Tlacolula feudo de ‘Cony’ Robles

cony_feudoSui géneris la vida política de los tlacolulenses, que no saben para dónde hacerse. Han sido gobernados alternadamente por el PRD y por el PRI desde mediados de los 80s del siglo pasado; ante los nulos resultados de unos y otros hace tres años optaron por una cara nueva, el médico Rolando Maldonado, quien se registrara por el PAN. En poco tiempo se llevaron una gran decepción, pues el galeno resultó tan malo o peor que sus predecesores.

Tal vez por eso, en las elecciones de julio de 2010, dieron una muestra de su descontento y votaron de manera diferenciada. A diputado y gobernador, por la coalición que llevaba a Gabino Cué como su candidato. A la presidencia municipal, molestos porque la planilla aliancista postuló a tlacolulenses que no vivían en el municipio y hace rato habían partido, por tanto estaban desvinculados y sin trabajo comunitario alguno, razones que los llevaron a que votaran por el PRI, que llevaba como su candidata a Concepción Sofía Robles Altamirano; la misma que tres años atrás perdiera los comicios.

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REGIDOR MARGINADO de las sesiones y del edifi cio del ayuntamiento
Entre espurios y nepotismo

El signo de la gestión de Cony es la ilegalidad. Al tomar protesta, junto con ella lo hicieron dos regidores espurios: María Cruz y Abelardo Soriano, quienes no formaron parte de la planilla y al que el órgano electoral les regaló tales posiciones. Situación que condujo a que la Fiscalía Especial para Delitos Electorales (FEPADE) iniciara una investigación que condujera a la detención de integrantes del Consejo Municipal Electoral. Es pues un delito probado, pero lejos de corregir el entuerto, Cony los sostiene contra viento y marea, en abierta usurpación de funciones de esos personajes.

Luego vinieron los nombramientos del personal del ayuntamiento de Tlacolula. Con una visión patrimonialista, Cony Robles llevó a toda la familia a la administración municipal: su mamá es presidenta del DIF y su hija directora de ese organismo; su yerno Salvador es su secretario particular. Buena suegra que resultó pues su otro yerno, Ernesto Cruz Gómez, es Director de Obras, además éste se ha convertido en el operador de la señora presidenta, pues actúa incluso por encima de los regidores, a quienes lo mismo niega información u ordena realizar tal o cual actividad.

Los regidores lejos de protestar ante estas irregularidades, prefirieron seguir la línea dictada por la señora presidenta, así que ni tardos ni perezosos, incluyeron también a sus familiares en la nómina, faltaba más. Así el secretario municipal, Marcos Rodríguez Sánchez, impuso como director de Agua Potable a su hermano y a su cuñado Luis Ruiz, como alcalde municipal. La regidora de Salud, Lucía Morillo, colocó a su hijo como asesor del Síndico.

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Los testimonios de la agresión al regidor
Lo del agua al agua

El 8 de marzo, justo en la celebración del Día Internacional de la Mujer, se presenta un enfrentamiento en Tlacolula. La versión tendenciosa de la señora presidenta fue que un grupo de choque arremetió el acto que para tal conmemoración se hacía.

Lo que no dijo es que había un acuerdo entre ella y la Coordinadora de Defensa de los Recursos Naturales del valle de Tlacolula, en que celebrarían una reunión acerca de la problemática que representa el abasto de agua al fraccionamiento Ciudad Yagul. Y es que Cony, durante su campaña, al igual que en la contienda anterior, estableció compromisos con habitantes del fraccionamiento y la empresa constructora para solucionar ese problema. La cuestión es que ya como presidente pretende que para tal fin se emplee un pozo ubicado en la ex Hacienda Soriano, afluente que se encuentra en un área de reserva ecológica y que, además, recientemente ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la presencia de cuevas con pinturas rupestres, así como la biodiversidad ahí encontrada.

Una pretensión que no es nueva, pues desde la época de Agustín Aguilar Montes como presidente inició esa agresión. Pese a las denuncias de la pésima construcción de las casas de Ciudad Yagul, los problemas de tránsito y dotación de servicios públicos, pudieron más los recursos entregados a las autoridades. La empresa trató generosamente a Agustín Aguilar, como a Rolando Maldonado y no podía ser menos con Cony Robles.

De ahí que, pese a que era un atentado ecológico permitiera la construcción de la línea de conducción del pozo al fraccionamiento. Situación que cuando se conoció recibió el rechazo de la sociedad tlacolulense. Desde 2007 se había constituido ya la Coordinadora para defender a su hábitat de los excesos de los políticos. Por ello ahora protestaron y exigieron la cancelación del pozo.

Agustín González Antonio, Pedro Sánchez Concha, Francisco Flores, Jesús Sánchez López y Alberto Noe, quienes encabezan a la Coordinadora se habían reunido en ocasiones anteriores con Cony. La presidenta había convenido con ellos que el 8 de marzo los atendería. Una marcha de habitantes de Tlacolula acompañaba a sus representantes a la reunión, sólo para enterarse que ella ni se encontraba en sus oficinas, ni tenía intenciones de recibirlos. Determinaron trasladarse entonces al lugar en que el Ayuntamiento celebraba a la mujer, dado que el acto había concluido y el cabildo en pleno estaba ahí.

La policía municipal recibió órdenes de no dejarlos pasar; pero la decena de policías fue insuficiente para contener a los manifestantes quienes llegaron hasta la presidenta y exigieron cumpliera su palabra. Ella, al día siguiente, se dijo agredida.

Finalmente se llegó al acuerdo de cancelar el pozo que abastecería a Ciudad Yagul, al tiempo que no otorgar más permisos para la construcción de casas. Ni lo uno ni lo otro se han cumplido. Ya la empresa inicia trabajos para construir ahora multifamiliares. Y el problema del abasto del agua continúa.

Intolerancia y represión

Pero a la señora presidenta y a su cabildo, como a todo político despótico, no les gustan las críticas, ni siquiera que les pidan actúen conforme a la ley o rindan cuentas.

Al día siguiente de la marcha del 8 de marzo, el regidor de obras Samuel Medina Jiménez, interceptó en la calle a su media hermana, a quien reclamó su participación como parte de la Coordinadora y la intentó golpear; situación que evitaron vecinos y transeúntes.

Luego, uno de los regidores plurinominales, Andrés Raymundo, solicitó licencia al cargo. Pese a los intentos de la presidenta por evadir la ley por enésima ocasión, para imponer como regidor a Carlos Medina Villaseñor, quien ocupara una posición en la planilla perdedora, no pudo hacerlo. Finalmente se vio compelida a llamar al suplente Walfre Velasco, originario de San Luis del Río, agencia municipal de Tlacolula. La incomodidad por la llegada del joven regidor se vio desde el inicio, pues se negaba a darle la oficina que por derecho le correspondía; después de varias solicitudes y sólo cuando denunció esta situación públicamente, le otorgaron el espacio correspondiente.

Acostumbrada a que los regidores se plegaran a los deseos de la familia presidencial, esto es Cony y sus parientes que mandan en el municipio, la llegada de Walfre se convirtió en un serio riesgo para ellos, pues pronto el regidor exigió que se rindieran cuentas al cabildo y a la ciudadanía. Asimismo, cuestionó los excesos del director de Obras, quien asumiendo funciones que no le corresponden, establecía condicionamientos a los regidores para visitar las obras en proceso.

Ante esta situación a Cony se le ocurrió la brillante idea de no dejarlo entrar a las sesiones. Para ello recurrió a Medina Villaseñor, a quien no pudo imponer como regidor y es desde hace un par de años uno de sus personeros. Él encabezaría la toma del palacio municipal que ordenara Cony para hacerle la vida imposible al ex edil Rolando Maldonado. Por esas complicidades de la vida política tlacolulense, Medina fue uno de los integrantes de la planilla de la Coalición por la Paz y el Progreso. Perdió y no pudo ser impuesto en la regiduría plurinominal. Pues bien, Cony no lo dejó desamparado y le dio una dirección.

Ahora recurrió nuevamente a sus servicios de “luchador social”. Como el porro que en realidad es, Carlos Medina junto con su esposa (eso sí, los tlacolulenses van siempre en familia) cada jueves se apostan en la entrada del salón de sesiones y no dejan entrar a Walfre ni a nadie más. Garantizan así que las sesiones que se supone son públicas no sean conocidas más que por la camarilla que actúa como cabildo.

Las solicitudes dirigidas a la presidenta de que reconvenga a su empleado y que garantice la seguridad y el acceso de los regidores a las sesiones son ignoradas totalmente. Eso sí, cada sesión Cony llega, les pasa revista a Medina y sus compinches, saluda afectuosamente a la esposa de éste y entra al salón de sesiones.

Extraño “asalto” al regidor

No para ahí la cosa. El hostigamiento a Walfre Velasco continúa fuera del palacio municipal. El regidor es también comentarista de un sabatino programa de radio de análisis político-social de Tlacolula. Se ha distinguido por su actitud crítica.

Pues bien, el 9 de abril, en un acto evidente de intimidación, al salir del programa Walfre fue informado por vecinos que la policía municipal tenía rodeada su casa.

En plena semana santa, el miércoles 20 de abril, la señora presidenta convocó a una asamblea en la agencia municipal de San Juan del Río, para decirles que uno de sus paisanos, Walfre, “se anda portando mal” en el cabildo; fue más lejos acusó que el regidor había obtenido importantes recursos que no había entregado por lo que les dijo que levantaran un acta pidiendo su destitución. Lo más grave del asunto fue cuando señaló que si su paisano no rectificaba el camino le podría suceder algo, pues “ya ven como son en Tlacolula”.

El sábado 23, Walfre compareció ante su pueblo y tras las explicaciones que diera y demostrara con documentos el hostigamiento del que es objeto, sus paisanos le manifestaron su apoyo.

Pero la señora presidente resultó pitonisa: el 27 de abril, tras salir de una reunión del Comité de Defensa de los Recursos Naturales de Tlacolula, el regidor fue interceptado por dos sujetos que viajaban en una moto. Sin mediar palabra lo apuñalaron.

Walfre señala que los principales sospechosos de la agresión en su contra son quienes lo han estado hostigado e impidiendo el ejercicio de sus funciones: “Cony Robles ejerce un poder caciquil y represor”, señala. Abunda que la única persona del Ayuntamiento que se acercó después de la agresión ha hablar con él fue Omar Blas, asesor jurídico del ayuntamiento, pero sólo para reclamarle que señalara a la presidenta dentro de las sospechosas de ordenar la agresión.

Cony, a la fama

Tras los hechos, Walfre intentó hablar con la presidenta. Le señaló que era mejor tener una relación institucional. La respuesta que recibió fue “tú síguele; al contrario, me estás haciendo famosa. Además, la gente cree más cuando hablan mal de mi, que cuando hablan bien”.

Lejos de encontrar respuesta a sus reclamos y solidaridad ante la agresión, a Walfre se le suspendió el pago de su dieta, por órdenes directas de Cony, con el argumento de que el cabildo solicitará su revocación de mandato, ante “su inasistencia a tres sesiones de cabildo en forma consecutiva”. Justo las tres a las que los testaferros de Cony le han impedido acceder. Situación que está probada públicamente, pues hay testimonios periodísticos además de que el Ministerio Público ha constatado esta situación.

La intención de Cony es que, tras la salida de Walfre se incorpore como regidor ¡¡Carlos Medina Villaseñor!!, justo el que encabeza los bloqueos y un fiel subordinado a la señora presidenta, que lo mismo le ha ordenado tomar el palacio municipal, como en 2010, que bloquear regidores y lo que se ofrezca en la semana.

Tlacolula ve así como la toponimia náhuatl que se refiere al poblado como “lugar de las cosas torcidas”, aunque no gusta mucho a sus pobladores, es justo la forma en que se hace política ahí.