Cuarto informe; 4 años de decepción

Imprimir

Cuauhtémoc Blas

 

A cuatro años del gobierno de alternancia de Gabino Cué Monteagudo, el saldo no sólo es decepcionante, es catastrófico. Las constantes de este gobierno son: la improvisación; la inexistencia en los hechos del Plan Estatal de Desarrollo; pocas obras y sin planificación; la continuación de acciones de gobierno por ocurrencias; la debilidad del gobernante y el abandono de sus promesas de transición democrática; la entrega del erario a empresas foráneas, sin mostrar mayor calidad. La no rendición de cuentas, los escándalos de corrupción…

 

En su cuarto informe, el gobierno de Gabino Cué se desploma, se desfonda. Por primera vez en la historia reciente, los (17) diputados del PRI desdeñaron al gobernante al no asistir a su informe este 15 de noviembre ante la LXII Legislatura. Lo que pagó esta fracción con la pérdida de sus dos posiciones en la mesa directiva del Congreso, otro fardo que deja Cué de una mayor parálisis legislativa.

 

Pero no sólo fueron ellos los ausentes, también los ex gobernadores brillaron por su ausencia, sólo uno estuvo ahí, el mentor de Gabino, Diódoro Carrasco. Ni Jesús Martínez Álvarez, prácticamente corrido de la Secretaría General de Gobierno hace año y medio; ni Heladio Ramírez; ni Ulises Ruiz; ni siquiera el aliado incómodo de Cué, José Murat. Incluso su otro aliado, el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Javier Villacaña Jiménez, tampoco acudió al informe.

 

Pocos gobernadores asistieron: Rafael Moreno Valle, Puebla; Manuel Velasco Coello, Chiapas y Arturo Núñez Jiménez, de Tabasco; Jorge Herrera Caldera, de Durango y Graco Ramírez, Morelos, presidente de la Conago. Legisladores federales que se dejaron ver fueron Benjamín Robles Montoya, quien aún debe estar digiriendo su derrota en el PRD a manos de Jorge Castillo y cada vez más notoriamente distanciado de Cué, y el inquietísimo diputado priista Samuel Gurrión Matías. Mejor éste sí acudió y no los 17 diputados locales priistas.

 

Rosario Robles, la Secretaria de SEDESOL y representante del presidente Peña Nieto —quien ni de guasa decide venir a Oaxaca— llegó igual que el gobernador Cué y otros invitados en helicóptero al Congreso en San Raymundo Jalpan. La ex perredista no dejó su semblante adusto y de aburrimiento hasta que se marchó. Tuvieron que volar para saltar a los pocos maestros de la S22 que golpeaban la puerta del recinto. Pocos, pues se hablaba de arreglos con la dirigencia.

 

El discurso del gobernador fue igual que la cara de Rosario, de aburrimiento, nada que llamara la atención, nada que justificara los 80 mil millones de pesos, el llamado “presupuesto histórico” de este año que Oaxaca recibiera de la federación. Si no hay obras que sustenten el gasto de tal presupuesto, ¿dónde está todo ese dinero? Es la pregunta de muchos. A manera de justificación por la ausencia priista el coordinador de esos diputados dijo: “Yo creo que más que un informe, el gobernador va a presentar un reporte de daños para el estado de Oaxaca, porque no hay obras, no hay mezclas de recursos, no hay hospitales, carreteras, proyectos productivos y hay ingobernabilidad en el interior del estado”.

 

¿Dónde está el dinero?

 

No se ve a dónde fueron los recursos de la deuda pública de la entidad que en 2013 se disparó en su crecimiento y llegó a casi 9 mil millones de pesos, siendo el segundo estado de la república en crecimiento de su deuda. Aún así faltan 4 mil millones de pesos para terminar de pagar en este 2014 a los maestros, aguinaldos, bonos de productividad (sic), etc. En total, según anunció el flamante director del IEEPO Moisés Robles Cruz, el déficit de ese Instituto es de 7 mil millones de pesos.

 

¿Qué pasa con los recursos que la federación envía al IEEPO? Son más de 14 mil millones de pesos, de los cuales nunca alcanzan para terminar de pagar en diciembre a los maestros. Pero ahora lo que falta es mucho más. Desde los meses de septiembre y octubre se han estado tomando recursos de la Secretaría de Finanzas para el IEEPO. 300 millones de pesos fue uno de esos traspasos.

 

¿Y el dinero del IEEPO? ¿Por qué descapitalizar más a la Secretaría de Finanzas de suyo descapitalizada?…¿Y por qué si no hay obras ni pagan a los proveedores? Éstos llevan meses, algunos todo el año sin poder cobrar sus bienes o servicios, de manera que, desesperados, están vendiendo su cartera a los bancos, en una operación que llaman “cadenas productivas” —que quién sabe qué tienen de productivas—, pues obviamente el banco se queda con una parte de esa deuda, ya que será éste quien ahora se dé a la tarea de cobrar al gobierno esa cartera. Y la verdad es todo un riesgo vender al gobierno de Oaxaca. Hay empresas que ya no le venden.

 

Un informe entre el caos

 

Sin embargo, en medio del caos y desgobierno, el ejecutivo tuvo a bien querer justificar su desastre administrativo y político con lo siguiente: “esta sensibilidad política, a veces difícil de comprender, resulta hoy más que nunca necesaria, tal como lo demuestran los dolorosos sucesos que actualmente sacuden al país.” Que la sección 22, los violentos normalistas y otros grupos como el FPR, CODECI, CODEDI y otros grupos hagan lo que quieran violentando el estado de derecho, ¿se le llama sensibilidad política?, no gobernar, ¿es sensibilidad política?

 

Dijo el gobernador, en respuesta a los empresarios, comerciantes y empleados que casi suplican quitar a los profesores y vendedores ambulantes del zócalo, que no usará la fuerza para levantarlos, que seguirá con el eterno “diálogo y concertación”. Lo anterior también fue dulce mensaje a sus jefes de la S22 de que seguirán gozando de impunidad, de que pueden acabar tranquilos con negocios y empleos de quienes trabajan en esa zona. De acuerdo a lo que la gremial anunció permanecerá 145 días bloqueando el Centro Histórico, hasta el 19 de diciembre. Los daños son similares o más grandes que cuando la crisis de 2006, según los afectados.

 

En medio de una ola de movilizaciones que en este sexenio han crecido, con un zócalo invadido y anulado junto con más y más calles del Centro Histórico de Oaxaca, dicho informe exhibió el desastre de esta administración, la falta de operadores políticos, la entrega de decisiones a manos de un personaje ex oficio, Jorge Castillo, quien sin cargo formal administra el ramo más amplio de este gobierno, el ramo de la corrupción quien así impone decisiones tanto en los partidos políticos (la dirigencia estatal del PRD)como entre diputados y demás.

 

Pruebas de la corrupción

 

Recursos enviados por la federación no han sido aplicados en los municipios para los cuales fueron etiquetados. En números anteriores de En Marcha hemos dado cuenta de cómo la Secretaría de Salud no ejerció pero tampoco devolvió 26 millones 519 mil pesos a SEDESOL, lo que la delegación estatal exige le sean reintegrados (Oficios de agosto a noviembre de 2013 en poder de En Marcha).

 

Con dicha inversión federal, y una aportación estatal de similar cantidad, debieron construirse 2 mil 257 sanitarios ecológicos en 91 localidades de 43 municipios en el año 2013. No se construyó uno solo. (Ver http://www.revistaenmarcha.com.mx/reportaje/1451-secretaria-de-salud-de-oaxaca-no-ejerce-y-no-devuelve-26-millones-de-sedesol.html).

 

No menos escandaloso es lo que pasa en el Programa Seguro Popular, donde las acusaciones de fraude son cotidianos, con la compra de medicinas genéricas reetiquetadas como de patente, medicinas caducas y equipo médico desaprovechados para comprar y facturar nuevos, más de 150 millones de pesos “perdidos” sin contar lo demás que se gasta aunque no están en existencia con el desabasto de todo tipo que denuncian los trabajadores.

 

En la atención del campo oaxaqueño todo marcha peor, si el hombre y cuota del “Peje” López Obrador en este gobierno, Salomón Jara al frente de SEDAFPA defraudó a miles de productores, ahora el nuevo titular de esa dependencia, el panista Edgar Guzmán Corral —ex suplente perdedor de la Senaduría con Diodoro Carrasco y cuota de éste— sigue esos pasos pero con innovaciones temerarias, como la entrega de cheques falsos, cheques sin fondo a los productores quienes no reciben apoyos sino escarnio.

 

Una denuncia que duró buen tiempo en los medios fue la realizada por un funcionario de CAO en Putla de Guerrero, Oax., en septiembre de 2012. El ingeniero Nahún Picazo sostuvo que por esta denuncia fue despedido; reveló la corrupción en SINFRA y CAO por obras “infladas” y carreteras que construye SCT pero facturadas por los directivos de CAO a empresas que no trabajan. (Ver revista En Marcha núm. 152, septiembre de 2012, pp.4-8)

 

Van 4 años perdidos

 

Este larguísimo sexenio, se hace eterno al resultar todo lo contrario de lo que la mayoría que votó por un cambio esperaba. Por ejemplo, el largamente construido libramiento vial de Cinco Señores en la ciudad de Oaxaca, dónde la obra fue entregada en una denunciada licitación amañada a una empresa de Veracruz, trascendió que vinculada al ex gobernador José Murat, quien así cobraría su evidente apoyo al candidato contrario a su partido el PRI, Gabino Cué.

 

Esa obra no sólo exhibió de una vez lo que sería la constante en este sexenio: la entrega de las obras y servicios a empresas de fuera, lo cual es denunciado frecuentemente por empresarios locales; exhibió además la falta de seriedad del gobernador del estado pues si una mañana declaró -antela exigencia de la sociedad civil- ya no usar más recursos en esta obra y que sólo culminarán el iniciado paso a desnivel; por la tarde de ese mismo día, Netzahualcóyotl Salvatierra, titular de SINFRA, contradijo al gobernador al anunciar que la obra se haría tal y como estaba proyectado, con las dos partes, lo que después de mucho tiempo efectivamente sucedió.

 

Estaba, pues, a la vista la dinámica de un mal gobierno: la inexistencia en los hechos del Plan Estatal de Desarrollo; obras sin planificación, sin programa de ordenamiento vial; la continuación de acciones de gobierno por ocurrencias como en los dos sexenios anteriores; la debilidad del gobernante, además de la entrega del erario a empresas foráneas, sin mostrar mayor calidad. Sólo hay que ver los baches del libramiento cubiertos aún siendo flamante la obra.