HUMOR OAXAQUEÑO

POR BRUNO MORENO

Con dinero baila el Pollón


El Pollón es un tipo que no se divierte, pero sí divierte a los demás. Solitario y sin heredad, vive de lo que la gente le da por mandados o servicios que hace. Pero eso sí, no soporta que digan su apodo en su presencia, porque se bate en improperios.

 

“Pollón tu requeterreparió”, suele responder ante la ofensa. Aunque a pesar de la respuesta, los agredidos mueren de risa. Como hay gente que no tiene qué hacer, un día guarecidos del ardiente sol en la cantina “La Tintorera”, cuyo dueño fue un gran formador de cuadro políticos, Patochico lanzó el reto.

—¿Cuánto a que le digo Pollón sin que me la refresque?

—Órale, van mil bolas.

—Cinco mil, ofreció, lo que fue aceptado de inmediato.

Patochico salió en busca de nuestro personaje, y con un billete de 100 en la mano le dijo:

—¿Quieres unos canapés?, toma y trae para ti y para mí, Pollón, y te quedas con el cambio.

—Lánzate por dos refrescos, Pollón, le ordenó después, y te quedas con el cambio.

—Pollón hijo de tu tiznada, ve por dos órdenes de ostiones en su concha para nosotros dos, es tuyo el cambio.

—Pinche Pollón pendejazo, arráncate por un cartón de ampolletas heladas y también te quedas con el cambio.

El tipo de la apuesta que veía perder la partida, encaró a nuestro personaje.

—Pollón, ¿cómo es posible que aguantes que te digan Pollón y hasta te la mienten?

—Yo estoy comiendo y echando trago a toda madre, pedazo de abono, y si me vuelves a decir ese apodo, te apedreo.

 

Diferencias de alcoba

 

En el lecho nupcial, la sensual na’Vicenta recibe a ta’Juan en la penumbra:

—Quita mi huipil y déjalo en la cama.

—Sí, chentina, responde ta’ Juan

—Ahora desabrocha mi brasier y ponlo en la silla.

—Si jña.

—Deja mi enagua en el baúl.

—Si, si.

—Mi refajo, tíralo al piso.

—Ya.

—¡Que sea la última vez que usas mi traje regional, mushe!