Ex “becarios” desnudan la simulación de SINHAMBRE
Cuauhtémoc Blas / Primera parte
El Sistema Cruzada Nacional Contra el Hambre (SINHAMBRE) mata literalmente de hambre a sus trabajadores. De ahí que sólo un par de meses o semanas aguanten en ese trabajo los llamados “becarios”, eufemismo para designar a los empleados como Promotores Comunitarios. Éstos se quejan de trabajar 12 horas al día, sábados, domingos y días festivos, y de acudir a las comunidades lejanas sin viáticos, sin apoyos para comidas y pasajes.
Por ello hay una intensa rotación de personal que fue aceptado por la misma Coordinadora Regional de esta “estrategia” en el Istmo de Tehuantepec, Sandra Lucía Hernández Dehesa. Son 6 mil 300 pesos “exclusivamente” lo que reciben los “becarios”, confirmó en entrevista con En Marcha. Ninguna prestación.
Empero, señaló que las autoridades municipales apoyan económicamente a sus becarios, lo que fue desmentido por ex becarios quienes narraron a En Marcha la serie de anomalías y mal trato de sus jefes encabezados por Sandra Dehesa. Mostraron documentos, correos, testimonios.
Crudos testimonios
Maritza Jiménez Acevedo, de San Blas Atempa, narró cómo fue despedida sin tomar en consideración el certificado médico que le ordenaba reposo. Por más que llamó, envió mensajes, correos, WhatsApp a la coordinadora nunca obtuvo respuesta, sólo un empleado cercano a ésta, Rigoberto Cano, le dijo que su despido era instrucción directa de Sandra, que hablara con ella.
Esta “becaria” sólo trabajó agosto y la primera quincena de septiembre, como muchos otros que al no poder cobrar su salario o “beca” abandonan pronto ese trabajo. Maritza dijo que hasta la fecha no le pagan agosto y “menos espero que me paguen la quincena de septiembre”.
La pintora de Salina Cruz, Osiris Eldemira López González, aguantó más tiempo, tres meses. Fue despedida cuando al regresar de Santa Rosa de Lima a San Blas, después de más de 12 horas de trabajo, entró a las 9 horas y regresó casi a las 22, le exigían que pasara en limpio sus encuestas de CUIS y demás documentación.
Trabajar 12 horas
“Yo me opuse —narró Osiris–cómo era posible si llevábamos más de 12 horas trabajando, si venimos asoleados, cansados, con hambre, ¿qué crees tú que vamos a resolver? Denme chance, les dije, me lo llevo a mi casa, me baño, ceno, las reviso así me duerma yo a las 2 de la mañana y te las voy a dejar mañana a donde estés. Pero no, por órdenes de la licenciada Sandra me dijeron: ‘o te quedas o estás despedida’. Pues ni modo, entregué todo. Y sólo me queda esperar que me hagan el depósito de mi último mes de trabajo. Les molestó mi postura y Sandra metió mi baja a las oficinas de la Cruzada en Oaxaca sin notificarme; tuve que ir hasta Oaxaca pues les mande mensajes a Sandra y a la licenciada (Silvia) Solís y no tuve respuesta”.
La señora sostiene que no ganan realmente nada, pues esos 6 mil 300 pesos ahora los ve como un ahorro, ya que todo se va en pasajes y comidas. Por eso insiste en recuperar lo que invirtió en la Cruzada. “Ahora lo que reclamamos no es tanto un pago –afirmó– sino la restitución de lo que invertimos en ese programa del gobierno federal.” Y agregó: “Cuando sacamos cuentas gastamos más de lo que recibimos y a destiempo; para recoger el plástico (tarjeta del banco) tuvimos que viajar hasta Huatulco, otros tuvieron que ir a Oaxaca y los tuvieron dos días. Nunca les dieron para su hotel o comida. Hay muchas anomalías, entre ellas becarios que son ´aviadores´”.
Los ex becarios, reunidos en el parque central de Tehuantepec, comentan que hay una indefinición pues en momentos le dicen que forman parte de SEDESOL y en otros que no. De hecho –comentó el juchiteco Cristian Chávez Foncet, quien renunció al trabajo– “no entramos como empleados de SEDESOL sino como Promotores Comunitarios, becarios, entramos sin firmar nada, nos dicen ya eres parte de SEDESOL y estás a disposición las 24 horas, no hay días festivos, no hay descanso, no hay ningún tipo de prestación ni IMSS, nada. La “beca” es de 6 mil 300 mensuales. Los pagos no son regulares, la promesa es que el primer pago saldría a partir del tercer mes pero no se dio así. Al tercer mes no me pagaron el primer mes. Y la misma Sandra me dijo que entregara mi reporte con evidencias fotográficas firmado por ella y por mí. No me pagaron el mes de junio. Y al preguntarle por qué me dijo ´porque así dicen allá arriba y no puedes cobrar´”.
Engañar comunidades
Cristián aguantó poco más de tres meses, de junio al 8 de septiembre de este año. El ex becario asegura que se veían orillados a engañar a la gente de las comunidades y a inventar los datos del Cuestionario Único de Información Socioeconómica (CUIS) para cubrir la “productividad”. Desencantado narró la dinámica de simulación de la Cruzada:
— Pero cómo que me vas a ayudar, nos decía la gente, si han venido otros a hacer esto años atrás y a mí no me llega ningún beneficio. Lo más triste de hacer esas encuestas era que teníamos que ir a engañar a la gente, preguntarle ¿cómo se llama usted? ¿Me puede mostrar su credencial de elector? Tomar el número de folio a la credencial. El resto de la información era falsificada, qué cuánto ganas, qué comes a la semana, cuántas veces tomas leche, consumes carne, cuentas con techo y piso firme, cuántos hijos, cuántos van a la escuela. Y es falsa porque la misma Sandra nos obligaba a entregar de 17 a 20 CUIS al día, cuando el INEGI trabajaba 8 por día pues lleva de 45 minutos a una hora hacerla bien.
“Es imposible hacer realmente tantos –añadió—, pero si a Sandra no le entregabas de 17 a 20 no era productividad para ella y ‘te me estas yendo porque no produces’. A mi grupo le tocó ir a encuestar una colonia de San Mateo del Mar que la tuvimos que hacer en un día con 132 habitantes, imposible hacerlo bien en un día. Aunque, sentencia: de todos modos da lo mismo porque no llegan los apoyos a la gente”.
Falsificar encuestas
El juchiteco sostuvo que esa treta no es algo que ellos hayan inventado, sino fue sugerencia de la misma gente de la coordinadora, de Rigoberto Cano. “Rigo”, ex brazo derecho de Sandra (también ya salió), nos decía: “realmente no lo vas a poder hacer como debe de ser, hazlo de la manera que ya sabes’, o sea inventarlo”, afirmó Cristian.
En entrevista con la Coordinadora de la Cruzada en el Istmo, en un acto de la CDI en la Casa de la Cultura de Juchitán este 16 de octubre, declaró a En Marcha, según consta en la grabación, que ese CUIS es de dos páginas, cuando los ex becarios nos dijeron que eran de siete páginas como pudimos constatar al obtener uno de esos CUIS que se puede ver aquí http://www.revistaenmarcha.com.mx/miscelanea/1470-cuestionario-2014.html La funcionaria declaró que esos CUIS se llenan en 20 minutos, y que por baja productividad es que le dio las gracias a varios pues “como en cualquier negocio lo que se necesita es productividad”. Ella sostiene que sin problema se deben llenar y entregar 20 cuestionarios al día.
“Aviadores” en Cruzada
Los entrevistados sostienen que hay muchas irregularidades en la coordinación de la Cruzada en el Istmo, “hay quienes cobran como becarios sin trabajar. En Salina Cruz la esposa del político priista conocido como “El Chinito”, Lupita Matus, fue a recibir su plástico (tarjeta de banco) para cobrar igual que yo, y ella no trabaja. Todos los compañeros saben que hay aviadores”, denunció Osiris Eldemira.
Por su parte Cristian Chávez comenta al respecto: “A mi Sandra me dijo, ‘dime la verdad vienes a ser aviador o vienes a trabaja’, le dije a mi me mandaron a trabajar. ‘Qué bueno q me lo dices –me respondió ella– porque yo tengo un grupo de aviadores y no me quiero meter en broncas, esos vienen de políticos pero tú vienes a trabajar’”.
Cruzada del PRI
“Huber de la Peña, conocido priista de Juchitán, tiene mucha gente ‘aviadora’ —agrega Cristian—, no hacen reporte de sus actividades como nosotros. Y es muy cansado y todo tiene que ser muy específico si no Sandra te lo rebota, por una letra una coma te quiere hacer volver a las comunidades”.
Para el ex becario “esto de la Cruzada es una campaña política a favor del PRI pues desde el principio nos instruyeron: ‘siempre que hagan una presentación mencionen el nombre del presidente Peña Nieto como titular de este programa’. Nos dieron calcomanías con la foto de Peña que teníamos que pegar en las puertas de donde visitábamos”.
Esta Cruzada la inició el presidente Peña Nieto el 21 enero de 2013 en Las Margaritas, Chiapas; en Oaxaca arrancó hasta noviembre de 2013, ese retraso según los ex becarios es lo que quiere remontar desesperadamente la coordinadora Sandra Dehesa, a lo que podría sumarse no contar con el trabajo de los “aviadores”. Entonces, la carga de trabajo de los que sí trabajan aumenta mucho, en una abierta sobre explotación aprovechando la falta de oportunidades de empleo.
¿Y el dinero de las becas?
Los ex becarios sostienen que son muy pocos los que podrían llamarse realmente becarios de las escuelas, la mayoría son personas mayores, incluso sin profesión como ellos mismos que tomaron ese trabajo para sostener a sus familias.
Pero no sólo hay una explotación laboral, también sostienen que la hay económica pues preguntan, ¿quién se queda con el dinero de los salarios de los meses que no les pagan?
Para Dehesa “La situación con los pagos es administrativo y depende totalmente de la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales –por exigencias de la Cruzada una institución educativa debe convocar a los becarios y pagarles–, y son específicamente tres personas con quien tenemos esta situación, pues cuando no cumplen con su trabajo se les da las gracias”, sostiene. Informó que son 45 los promotores a su cargo en la coordinación del Istmo.
La Universidad se deslinda
“La semana pasada fuimos a la Universidad a gestionar —agrega—, ellos (becarios) tienen que trasladarse a la ciudad de Oaxaca para el cobro de su cheque y ya está liberado, lo que respecta a la compañera de Salina Cruz ya se le finiquitó y estamos al 100, sólo sería el caso de los compañeros de San Blas lo pendiente”.
De nuevo nos topamos con inconsistencias en las declaraciones de la funcionaria, pues al entrevistar al director de dicha Universidad Tecnológica (ubicada en San Pablo Mixtepec), maestro Julián Luna Santiago, declaró que su institución no se ocupa de lo administrativo de la Cruzada más que para depositar el dinero en las cuentas de los becarios que los administradores de dicha Cruzada le envían por escrito. Son quienes manejan la Cruzada quienes deciden a quién se le paga y a quién no, afirmó el académico.
“Nosotros sólo recibimos el dinero de México -- agregó -- lo ingresamos a la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado y de ahí se hacen los depósitos”. Además, dijo que sólo 17 de los 394 becarios de todo el estado son de su institución.
La ex becaria de Salina Cruz Osiris Edelmira nos confirmó que aún no le pagan, y que ya se había trasladado a la ciudad de Oaxaca para solicitar audiencia con los superiores de Sandra Dehesa, pero ni Silvia Solís López, subdelegada de Desarrollo Comunitario y Participación Social, ni José Antonio Aguilar San Sebastián, delegado de SEDESOL, han querido recibirlos, al parecer todos están en la misma línea, afirmó.
Cruzada con sombrero ajeno
El Sistema Cruzada Nacional contra el Hambre es una “estrategia” creada por el gobierno federal que nace con casi nada, es decir no tiene recursos propios, sino organiza, jala, digamos, los recursos de las otras dependencias para alinearlos en su objetivo de eliminar el hambre. Una acción de gran envergadura que se quiere realizar tomando prestado lo de las oficinas de siempre. Algo como saludar con sombrero ajeno. Estas son sus loables bases teóricas y retóricas:
Este sistema a cuyo frente se encuentra SEDESOL, y quien debe proveer por ley lo necesario del sistema, pretende ser intergubernamental (gobiernos federal, estatal y municipal) e intersecretarial, así como de los sectores social y privado para conjuntar esfuerzos y recursos. Fue establecido en el Diario Oficial de la Federación el 22 de enero de 2013, con cinco objetivos:
1. Cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuadas de las personas en pobreza extrema y carencia de acceso a la alimentación;
2. Eliminar la desnutrición infantil aguda;
3. Aumentar la producción de alimentos y el ingreso de campesinos y pequeños productores agrícolas;
4. Minimizar las pérdidas post-cosecha durante el almacenamiento, transporte y comercialización;
5. Promover la participación comunitaria para la erradicación del hambre.
La Comisión intersecretarial está formada por 20 dependencias federales: Secretaría de Desarrollo Social, de Gobernación, de Relaciones Exteriores, de la Defensa Nacional, de Marina, de Hacienda y Crédito Público, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Energía, de Economía, de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, de Comunicaciones y Transportes, de Educación Pública, de Salud, del Trabajo y Previsión Social, de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, de Turismo, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Instituto Nacional de las Mujeres, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.