Sección 22, de la rebeldía contra parquímetros a la delincuencia

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Magisterio agrede a reporteros tuxtepecanos

Coctel magisterial en Tuxtepec: cobijados en la inconformidad ciudadana contra los parquímetros, pasan de la rebeldía a la delincuencia al allanar la empresa Leonardo Park y robar equipos. Se los llevaron para “negociar”, dijeron (¿Extorsionar?). Agreden a la prensa que cubre sus actos de rapiña. En medio de este caos, un grupo quiere expulsar al dirigente regional de la S 22 acusado de vender ‘protección’.

 

Santos Vera

 

Tuxtepec.- Dos realidades mostró la movilización de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de la Sección 22 en Tuxtepec este 18 de marzo: Primero, la respuesta socialmente aplaudida al arrancar de las calles los parquímetros que la mayor parte de los comerciantes y población rechazan.

 

Segundo, la prepotencia y extralimitación de los maestros con sus acciones violentas, dos acciones con las que delinquieron claramente, por un lado el saqueo y allanamiento de las oficinas de la empresa Leopardo Park, habilitada por el ayuntamiento para introducir esos aparatos. Por otro lado, la violencia contra representantes de los medios de comunicación que cubrían los sucesos.

 

“Destruyendo Parquímetros”

 

Los maestros fraguaron el movimiento “Destruyendo Parquímetros”, hecho que trascendió por la irrupción, por primera vez, de los maestros del norte de Oaxaca a una propiedad privada, en las oficinas de la compañía Leopardo Park, donde saquearon unos 200 aparatos tragamonedas y pinzas inmovilizadoras de neumáticos conocidas como “arañas”.

 

Ante la supuesta llamada de los comerciantes para quitar todos los parquímetros del centro de la ciudad, los profesores se congregaron en las entradas del municipio, con todos los sectores de la región Cuenca: Tuxtepec, Valle Nacional, Temascal, Loma Bonita y María Lombardo. Era el segundo round, con el antecedente del pasado 21 de enero, en que también quitaron gran parte de las bases de esos parquímetros.

 

En esta nueva ocasión, los maestros no solo venían como la primera vez con martillos, marros, barretas y esmeriladoras, ahora traían un tractor con el que encadenaron los tubos para parquímetros y los arrancaron, puesto que la empresa Leopardo Park se previno y cimentó los tubos con mayor profundidad y agarre al piso. Los maestros batallaron más con esto, pero tras fuertes maniobras los arrancaron o cortaron.

 

Se calculaba aproximadamente a unos 2 mil trabajadores de la educación, aunque las cifras que los dirigentes daban eran de 8 mil de todos los sectores. Mientras que unos integrantes de la Sección 22 se quedaron en el Parque Juárez quitando parquímetros, otros se congregaron frente al edificio donde se encuentran las oficinas de Leopardo Park.

 

Los maestros empezaron una cuenta regresiva con el número 22, segundos para que las personas dentro del edifico lo desalojaran mientras entraban por los aparatos tragamonedas, mismos que fueron recogidos de las calles una noche antes, luego de que se enteraran de las movilizaciones magisteriales.

 

Los dirigentes del magisterio expresaron que mantendrán bajo custodia los cabezales o máquinas que recaudan el dinero de los parquímetros, hasta que haya una negociación con la empresa Leopardo Park. Asimismo, los tubos o las bases de parquímetros arrancados también se quedaron en poder de los maestros.

 

Agreden a la Prensa

 

Los miembros de la Sección 22 desde un inicio se mostraron agresivos para impedir a los reporteros y foto reporteros el capturar imágenes. La mayor agresión fue cuando el magisterio se colocó frente a las oficinas de Leopardo Park e intentaron impedir a toda costa las fotografías de celulares y cámaras de vídeo para que no hubiera rastro de la violación a las chapas de la puerta principal del edificio.

 

Entre empujones y amenazas, los integrantes de la CNTE acorralaron a varios periodistas, hasta hacerlos retroceder cerca de una de las avenidas más concurridas, a 50 metros de las oficinas, a esa distancia aún impedían tomar imágenes al grado de quitar los celulares de los reporteros, que por la insistencia de los afectados y los constantes reclamos fueron finalmente recuperados ante los forcejeos que propiciaban los maestros.

 

Los reporteros agredidos fueron: Alberto Castañeda y Teodoro Pérez Cuenca del periódico Noticias Voz e Imagen de la Cuenca; Dora Timoteo y David Barahona del portal Tv Bus; Alberto Coronado del portal Expresión de la Cuenca, Arturo Martínez de la revista Sonar Radar y Alejandro Pérez de la revista Metrópoli.

 

Los reporteros y camarógrafos ofendidos interpusieron su denuncia por las amenazas y agresiones de parte de los maestros de la Sección 22 de la CNTE ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión (FEADLE).

 

Ultimátum a Yepez Montero

 

Emilio Yepez Montero, dirigente del Sector Centro de la Sección 22 en Tuxtepec recibió un ultimátum, de acuerdo a versiones de varios testigos en la última asamblea celebrada en el estadio Guillermo Hernández Castro del municipio cuenqueño. En dicha concentración días antes al evento Destrucción de Parquímetros, los profesores fueron claros en derribar y oponerse rotundamente a los parquímetros, luego de que hubiera acusaciones en contra del líder.

 

Yepez Montero fue acusado por una parte de los maestros presentes de haber sido corrompido y “vender” el movimiento magisterial. Las inconsistencias nacieron el primer día de ataque a los parquímetros y que alertaron un día antes a la empresa Leopardo Park para que quitara los cabezales de los tubos.

 

Después vendría otra movilización de maestros, en que tomaron las casetas de cobro de Caminos y Puentes Federales (Capufe), en dicha ocasión la empresa no quitó los aparatos tragamonedas.

 

Una vez más, el 18 de marzo, la empresa se previno y quitó los cabezales nuevamente que quiso poner a buen resguardo en sus oficinas, pero no lo logró porque los trabajadores de la educación fueron hasta esas instalaciones a sacar todo el equipo.

 

Yepez Montero también fue acusado de extorsión el año pasado por el líder transportista Roque Matus Matus. El camionero lo acusó de haberle pedido 150 mil pesos para no movilizar a los estudiantes contra el alza del transporte público.

 

El dirigente salió bien librado de la última asamblea previa a los acontecimientos de “Destrucción de Parquímetros”. Sin embargo, este dirigente se encuentra severamente cuestionado, tanto que hay corrientes que piden su destitución.

 

Todo un coctel magisterial: aprovecharse de la inconformidad ciudadana contra los parquímetros, para que, cobijados por ese malestar ciudadano, pasar de la rebeldía a la delincuencia al allanar empresas privadas y robar equipo costoso. Se lo llevaron para “negociar”, dijeron. ¿Qué es lo que quieren negociar? Ellos nos son ninguna autoridad para eso, no tienen porque negociar, por ejemplo, la permanencia o no de los parquímetros. De donde se desprende que la negociación es como la toma de la caseta de Huitzo y otras, obtener dinero con esas acciones delicitvas.