Cuauhtémoc Blas
Hasta hace unas semanas eran impensable algunos cambios en el gabinete del actual gobernador de Oaxaca. Ahora incluso algunos madrugaron más temprano, uno renunció y otra anunció su salida de su alta posición. Renuncio para ir a proyectos personales más trascendentes, sugirió Alfonso Martínez, quien era Coordinador de Comunicación Social. No esperó a su sustituto, cual si fuera urgente su presencia en esa radio a la que ingresará. Ni que fuera Nino Canún o Pepe Cárdenas. Dejó a una encargada cuyas capacidades no son las de comunicación sino de habilidosa cooptación. Martínez fue el más cercano al gobernador, tanto que su trato con medios, comunicadores y funcionarios del propio gabinete era muy despótico. Aunque seguramente no lo sacaron por eso.
La secretaria de Cultura, Adriana Aguilar, tampoco esperó y se despidió el jueves pasado al presentar en el Teatro Macedonio Alcalá al nuevo director de la Banda de Música del Estado, César Amora Aguilar, con un concierto clásico donde se anunció la inclusión de música local como la Danza de la Pluma y, extrañamente, mambos de origen cubano. Aguilar agradeció al gobernador la oportunidad que le dio de “trabajar con el corazón de Oaxaca, su cultura”.
Como hemos comentado, diferencias en la famosa triada familiar en el gobierno de Oaxaca, pudo complicar los cambios. El grupo mexiquense se consolida en torno a Alejandro Murat. Con la inminente designación de Javier Lazcano en la Secretaría de las Infraestructuras antes de Obras (SINFRA) se cierra el círculo de las secretarías importantes con el también mexiquense Vicente Mendoza Téllez Girón en la Secretaria de Finanzas. El jefe del clan, José Murat, cede con Fabián Sebastián Herrera quien saldría de SINFRA y Anuar Mafud de la Secretaría de gobierno. Jesús Ugalde, comunicador en el DIF de la primera dama Ivette Morán de Murat, seguía siendo impulsado para Comunicación Social.
Hay quienes insisten en sobreestimar la inteligencia del gobernante al decir que sus colaboradores en altos puestos lo traicionaron o trabajaron en su contra. Eso supondría que el afectado es corto de entendimiento o débil, al permitir que durante más de tres años lo traicionen. La responsabilidad de principio a fin es de quien los nombra, que en cualquier momento podría despedirlos. Este sexenio empieza a culminar, pues con lo que se anuncia no se vislumbra nada.
"Mujer", Alaide Foppa
Guatemalteca, escritora, poeta y activista. Vivió exiliada en México con su esposo. Dio la primera cátedra de Sociología de la Mujer en la UNAM; en 1976 fundó la revista feminista FEM y el programa radial Foro de la Mujer. En esos años su trabajo ocupaba a las vanguardias. Se doctoró en letras en Roma Italia. Uno de sus poemas definitorios se llama Mujer:
Un ser que aún no acaba de ser,/ no la remota rosa angelical,que los poetas cantaron./No la maldita bruja que los inquisidores quemaron./ No la temida y deseada prostituta./No la madre bendita./ No la marchita y burlada solterona./ No la obligada a ser buena./ No la obligada a ser mala./ No la que vive porque la dejan vivir./ No la que debe siempre decir que sí./ Un ser que trata de saber quién es y que empieza a existir.
Las corrientes actuales de las que Alaide fue pionera no se ocupan de ella. Quizá porque su visión amplia no se ajusta a las reducidas tendencias actuales. Para Foppa la lucha principal era contra el injusto sistema económico de superexplotación de todos. Lo que ella consideraba deberían afrontar mujeres y hombres juntos. Mientras sigan esas relaciones basadas en la desigualdad de clases, en cuyas pirámides y sótanos hay mujeres y hombres, las injusticias persistirán. Hay, sin duda, desviaciones connaturales al humano, pero la mayor violencia y el caldo de cultivo de las demás es la pobreza, la injusta distribución de la riqueza. Como diría el clásico asesor de Clinton: “Es la economía, estúpido”.
Mañana marcharán casi puras mujeres, han hecho a un lado a los hombres, explícita o implícitamente. Las parejas en armonía quizá no se animen a marchar por esa discriminación, a pesar que quisieran hacerlo ante la emergencia nacional de la absurda violencia contra las mujeres. Un movimiento que abre caminos, como el estallido de sectores oprimidos por sus profesores y directivos en abierta complicidad en los COBAOS. No sólo el profesor abusivo y demás delincuentes deben salir, también la directora y el director general más ocupados en negocios que en atender a estudiantes menores de edad. No es hora de andar con medias tintas, el mensaje ha de ser definitivo.
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