas cuando conclu铆an que en la selecci贸n del candidato priista a gobernador de Oaxaca no s贸lo era necesario privilegiar la capacidad que un cargo de esa envergadura exige, sino la necesidad de lograr gobernabilidad en los pr贸ximos a帽os. Un equipo integrado por los mismos que estaban en el 2006 es un p茅simo mensaje, y esos son los que se han volcado en torno al candidato del PRI, Eviel P茅rez Maga帽a.
No obstante Oaxaca se encuentre despojado de una buena educaci贸n, con los 鈥渢rabajadores de la educaci贸n鈥 mejor pagados del pa铆s pero los peor preparados y con los m谩s bajos resultados de calidad y en los indicadores nacionales, as铆 como una UABJO corrompida y envilecida que casi no sirve, a煤n podr铆an encontrarse equipos solventes, para los dos candidatos mencionados. Ello no s贸lo ser铆a de gran utilidad para mejorar sus recorridos proselitistas, tambi茅n ofrecer铆a mejor imagen a sus propuestas de gobierno.
Mencionar a los educadores y a la Universidad no es ocioso, pues una sociedad mal educada no puede tener una buena cultura pol铆tica, no puede producir buenos cuadros pol铆ticos, 驴de d贸nde van a salir?, de ah铆 que por donde se voltee son las mismas viejas caras en la actual disputa. Son poco los nuevos y no son los m谩s destacados. El 煤ltimo formador de cuadros fue el campe贸n de la demagogia indigenista, Heladio Ram铆rez L贸pez. Despu茅s pocas excepciones, curiosamente Gabino y Eviel son precisamente de esas excepciones.
Esta din谩mica se reproduce tambi茅n en las regiones, en los municipios de la entidad. Personajes subidos a los estrados con el candidato son desaprobados con rechiflas. Por supuesto que nada de malo tendr铆a si fueran viejos pol铆ticos, experimentados y algo honestos, con lo cual ser铆an de gran utilidad y provecho para sus pueblos, el problema es que regularmente son todo lo contrario. Por eso la necesidad de 鈥渃aras nuevas鈥. Hace tiempo se escribi贸 una hip贸tesis: la democracia mexicana se basa en cambio de personas en los puestos p煤blicos, aunque tampoco sean honestos, s贸lo que sean otros.