UABJO, larga marcha hacia su degradación total

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Abraham en pos de rector pelele con Bautista
primera parte Cuauhtémoc Blas

 

Después de décadas de caminar hacia atrás, de ignorar la acade mia, de hundirse cada vez más en la corrupción, el autoritarismo, el caciquismo-nepotismo, la violencia de porros, el exceso de sindicatos, el despido de profesores de calidad, entre ellos a decanos, la contratación de maestros-pasantes-porros y un largo etcétera, la UABJO se apresta a acelerar su absurda marcha hacia la degradación total.

 

Nunca como en los últimos años la institucionalización del porrismo y la corrupción fue tan abierta en la UABJO, decir rectoría es decir oficial jefatura de porros. Así como la institucionalización de la corrupción, la venta de lugares de ingreso a las facultades de mayor demanda, Medicina, Derecho, Contaduría. Sólo en la primera el monto ilegal para ingresar va de 80 a 150 mil pesos.

 

Los directores de las facultades cobran directamente y sin entregar recibos conceptos inexistentes en las normas de la institución como el de “mantenimiento”. Siete mil pesos o más exigen a los alumnos de nuevo ingreso por ese eufemístico concepto, de lo contrario les niegan su ingreso a las aulas no obstante hayan pasado su examen de admisión y tengan el pase automático desde las prepas.

 

Dictadura de los Martínez

 

Todo lo anterior lo ha hecho posible la dictadura de la familia Martínez Helmes, pero sobre todo del jefe de esa familia, Abraham Martínez Alavés durante los últimos 12 años que han gobernado la rectoría de la UABJO. Esta dominación patrimonialista sólo podía instaurarse estableciendo ellos lo que un maestro decano universitario jubilado a la fuerza, nos declaró hace cinco años: “Llevar a la UABJO hacia grado cero de calidad”.

 

La estrategia general de Martínez Alavés para adueñarse de la Universidad local, escribíamos entonces, fue crear las condiciones para dominar por completo y casi sin competidores esa institución, liquidar todo lo que fuera o pudiera parecer masa crítica. La pudrición de la Universidad, su envilecimiento, lo que el abogado, profesor decano y ex director de la Escuela de Derecho, Antonio Aquino Aragón, denominó “grado cero de calidad”.

 

Matar toda capacidad de disidencia, toda fuerza de razón e inteligencia, liquidar la esencia de cualquier Universidad, la libertad de pensamiento y acción. Aquellos que se atreven a disentir del cacique universitario son echados de su “alma mater”, quedan los subordinados, los maestros-porros, los que aun con salarios miserables se prestan a sostener ese terrible cacicazgo aldeano y brutal, a 35 pesos hora-clase.

 

A cambio hacen lo que quieren, venden calificaciones incluso hasta a quienes pasan los exámenes. Quien no tiene dinero no acredita, sea buen o mal estudiante. Sobre todo, coaccionan el voto, a cambio de calificaciones o de dinero. Esa es su tarea principal, para eso los palomea la familia Martínez Helmes para ingresar a las aulas y someter a los alumnos-votantes dentro de esa absurda democracia universal donde el voto del alumno de prepa vale lo mismo que el de un profesor.

 

Abraham, el anti héroe

 

Oriundo del pequeño poblado de San Juan Bautista Jayacatlán, Martínez Alavés, inició su carrera en el poder con Heladio Ramírez López quien a su llegada al gobierno primero lo ratificó como rector interino de la UABJO y después lo hizo diputado federal. Sin embargo, dejó la diputación porque su fracción, el PRI, no le permitía expresar lo que él libremente quería. Aquiles López Sosa, su suplente, se sacó la lotería y asumió la curul.

 

Entonces se pensó que un prurito democrático y de librepensador movió a Abraham Martínez Alavés a dejar la curul, empero después quedaría claro que su índole caciquil y autoritaria no soportó que le cerraran la boca. También fue hecho magistrado del Tribunal Superior de Justicia por Heladio Ramírez. Pero nada de esto lo entretuvo mucho tiempo.

 

Hoy Abraham ha realizado a plenitud su vocación de poder, pues como neo cacique de la UABJO ha sometido hasta al más libertario… o corrido. Quién no está con él, está en su contra. No hay término medio, como en todos los autócratas.

 

Así, el anti héroe de la negociación-corrupción, el porrismo y la transa de la UABJO, Abraham Martínez, ha logrado imponer desde el año 2004 a tres rectores: Francisco Martínez Neri; a Rafael Torres Valdés y a su hijo Eduardo Martínez Helmes. Con el nuevo sindicato SUMA, fundado en 2003 que a pesar de sus escisiones ha logrado superar al viejo STAUO el neo cacique jayacatleco lleva 12 años de controlar los hilos de la institución. Y se apresta a proseguir otros cuatro años.

 

Pero como sucede a menudo los alumnos quieren superar al maestro, o los delfines sacudirse a su benefactor, esos tres rectores que llevó Abraham al poder al final buscaron arrebatarle dicho poder. El más notorio fue Torres Valdés quien abiertamente se le lanzó en contra con su candidata Josefina Bezaury. No pudo. El cacique impuso a su hijo, al afamado “Chapito”. Pero poco después hay quien comenta que se quejaba del hijo, de su ingratitud al querer dejarlo fuera. ¿Dejar fuera al neo cacique universitario? Apenas quizá de algunas decisiones. El sigue siendo cabeza de esa familia patrimonialista.

 

El hijo de la familia casi dueña de la UABJO, fue rector; el hermano es director de Redes que controla ingreso, inscripción y toda la documentación; la madre en la facultad de Enfermería y entre muchos otros familiares enquistados en la institución se encuentra el sobrino director hasta hace poco del Instituto de Investigaciones Sociológicas (IISUABJO), Eduardo Bautista Martínez. Y aquí es donde la maltrecha Universidad pública de Oaxaca podría entrar en su peor espiral de degradación. Con Bautista prosigue el poder fáctico de Abraham, y más aún con un personaje muy débil y gris como rector.

 

Bautista, rector “fachada” o pelele

 

La imposición de un rector “fachada” como llama el columnista de Tiempo de Oaxaca Adrián Ortiz Romero Cuevas a Eduardo B. Martínez, por parte de la familia dueña de la UABJO, sobre todo del jefe de la banda, Abraham Martínez podría ser lo que éste siempre ha buscado: tener de manera efectiva el poder tras un “rector fachada” o rector pelele. Como nunca lo ha podido tener, ni con Neri, ni con Valdés, y ni con su hijo que por lo mismo tuvo que consentirle que lo desplazara de algunos ámbitos.

 

El muy bajo perfil de su sobrino a quien hasta hace poco lo tenía como director del IISUABJO (sin mérito para ello), la obediencia y sumisión de su pariente asegurarían el sueño de cualquier cacique pueblerino: poner a cualquier pazguato para mandar él plenamente.

 

Eduardo Bautista es prácticamente un desconocido en la UABJO, director de uno de los minúsculos institutos de investigación, con escasos alumnos de maestría y sin estructura para lanzarse de candidato. Diferente a los candidatos que son casi de manera natural de Facultades como Contaduría, Derecho, Medicina. Ni siquiera cuenta con la que tuvo hace años Fausto Díaz Montes, también miembro de ese instituto.

 

El sobrino, candidato del “Coco” Castillo

 

Una pluma que narra sobre el proceso electoral con conocimiento evidente de la realidad universitaria, que firma como Prometeo de la Fuente, sostiene que el candidato oficial, Eduardo B. Martínez estaba “totalmente alejado de la política universitaria”, y cuya candidatura fue convenida con el operador político y financiero de Gabino Cué, Jorge el “coco” Castillo. (El Imparcial, domingo 8 de mayo de 2016, pag. 4B).

 

Este último habría persuadido al dirigente del STAUO Amilcar Taurino Sosa — “empleado de la Secretaría de Salud estatal”— de dejar libre el camino y apoyar a Bautista Martínez, quien así fue en caballo de hacienda a la rectoría. Pensando “ingenuamente acabar con el porrismo”. Nada podrá hacer sin la venia de Abraham, de los hijos de éste y demás familiares. Ilustra De la Fuente la soledad del cuasi rector al esperar que “por lo menos al nuevo rector le permitan designar a su chofer”.

 

Adrián Ortiz Romero Cuevas, también señala la intervención de Jorge Castillo para sacar a Amilcar del proceso electoral, con ofrecimientos políticos, olvido de sus órdenes de aprehensión y sobre todo dinero. Dejó así de lado Amilcar de un día para otro su aguda beligerancia contra la familia caciquil.

 

“Sólo de esa manera puede entenderse —sostiene Ortiz Romero— que, por ejemplo, al ex dirigente del STAUO, al aspirante a rector Amilcar Sosa Velasco lo hayan ‘convencido’ desde el gobierno estatal no sólo de abandonar la postura crítica que era bien conocida en contra del rector Martínez Helmes y su familia, sino incluso de declinar en sus aspiraciones políticas a favor del candidato de la rectoría, Eduardo Bautista Martínez”. El gobierno del estado operó para que Bautista fuera el nuevo rector, y el rector saliente tenga un alto cargo público en el próximo gobierno de su candidato actual, José Antonio Estefan Garfias. https://columnaalmargen.mx/2016/05/09/la-sucesion-en-la-uabjo-es-operada-desde-el-gobierno/

 

Nuevo rector, sostén porril

 

El llamado “candidato de la academia” realizó multitudinarios actos de campaña, provistos y nutridos evidentemente por la mafia familiar dueña de la UABJO, pues este candidato sin grupo político universitario ni presencia nunca los habría logrado. Con los anuncios de la preparación de legiones de porros oficiales, que la actual rectoría ha sostenido, y en medio de esa estrategia violenta que caracteriza estos procesos, el doctor Bautista Martínez, “candidato de la academia” ofrecía como para camuflar su sostén porril:

“Vamos a construir una Universidad de altura, una Universidad de calidad para tod@s (sic), competitiva, fuerte, sólida y justa, donde haya cabida y respeto para todas las expresiones universitarias”. También ofrecía acabar con el porrismo. Hablaba de calidad pero los boletines de su campaña ofrecían una redacción anacrónica, provinciana, nada que ver con el discurso para una Universidad nueva, moderna: “La bruma instalada desde una noche anterior impedía el paso de los rayos emanados por el astro rey durante la mañana (...) para el último evento electoral del candidato de la academia” (recontra sic)

 

Finalmente no hubo sorpresas y el nuevo triunfo del neo cacique Abraham Martínez se concretó. Ahora tiene como nunca en estos 12 años a un rector fachada o pelele quien por sus incapacidades al estar “totalmente alejado de la política universitaria” no sólo no podrá tomar las riendas de los hilos del poder de rectoría, sino que va a pedir a gritos que la Familia lo “ayude”.