Tuxtepec gobernado como un rancho por un capataz

Imprimir

Más de cien días y casi todo sigue igual

Santos Vera

 

Tuxtepec.- Antonio Sacre Rangel, es un corpulento personaje de más de 1.80 de estatura, bigote ranchero y rechoncha cara de cachetes rojos cuando se amuina. Nunca ha sido un tipo carismático y mucho menos conocido por alguna labor altruista, pese a que estuvo al frente de la Fundación Colosio. El Gordo es hijo de un ex presidente municipal, Antonio “Tonche” Sacre Ibrahim. Su familia es muy conocida por poco desprendida. 

 

Descendientes de árabes que llegaron a la Cuenca y se dedicaron a la venta de artículos diversos, principalmente telas, los Sacre amasaron fortuna y actualmente cuentan con hoteles, terrenos de siembra de caña y locales comerciales. La formación del Gordo Sacre es inevitablemente de patrón y ranchero, mandón y mal hablado. Características con las que lleva el mando del industrioso municipio de Tuxtepec

 

Es conocida la afición del priista alcalde cuenqueño por los destilados y las charreadas, tanto que en una de sus cabalgatas tenía a uno de sus ayudantes atrás mientras montaba un brioso corcel, el mozo le servía su “Presidente” con hielos en un vaso rojo, acompañado de su amigo el dirigente de los Charros de la Cuenca. No hace mucho se vio al Gordo ataviado con una gorra y una gasa en una parte de su pronunciada frente producto, sostienen testigos, de un golpe sin duda bajo la influencia del licor.

 

Gordo con Eviel, Alejandro y Gurrión

 

Impuesto por Ulises Ruiz Ortiz, dicen algunos, otros dicen que se está ganando su lugar con José Murat Casab en la sucesión de gobernador. Aunque el Gordo inició su campaña al lado de Eviel Pérez Magaña, con quien se dejó ver componiendo por su cuenta baches del bulevar Benito Juárez.

 

Pero hace poco, el Gordo se reunió con el hijo de Murat, “el cachorro” Alejandro, director del Infonavit, realizaron una gira en la ciudad de Tuxtepec y Loma Bonita, inaugurando casas de interés social y firmando un convenio para beneficiar con viviendas a los trabajadores del ayuntamiento.

 

¿Para donde se irá el gordo?, ¿con URO o Murat? Esa es la cuestión y deberá tomar la decisión pronto. Pero el Gordo se ha dejado ver, incluso, con el chile de todos los moles que anda por todos lados promoviéndose, el diputado federal Samuel Gurrión, quien desfiló casi de la mano del edil Tuxtepecano el Día del Trabajo al frente de sindicalizados que laboran en el municipio.

 

Salida de caballo brioso…

 

En campaña política y luego como edil electo en lo que terminaba de salir la administración barrerista, el Gordo Sacre Rangel con su propio volteo estuvo recogiendo la basura durante algunos de los varios paros y bloqueos que hicieron los sindicalizados al servicio del ayuntamiento. Pero ya durante su administración cuando se dieron de nuevo estos paros no se vieron los carros de su propiedad en la misma acción.

Los sindicalizados del 12 de Julio tomaron el palacio, durmiendo en los corredores y pasillos del inmueble, exigiendo un adeudo de dos millones 6 mil pesos, en un paro donde se sumó el Frente Único de Lucha (FUL) y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) con un gran número de organizaciones, FPR, CNPA-OCIO-MN, ex trabajadores del ayuntamiento, maestros de la Sección 22 entre otros, que secuestraron a la ciudad durante el primer día de julio.

 

El pacto inútil

 

Con la intención de disminuir las manifestaciones y bloqueos a la ciudad, que menudearon en la administración de José Manuel Barrera, la administración del Gordo decidió crear un pacto, mismo que también está a punto de romperse.

 

En los primeros meses de gobierno de Sacre Rangel, al lado de un viejo lobo de mar como Sergio Loyo, encargado de Políticas Públicas y su director de Gobernación, Sergio Argüello Ahuja, y parte de los concejales, se reunieron con organizaciones, muchas nacidas junto con la actual administración priista, comités recién fundados de presidentes de colonias y agentes de comunidades, y alguna de las organizaciones que amagaron a la administración anterior como el Copoc, de Fernando Morales Calihua y su violenta gente, que incluso atacó a dos periodistas tuxtepecanos durante sus desmanes contra el edil de Valle Nacional, Ciro Alejandro Villa y cuyas manifestaciones terminaron tomando hasta el palacio de Tuxtepec y amedrentando a todo aquel que les quisiera tomar una fotografía.

 

Estuvo también el Corechima-Fipi de Juan Rojas, quien ha amenazado con abrir las compuertas de las dos presas, la Miguel Alemán y la Miguel de la Madrid, que “gracias a dios” no ha cumplido, en protesta por la poca certeza jurídica que han tenido los reacomodados por la presa. También estuvo presente la antes imparable UGOCP y ahora diplomática organización perredista liderada por Karina Barón Ortiz; sólo el Comité de Defensa Ciudadana (Codeci) y la Sección 22, consideradas las más extremistas y que más caos ocasionaron no firmaron dicho pacto.

 

Conflictos sociales

 

Trajo esperanzas que Gabino Cué, quien declaró en su campaña para gobernador que Tuxtepec era su segunda casa, viniera ahora más seguido al municipio; aunque había también mayor apertura para Valle Nacional, donde gobierna el edil de la Coalición de partidos, Fernando Vicente Cruz, alias “Chilolo”. Ahí Cué realizó una de sus audiencias públicas, llegó también el de Seguridad Pública, Alberto Esteva y el titular de SINFRA, Netzahualcóyotl Salvatierra, quien inauguró junto a la CDI algunos caminos en Valle Nacional, Jacatepec, Chiltepec y Jalapa de Díaz. Fuera de eso nada más trajeron esas visitas, algunos desencuentros con la prensa, nomás. La inseguridad pública continúa y la mayoría de los caminos son un desastre.

 

Los conflictos sociales empezaron a detonar en febrero, cuando la instalación del gasoducto causó temor en los habitantes por el peligro latente de tener ahí el tubo subterráneo de gas en la colonia Del Carmen. El bloqueo fue justo a la entrada de la entidad, donde los vecinos exponían su inconformidad, tema que aún persiste, pero poco a poco van dejando que el gasoducto avance.

 

Los primeros en tomar el palacio fueron los maestros de la Sección 22 durante dos días, luego de que en La Mina estallara el conflicto que dejó el paro magisterial del 2013 y gran parte de los padres de familia decidieran sacar a la Sección 22 y dejar a los maestros de la Sección 59. La comisión de gobernación acudió y en ausencia del Gordo Sacre, el regidor de Educación Manuel Rodríguez tomó la estafeta para resolver el conflicto y varios regidores más, que se reunieron en la agencia municipal.

 

Los de la 59 decidieron ir a la escuela primaria Emiliano Zapata, la cual resguardan, y tomaron de rehén a uno de los integrantes de Comunicación Social del ayuntamiento, dejando ir al camarógrafo que lo acompañaba, dieron parte a Manuel Rodríguez, quien junto a la síndico procuradora Emma del Carmen Hernández, el regidor de Ecología del PVEM, Enrique Bolaños y el secretario municipal, Alberto Chávez confrontaron a los airados padres, quienes entregaron al empleado de comunicación social, y de inmediato con pancartas, gritos y empujones le pedían a las autoridades municipales que abandonaran La Mina. Días después que la Sección 22 acudiera al ayuntamiento el módulo del magisterio de la CNTE fue expulsado de la comunidad, ubicándose en la colonia El Trópico en un domicilio particular, ante amenazas, que según los profesores de la 22 recibieron en La Mina. Más problemas como éstos se han dado con el magisterio en la municipalidad y continúan.

 

La gasolinería de los Huerta

 

Otro tema polémico, es la construcción de una gasolinera en la colonia María Luisa, en uno de los sectores comerciales de la ciudad, que cuenta con una casa hogar y a lo largo del bulevar Manuel Ávila Camacho, repleto de restaurante-bares, un famoso table dance y cantinas.
Los vecinos no permiten que la gasolinera se instale, propiedad de una de las familias más influyentes del municipio, los Huerta porque aseguran que los estudios de impacto ambiental y de uso de suelo son irregulares. Y es que los permisos se dieron estando Fernando Huerta de regidor de Obras Públicas y como director de Desarrollo Urbano, Fernando Triunfo, conocido por sus errores en diferentes proyectos de los que hasta la fecha colonias y comunidades se quejan.

 

Después de manifestarse por dos días los colonos de la María Luisa, los Huerta movieron sus influencias y la noticia ni siquiera salió en los medios.

 

Actualmente la gasolinera de la discordia recibió el fallo a favor y en el lote donde estará instalada, detrás de una pared y un portón cubierto que no permite ver los trabajos que ahí se realizan, sobresale la construcción del techo donde irán las máquinas expendedoras.

 

Llegada de burro viejo…

 

De nuevo Tuxtepec se encuentra sumido en el retroceso, sólo un poco menos caótico que en la administración de Barrera Mojica, no hay obra pública, prolifera la protesta social de grupos de interés político, pero también de la ciudadanía. Los ofrecimientos del PRI para ganar la plaza a la Coalición de partidos PAN,PRD, PT no se cumplen. Las expectativas del inicio de este ayuntamiento a menos de medio año se han detenido. El problema más grave, la inseguridad persiste y se acentúa. No hay planificación alguna para atender esa inseguridad con ejecutados, “levantones”, violencia cotidiana.

 

La sociedad pide transparencia en el ejercicio de los recursos del erario municipal, tanto de los fondos federales como de los estatales y recursos propios. Que se anuncien en el portal de ayuntamiento, mismo que ahora no tiene nada de interés. En la sección de transparencia de dicho portal (http://www.tuxtepec.gob.mx/index.php?File=TRANS) sólo figuran códigos, leyes y reglamentos. No hay monto de obras, servicios, ni de las licitaciones. Ni siquiera las obras priorizadas.

 

Tampoco se ha visto la inversión de los recursos federales otorgados en el Subsidio para la Seguridad de los Municipios (SUBSEMUN). Llama la atención porque estos recursos son los destinados al problema más grave del municipio que es la seguridad pública. No hay transparencia en el ejercicio municipal, opacidad, desorden y desplantes, es el signo del ranchero Gordo Sacre quien gobierna Tuxtepec como si fuera su rancho u Hotel Villa Blanca.


La política de “la cochina al monte”

 

Antonio Sacre Rangel es bien conocido por los exabruptos en sus declaraciones. En cada entrevista el Gordo dice barbaridades que luego el director de Comunicación Social, Marcos León, trata de tapar de cualquier forma. León emprendió durante un tiempo una “ley mordaza” para evitar preguntas que exhibieran a los funcionarios municipales. Las críticas no se hicieron esperar y el filtro de León desapareció, pero aún “regaña” a los reporteros como si fueran sus trabajadores y los amenaza con llamar a sus jefes para que los despidan.

 

Por ejemplo, en respuesta a las manifestaciones del FUL-APPO que apoyaban al sindicato 12 de Julio que tenía tomado el palacio, el edil decidió dar una conferencia de prensa. Sacre Rangel dijo, conocemos a la gente de aquí, definiendo así a los personajes tuxtepecanos y agregando que quien mueve esas aguas es alguien “al que se le va la cochina al monte”.

 

Hubo quienes enseguida señalaron que eso era para el regidor del Panal de Parques y Jardines, Javier Pacheco, quien no es bien visto por el Gordo. Pacheco también ha sido responsabilizado de conflictos en las comunidades de Loma Alta, La Mina, Palmilla y lo relacionan en una estrecha amistad con la dirigente del sindicato 12 de Julio, Silvia Pérez. Esto fue tan escandaloso y de hilaridad que no se pudo censurar siendo comentario obligado.

 

Para muchos, el ganador legítimo de las elecciones no fue el Gordo sino Javier Pacheco pero la balanza del IEEPCO se inclinó hacía el primero, que también recibió el apoyo de un candidato que los perredistas locales repudiaron, Pedro López, quien quedó en tercer lugar de las votaciones. Hoy Pedro López parece la mano derecha del presidente municipal y lo defiende a capa y espada.

 

Personajes todos estos del floclor político de Tuxtepec, donde la presidencia la encabeza el famoso Gordo Sacre, ranchero bragado y mandón que cree que puede mandar en el municipio como si tratara con caporales, peones y vacas locas.