Tuxtepec el municipio más inseguro con un ayuntamiento ineficaz

 

barrera mojicaErogarán 34 millones en instalar 90 cámaras de vigilancia, pero las once ya existentes no han servido para inhibir, consignar o sentenciar delincuentes. Se gasta más en equipos de seguridad que no sirven que en rubros como la producción agropecuaria, la educación o la salud juntos. La prevención del delito prácticamente inexistente.

 

Tuxtepec.- El tema de inseguridad pública y la consecuente guerra contra el narcotráfico han sido parte de una medida estratégica en tiempos electorales para amedrentar e inmovilizar a la sociedad, pero también para justificar gastos que literalmente se han ido a la basura si nos atenemos a la falta de resultados. El saldo de 60 mil muertos, 20 mil desaparecidos y los cientos de miles de huérfanos y viudas es evidencia de una correlación con el gasto

–realmente gasto, no inversión- inversamente proporcional con su utilidad. Es decir, mientras más se gasta, más sangre, más corrupción y más inseguridad se vive.

A pesar de las partidas presupuestales que superan lo invertido en combate a la pobreza, educación y salud, la inseguridad en el país no merma. Los índices de impunidad continúan por arriba de los estándares internacionales (apenas tres de cada cien delitos terminan en condena al responsable). La readaptación de los delincuentes es inexistente. Prueba de esto último está en las constantes fugas masivas y masacres ocurridas en penales de Veracruz y Nuevo León.

Esa es la dinámica nacional. Tuxtepec no escapa de ella. En primer lugar, hay que recordar que esta ciudad es reconocida por autoridades gubernamentales como una de las más inseguras del estado, con problemas de tráfico de personas, tráfico de armas y de enervantes. El argumento esgrimido por administraciones pasadas y la presente como una manera de lavarse las manos son las circunstancias de ser ciudad de paso y estar colindante con el estado de Veracruz. Esta situación de alta criminalidad hizo al ayuntamiento de Tuxtepec merecedor del programa de Subsidio a la Seguridad Municipal (Subsemun). Solo éste, Salina Cruz y Oaxaca de Juárez son los tres de 570 municipios que en el estado reciben este dinero de origen federal.

 

Gasto desproporcionado

Aquí en Tuxtepec, el recurso económico destinado a la seguridad pública no es menor. De acuerdo  con el presupuesto de egresos para el año 2011, el rubro de Seguridad Pública ocupó el tercer lugar en gastos: 62 millones de pesos. Solo fue superado por los 118 millones dedicados a desarrollo urbano y obras públicas y por los 74 millones destinados a servicios básicos. Lo gastado

en Seguridad Pública contrasta, sin embargo, con lo programado para las áreas como desarrollo rural (un millón 700 mil pesos) DIF municipal (13 millones) educación, recreación y deportes (10 millones). http://www.tuxtepec.gob.mx/transparencia/PRESUPUESTODEEGRESOS2011.pdf.

De nueva cuenta y a la par que el gobierno federal, el ayuntamiento de Tuxtepec prefirió gastar en seguridad pública que invertir en aquellas áreas que por sí mismas contribuyen a disminuir los índices de violencia (educación, salud, desarrollo económico).

De esos recursos, el ayuntamiento gastó un millón y medio en el acondicionamiento de la dirección de seguridad pública y los separos, pero no se sabe o al menos no existe información –que por obligación debería estar en su página de internet en qué se gastaron el resto de los recursos. Únicamente existe un comunicado en el que se habla del destino de más de un millón y medio de pesos a prevención del delito, pero no se describe qué actividades se desarrollaron para conseguir ese objetivo. Si por las pláticas que sobre prevención de la drogadicción y maltrato intrafamiliar que ha dado personal del ayuntamiento pretenden justificar el presupuesto, faltan  mediciones confiables del efecto de estas actividades.

Aparatos inservibles

En ese mismo contexto, en los días recientes, el ayuntamiento a través de su regidor del área y el secretario de Seguridad Pública en el estado, Marco Tulio López Escamilla han anunciado la próxima instalación de 90 cámaras de video en la ciudad. Con ellas, dijeron, sumarán en total 111 de esos aparatos. El costo será de 34 millones de pesos. Sin embargo la medida es poco alentadora

si nos atenemos a los nulos resultados que ha tenido la colocación previa de once de esos aparatos como parte de una estrategia de prevención del delito, procuración e impartición de justicia.

En cuanto a la prevención del delito, se ha dicho que las cámaras tienen como fin inhibir al delincuente. Sin embargo, el robo de vehículos –por citar un solo rubro de la amplia gama de actividades criminales- continúa en lugares próximos a donde se encuentran instaladas esas costosas cámaras de video. En materia de procuración e impartición de justicia el resultado también es desalentador. Fuentes al interior de la Sub procuraduría regional de justicia y de los tres juzgados penales que funcionan en esta ciudad señalan que no existe un solo asunto donde imágenes de video tomadas por dichas cámaras haya servido para consignar una averiguación  previa, dictar una formal prisión y mucho menos para sentenciar a un presunto delincuente. Un caso concreto se puede ver en el expediente 327/2011, donde como parte de las indagatorias por el delito de homicidio calificado en contra de Pedro Terrero, el agente del ministerio público solicitó al entonces director de la policía municipal, Froylán Carlos Cruz le proporcionara copias de los “videos de las cámaras de seguridad (instaladas) en el Bulevard Manuel Avila Camacho, así como de todas las salidas de esta ciudad de Tuxtepec, en específico los videos grabados en el lapso de tiempo (sic) comprendido de las veintitrés horas del día primero de diciembre del año en curso a las once horas del día dos de diciembre del dos mil once”.

La respuesta del funcionario fue que “debido a problemas técnicos derivados del mantenimiento y remodelación a que fue sometida el área de la dirección de seguridad, pública, el sistema de videocámaras se desconfiguró, por lo tanto, desde el día tres de noviembre del actual (ocho de diciembre), se carece de información grabada en archivo”. A mediados de diciembre del mismo 2010, a un anestesiólogo del IMSS le fue robada su motocicleta del estacionamiento de la institución.

Cerca de ella existe una cámara operada también por el ayuntamiento. Cuando solicitaron copias de los videos con la intensión de identificar al o los responsables, el material fue terminantemente negado.

En tales condiciones, ¿qué fin tienen entonces tales cámaras que instaladas en la administración del asesinado Gustavo Pacheco Villaseñor tuvieron un costo de cinco millones de pesos? Por cierto, como una ironía de la vida, las cámaras de video tampoco registraron imágenes del vehículo en que huyeron sus asesinos. Pero aun así, el gobierno municipal anuncia la instalación de muchas más cámaras –lo que hay que mirar con mucho tiento será a quien y a qué precio se comprarán.

Opacidad y falta de resultados

En la misma línea de gastos inútiles, el gobierno municipal contrató a un general en retiro que sólo vino a desmoralizar a la tropa, a retar a confrontarse con miembros de otras corporaciones y a vivir con todo pagado en un hotel, con un sueldo, que según se dijo superaba los 60 mil pesos mensuales (el dato sólo se supone, ante la negativa del ayuntamiento a transparentar información que debería ser pública). Así por ejemplo, el tabulador de salarios que por ley debería subirse a la página de internet del ayuntamiento permanece, a más de un año de iniciado el nuevo gobierno ¡en construcción! (http://www.tuxtepec.gob.mx/?q=tabulador).

Pero no es todo. El ya ni tan nuevo ayuntamiento encabezado por el doctor Barrera Mojica ha decidido no utilizar el estand de tiro construido a un costo de un millón de pesos por la administración municipal anterior.

El argumento pueril es que “no se siente lo mismo tirar con un arma real que con el juego de video ese”. Es decir, quienes se oponen a las prácticas virtuales quieren sentir el retroceso del arma, sentir en su hombro como patea, pues. Lo innegable, según los propios policías, es que no entrenan ni virtualmente ni en vivo desde por lo menos hace medio año. Y mientras, el general en retiro Froylán Carlos Cruz se fue como llegó: sin dignidad. Y nuevamente la corporación sigue acéfala. Pero la falta de dirección es cada vez menos noticia en este ayuntamiento.