Santos Vera
Tuxtepec.- A escasos ocho meses de haber iniciado su administración, el ayuntamiento de Antonio Sacre Rangel ha provocado malestar entre los agentes municipales por un fraude que aseguran están cometiendo.
Del primer paquete de Obras del Ramo 33, empezaron a salir las irregularidades:
En la comunidad de La Mina les dieron 560 mil pesos para la adquisición de 70 lámparas, pero cada una cuesta diez mil pesos.
En San Felipe de la Peña les dieron 820 mil pesos en el trienio pasado para construir 400 metros lineales de drenaje, este año les dieron 833 mil pesos, pero únicamente les van a construir 170 metros lineales de drenaje, menos de la mitad que el año pasado pero con mayor presupuesto.
En El Yagual destinaron 220 mil pesos para 20 beneficiados del programa de Sedesol Piso Firme, pero se ignora cuánto invertirán en cada casa ni los metros cuadrados.
Los Agentes Municipales también se quejan que fueron timados por la actual administración, al revelar funcionarios de la administración de Barrera Mujica, que los radios que le entregaron a todos los agentes de las comunidades eran usados, mientras que en un evento público les hicieron creer que eran recién comprados.
Constructora de Eviel
En materia de obra pública el fraude sería mayor pues la mayor parte de los recursos municipales irá a parar a manos de los propietarios de las tres únicas constructoras que monopolizan la ejecución de la obra municipal de Tuxtepec.
Éstas son propiedad de Eviel Pérez Magaña actual senador priista, otra de Javier García Sánchez ex edil tuxtepecano y la de Eduardo Miranda, aunque se maneja también el nombre de Oscar Flores, presidente de la Asociación de Constructores de Tuxtepec.
Derivado de una falta de consenso para la ejecución de obras, quedó en evidencia la fractura del cabildo, pues ocho de los regidores decidieron revelarse ante lo que aseguran es un jugoso negocio que realiza el edil sin tomarlos en cuenta.
Regidores disidentes G8
Ocho regidores, en su mayoría de la Coalición y dos del propio Partido Revolucionario Institucional (PRI) se rebelaron contra el edil de Tuxtepec, formando un grupo llamado G8.
El primero de ellos fue Pedro López Delgado, Regidor de Seguridad Pública, quien alzó la voz pidiendo una sesión de cabildo para que entregaran cuentas los directores y jefes de las áreas de tesorería y administración, así como el encargado del Programa Nacional para la Prevención del Delito (Pronapred) y el Regidor de Obras Públicas, el área más redituable de todas para los funcionarios.
El problema estalló entre los concejales porque el Secretario Municipal, Alberto Chávez López no les concedió una sesión ordinaria de cabildo, ante el argumento de que el oficio de petición que recibió no contenía los motivos para solicitar la audiencia.
El G8 de nuevo exige la sesión de cabildo solicitada, pero el Secretario se niega a conceder la audiencia para poner fecha a la sesión.El G8 es acompañado de los representantes de colonias y comunidades que llegan al palacio municipal.
Javier Pacheco, quien fuera el contendiente principal de Sacre Rangel en las elecciones, es uno de los más movidos, apoyando causas sociales, como la inconformidad de vecinos de las colonias La Esperanza y los Manguitos, que piden un puente peatonal. También buscó fungir como árbitro en el conflicto de la colonia Del Carmen contra la instalación del gasoducto.
Pedro López, cuestionado
¿Y quién es Pedro López?, el hoy Regidor de Seguridad Pública fue candidato de la alianza conformada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y por el Partido Acción Nacional (PAN), cargo al que arribó impuesto desde Oaxaca por Rey Morales, presidente del PRD Estatal y por el presidente estatal del PAN Juan Mendoza. Pedro López fue también impulsado desde la caótica administración de Barrera Mujica. Los panistas y perredistas tuxtepecanos se opusieron, lo consideraban un candidato débil, además de representar a la administración de Barrera.
Ni con la alianza pudo Pedro López escalar en la preferencia electoral y quedó en tercer lugar, pero en todo el proceso nunca se expresó mal de su contrincante priista Antonio Sacre Rangel, resaltando que fueron compañeros durante la universidad. Esa amistad fue evidente al iniciar la gestión de Sacre Rangel pues Pedro López permaneció muy cerca del nuevo edil que le concedió la Regiduría de Seguridad Pública que generalmente ocupan integrantes de la planilla ganadora.
El zar de los ambulantes
Benjamín Tomás Miguel, priista que acompañó siempre a Antonio Sacre, fue beneficiado con la regiduría de Obras Públicas, el área más deseada por los funcionarios. Benjamín quien amasó su fortuna como dirigente de la Unión General Obrero Campesina Popular (UGOCP) y como líder de los vendedores ambulantes del centro, es dueño de una enorme residencia en una de las colonias de mayor pobreza en el municipio y propietario de una cuartería.
Aunque la propia dirigente estatal de la UGOCP ha negado que Benjamín aún pertenezca a dicha organización, éste asegura que es parte de la agrupación y se deslindó de la Alianza de Comerciantes Ambulantes de la Cuenca del Papaloapan (Alcacup) que lideraba.
El Zar del ambulantaje ya ubicado como regidor de Obras Públicas fue complaciente con el presidente, sin embargo empezó a quejarse por el bajo salario que le pagan, ya que decía estar acostumbrado a ganar en los juicios que llevaba de la organización hasta 20 mil pesos en un día.
La inconformidad que Benjamín expuso ante los medios fue que la autoridad municipal no había dado a conocer los nombres de las empresas constructoras que ejecutan el paquete de obras del Ramo 33 fondo 3, mismas que también aseguró, “están infladas”.
Desaparición de poderes
Otro de los regidores inconformes, por las mismas cuestiones que los dos antes mencionados, es Javier Pacheco Villaseñor del área de Parques y Jardines perteneciente al Partido Nueva Alianza (Panal).
El funcionario denunció que la autoridad municipal incurrió en un acto ilegal luego de que vecinos de la comunidad de San Francisco Salsipuedes llegaron a exigir la destitución de su Agente de policía.
Durante la protesta fue jaloneado el director de Gobernación, Sergio Enrique Arguello Ahuja; éste recibió la orden de cesar al agente repudiado, Reynaldo Estrada Regules. Tiempo después de conocerse la noticia, el regidor de Educación, Manuel Rodríguez Rodríguez, se aseguró que sólo se trataba de “una suspensión”.
Javier Pacheco evidenció que la presión hizo que el propio presidente municipal cometiera el error de desaparecer los poderes en la Agencia, lo cual es ilegal y apuntó que intentar quitar a funcionarios a voluntad daría pie a que los ciudadanos pretendan destituir funcionarios o que los regidores pidan la salida del propio alcalde Sacre Rangel.
La Gabacha, Enma
Emma del Carmen Hernández Hernández, conocida como “La Gabacha” representa al sector campesino de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y fue también una de las primeras en mostrar su inconformidad contra el presidente.
Como Síndico Procuradora aseguró que debía estar dentro de la Comisión de Gobernación que regula todos los ingresos y atiende los conflictos, sin embargo acusó que es la Síndico Hacendaria, Rosa Isela Cruz Acosta quien está dentro de la privilegiada comisión, por lo que exige una sesión de cabildo que también le han negado.
Los otros inconformes
Otro inconforme es Luis Enrique Bolaños Guzmán, del Partido Verde por haber sido relegado del puesto que realmente le correspondía (la Regiduría de Seguridad Pública) y ser enviado a la Regiduría de Medio Ambiente con la que consuelan a los perdedores.
Gabriel Rodríguez Cerecedo, regidor de Panteones y único panista, es otro que se sumó a la molestia, también ha manifestado su desagrado hacía el secretario municipal, Alberto Chávez López.
José Luis Mares García, Regidor de Rastro municipal, militante del Panal y miembro de la Sección 59, Anaís Soto Martínez, Regidora de Bienes Municipales, hija del diputado federal de Movimiento Ciudadano, José Soto Martínez.
Seguidores del Gordo Sacre
Sin embargo, pese a las quejas constantes el Gordo Sacre Rangel aún tiene a sus incondicionales, la Síndico Hacendaria Rosa Isela Cruz Acosta, el Regidor de Hacienda Francisco Samuel Hernández Oropeza, el Regidor de Educación, Cultura y Deporte, Manuel Rodríguez Rodríguez, la Regidora de Servicios Básicos Aury Alonso Bravo, la Regidora de Gobernación Silvia Tiburcio, el Regidor de Comercio, Agustín Nolasco y quien aún está a la deriva y se habló que había coqueteado con el G8, Regidora Teresa Lechuga.
De modo que el alcalde tiene de su lado siete regidores y con su voto suman ocho, justamente la mitad del cabildo tuxtepecano, lo que pone en riesgo la estabilidad de esta administración dividada y cuestionada por acciones de corrupción.