La velaria: el adefesio de la corrupción

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velaria_cartEl tiempo puso en su lugar al ex secretario de Obras Públicas, Armando González Bernabé. Con el paso de los meses se develaron, una a una, las irregularidades que el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz cometió en torno a la obra de la velaria del Auditorio Guelaguetza. Obra repudiada por casi todos los sectores: desde la misma ciudadanía capitalina hasta los colegios de arquitectos, urbanistas e ingenieros civiles.

Artistas e intelectuales también mostraron su rechazo a lo que entonces se calificó como una “necedad” del mandatario priísta. Sus incondicionales respaldaron la decisión y hasta justificaron la inversión de la obra que a todas luces rompe con la traza y la estética de una ciudad colonial.

Total opacidad

En total opacidad se manejaron montos, contratos, licitación y puesta en marcha de una obra que, según contrato J03 UE 02 08 0047/2009 signado por la entonces Secretaría de Obras Públicas con la empresa de origen español Isolux Corsan Construcciones, debió concluirse en octubre del 2009.

En dicho contrato, que se firmó el 16 de mayo del 2009, se estableció que los trabajos iniciarían el 18 del mismo mes y que deberían estar concluidos el 30 de octubre de ese mismo año. Sin embargo, los trabajos iniciaron en febrero de 2010, nueve meses después de lo acordado, y siempre se dijo que costarían a los oaxaqueños 65 millones de pesos.

La empresa incumplió los términos del contrato y a casi dos años de haberse comprometido con el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, no ha podido entregar la obra repudiada por el grueso de la ciudadanía..

Millones a empresa española

El 8 de junio del 2009, Isolux Corsan Construcciones recibió 19 millones 779 mil 885 pesos como anticipo, según consta en la factura 0206 que la constructora entregó al gobierno del estado y en la cual apareció la firma del titular de la entonces SOP, Armando González Bernabé.

valaria_1La cifra representó el 30 por ciento del total de la inversión, misma que de acuerdo a las declaraciones de González Bernabé y Ruiz Ortiz, era tan sólo de 65 millones de pesos. Sin embargo, durante la visita que realizó Netzahualcoyotl Salvatierra el 10 de enero, la mentira se vino abajo.

En esa visita, el titular de la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable se enteró que el costo total de la obra era de 105 millones de pesos, cantidad ocultada por la administración ulisista y que presuntamente se habría pactado en total complicidad con la española Isolux, de acuerdo a documentos que obran en poder de En Marcha. El recurso provino del Fideicomiso para el Desarrollo Regional del Sur-Sureste (Fonregión) que aporta la Federación y fue autorizado por Bulmaro Rito Salinas, entonces, titular de COPLADE.

valaria_2valaria_3Defensores de la empresa

Los retrasos fueron siempre justificados por el gobierno anterior. Primeramente, González Bernabé, aseguró que éstos se debieron a los plantones que realizaron profesores de la Sección 22 en el mes de mayo y que incluso, dijo, obligaron a retirar la maquinaria por los “actos vandálicos” que protagonizaron los mentores.

Después, la culpa la tuvieron las torrenciales lluvias que cayeron en septiembre pasado. Y después, no hubo pretexto alguno que justificara el retraso y la falta de palabra y compromiso del gobierno ulisista y de Isolux Corsan Construcciones.

Octavio Pastrana Pastrana, representante en México de la empresa que en España y Argentina tiene serios cuestionamientos por obras malhechas, de acuerdo a información disponible en diversas páginas de Internet, argumentó que durante los trabajos se presentaron diversos inconvenientes y hasta expuso que la empresa no contempló la dureza del material rocoso del cerro del Fortín. Es decir, no hubo estudios previos.

Para el anecdotario

Para la excavación, Isolux Corsan subcontrató a una empresa oaxaqueña. La española retrasó los pagos a la constructora local y el asunto llegó a la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Oaxaca (CDDHO). El organismo inició un cuadernillo de antecedentes y solicitó la colaboración de Armando González Bernabé para intervenir en el pago de los trabajos.

Isolux mantuvo un adeudo de más de un millón de pesos como se estableció en el contrato C 682-0010 que signó con René Martínez Darío. Fue Pedro Omar Ruiz Cruz, director general de Quejas y Orientación de la CDDHO quien turnó el documento.

El 1 de febrero Isolux Corsan firmó un subcontrato para la realización de trabajos de excavación, mecánica, tendido, barrenación en roca, suministro y expansión de cal expansiva. Los trabajos se ejecutaron y fueron concluidos el 31 de mayo del 2010, 30 días antes de lo estipulado en el contrato.

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González Bernabé, el de los repentinos parientes milllonarios
Las mentiras de Bernabé

Tras los cuestionamientos sobre la conclusión de los trabajos, Armando González Bernabé proporcionó como fechas para ello: el 1 de julio de 2010 para la Guelaguetza del Bicentenario. El tiempo apretó y los trabajos no se concluyeron. La fecha siguiente fue el 30 de septiembre del 2010, tampoco hubo avance.

Y hacia el final del sexenio, las mentiras terminaron por envolverlo. La obra presumida jamás fue entregada a los oaxaqueños y peor aún, los trabajos tuvieron que suspenderse debido a que la velaria presentó cortes y rasgaduras en diversas partes.

El nuevo gobierno

El nuevo gobierno realizó el 10 de enero del 2011 un recorrido que encabezó el secretario Netzahualcoyotl Salvatierra.

Durante esa visita, se despejaron las dudas y la empresa no tuvo más justificantes. Argumentó que demandó a la empresa que proporcionó la lona que se rompió y aseguró que los trabajos se concluirían sin costo adicional para los oaxaqueños.

Salvatierra miente, la velaria va

Salvatierra dijo que ordenó parar definitivamente hasta tener un dictamen, avalado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre la seguridad y calidad estructural de la obra. Pero ambas cosas son irreales. Las obras continúan, como pudimos constatar este 31 de enero nada menos que con la cimentación con cemento de la estructura de fierro.

Y en eso de que si hay calidad o seguridad en ese armatoste no es el punto a discusión, no es lo que importa. El asunto es que además de innecesario y feo, rompe con la arquitectura original del foro, produciendo una pesada contaminación visual. Por ello no hay en el pueblo quien la defienda. Sólo funcionarios como Salvatierra quien ya declaró: “Mi responsabilidad, desde el punto de vista técnico, es que se concluya la obra en función de los términos contractuales y si hay sanciones se apliquen a quienes correspondan” (Tiempo. 18 de enero 2011).