Exitosa 2ª gran Feria del Tamal oaxaqueño

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San Jacinto Amilpas

Toda una fiesta fue la Segunda Ferial del Tamal de San Jacinto Amilpas. Tamales de las 7 regiones de Oaxaca para el gusto de todos, del propio San Jacinto y de quienes visitan en esos días de Guelaguetza los Valles Centrales.

 

Desde temprano, los dos domingos y un lunes de finales del mes de julio y el primer lunes de agosto, más de 50 tamaleras se instalaron alrededor de la explanada municipal. Fiesta de sabores del manjar oaxaqueño por excelencia; fiesta del maíz ancestral.

 

De sus canastos y ollas las señoras destapaban sus tamales. Hubo de todo, desde los de frijol, chepil y mole negro de los Valles, pasando por los de mariscos de la Costa y de tichinda; o los exóticos de la Sierra; los de mole o elote del Istmo; los de Tuxtepec de carne de puerco.

 

Tamales de chapulines y de chicatanas, claro aderezados con un estupendo mole o pipián que son los que dan sazón al maíz que así adquiere esos sabores y olores deliciosos. De hoja de plátano o de totomoxle; de camarón con pulpo y de barbacoa.

 

La Feria cumplió las expectativas de los organizadores, señora Sixta Martínez y Jaime Gallardo Silva, quienes junto con el Ayuntamiento de San Jacinto, convocaron a las tamaleras de las regiones que radican en el municipio y en otras partes.

 

“No se les cobra ni un peso a las tamaleras pero se tiene cuidado que sean productos buenos, sabrosos”. El trabajo es de promoción de recetas que ya se estaban perdiendo, con lo que se realiza un rescate de la cocina tradicional oaxaqueña, expresaron los organizadores.

 

La Feria es también fuente de empleos e ingresos —dijeron— con el apoyo del Ayuntamiento que encabeza Víctor Amado López Hernández, con la infraestructura, mobiliario, y la promoción. Las bebidas para el público fueron gratuitas: atole, champurrado, café; así como aguas de frutas.

 

El éxito de asistencia de público y tamaleras fue rotundo. El compromiso es darse cita el próximo año a la Tercera Feria, a vender y a degustar estos exquisitos manjares oaxaqueños, y a disfrutar los bailes de la excelente Guelaguetza que ofrece ahí mismo la Casa de la Cultura municipal.