Hidroeléctrica daña el ambiente: vecinos

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hidroelectrica_1Paso Canoa.-El tema de la hidroeléctrica en la región de Papaloapan ha pasado a ser hasta parte de la agenda política del estado de Oaxaca. Organizaciones y políticos se están ocupando de este asunto. Hace unos días un grupo de diputados visitó la micro región, haciéndose acompañar de periodistas. Con la participación visible del hoy diputado local del PT, Flavio Sosa Villavicencio, publicitaron ampliamente su visita y condenaron los daños contra la población.

Sin duda, los pobladores afectados siempre por los macroproyectos diseñados para beneficiar a otros, necesitan de solidaridad y apoyo. Pero, como hemos visto a lo largo de los años, los problemas vitales de los oaxaqueños de esta región podrán antes que ser motivo de apoyo a las justas demandas, pasto de manipulación y negociación de grupos y líderes dedicados al giro del chantaje político.

Los problemas son muchos y graves en esta zona; la vida se ha tornado difícil. Quienes mejor conocen porque sufren en estas tierras las acechanzas de los grandes proyectos, donde dos enormes presas se han construido en perjuicio de los grupos originales: mazatecos y chinantecos. Por ello entrevistamos a quienes viven en el lugar de los hechos, junto a la presa Cerro de Oro, que, por cierto, nunca se recuerda por su nombre oficial: Miguel de la Madrid.

Los perjudicados de siempre

Personas que llevan la mayor parte de su vida en la comunidad de Paso Canoa, Tuxtepec nos hablaron del antes y después de la construcción de la presa Cerro de Oro, y también lo que piensan de la posible obra hidroeléctrica que en estas inmediaciones se está empezando a edificar, así como su opinión sobre los posibles daños que pueda traer u ocasionar al cauce del Rio Papaloapan.

Las personas entrevistadas fueron: Josefa Ñeco Sabino, Juana Contreras Niño, Paulino Navarro Ñeco e Irene Clemente López, quienes nos dieron a conocer su punto de vista, dudas y preocupaciones en torno al tema. Recuerdan como cambió su vida cuando fueron reubicados de su población a otras partes para llenar de agua lo que se llamó el vaso de la presa, que era donde vivían. Además de perder parte de su historia y forma de vida, tierras de cultivo y bosques, quienes se quedaron cerca de la Presa Cerro de Oro, sufrieron las nubes de moscos y demás plagas formadas por la pudrición de miles de árboles que quedaron bajo el agua, en buena parte estancada.

Fue todo un calvario para los indígenas reubicados y de los que se aferraron a vivir al lado de la presa que sepultó a su pueblo: falta de servicios y abandono, fue la tónica oficial para con ellos. Y la lacerante paradoja de haber sufrido el cambio de su vida para la construcción de una presa con se produce energía eléctrica, y ellos carecer del servicio. Eso al menos durante los primeros años.

Afectaciones de la hidroeléctrica

Miedo, dudas, incertidumbre son los sentimientos que acompañan a las personas que habitan la comunidad de Paso Canoa. Esos pobladores coincidieron en considerar un desastre para su rio por el impacto ambiental que esta obra traerá a corto y largo plazos.

El rio en cierta parte quedará muerto o inmóvil ya que la parte donde desembocará el túnel de la hidroeléctrica no es el comienzo del rio sino a dos kilómetros de distancia de los túneles de la presa Cerro de Oro, situación que traerá consigo que el rio en la parte que depende de los túneles de dicha presa, al túnel de desemboque de la hidroeléctrica quede el agua estancada y esto a su vez traerá la reproducción de moscos.

Esta nueva posibilidad de plagas inquieta mucho a los pobladores. También están preocupados por la corriente que llevará el rio ya que anteriormente éste ha tomado un flujo mayor de lo normal y provoca daños irreversibles en los terrenos, sobre todo deslavando la tierra en gran cantidad.

Población pide atención

Cabe mencionar que la función de esta obra es generar energía a través del movimiento de turbinas movidas por la fuerza del agua, situación que mucha gente de la comunidad y sus alrededores desconoce. Se trata de una de las llamadas fuentes alternas de energía o energía limpia, así como los aerogeneradores en el Istmo de Tehuantepec.

Sin embargo, como toda obra de gran magnitud se hace entre poblaciones que se ven necesariamente afectadas, lo que también sucede en el Istmo de Tehuantepec donde las quejas, protestas y bloqueos de carreteras por este motivo están a la orden del día. (Ver reportaje en este número de En Marcha, pág. 9).

Por tal motivo los habitantes de la comunidad de Paso Canoa exigen a las autoridades competentes tomar cartas en el asunto y resolver las primeras repercusiones de este proyecto, que ya empieza a causar daños en la vida de la población, así como analizar y prever los efectos que se tornan problema de toda obra de gran dimensión como esta que nos ocupa.