La mafia blanca y su trato inhumano a oaxaqueñas

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Directivos de SSO, visten de blanco pero son burócratas tras los millones

 

Homero Villaurrutia

 

Un cirujano les llamó la “mafia blanca”. Están enfundados en sus batas de médicos pero ejercen como funcionarios públicos o burócratas, manejan y manipulan cifras millonarias en complicidad con sus subalternos y con líderes sindicales con un solo objetivo: mantener el statu quo para asegurar sus intereses económicos.

“Todo se trata de dinero que beneficia a los de arriba porque saben que con la salud se pueden justificar millones”; habla con amargura un joven médico en Juchitán recordando las palabras de uno de sus maestros: “en el sector salud trabajen con lo que tengan, con un lápiz o con un bisturí, pero de arriba no esperen nada”.

Esa misma opinión comparte un viejo médico en Zimatlán de Álvarez, a más de 300 kilómetros de distancia, quien decepcionado asegura que el problema de la salud en Oaxaca radica en la falta de supervisión, la falta de planeación y el desinterés de quienes llevan las riendas del sector en el estado.

Recuerda que en el año 2010 se invitó a los médicos a aportar ideas para el plan de gobierno de Gabino Cué en materia de salud. El equipo era coordinado por Maurilio Mayoral, Germán Tenorio, Arturo Bustamante y Alfonso Aquino entre otros, sin embargo, las propuestas de los convocados no fueron contempladas en el plan.

“Se supone que ellos captaron las propuestas pero nada de eso se aplicó, deberían respetar el perfil de puesto y que los responsables hicieran respetar las normas, debería haber planeación y exigir resultados del nivel operativo, pero ya pasaron casi tres años y medio y no hay nada”.

“Me pregunto ¿qué hace la dirección de atención médica? tiene un grupo de gente que cobra buenos sueldos y no hacen nada porque la cabeza no sabe dirigir, no hay estrategia, no hay planeación, no hay metas a cumplir, ¿qué van a normar si el otro no les dice lo que se va a hacer?”, cuestiona con amargura.

El médico agrega que en consecuencia la base trabajadora y operativa hace lo que cree que debe o lo que puede hacer, y pone un ejemplo:

“En el Hospital Civil de San Pablo Huixtepec el personal usa Lubricaína (que es para realizar el tacto vaginal) para el ultrasonido, para los tococardiógrafos, o los dopler fetales en vez de usar un gel específico porque no lo compran y como no hay jefe que evalúe y supervise, pues se hace lo que se quiere”.

 

En Juchitán, la misma queja

 

“Desde que se fundó este hospital no se ha renovado el equipo quirúrgico, se firmó un acuerdo en una mesa de trabajo desde el 2012 y ofrecieron que nos darían material pero nomás nos dieron atole con el dedo, allá en Oaxaca nadie del sindicato presiona para que se cumplan los acuerdos, el personal está sobreexplotado y a los directivos no les importa”, se quejan los trabajadores.

La inconformidad del personal médico del Hospital Civil “Macedonio Benítez Fuentes” provocó que a mediados de enero de este año, los especialistas suspendieran las cirugías por falta de condiciones para laborar. Nadie les hizo caso y fue necesario que interviniera el responsable del área de Seguro Popular para hacerles ver que los pacientes no eran responsables y requerían del servicio. Los médicos reanudaron sus labores. En la primera quincena de junio, el personal del mismo hospital paralizó labores debido al incumplimiento de acuerdos laborales y pago de prestaciones. La población quedó indefensa.

 

Simulación y complicidades

 

Como suele ocurrir, cuando se anuncia una visita de altos funcionarios, los trabajadores se callan y los directivos recurren a la simulación, se cubren deficiencias, aparentan que todo funciona a la perfección y transcurrida la visita vuelven a la cotidianidad de estrechez y precariedad.

“Cuando va a llegar el secretario de salud o alguien importante ¿Qué es lo que hacen? Vienen a preguntar cuáles son las necesidades, ¿Para qué? si tanto el secretario Germán Tenorio como el Director de Atención médica Ignacio Zárate saben cuáles son las necesidades del hospital, tienen la información pero los apoyos del gobierno estatal o de los Servicios de Salud nunca llegan”.
-¿Es decir que no han recibido apoyo de la Secretaría de Salud?

El secretario no viene aquí a ver la realidad que se vive. Este hospital de 60 camas ha aumentado el nivel de atención, antes se atendía a 60 personas, pero hoy se atienden de 200 a 400, y en ocasiones por día se atienden hasta 700 personas, aparte los 250 de laboratorio. No hay esa sensibilidad de los altos mandos. En el 2013 no nos dieron ningún apoyo.
Si nos preguntan cuáles son las necesidades ya las saben: se requiere ampliar el hospital, aumentar el número de camas, incrementar el personal, renovar el equipo, dotar de medicamentos e insumos, eso se requiere, tienen la información. ¿Cuándo piensan actuar?

 

¿Hay culpables del abandono que vive este hospital?

 

Sí, los hay pero no los vas a encontrar porque están protegidos, existe una red de complicidades y quien se atreva a denunciar lo corren. Además ¿con quién te quejas? No hay un vínculo directo, siempre te mandan con el secretario del secretario del subsecretario. Es la triste realidad. Impunidad absoluta.

 

Negligencia médica cotidiana; los muertos

 

Aunque la decena de partos suscitados en pasillos, césped o baños de diversos hospitales de los Servicios de Salud de Oaxaca fueron los que llamaron la atención de medios nacionales e internacionales, en todos los casos los bebés nacieron y están sanos; lo más grave es cuando los bebés mueren por falta de atención adecuada, reconoce un médico.
Al menos dos casos lamentables en ese tenor se acumulan en el historial negro del Sector Salud de Oaxaca en este gobierno:

El primero del que se tiene conocimiento fue el 16 de abril de 2013 cuando el médico Carlos Eduardo Arrona Bautista del Hospital Civil de San Pablo Huixtepec, dio por muerta a una recién nacida, la turnó a enfermería, la amortajaron y guardaron en una caja de cartón, pero la niña estaba viva y murió 18 horas después de haber nacido por falta de atención.

La madre, señora Zulima Arely Aquino recuerda cómo la alegría con que esperaban a quien habría de llamarse Mía Soledad se convirtió en tristeza y al lado de su esposo Francisco Abel Mejía, siguen esperando una justicia que difícilmente llegará.

“Fue hasta cuando le iban a entregar el cuerpo a mi esposo como a las dos de la tarde cuando el médico le retiró la sábana y vio junto con las enfermeras que se movían los algodones que le tapaban la nariz, ahí se dieron cuenta que estaba viva y estaba respirando entonces corrieron a llevarla a pediatría pero nomás vivió seis horas más, hasta las ocho de la noche; me la mataron”.
De acuerdo con la versión del padre de la víctima, cuando el director del Hospital intentó modificar la hora del deceso, (que aparecía a las dos de la mañana), el Registro Civil se negó a hacer el cambio. El certificado de defunción fue firmado por el Director Luis Armando Flores Vásquez y no por Arrona Bautista que era el médico responsable.

Para encubrir la irresponsabilidad del personal médico y asistentes, el expediente del caso fue modificado días después para asentar que la bebé nació en una ambulancia del municipio de Zimatlán y no en el hospital. Sin embargo el chofer de la ambulancia sostuvo que él ayudó a la madre a bajar de la ambulancia y entrar al hospital para dar a luz. Pese a las denuncias, el caso no prosperó ante el Ministerio Público.

El segundo caso, más reciente ocurrió en el Hospital Civil “Macedonio Benítez Fuentes” de Juchitán de Zaragoza, adonde Rosalba Vicente Morales de 30 años de edad, llegó enviada del IMSS Oportunidades de Santa María Xadani a dar a luz y aunque fue ingresada al nosocomio cerca de las once horas, la pasaron a quirófano hasta las siete de la noche, cuando ya presentaba ruptura uterina y sangrado.

Versiones de los familiares indican que Vicente Morales no llegó con sangrado y fue en el hospital horas después de haber sido ingresada cuando se manifestaron los síntomas sin que fuera atendida oportunamente. El resultado final fue la muerte del producto y el retiro de la matriz a la madre sin autorización de sus familiares directos.

En un escueto boletín los Servicios de Salud de Oaxaca señalaron que falló el procedimiento de inducción al parto y sin precisar cuántas horas hicieron esperar a la paciente señalan diagnóstico “probable de ruptura uterina” mismo que se confirmó ya en quirófano por lo que se le extrajo el útero “para salvaguardar la vida de la madre por hemorragia obstétrica”.

Asimismo informan que “Desafortunadamente se recibió al producto obitado (muerte fetal intrauterina) femenino de 2.650 kilogramos”. Los médicos responsables del área de ginecología y que tuvieron contacto con la paciente son: Dr. Arturo Robledo en el turno matutino y Josué Santiago en el turno vespertino.

Personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) arribó el domingo 8 de junio al hospital y se entrevistó con el personal médico involucrado en el caso, en tanto que la familia presentó su denuncia por el delito de homicidio y los que resulten ante la fiscalía del fuero común.

En el hospital Civil informaron que el caso será atendido por el departamento jurídico de los Servicios de Salud de Oaxaca para su seguimiento, y comentaron que se vive una psicosis por los recurrentes casos de presunta negligencia médica y ahora en clínicas y hospitales pequeños que podrían atender partos y cesáreas, prefieren canalizar a las pacientes al Hospital para deslindarse de cualquier responsabilidad.

 

Medicinas venta y desabasto

 

En el Hospital Civil de Juchitán, como en la mayoría, hacen falta médicos, equipo, instrumental y medicinas. Solo cinco médicos cirujanos y cinco ginecólogos se encargan de atender cirugías, casos de urgencias y brindar la consulta externa, por lo que el personal reconoce: “Estamos brindando atención pero no es de calidad”.

Aunado a ello, hay que mencionar que el salario que perciben quienes laboran en hospitales públicos no cubre las expectativas de especialistas por lo que muchas veces éstos distribuyen su tiempo entre la medicina privada y la pública y son requeridos para atender pacientes solo en casos de urgencia.

Otra situación frecuente en algunos médicos: “Dejaban que el paciente sufriera estrés fisiológico por falta de atención y cuando éste se desesperaba ¿qué hacían? Se lo llevaban a clínicas privadas o llamaban a un médico externo para operar en el hospital subrogándole el servicio con la consecuente pérdida económica del Hospital”.

Aunque todos saben las deficiencias cotidianas que se viven en el nosocomio nadie se atreve a alzar la voz por temor a ser despedido o enfrentar represalias del sindicato y del patrón.
De octubre a diciembre de 2013, el Hospital Civil de Juchitán entró en contingencia por casos de dengue y las camas y salas estuvieron repletas de pacientes, en algunos casos familias enteras, lo que obligó a la suspensión o reprogramación de cirugías llegando a reportarse casos de muerte por dengue hemorrágico. La situación podría repetirse este año.

 

“Buitres de la salud”

 

“Aquí no hay tomógrafo, si hay necesidad de un estudio el paciente debe pagarlo por fuera y le cuesta 5 mil pesos, no hay medicamentos que son básicos y que deberían dotar los SSO como el Ciprofloxacino… ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo se va a curar el paciente? Aquí hay buitres de la salud, es la verdad”.
¿Existe el comercio negro del medicamento en el Hospital?

Claro que sí, el propio personal ha encontrado el mecanismo, saben que hay medicamentos que la Secretaría de Salud no surte pero son necesarios, entonces ellos le dicen al paciente dónde lo puede comprar, no afirmo que lo saquen del hospital sino que lo compran con laboratorios y a su vez se lo venden a los pacientes pero más barato que en las farmacias particulares. Es un negocio de particulares y está prohibido en el personal pero ¿Cómo se les comprueba esa irregularidad? Encima de eso, la farmacia que opera enfrente cobra hasta 200 por ciento más caro algunos medicamentos que el costo real en otras farmacias, se ha denunciado y la PROFECO no quiere actuar.

 

Cero Tolerancia, demagogia

 

“Qué cómodo es decir cero tolerancia sin asumir la responsabilidad que le corresponde a las autoridades. Es muy fácil que nos dejen paquetes tan grandes, nos hace falta equipo o están descompuesto, falta instrumental, no hay personal suficiente y así no podemos dictaminar clínicamente y así pretenden responsabilizarnos a los médicos de todo lo que pasa?. No estamos de acuerdo”, dice tajante el viejo médico de Valles Centrales.

“El Secretario dice que habrá sanción administrativa y cero tolerancia a trabajadores, yo pregunto ¿Y qué capacitación nos están dando? ¿Qué equipos nuevos nos envían? ¿Cuándo ampliaron la unidad? ¿Cómo valoran la productividad en atención a la alta demanda que ha ocasionado el incremento en la cobertura del seguro popular? Estamos atendiendo más gente con el mismo personal, con el mismo recurso. ¿Cómo puede haber calidad en la atención? Es responsabilidad de ellos también, no sólo de los médicos”.

El médico, con más de 30 años de servicio en el sector público afirma contundente: “El Secretario de Salud es responsable y también el gobernador, porque es una deslealtad al pueblo de Oaxaca no cumplir lo que ofreció en su campaña de atender la salud de los oaxaqueños. Hay recursos pero se están desviando en gastos superfluos, en salarios de gente que no trabaja, en compensaciones a empleados de oficina que no realizan su trabajo con eficiencia y solo por puro compromiso sindical o patronal”.
“Invertimos mil 436 millones en Salud”: Cué

En contraste con una pequeña muestra de la realidad, el gobernador del estado Gabino Cué Monteagudo informó que en tres años de su administración se ha destinado una inversión superior a los mil 436 millones de pesos a infraestructura hospitalaria, equipamiento, mantenimiento físico a unidades médicas y entrega de ambulancias, además de haber puesto en operación desde 2011 un total de 27 nuevas unidades médicas incluidos seis hospitales comunitarios y tres centros de salud con servicios ampliados.

La información que recibe el gobernador del estado es diferente de la que manejan los trabajadores de los hospitales pues aunque el mandatario afirma que durante sus primeros tres años “con una inversión de 211 millones de pesos ha sido posible equipar todas las unidades médicas de la entidad, además de dotar de instrumental médico, quirúrgico y hospitalario a 26 hospitales generales” en los hospitales se quejan de la falta de apoyos.

Mientras que durante este trienio se destinó un presupuesto de casi 42 millones de pesos para equipar el Hospital General “Aurelio Valdivieso” y dar mantenimiento a la infraestructura. El Hospital Civil de Juchitán ha sido prácticamente ignorado y apenas el 25 abril pasado le entregaron una ambulancia y un tomógrafo, lo mismo que al Hospital de Pochutla mientras que el Hospital de San Pablo Huixtepec de segundo nivel no cuenta ni siquiera con un mastógrafo.

 

Negligencia y violación de derechos humanos

 

Al menos trece casos de partos “fortuitos” registrados fuera de quirófano en diversos hospitales del estado han sido documentados por los medios en tanto que funcionarios de la COFEPRIS y de la CNDH investigan algunos hechos en los que se presume puede existir negligencia médica y violación de derechos humanos de las mujeres y sus hijos.

Dos de esos casos que están siendo investigados se registraron en menos de una semana en el Hospital Civil “Macedonio Benítez Fuentes” de Juchitán, el primero de ellos alumbramiento de la joven Ana Gabriela Castañón de 18 años en el baño del área de urgencias y el otro de Rosalba Vicente Morales de 30 años de edad, quien perdió a su bebé presuntamente por inadecuada atención médica.

Antes, en el mes de abril, también en el hospital civil de Juchitán un médico y su asistente atendieron a una joven mujer que se vio obligada a parir de pie en el pasillo antes de entrar al baño, pero el caso no trascendió debido a que fue en el interior de las instalaciones médicas.

Entre otras situaciones irregulares que algunos medios reportaron en comunidades de Oaxaca está el cierre del Centro de Salud Rural número 1 de San Pedro Cajonos el 15 de mayo en la Jurisdicción de Tlacolula de Matamoros, por acuerdo de asamblea de la comunidad, debido a que los pobladores denunciaron maltrato y discriminación de parte de la directora de la unidad Eugenia Hernández Palacio, además de falta de medicamentos en particular de insulina para diabéticos.

El 19 de mayo pasado se presentó un caso de presunta negligencia médica en el Hospital Civil de Huajuapan de León cuando a una joven de 17 años que dio a luz a su hija le extrajeron la matriz y por la gravedad de su estado fue canalizada al área de terapia intensiva en el hospital Aurelio Valdivieso. El caso es investigado por la CNDH.

Habitantes del asentamiento El Sargento, municipio de Sola de Vega se vieron obligados a acudir a las autoridades centrales de salud y pedir la ayuda del gobierno federal con el envío de caravanas de la salud para atender a los pobladores debido a la incapacidad de los Servicios de Salud de Oaxaca de enviarles personal y medicamentos a la casa de salud que ellos construyeron con sus propios recursos, reportan investigaciones del diario Noticias del 4 de junio de 2014.

En Nejapa de madero el 28 de junio, una paciente ingresa con dolores de parto a las 20 horas, pero no es atendida sino hasta cerca de la media noche cuando los dolores habían cesado y el bebé había muerto, documentaron reporteros del Diario El Imparcial de Oaxaca el domingo 13 de abril.

El sábado 14 de junio, en el Hospital de San Pedro Pochutla, la señora Juan García Hernández dio a luz en el baño del nosocomio pues luego de ser revisada le pidieron caminar un rato, pero al momento de sentir que iba a parir, al solicitar al encargado de información Jaime García Cabrera ser ingresada, éste les dijo que el médico estaba ocupado con otros pacientes, por lo que la mujer se dirigió al baño donde fue auxiliada por su esposo y por dos enfermeras que acudieron cuando notaron que el parto ya estaba en proceso.

Los SSO emitieron un boletín de prensa en el que informaron que la mujer había dado a luz en una camilla a la entrada del baño, pero el esposo de la afectada, Abel Torres, reiteró que su esposa parió arrodillada y el bebé nació en el piso.

El maltrato y la falta de atención a pacientes indígenas no es, privativo del estado de Oaxaca, pues de acuerdo con datos de la 4ª visitadora de la CNDH Leticia Escandón Carrillo, hasta el 30 de mayo pasado se habían documentado en el país 44 casos en que mujeres indígenas recibieron mala atención en clínicas rurales y hospitales estatales de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán y el DF. En cuatro de esos casos se registró muerte materno infantil y situaciones de discriminación.

Pero nada pasa, a nadie se castiga. La mafia blanca oaxaqueña intocable, impune y enriqueciéndose.