Desde Oaxaca, el México negro exige reconocimiento

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XVI Encuentro de Pueblos Negros en El Azufre

Primera parte
Cuauhtémoc Blas


El movimiento negro está hoy más fuerte que nunca en Oaxaca y México, pero inició hace más de 20 años cuando el legendario padre Glyn Jemmott Nelson desde la comunidad de El Ciruelo, Pinotepa Nacional iniciara esta discusión y búsqueda de atención a la problemática de los suyos. Hoy es fuerte la exigencia de su reconocimiento constitucional. De los resultados del XVI Encuentro realizado este 14 y 15 de noviembre en El Azufre, Tututepec, destaca un proyecto de ley al respecto.


El XVI Encuentro de Pueblos Negros se realizó este 13 y 14 de noviembre en la localidad El Azufre, del municipio Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, en la región Costa de Oaxaca. Localidad reconocida como afrodescendiente por la CDI (2012), con 524 habitantes (269 hombres y 255 mujeres) y con alto grado de marginación de acuerdo al Censo 2010 del INEGI. El Azufre se ubica en los Bienes Comunales de San Pedro Tututepec y el Parque Nacional Laguna de Chacahua.

 

Glyn Jemmot, pionero

 

En entrevista con En Marcha el veterano sacerdote católico Glyn Jemmot, pionero de este movimiento y fundador de México Negro A.C., esbozó el cambio central en esta larga lucha por la reivindicación de los suyos. Antes —nos dijo — en los primeros encuentros teníamos como protagonista principal a los llamados negros cimarrones, a los excluidos, ahora se ha cambiado el enfoque que habla más de la marginación.

 

El decano del movimiento, el sacerdote católico Glyn Jemmot, oriundo de Trinidad y tobago, destacó lo que dijera el gobernador de Oaxaca Gabino Cué, el 22 de agosto de 2013 en Santiago Tepextla, Jamiltepec, en el acto donde se estableció el día 19 de octubre como día de los pueblos Negros, que “con esto no se va a trastocar el carácter netamente indígena del pueblo de Oaxaca”. Eso es interesante, nos dijo Glyn, ¿por qué pensar que eso se va a trastocar?, ¿por qué pensar que es algo contrapuesto?

 

Enfatizó el veterano activista sobre la importancia del reconocimiento constitucional a los negros. Dijo: “Reconocimiento para el respeto y atención a estos pueblos, sí, pero esto no sirve tanto sin autoafirmación de los mismos afrodescendientes, y citó al embajador de Sudáfrica quien tuvo aquí una participación destacada: “Somos nosotros quienes debemos tomar en nuestras manos nuestro presente y nuestro futuro”. Pero necesitamos a los técnicos, a las escuelas, universidades, agregó Glyn.
Para Glyn Jemmott es fundamental hoy el estudio de la problemática negra, que las universidades e institutos se ocupen bien y en forma del tema, pues aunque es algo, expresó, apenas el próximo año se va a abrir un diplomado sobre nuestra problemática en la Universidad de Oaxaca.

 

Conclusiones del Encuentro

 

Precisamente, una de las conclusiones del reciente Encuentro fue establecer relaciones más intensas con universidades, escuelas, académicos e investigadores. De hecho varios de ellos fueron invitados especiales en dicho Encuentro. La mesa que discutió y redactó la declaratoria reunió a alrededor de 30 representantes y miembros de organizaciones civiles y comunidades afromexicanas. Entre las conclusiones destacan las siguientes.

 

La gran necesidad de fortalecer el acompañamiento de los pueblos afromexicanos en sus movilizaciones políticas por parte de las instituciones académicas, por ello se acordó construir una alianza más fuerte entre académicos y organizaciones.

 

Propiciar la vinculación de los temas de investigación con las necesidades comunitarias; formar un grupo para incidir en las instancias educativas responsables del diseño curricular y la producción de libros de texto a fin de mejorar los contenidos que reducen la historia de la población afrodescendiente a la esclavitud y tienden a reproducir prejuicios y estereotipos racistas y discriminadores.

 

Contar con más y mejores espacios de visibilización del pasado y el presente de los pueblos afromexicanos: un museo nacional y salas en los museos estatales; realizar campañas de sensibilización en contra del racismo; y difundir a través de los medios electrónicos y las redes sociales las acciones que se lleven a cabo.

 

Se exhortó a la CNDH a realizar campañas en los medios masivos de comunicación para informar y sensibilizar sobre los derechos humanos de las personas afromexicanas. Se propuso la creación de un museo en la comunidad Zapotalito, así como realizar modificaciones en los libros de texto para incluir inormación de las localidades afromexicanas y los resultados de las investigaciones al respecto.

 

La conclusión esencial del XVI Encuentro de Pueblos Negros fue que en la coyuntura del Decenio Internacional, tratar de llevar a buen término la tarea impostergable, el objetivo central que es lograr el reconocimiento constitucional de la población afromexicana en 2016.

 

El Decenio Internacional

 

Los objetivos del Decenio internacional son muchos, entre ellos la no discriminación, la igualdad ante la ley y el derecho a igual protección que constituyen principios fundamentales de las normas internacionales de derechos humanos y sustentan la Declaración Universal de Derechos Humanos y los principales tratados e instrumentos internacionales en la materia.

 

El objetivo principal del Decenio Internacional debe consistir en promover el respeto, la protección y la realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de los afrodescendientes, como se reconoce en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

 

Este objetivo principal puede lograrse mediante la aplicación plena y efectiva de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, mediante la adhesión universal a la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y a otros instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos.
XVI Encuentro, acontecimiento de masas

 

Fue todo un acontecimiento de masas el Encuentro, donde se dieron cita más de 2 mil participantes, afrodescendientes de diversos lugares de Oaxaca y el país. La mayoría de los asistentes eran afromexicanas, tanto de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, como de Veracruz, Coahuila, Oaxaca de Juárez y la ciudad de México. Algunas de las localidades presentes fueron Cuajinicuilapa, Ometepec, Río Viejo, Collantes, Pinotepa Nacional, Santo Domingo Armenta, El Ciruelo, Santa María Huazolotitlán, José María Morelos, San José Estancia Grande, Lagunillas, Santiago Jamiltepec, San José del Progreso, Charco Redondo, Chacahua, La Grúa, Puerto Escondido, Santa Ana, El Mamey, Santa Cruz, San Marquitos, La Pastoría, Huehuetán, Juchitán, San Miguel Tlacamama, Santa María Huatulco, Coatepec, Cuitláhuac y Tamiahua de Veracruz, el Nacimiento de los Negros (Coahuila) y la Ciudad de México, entre otras.

 

Además, una pléyade de periodistas, políticos, funcionarios y hasta un senador hicieron acto de presencia el primer día del Encuentro. De algunos de ellos Sergio Peñaloza Pérez, presidente de la Asociación Civil México Negro expresó lo siguiente: Al hoy secretario de Asuntos Indígenas (SAI) del gobierno de Oaxaca, lo “vemos más como un funcionario que como un luchador”. Lo mismo se podría decir de otros que andaban por ahí.

 

En algunas mesas se echaba de menos a investigadoras e investigadores que no asistieron. La “vanguardia indigenista” no acudió. Los bien pagados del CIESAS, del INAH o de las rentables ONG´s, entre ellos hasta extranjeros, de Colombia y Francia, que se quedaron en México a medrar con sus “elegantes investigaciones” indigenistas. Quizá la carencia de viáticos o de buenos hoteles.