STPEIDCEO, larga lista de conquistas y derechos sindicales enajenados
Cuauhtémoc Blas
Desde la caída de Reveriano Chagoya Corres en 1994 de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO), los burócratas sólo han visto perder de manera sostenida decenas de prestaciones laborales y derechos.
No una ni cinco, sino se cuentan por decenas. Algunas aparentemente pequeñas, y otras de mayor envergadura, pero en suma es muchísimo lo que han perdido los más de 10 mil burócratas. Claro ellos pierden pero sus dirigentes ganan y ganan, llenándose las bolsas, cómo les han reclamado sus mismos agremiados. Sólo hay que ver el extraño enriquecimiento de Joel Castillo y su pupilo Juan Rosas, quienes finalmente terminaron peleados.
Sólo en el trienio de la pasada dirigencia de Juan Rosas perdieron los empleados puntos fundamentales. Si es mucho lo que perdieron en los últimos años, es mucho más lo que han perdido en estas dos últimas décadas.
Perder y perder desde 1994
En 1994, Chagoya Corres fue destituido de la dirigencia sindical y encarcelado por el propio Comité Directivo con el ex porro de la UABJO Héctor Caballero Julián como dirigente, a los empleados de gobierno les ha ido de mal en peor. Si bien Reveriano estableció un cacicazgo de 14 años en el poder sindical, hoy es claro que al menos con él los trabajadores sostenían grandes beneficios.
Desde hace 21 años, dirigentes como el mencionado Caballero Julián hasta los tiempos de neo cacique Joel Castillo, no sólo dejaron perder las prestaciones y derechos, sino hasta han ido entregando el patrimonio del gremio a la parte patronal.
Hace años En Marcha consiguió una copia de las prestaciones que tenían los empleados del gobierno estatal y que hoy corresponde precisamente a las prestaciones perdidas. Se trata del “Cuadro básico de prestaciones. Departamento de Estudios del Trabajo. Dirección de Recursos Humanos. Secretaría de Administración. Gobierno del Estado de Oaxaca. Abril de 1992”. De acuerdo a esta relación, entre tantas conquistas perdidas o vendidas por los dirigentes al servicio del gobierno destacan las siguientes:
1 Horas extras.
2 Viáticos.
3 Apoyo para adquisición de vehículos.
4 Casas en “El Mixtequito”.
5 Casas en San Raymundo Jalpan.
6 Tienda para Empleados.
7 Vales de despensa.
8 Exención de pago de licencia para conducir.
9 Uniformes el Día del Trabajo.
10 Becas a trabajadores que estudien posgrados.
11 Becas al extranjero.
12 50 por ciento de ayuda para anteojos.
13 Ayuda para útiles escolares (disminución sensible).
14 Atención odontológica gratuita.
15 La ayuda para el día de Reyes bajó a regalos de mínima calidad.
Otras pérdidas muy costosas que corrieron a cargo de los líderes sindicales son las siguientes:
16 Terreno anexo al edificio sindical, en las inmediaciones de la Central de Abastos, prolongación Valerio Trujano, ahora estacionamiento particular de Marcos Villanueva.
17 Terreno de Puerto Escondido, en la bien ubicada “Playa Marinero”.
18 Terreno en la colonia Guelaguetza.
19 Terreno ubicado frente a la unidad militar, donde se construiría una guardería.
20 Terreno Carretera internacional Cristóbal Colón (entregado a Sergio Castro).
21 Terreno sobre la Carretera Internacional y Manuel Ruiz (entregado a la logia masónica).
22 Siete autobuses propiedad del sindicato para el servicio de los trabajadores.
23 Pérdida de su ubicación como empleados en la Ley del Servicio Civil para ubicarlos desventajosamente en el apartado “A” de la Ley Federal del Trabajo.
Pierden los trabajadores; ganan los dirigentes
Para Constantino de Jesús Valeriano, dirigente del Movimiento de Unificación Democrática Sindical (MUDES), corriente crítica dentro del STPEIDCEO, las pérdidas de los últimos años contrasta con el enriquecimiento de los ex dirigentes. Todo eso a cambio de retrocesos en las conquistas laborales, pérdidas muy delicadas, afirma, en tanto apuntan a desmantelar la columna vertebral de los derechos del gremio, sostiene quien fuera Secretario de Finanzas de ese sindicato en el trienio 1998-2000, con Ángel Martínez como Secretario General.
El entreguismo de los dirigentes actuales deja en la indefensión a la base trabajadora, desde ahora y sobre todo cuando se jubilen, si es que aún alcanzan jubilación, si es que los dirigentes no “pierden” también ese derecho, como han perdido cada vez más aceleradamente prestaciones y conquistas, asienta el veterano ex dirigente.
Durante los tres años de Juan Rosas, dirigente del periodo recién pasado, las pérdidas más significativas fueron:
24 En el primer año de Rosas perdieron su ley de pensiones, pues ya no cotizan al fondo solidario sino a una simple Afore.
25 En el segundo año, perdieron el aguinaldo al recibir sólo el 50 por ciento de éste y el otro 50 por ciento como un bono. Con esto pierden por partida doble, por un lado porque el aguinaldo contaba para el fondo de retiro, y porque un bono se los pueden quitar fácilmente.
26 En el último año de esa dirigencia les quitaron el tabulador de sueldos.
Dirigencia actual, la peor
En la flamante dirigencia de los trabajadores de la burocracia estatal, la de Felipe Noel Cruz Pinacho, que recién arrancó con su primera negociación del primer pliego petitorio anual y revisión salarial, despertó una generalizada inconformidad de la mayoría de los trabajadores sindicalizados. Acá sólo apuntaremos tres grandes pérdidas:
27 La total sumisión del Comité Ejecutivo a las órdenes de la Secretaría de Administración, sin cuidar al menos las formas como con los anteriores comités. En la negociación de este 2015 la parte patronal ni siquiera se molestó en invitar a los delegados a viajes a las playas de Oaxaca o de otras partes del país como en años anteriores.
28 La pérdida de capacidad de negociación del aumento salarial, al someterse a los dictados del patrón, aceptando el Comité Ejecutivo el más bajo aumento de todos los tiempos, 7.0.
29 La abierta desvinculación de los dirigentes con la base. El Comité se puso a defender esa imposición patronal al argumentar que habría que ser conscientes de las dificultades económicas de la parte patronal. Los representantes de los trabajadores, defendiendo no a éstos sino al patrón.
30 Las Asambleas Generales del sindicato, la máxima autoridad sindical que las dirigencias no convocan estando obligadas por los estatutos a realizarlas periódicamente.
Otros negocios: plazas, cuotas
Acá sólo mencionamos las pérdidas más trascendentes, las grandes pérdidas de la base trabajadora, en el camino se han llevado otro considerable número de conquistas que incidían en su nivel de vida, educación, preparación de ellos y de sus hijos.
Algo importante es que todas estas prestaciones también beneficiaban a los trabajadores de confianza, quienes se encuentran hoy en absoluta indefensión.
Faltaría mencionar los recursos económicos que salen directos de los pagos quincenales a los trabajadores.
31 Las cuotas sindicales que se tasan mensualmente en 7 millones de pesos y desde hace mucho ningún comité informa del destino, la suerte o mala suerte de esos cuantiosos dineros.
Son muchas pero no son todas las hasta aquí mencionadas las pérdidas de los trabajadores que las sucesivas dirigencias han dejado que les sean “extrañamente” arrebatadas. Junto a estas redituables “pérdidas”, los dirigentes tienen otras formas de realización de grandes negocios, venta de plazas o bases, de categorías para sueldos, entre otros.
Venden una plaza en 280 mil pesos, y las categorías para mejores sueldos en 75 y 150 mil. Por ejemplo, la anterior dirigencia, sólo en su último año vendió 70 bases (que eran para discapacitados), pero se habla de 250 bases vendidas en los últimos tiempos. La suma de todo esto da la friolera de 89 millones 600 mil pesos, sin contar otros millones por la venta de categorías.
En la construcción de la segunda planta de su edificio sindical, la dirigencia recién pasada también habría hecho buen negocio, justificaron ahí 30 millones de pesos cuando si acaso costó 5 millones. Se llevaron una auténtica fortuna y los empleados cada vez más arruinados.
La peor negociación salarial
“¿Con qué cara vamos a ir a decirles a los trabajadores de este 7 por ciento?”, preguntaba una delegada del Registro Civil en la reunión sindical donde se informaba del ínfimo aumento salarial a los trabajadores del gobierno del estado, pues el año pasado “ya casi nos la mentaban por el 8.9 por ciento conseguido”. Qué tristeza me dan —les decía—, “en ningún momento los delegados que estamos aquí les dijimos vayan y firmen, ¿o así les dijimos compañero?”, el grito de los delegados fue un unánime: ¡No!
“Nosotros les dijimos vayan a negociar, a ver que les dice el gobierno, cuál es su última postura… no se las miento porque mi educación no me lo permite. Hablamos de un cambio compañeros, a lo mejor a ustedes les llenan las bolsas cada quincena, pero no se olviden de los compañeros que están atrás de nosotros que no les alcanza su sueldo, ¿qué no piensan en ellos?, ¿no verdad?”
Quienes intervinieron en la asamblea de delegados donde se informó del convenio fueron incisivos contra sus dirigentes, exigiendo que éstos convoquen a una Asamblea General de trabajadores, la máxima autoridad de ese sindicato. (Ver video http://revistaenmarcha.com.mx/miscelanea/1591-nuevo-video.html)
Otro orador fue muy directo al pedir esa Asamblea para revocar el mandato y quizá hasta expulsar del sindicato a la cuestionada dirigencia. De cualquier forma —dijo— si la dirigencia no convoca, de acuerdo a los Estatutos del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO), con la firma del 25 por ciento de los agremiados se puede realizar dicha Asamblea.
Salarios, 10 años a la baja
Lejos están los años de 1998 cuando el STPEIDCEO consiguió el 19 por ciento de aumento salarial, o más aún 1986 cuando fue el 32 por ciento de aumento. Otros tiempos, cuando los dirigentes aún no prevaricaban así. Los aumentos de sueldo han venido a la baja en detrimento de los trabajadores por lo menos desde hace 10 años, desde el trienio de Joel Castillo, cuando los porcentajes de aumento han ido a la baja, a continuación se hace un comparativo de los periodos de los Comités Ejecutivos con sus porcentajes de aumento en promedio de sus tres años:
Adán Alejandrino López Cruz, 7.1 %
Joel Castillo 9%
Víctor Bustamante 9%
Juan Rafael Rosa 8.9%, y el actual
Felipe Noel Cruz Pinacho 7%.
Este último porcentaje es el más bajo, “la peor negociación de la historia”, decía otro de los delegados indignados.
Viene lo peor: reforma a la Ley de Servicio Civil
Sin embargo, los viejos empleados nos comentan que si bien es duro lo del bajísimo aumento salarial actual, lo más duro es la reforma a la Ley del Servicio Civil que se ha querido implantar desde hace dos décadas. En 1999 esa propuesta de reforma que fue echada abajo por la lucha de los trabajadores, señala Constantino de Jesús Valeriano, cuando Ángel Martínez fue Secretario General.
De nuevo, hace unas semanas entró al Congreso la propuesta de reforma a la Ley del Poder Ejecutivo donde se contempla también la reforma a la Ley del Servicio Civil. Sintomáticamente el diputado que la propuso es el más cercano empleado del gobernador en turno, Jaime Bolaños Cacho Guzmán, ex secretario Técnico de Gabino Cué, quien ocupa claramente escaño de diputado plurinominal como posición en el PRD del gobierno actual.
Las reformas abrirían la sub contratación para la legalización de las outsourcing; la pérdida de la inmovilidad del trabajador del lugar en donde vive; las plazas para los suyos; el concepto de aguinaldo que ahora lo dan como “bono”; la pérdida del tabulador que afecta al trabajador y más a los pensionados pues ya no tendrían aumentos de sueldo. Aunque el Comité Ejecutivo sindical anterior aceptó la desaparición del tabulador de sueldos, esto es ilegal pues debe pasar por la votación de la Asamblea General de Trabajadores. Sin embargo, todo eso es lo que se podría legalizar con la reforma propuesta y ante una dirigencia volcada abiertamente a favor de la parte patronal.