Metrobús de Oaxaca, la línea más corta pero más cara del país, inconclusa

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Inversión de mil 283 mdp tirada, entre protestas y atrasos

La de Oaxaca es la línea proporcionalmente más cara del país, es también la más deficiente, la de mayor tiempo de construcción y, por si fuera poco, aún sin concluir.

Magdalena Ávila

 

A punto de quedar inconclusa y ser heredada a la siguiente administración estatal, desde el mes de agosto se prometió la inauguración de la primera etapa del Proyecto de Apoyo a la Movilidad Urbana y Renovación de Parque Vehicular en la Ciudad de Oaxaca, mejor conocida como Metrobús en la capital oaxaqueña.

 

Sistema de transporte que conectaría municipios conurbados, pronto se convirtió en una obra problemática, rechazada por los vecinos y, prácticamente, inconclusa, cuya inversión millonaria se ha visto como un derroche. Su característica principal fue la irritación social que produjo desde el inicio de su construcción.

 

Se esperaba que la tercera fuera la vencida, ya que el secretario de Administración del Gobierno del Estado, Alberto Vargas Varela anunció su inauguración primero para el mes de agosto, luego que sería en octubre y finalmente aseguró que para noviembre sería inaugurada la primera etapa del “Citybús” con 43 unidades de transporte, cuyos trabajos se continúan supuestamente a marchas forzadas para entregarla antes de que concluya el sexenio de Gabino Cué Monteagudo. Empero, en tramos enteros la obra se ve abandonada.

El funcionario trató de justificar la demora excusándose en el conflicto magisterial, asegurando que al menos dos máquinas pesadas se quemaron en junio pasado en el crucero de “Hacienda Blanca” y eso retrasó mucho los trabajos, según declaró ante los medios de comunicación.

 

“Vivimos en Oaxaca, con todos los problemas que ha habido, entre las máquinas que se quemaron en Hacienda Blanca y los camiones en Xoxo que son de este proyecto, pues eso retrasó”, dijo sin ambages el funcionario gabinista y se excusó al decir que durante casi un mes los materiales no pudieron pasar por Santa Cruz Xoxocotlán.

 

Millonaria inversión

 

En esta obra, extrañamente no figura la participación de la Secretaría de las Infraestructuras (SINFRA) encargada de las obras del estado, sino la Secretaría de Administración y operada por otra parte por la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra), en su primera etapa que comprendió la ruta Trinidad de Viguera-Santa Cruz Xoxocotlán. Estos trabajos, hay que apuntar, no corresponden a las tareas que la ley Orgánica del Poder Ejecutivo asigna a Administración.

 

Esta primera ruta del Metrobús comprende un trayecto de 8.5 kilómetros, desde la agencia de Trinidad de Viguera, pasando por el Instituto Tecnológico de Oaxaca, la Calzada Madero, la Central de Abastos y hasta finalizar en Xoxocotlán, con una inversión total en la primera etapa de 1 mil 283 millones de pesos, de los cuales 179 millones son del gobierno estatal, 450 millones del Presupuesto de Egresos de la Federación, 211 millones del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y 443 millones de empresarios transportistas.

 

El proyecto de este sistema de BRT (Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés), también conocidos en español como Sistema de Autobús Expreso o Sistemas de Transporte Rápidos en Autobuses, son sistemas de transporte masivo basado en autobuses y tienen como objetivo combinar la capacidad y la velocidad del Tren Ligero o del Metro con la flexibilidad, menor costo y la simplicidad de un sistema de autobuses.

 

En la primera de tres líneas que se proyectaron para Oaxaca consta de la construcción de 8.5 kilómetros de carriles preferenciales para el transporte público, 3 terminales de integración, 2 estaciones de cabecera, 9 paradas especiales, 18 estaciones intermedias, 3 patios de servicio con talleres y oficinas y 1 centro de control y recaudo.

 

Desde mayo de 2010, el entonces subsecretario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Humberto Treviño, anunció que el gobierno de Felipe Calderón identificó 29 proyectos de sistemas de transporte masivo de pasajeros en ciudades con más de 500 mil habitantes.

 

Entre los más importantes destacaban la instalación de autobuses articulados con carril confinado para hacer más eficiente la movilidad de la población en Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Chihuahua, Culiacán, La Laguna, Reynosa-Río Bravo, Tampico, Toluca, Oaxaca, Cancún y Villahermosa, pero el proyecto jamás se concretó, pues se requería una inversión global de 90 mil millones de pesos.

 

Fue hasta el 2012 cuando se anunciaron las obras en el sexenio del gobernador Gabino Cué y al siguiente año se lograron etiquetar 450 millones de pesos por parte del Presupuesto de Egresos de la Federación, los cuales sólo se habían utilizado para proveer créditos para adquirir camiones de transporte de pasajeros para la capital.

 

Hasta agosto de 2015 fue cuando el entonces titular de Sevitra, después candidato a la gubernatura por la “Coalición Con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca” que formaron los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), José Antonio Estefan Garfias, confirmó el inicio de operaciones del Metrobús.

 

Pero tampoco se inició sino hasta este 2016, por las suspensiones temporales de las obras y sus constantes retrasos derivados de las protestas vecinales y de diversos sectores por la falta de socialización de la misma.

 

Procesos de licitaciones opacos: CMIC

 

La obra civil “Transporte Moderno y Sustentable” fue adjudicada en diciembre de 2014 a la empresa Gami Ingeniería (GI) S.A. de C.V. Consta de tres etapas y tendrá un costo de 646 millones 573 mil 512.81 pesos, y estará concluida en su totalidad hasta el 2025.

 

El proyecto también incluyó la adquisición de autobuses tipo padrón cama alta, a través del proceso de adjudicación IN-SA-DA-ADQ-008/2014 convocada a empresas armadoras automotrices del país, con difusión de bases el día 19 de diciembre de ese mismo año, con fallo resolutivo el 31 de diciembre de 2014, adjudicado a DINA Camiones S.A. de C.V., a través del contrato CADF-SA-DA-ADQ-010/2014 por un monto de 124 millones 959 mil 31.03 pesos.

 

La contratación de la obra civil “Transporte Moderno y Sustentable” se llevó a cabo a través de la licitación pública nacional LP-SA-DA-OP-001-2014 y sus bases fueron publicadas el 27 de noviembre de 2014, con fecha de fallo el día 23 de diciembre de ese mismo año por un monto de 509 millones 181 mil 740.98 pesos, siendo adjudicada a la empresa Gami Ingeniería S.A. de C.V., a través del contrato COP-SA-DA-LP-009/2014.

 

También se contrataron servicios de supervisión externa a través del procedimiento IN-SA-DA-SER-009/2014, con fallo el día 30 de diciembre de 2014, con adjudicación a la empresa Supervisión de Obra, Caminos y Asfaltos, S.A. de C.V., a través del contrato COP-SA-DA-SER-011/2014, con un monto de 12 millones 432 mil 740.80 pesos.

 

Al respecto, el presidente de la CMIC en Oaxaca, Orlando Hernández condenó que se haya excluido a los constructores locales de su participación en la construcción de los carriles del Metrobus, y calificó de poco transparente el proceso de licitación

 

La adjudicación estuvo a cargo del Secretario de Administración del Gobierno, Alberto Vargas Varela, mismo que aseguró que los referidos procesos de contratación se verificaron en los meses de noviembre y diciembre de 2014 a través del Sistema CompraNet, como lo establece la Ley Federal de Adquisiciones y Obra Pública vigente.

Sin embargo, los integrantes de la Comisión Mixta de la CMIC denunciaron favoritismos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) hacia empresas foráneas y marginación a empresarios locales. En una conferencia de prensa encabezada por el vicepresidente de la Cámara, Jorge Arturo Aroche Cortés, señalaron que en la asignación de un paquete de 26 obras, por un monto aproximado de 300 millones de pesos, la dependencia a nivel central ya tenían asignadas a las compañías, por lo que demandaron a la SCT detuviera la convocatoria de presunta licitación y se tomara en cuenta la participación de constructores de Oaxaca.

 

También indicaron que en el ámbito de la entidad, en los últimos cinco años las dependencias estatales del sector han optado por entregar las obras a empresas provenientes de otros estados del país y que incluso han abandonado las obras y dejado deudas con los proveedores; pusieron de ejemplo los trabajos inconclusos el Sistema de Transporte Integral, conocido como “Metrobús”, que seguían parados y abandonados por la constructora; asimismo, en los acciones aledañas al cerro del Fortín, las ejecutan compañías externas y sin transparentar los montos de inversión.

 

Mala planeación, protestas, retrasos y sin calidad

 

Las protestas por parte de organizaciones ciudadanas y transportistas locales, propiciaron que las obras del Metrobús metropolitano, se suspendieran temporalmente en septiembre de 2015, pues los trabajos que realiza la empresa GI sufrieron constantes retrasos, denuncias de malos trabajos y abandono, provocando el colapso del tráfico en la zona de Santa Rosa, Xoxo, Periférico, Central de Abastos y Parque del Amor.

 

En algunos tramos, principalmente en la Avenida Oaxaca, la separación del piso de concreto hidráulico con el asfalto, provocó baches y en la zona del mercado de Santa Rosa, la empresa constructora no utilizó concreto y colocó pavimento de asfalto, los tramos que ya había comenzado a cubrir, lucen baches y ya se han inundado con las lluvias.

 

Cabe destacar que en febrero del año pasado, integrantes de diversos gremios crearon un Frente de Transportistas contra el Metrobús, argumentando que dejaría sin empleo a más de 20 mil personas que dependen de dicha actividad. El líder de la Alianza de Transporte Multimodal (ATMEO), Alberto Rebollar, exigió a las autoridades estatales inclusión de este gremio en el proyecto, afirmando que existe el riesgo de que se genere el desempleo para más de 5 mil trabajadores del sector transporte y que únicamente se beneficie a un sólo grupo de poder, que ha tenido durante muchos año el control político y económico del llamado “pulpo camionero”.

 

Compran autobuses con la obra inconclusa

 

Sin haber terminado la obra y sin dar fechas precisas de culminación de cada etapa de la obra civil, en julio de este año en el marco de la Expo Foro 2016, organizado por la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT), el secretario de Transporte y Vialidad, Carlos Alberto Moreno Alcántara y el Secretario de Administración, Alberto Vargas Varela, recibieron de la empresa DINA, la primera Unidad de Transporte Público del Proyecto Sistema de Transporte Integrado (SIT), que en total serán 38 autobuses de la clase Linner 12 y 5 Runner 8.

 

Oaxaca, el mas corto pero más caro del país

 

Para analizar el costo es necesario compararlo con obras similares y resulta notorio que en el caso de Oaxaca se trata de una obra de menor distancia con 8.5 kilómetros en su primera etapa de Viguera-Xoxocotlán y de mayor costo ya que significará una inversión total de la primera etapa por el orden de los mil 283 millones de pesos, esto frente a la línea 1 del Metrobús en la ciudad de Puebla, cuya ruta Chachapa-Tlaxcalancingo es de 18.5 kilómetros con una inversión de mil 472 millones de pesos, la obra corrió a cargo de Cementos Mexicanos (Cemex) y duró poco más de un año.

 

Otros casos todavía más contrastantes se dan en la Ciudad de México y Guadalajara donde se cuentan con los servicios de RBT mejores calificados del país. La Línea 5 del Metrobús de la Ciudad de México se extiende a lo largo de 10 kilómetros y costó 800 millones de pesos; mientras que en Guadalajara su “Macrobus” es de 16 kilómetros, con similar inversión de 800 millones de pesos.

 

Si seguimos comparando contras entidades, las obras se han realizado de manera más extensa con inversiones similares de la de Oaxaca que en su primera etapa sigue quedándose corta, en la ciudad de Monterrey SU “Ecovía” se extiende en 30.1 kilómetros y costó mil 637 millones de pesos.

 

Por otra parte tenemos que el ViveBús de Ciudad Juárez, Chihuahua, costó mil 200 millones de pesos y tiene una longitud de 20.4 km, así como el RTB de Acapulco se realizó sobre 16 kilómetro y costó mil 797 millones de pesos.

 

Finalmente, en este sentido, añadimos el caso de León que sigue siendo referente para otras ciudades del país por ser el primer municipio que implementó el transporte articulado, para las tercera y cuarta etapas de su “Optibús” a lo largo de 13 kilómetros nuevos de carriles y tres estaciones de transferencia con una inversión de 720 millones de pesos en cuanto a infraestructura por parte del municipio y la federación, a los cuales se suman 550 millones de pesos de inversión del concesionario para renovación y compra de nueva flota, arrojando un total de inversión por el orden de los mil 270 millones de pesos.

 

La de Oaxaca es la línea proporcionalmente más cara del país, es también la más deficiente, la de mayor tiempo de construcción y, por si fuera poco, aún sin concluir. Lo más probables es que sea entregada así a la próxima administración de gobierno de Oaxaca.

 

Señalización sin iniciar

 

Los expertos señalan que para que entre en funciones, se requiere un sistema de señalización que abarca tres partes: las horizontales, que son los anuncios a los lados de las calles (vuelta a la derecha, velta prohibida, etc.); las señales que están sobre las calles(rayas amarillas); y las de los semáforos que deberán adaptarse para la alertas del paso del metrobús.

 

Nada de lo anterior hay, y ni siquiera se ha iniciado. Estos trabajos si bien no son costosos, llevarían al menos mes y medio en colocarse, por su laboriosidad, interrupción del tránsito vehicular y hasta peatonal, sostiene Nahúm Picazo Castro, ingeniero topógrafo e hidrógrafo, con vasta experiencia en caminos y carreteras. De inaugurar este sistema de transporte sin la señalización, los accidentes —agrega el experto— de suyo numerosos en zonas como la Central de Abastos, se verían incrementados.