Legisla Congreso para Alex Murat y lo pone de candidato

Traje legal a la medida exacta

Cuauhtémoc Blas


Finalmente se aprobó la reforma electoral con la sala de sesiones del Congreso local casi llena. Decenas de periodistas, políticos, ayudantes y observadores pendientes de la resolución final. Un grupo de mujeres llenó de ruido toda la sesión con su exigencia de paridad de género para las elecciones. Tema que también habría de legislarse, además de la homologación de las fechas de elecciones y la nueva deuda de Oaxaca, 2 mil 400 millones, entre otros puntos.

 

Después de meses de incertidumbre y rumores, de pronto surgió otro punto que nunca antes fue motivo siquiera de mención: los años de residencia en la entidad de quien quisiera ser candidato a gobernador. Hasta entonces nunca se había pensado en reducir estos cinco años de residencia, que se hallaba en exacta correspondencia con los que marca la Constitución de la República.

 

Traje exacto al mexiquense

 

De ese punto se desprendía otro asunto notable que, por cierto, debió haber sido el más importante y no lo antes mencionado: la homologación de las elecciones estatales con las federales. Este punto ofrecía la oportunidad para el aspirante a quien se le buscaba hacer un traje legal a su medida, al mexiquense Alejandro Murat Hinojosa, pues se planteaba y se manejó mucho tiempo que en beneficio de éste se habrían de homologar esas elecciones legislando para que hubiera un gobernador de dos años y en 2018 las elecciones oaxaqueñas y federales fuera ya coincidentes. De paso Murat podría cumplir así con los cinco años de residencia que exigía la constitución estatal.

 

Si tapizar así el camino del hijo del ex gobernador José Murat Casab era ya de evidente dedicatoria, lo que sucedió a la postre fue de inocultable impudicia por parte de la mayoría de legisladores. Como la clase política actual no se anda con sutilezas ni cuidando las formas, decidieron de una vez echarle toda la mano y los brazos al junior: a contrapelo de la Constitución federal reducir de cinco a tres años el requisito de residencia en la entidad, y, por el contrario, no mover los seis años de gobierno a los cinco que se proponía.

 

Deuda a cambio de 3 años

 

En una alarde de consenso la mayoría de los 42 diputados aprobaron no sólo este cambio de 5 a 3 años de residencia para el candidato a gobernador, sino el nuevo endeudamiento solicitado por el poder ejecutivo por 2 mil 400 millones de pesos, mismo que priistas y panistas estuvieran cuestionando semanas atrás. La fracción del PRI con Alejandro Avilés a la cabeza habría canjeado con los partidos de la alianza, PRD, PAN, PT y MC la aceptación de dicha deuda a cambio de la reducción del tiempo de residencia para beneficiar a uno de los suyos.

 

En la sala reinaba el relajo, que en momentos llegó al caos. La presidente de la Mesa directiva de la LXII Legislatura, la panista de cuestionada trayectoria en la administración pública hoy diputada Leslie Jiménez Valencia vacilaba a cada paso, cometía errores y exhibía su poco manejo de la formalidad del Congreso, de tal manera que el respetable estalló en hilaridad por sus traspiés. Tuvieron que ayudarla a salir adelante, y así sacar formalmente los acuerdos y arreglos, por cierto, ya negociados y quizá pagados en el famoso “pago por evento” que se inauguró en este sexenio para que los legisladores aprueben lo que sea que les mande el ejecutivo.

 

“Pago por evento” ¿fiado?

 

Sólo que ahora se escuchaba en la Cámara que ese “pago por evento” fue fiado, que se los entregarían después. Aunque ese dinero extra que entregan bajo la mesa a los costosos levantados viene de fuera, ahora sería un respiro a los mal acostumbrados legisladores pues desde abril el ejecutivo suspendió la entrega de los recursos del Congreso. Ellos sucedió cuando el entonces Presidente de la Junta de Coordinación Política Rosendo Serrano se enfrentó a la élite gobernante de Oaxaca y a la jerarquía de su partido el PRD, subordinada a dicha élite, que lo hacía e hizo finalmente a un lado para colocar al priista José Antonio Esefan Garfias en la candidatura del PRD a diputado federal por el V Distrito de Tehuantepec.

 

De todos modos no hubo unanimidad y parte de la fracción panista no votó a favor de esos puntos, así como el diputado del PT, Rafael Arellanes. La diputada panista Alejandra García Morlán subió a tribuna a defender la postura de 5 años de residencia y gobernador de 5 años. Se impuso la maquinaria ya cabildeada previamente en el hotel Oaxaca Inn de Plaza del Valle. La reforma se hizo en los últimos momentos del plazo señalado, 30 de junio.

 

Más claro no podía ser, no sólo había dedicatoria legal sino el primer innegable destape oficial desde el amplio recinto del Congreso local. Cual si estuvieran preparados, al día siguiente en las portadas de los periódicos apareció la fotografía del director nacional del INFONAVIT, Alejandro Murat, casualmente en algún acto oficial nada menos que con quien está al frente del poder ejecutivo de Oaxaca, Gabino Cué.

 

Aprueban y luego impugnan

 

Empero, el virtual candidato del PRI a gobernador de Oaxaca, aunque aún habrá de sortear las impugnaciones a esta reforma pues no obstante que diputados del PRD y PAN la aprobaron, sus respectivas dirigencias se pronunciaron  en contra de ella y anunciaron que esa reducción en el requisito para ser elegible gobernador puede ser impugnada con una acción de inconstitucionalidad o una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya que entre en vigor esa reforma política.

 

Carol Altamirano Toledo y Juan Iván Mendoza, dirigentes del PRD y PAN, respectivamente, declararon que no puede Oaxaca estar a contrapelo de la Constitución federal que en su artículo 116 establece un tiempo mínimo de residencia de 5 años para poder ser postulado a gobernador de un estado. La reforma en Oaxaca, dijo Carol —el hombre de Jorge Castillo en el PRD—, “Es un traje a la medida y al gusto de algunos”.

 

¿Cué, doble juego?
Las suspicacias no se dejaron esperar, pues si bien por un lado el gobernador impulsó con su grupo parlamentario de los partidos de la alianza esta reforma “traje a la medida”, que sus subordinados en las dirigencia de PAN pero sobre todo del PRD, ahora estén en contra de la misma supone un doble juego. Quizá sus acuerdos con Murat no son más fuertes que el ánimo de que su grupo de poder político continúe con Estefan Garfias en el gobierno de Oaxaca.

 

También se aprobó que por única ocasión los ayuntamientos y diputados locales ejercerán por dos años, elecciones locales que sí se homologarán con las federales en 2018; el gobernador seis años, como siempre. Aprobaron en esta piñata legislativa la reelección inmediata o consecutiva de presidentes municipales, regidores, diputados locales, hasta por otro periodo.

 

 También en Oaxaca habrá candidaturas independientes, en sintonía con la legislación federal. Para conservar su registro los partidos deberán obtener al menos el 2% de la votación valida emitida.

 

Se legisló para garantizar la paridad de género en las candidaturas de los partidos políticos, 50 por ciento de mujeres y 50 de hombres, en regidurías y diputaciones. Los propietarios o propietarias y suplentes deberán ser del mismo sexo. En los rezagados municipios de usos y costumbres no habrá paridad.

 

Usos y costumbres sin paridad

 

Un grupo de mujeres lideradas por dos ex funcionarias de Ulises Ruiz, ex perredistas, Rosario Villalobos Rueda y Norma Reyes Terán (cuando no tienen cargo público son tan rebeldes), acompañada de la anodina directora del IMO Anabel López, exigían paridad de género para las candidaturas no sólo en los 153 municipios, sino también en los 417 pequeños municipios de usos y costumbres, la mayoría indígenas. Una petición, por lo demás, cargado de sentido común y que debió concederse, ¿cuál es el problema acá si siempre legislan leyes indígenas que ni se usan?

 

Aunque quizá no fue la intención, esta manifestación dentro del recinto legislativo parecía un distractor sobre el tema fuerte de la sesión, la pretensión de cambios a modo en la Constitución local con reforma electoral. Al final y como se veía venir no hubo toda esa paridad exigida y se marcharon ruidosamente no sin antes estrellar, cual colegialas, huevos contra la puerta principal de la sala de sesiones.

 

El traje legal electoral a la medida exacta irrumpió en la decadente historia contemporánea de Oaxaca. Nunca se había llegado a tanto.

 

Heladio Ramírez mandó a legislar a modo de impedir que su rival político Jesús Martínez Álvarez pudiera ser más que gobernador interino, que ya había sido. Heladio dejó establecido en la Constitución de Oaxaca que de ninguna manera quien haya gobernado de cualquier forma Oaxaca podría ser gobernador de nuevo. Así sigue esa ley, por cierto.