Las Velas, escaparate de políticos de toda laya Pervienten tradiciones del Istmo de Tehuantepec

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Guadalupe Ríos

 

Vela Sandunga de Tehuantepec, pionera en la degradación de estas tradiciones del Istmo. Creada hace 61 años por políticos locales para quedar bien con otros políticos grandes y pequeños; han estado en esa “vela” Luis Echeverría, López Portillo, Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari.

 

Cuando se habla de las tradiciones y costumbres de los pueblos se hace referencia a las raíces culturales, a su lengua, a su vestimenta, gastronomía, ceremonias y al orgullo con que la sociedad participa en la celebración de sus festividades patronales o populares.

 

Sin embargo, la política (que todo lo pervierte) ha logrado prostituir no solo a los políticos que brincan de partido en partido en busca de conseguir los mayores beneficios personales o de grupo, sino también, a las tradiciones y costumbres que iniciaron su perversión cuando las empresas cerveceras empezaron a obtener la exclusividad de la venta del alcohol al entregarles dinero en efectivo a los mayordomos para el pago de dos grupos u orquestas musicales, una para la Vela y otra para la Lavada de Ollas.

 

Vela Sandunga, besamanos

 

Se hizo costumbre por ejemplo que a la Vela Sandunga en Tehuantepec, que se realiza el último sábado de mayo, los gobernadores fueran invitados a coronar a la reina y darse un baño de pueblo saludando de mesa en mesa a los asistentes.

 

La vela ela Sandunga de Tehuantepec es pionera en la degradación de estas tradiciones del Istmo de Tehuantepec. Hace 61 años la inventaron los políticos vernáculos para lucirse y hacer la barba a políticos grandes y pequeños; han dado “realce” a tan “majestuosa vela” Luis Echeverría, López Portillo, Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari.

 

Celebración, que dicho sea de paso, es solo una lujosa, cara, -y por tanto elitista- fiesta organizada por la autoridad municipal desde hace seis décadas y que no reúne los requisitos para ser llamada Vela, como se conoce a la fiestas tradicionales organizadas por los integrantes de una sociedad con sus mayordomos, capitanes y demás en honor a un santo de la iglesia católica, gremio o familias.

 

En esta ocasión, el visionario presidente de Tehuantepec, el priista Dónovan Rito García, invitó a Alejandro Murat, titular nacional del INFONAVIT a coronar a la reina, acaso pensando en los tiempos por venir. El escenario sirvió también para que el otro aspirante a la gubernatura de Oaxaca Benjamín Robles Montoya también se dejara ver y repartiera abrazos, saludos y anticipara igualmente su campaña.

 

Tradiciones en venta

 

Corrompida la idea original, se hizo común que diputados locales o federales, senadores, gobernadores, presidentes, funcionarios o aspirantes a algún cargo de elección popular fueran invitados a coronar a las reinas de las Velas con la condición –claro está- de contratar una buena orquesta (al menos 30 mil pesos) para engalanar la Vela y además la Lavada de Olla, amén de comprar las coronas y cetro de la reina y sus respectivas princesas.

 

Esta práctica se volvió costumbre y algunos socios o mayordomos, piden a los políticos dinero en efectivo, mismo que suman a sus ganancias por la realización de sus bailes disfrazados de Vela. Bailes de este tipo proliferan en muchas partes del país, muchas veces como simple negocio de algunos emprendedores. Pues sólo es un baile que inicia y culmina una noche. Con la singularidad de usar la vestimenta istmeña, nada más.

 

Saraos gay no son Velas

 

El caso de la “Vela de las Intrépidas buscadoras del peligro” y de “Santa Cruz baila conmigo” entre otras, se incluye en este rubro, pues los organizadores no están constituidos en sociedad, ni cubren las características de una cofradía con mayordomos y mucho menos tiene que ver con la celebración de algún santo, ni oficio, ni familia (Vela Pineda o López).

 

Y por otro lado, existen casos en los que familias de apellido de “abolengo” como la “Pineda” o “López” decidieron organizarse en sociedad y celebrar sus Velas cumpliendo, en sus inicios, con el protocolo que ello implicaba: realizar la labrada de cera, la venta de leche y marquesote, la regada de frutas (ahora de artículos de plástico), la misa y la lavada de ollas, amén de las reuniones periódicas de información y organización de la Vela, por parte de los socios.

 

Sin embargo, en últimas fechas una nueva moda se instaló quizá para quedarse. La entrega de las mayordomías al mejor postor.

 

Vela López, la Vela Eviel

 

Tal vez la crisis le pegó fuerte a los bolsillos de las otrora “pudientes” familias juchitecas que integran la sociedad de la Vela López, quienes decidieron cómodamente ceder la estafeta de mayordomo al tuxtepecano aspirante a gobernador Eviel Pérez Magaña, ajeno a la cultura zapoteca pero con el dinero suficiente para costear los gastos de dos orquestas de renombre (para la Vela y la Lavada de Ollas) mientraslos socios se limitaron a pagar una banda regional.

 

Por cierto, fue notorio que al político tuxtepecano los socios le hicieron el vacío y en la celebración de la misa ni siquiera 30 personas lo acompañaron en un desfile deslucido, donde casi solo con su mujer repartía saludos a diestra y siniestra por las solitarias calles de Juchitán. Eviel cumplió pero los socios y sus asesores fallaron.

 

Como hemos visto en Juchitán el alcohol puede más que la palabra de Dios, por eso la iglesia de San Vicente estuvo vacía, pero en la noche de la Vela y en la Lavada de Ollas faltaban sillas y botanas para atender a los miles de personas que acudieron a disfrutar de la música interpretada por las orquestas financiadas por el político tuxtepecano.

 

Eviel Pérez Magaña aprovechó la ocasión del foro, los socios, perdieron credibilidad de la sociedad y algunos se metieron en líos políticos al invitar a otros a ese bailongo de manera clandestina “por si las dudas”. Políticos como Darbien Santiago invitaban a sus conocidos a la Vela Eviel pero advirtiendo que él no podría ir ni dar la cara. “No fui manito, pero te mandé gente”, ¿diría?

 

Falsas Velas y Gurrión

 

Otras celebraciones, que de Vela solo tienen el nombre, porque se realizan en salones de fiesta, sin telón y sin las actividades complementarias de una Vela, —aunque la organizan juchitecos o istmeños— son las que se hacen en la capital oaxaqueña y en el DF y en la que también figuran políticos y suspirantes.

 

Ejemplo de ella fue la “Xavisende” (San Vicente), organizada por la Asociación de Juchitecos radicados en Oaxaca, quienes entregaron su mayordomía no a un socio como debiera ser, sino al Diputado Federal Samuel Gurrión Matías (quien ni siquiera es católico), para organizar la festividad en honor al Santo patrón de Juchitán, San Vicente Ferrer.

 

Dicha “Vela” efectuada en el Centro de Convenciones sirvió de escenario para que el político nazareno, se luciera ante el gobernador Gabino Cué ahí presente y paseara al Senador Mario Delgado y a 14 diputados y diputadas federales así como a los embajadores de República Dominicana, Belice, Portugal, Ucrania, Uruguay, Panamá, Honduras y Australia, luciendo del brazo a su mujer de origen extranjero.

 

Miembro de una secta religiosa, de los nazareno, a Gurrión no le importó violar las normas de ésta que prohíbe fiestas, borracheras y culto a los santos (pedazos de madera o yeso, les llaman a esas imágenes) y como el político ni siquiera está allegado a este tipo de celebraciones, se vio obligado a tomar clases de baile de son istmeño.

 

Vinni Gaxheé con Murat

 

Por su parte emulando la celebración que iniciaran en Juchitán las “Auténticas intrépidas buscadoras del peligro”, también la grey lésbico gay de la Asociación Civil Vinni Gaxheé (sic) (gente diferente), alianza por la diversidad sexual en el estado de Oaxaca, realizó como desde hace 15 años su fiesta estilo vela istmeña en el marco de la Guelaguetza de julio.

 

La coronación de la reina de la comunidad lésbico gay corrió a cargo del ex gobernador José Murat, quien mostró tolerancia pero no tanta como para darle un beso en la mejilla a la afortunada Amérika Pineda. Se esperaba a su hijo Alejandro para esto, pero finalmente no llegó.

 

Mariana Benítez, también

 

Y para el año 2015 esta novedosa “costumbre” habrá de reproducirse en la Vela Angélica Pipi (lado Sur), pues la funcionaria federal de la PGR Mariana Benítez, originaria de la capital oaxaqueña pero con ascendencia de Ciudad Ixtepec, será la encargada de echar la casa por la ventana para hacer lucir esa vela como mayordoma entrante.

 

Así, lo que algunos socios de las Velas istmeñas iniciaron como invitaciones a políticos y funcionarios para apadrinar reinados, terminó por pervertirse al entregar lo más importante de éstas, la mayordomía, a manos de personajes ajenos a la cultura, la tradición y costumbre, y que sólo la utilizan para su lucimiento personal y hacer proselitismo político que ninguna autoridad electoral podría sancionar.