Movimiento Magisterial, 30 años después

movimiento_magisterialGobernar es educar

El tema esencial de toda sociedad que busque, no digamos crecer, sino al menos sostenerse, es la educación. Así, lo más caro para Oaxaca es lo educativo. Si los políticos corruptos se llevan los dineros, los “trabajadores” de la educación se llevan el futuro.

Oaxaca tiene una gran urgencia de atención en este asunto. Sin embargo, criticarlo es otro de los temas políticamente incorrectos. La simulación en este aspecto, a diferencia de los Usos y Costumbres –violatorios de los derechos humanos, aunque sobrevalorados– tiene una explicación más puntual: el poderío político y económico de más de 70 mil “trabajadores de la educación”.

El poder político del magisterio se confirma con la capacidad de movilización que en 2006 puso en jaque a un gobernador. Si bien no depusieron al mal gobierno que dio pie a la revuelta, sí obtuvieron los más grandes logros y demandas de su historia. De paso mostraron su poderío a gobernantes venideros. En lo económico, constituyen la más fuerte fuente de ingresos de la entidad, con salarios y pagos de servicios, insumos, construcción y mantenimiento de infraestructura, que se derrama en casi todas las poblaciones. 97 por ciento o más del presupuesto del gobierno de Oaxaca son federales y prácticamente el 100 por ciento del gasto en educación.

ieepo: 16 mil millones
La magnitud de estos ingresos durante décadas constituyó la mitad del presupuesto del Gobierno estatal. De suyo alto, autorizados cada año, éstos presentan déficit y dejan pasivos por la serie de concesiones fuera de norma al magisterio, más la acusada corrupción de los administradores del ieepo; no obstante que su área de finanzas no ha sido copada por el Sindicato, convalidan ambos el ejercicio opaco de esos recursos, merced al poderío y omnipresencia magisterial.

Poco se sabe de las cantidades que ejerce el Gobierno en educación, vía transferencias de presupuesto de la sep. Según datos de un Informe Oficial del ieepo (en poder de En Marcha), fechado en septiembre de 2010, en el año 2000 el Instituto tuvo un total de ingresos de 6 mil 20 millones de pesos, pero ejerció 6 mil 170, su déficit fue de 149 millones de pesos.

En el 2005 tuvo un total de ingresos de 9 mil 120 millones de pesos; ejerció 11 mil 109 millones, el déficit creció estratosférico, casi en 2 mil millones. Esto ya en el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz (inició en 2004). Para el año fiscal 2010, el ieepo tuvo un total de ingresos de 12 mil 872 millones, pero ejerció 16 mil 126 millones; el déficit fue de 3 mil 253 millones.

En el primer año de Ruiz Ortiz el déficit aumento en casi mil 500 por ciento con respecto al año 2000, y para su último año el déficit ascendió a más de 3 mil por ciento. Sin el consentimiento de los líderes del viejo “Movimiento Democrático Magisterial” (mdm), de supuesta filiación de izquierda e inspiración marxista-leninista, este déficit escandaloso no sería posible.

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Dirigencia de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño.

30 años es mucho

Después de 30 años del mdm, los saldos son catastróficos para la educación oaxaqueña, a pesar del paulatino y sostenido incremento de los recursos federales para el sector. El movimiento ha producido beneficio para los trabajadores de la educación, han mejorado ostensiblemente sus percepciones y nivel de vida al ser los mejor pagados del país (cobran alrededor de 480 días al año), lo cual sería legítimo y bueno, pero trabajan en promedio 165 días al año, cuando deberían laborar 200.

Del total de los recursos, 16 mil 126 millones, entre 95 y 97 por ciento, se destinan al pago de personal. Entre estos el pago de 69 días de salario autorizado por el Gobierno del estado, sin soporte presupuestal del Gobierno federal, así como de miles de plazas y horas adicionales obtenidas mediante presión y fuera de programación y autorización de la sep. Asunto que debe evaluarse a la luz de sus ínfimos resultados.

Para el magisterio local el año es de más de 14 meses, en términos de percepciones salariales; pero, de menos de seis meses, en términos de tiempo trabajado. Los meses adicionales se los pagan así: 50 días más de aguinaldo; 15 días bajo el eufemismo de “gratificación al desempeño” el 15 de mayo (día del maestro); 4 días de bono de fin de año. Empero, los “trabajadores de la educación” tienen otros ingresos adicionales: por ejemplo, los 15 días del bono Fondo Económico para el Estímulo del Desarrollo Educativo (fede), que también les cubre el Gobierno estatal.

Normales, cuna de anarquía
Estudios y diagnósticos sostienen que por la disminución de la matrícula escolar hay un excedente de 5 mil 513 docentes; sin embargo, el ieepo está obligado a contratar a los mil egresados por ciclo escolar que en promedio egresan de las once diferentes escuelas Normales de la entidad. Hay que detenerse en este punto, ya que es el lugar donde se incuba la anarquía magisterial estatal.

En las escuelas Normales, incluidas ahora las unidades locales de la Universidad Pedagógica Nacional (upn), manda el estudiantado, con el apoyo de las diversas facciones del interior de la Sección 22. Pero, donde el estudiantado tiene directa y abiertamente la administración es en la Escuela Normal Superior Federal de Oaxaca (ensfo). El principio de autoridad ahí reside en el alumnado. Protagonizan dos o tres movilizaciones anuales, con la consecuente pérdida de más de dos meses de clases. Sin embargo, ningún normalista obtiene menos de 8 de calificación, promedio mínimo para disponer de una sustantiva beca (así, todos los matriculados en el subsistema gozan de becas), la cual cada año las autoridades “deberán” incrementar el monto.

Profesor que no acata la disposición del calificar con un mínimo de 8 a los futuros maestros, es despedido bajo arengas de “contrarrevolucionario”. Todo esto es avalado, apoyado y prohijado por la dirigencia de la Sección 22. Cualquier valiente decisión de recomponer el sistema educativo de Oaxaca tendría que arreglar, primero, las Normales y las upn locales.

Si en julio pasado, de los examinados por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (snte) para ocupar una plaza de maestro, reprobó el 25 por ciento, ¿cuántos reprobarían en Oaxaca, donde tienen plaza automática al concluir la Normal si aceptaran ese examen?

Rechazo total a evaluación
Así es, aquí se niegan a someterse a cualquier tipo de evaluación. Han rechazado la prueba Enlace (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares) y la ace (Alianza por la Calidad de la Educación). Rechazaron igual años atrás lo que fue carrera magisterial, que los obligaba a estudiar para ascender y ganar más. Todo lo quieren por antigüedad, escalafón y sin evaluaciones.

Estos sistemas de evaluación nacional son criticados justamente por sus múltiples debilidades; el magisterio los desmenuza y rechaza anteponiendo sus conceptos supuestamente más críticos y de avanzada. Sin embargo, no dejan de mostrar el interés de siempre por lo fácil. En el documento redactado por una amplia comisión de la Sección 22: Programa Estatal de Evaluación, Segunda Etapa de Construcción (en poder de En Marcha), que ofrecen como “educación alternativa” no sólo en Oaxaca sino al país, en sustitución de la propuesta oficial nacional, se encuentran argumentos que favorecen el status quo del magisterio oaxaqueño:

Los exámenes ENLACE pretenden medir las condiciones educativas del país. En muchos países (sic) se han desechado los exámenes como los aplicados para el Segundo Concurso de plazas docentes para 2010. Este tipo de pruebas de 110 reactivos, pretenden evaluar cuatro áreas. Dominio de contenidos curriculares, competencias didácticas, habilidades intelectuales específicas, normatividad y ética docente.

Estos exámenes han sido sustituidos por sistemas de evaluación más completos: como la observación directa de la práctica del maestro en el salón de clases, la referencia de sus pares, la demostración de sus habilidades de comunicación y escritura, su desempeño en el tiempo y sus capacidades de actualización (pp.10-11).

Claro, entre pares se ayudarían mucho, o sus supervisores u otra autoridad educativa, los cuales son, por ende, los mismos sindicalizados. Es claro que no desean nada externo que los evalúe. Con su propuesta, quizá superen el promedio de calificación de las Normales locales.

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Informe ejecutivo IEEPO. Septiembre de 2010.

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Negocios de la dirigencia sindical.

¿Éxito o fracaso?
En Oaxaca el éxito o fracaso de la educación tiene iguales connotaciones que el éxito o fracaso de la administración pública. El fracaso de las políticas de supuesto desarrollo significa el éxito económico de los gobernantes al beneficiarse del erario. Igual sucede con los militantes de la Sección 22, sobre todo los dirigentes, sin que eso sirva para elevar la calidad de la educación de la población. La nueva Sección 59, admitida rápidamente por la lideresa nacional Elba Esther Gordillo Morales, no plantea nada mejor con líderes ex dirigentes de la corrupta mayoritaria Sección 22. La 59 sólo es la otra cara de la misma moneda. Pero eso no autoriza a que con lujo de violencia la mayoritaria busque exterminarla.

El “éxito” de estas funciones públicas no ha sido público, sino privado. Hay una historia de 80 años en cuanto a quienes han gobernado; y poco más de 30 en quienes han educado gobernados por la Sección 22. El ieepo se encuentra prácticamente en manos de esa sección sindical: 12 direcciones, 11 jefaturas de departamento, de áreas, supervisores, direcciones de escuelas, 11 Normales. Más de 60 cargos de primer nivel y poco más de 4 mil del personal sindicalizado con funciones directivas en educación básica y normal. Todos obedecen a su Sindicato, no a la institución educativa gubernamental, menos a las necesidades del “pueblo” al que dicen defender.

El director general del ieepo, las coordinaciones de Planeación, de Relacionales Laborales, la Educación Básica y Normal, es decir, la estructura de mayor jerarquía, se encuentra sometida por mandos terceros y medios nombrados a entera voluntad de la cúpula sindical, o negociadas entre las facciones sindicales y los grupos de poder del propio Instituto. Sin servicio civil de carrera, gran número de mandos altos y medios han logrado permanecer en cargos directivos de la institución desde hace 20 años, conformando un grupo sólido que maneja plazas, horas, estímulos, es decir, sumas millonarias que también contribuyen al manejo deficitario.

Por eso, la versión de quienes trabajan en la burocracia de esas áreas es que son 70 mil empleados pero se gasta en personal, considerando horas y plazas, como si fueran 80 mil. Sin contar el denunciado número de “aviadores” que se calcula en 4 mil (entre autoridades del Gobierno estatal y municipal con licencia, políticos “comisionados”, profesores rechazados y “desubicados”), ¿dónde estarán esos 10 mil?

Disidentes sindicales han denunciado la entrega de dichas plazas y horas a los dirigentes sindicales y de facciones por parte de la alta burocracia, quien a su vez se adjudica otras tantas, cientos, quizá miles. Así, conviven, permanecen y se enriquecen en sus cargos. El costo es altísimo.

Además, entre esas “conquistas”, de las más dañinas, figura el derecho de heredar sus plazas al jubilarse, sin importar si el heredero tiene mínima vocación al respecto o algún grado académico. La venta de plazas últimamente se ofrecen hasta por Internet.

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Fuente: Panorama Educativo de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional INEE. México. Tomado de la revista “Educación 2001”, num. 129, febrero 2006.

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La lucha sigue...
Oaxaca, últimos lugares
En los indicadores nacionales estamos en los últimos lugares. Los avances son mínimos y por debajo de la media nacional. Los datos duros están a la vista: 70 por ciento de la población de la entidad vive en pobreza extrema, por un lado; por otro, consigue cero en matemáticas y español en 2003; una ligera mejoría en matemáticas en 2005 (sólo arriba de Chiapas, de los últimos lugares nacionales); en 2008 Oaxaca está entre los estados con el Logro Educativo Insuficiente más bajo, junto con Chiapas y Guerrero, según informaciones del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (inee).

En 2000 el promedio de escolaridad nacional fue de 7.7 grados; en Oaxaca era apenas de 5.8. De acuerdo a datos del inegi, entre 2008-2009, el promedio de escolaridad en Oaxaca fue de 6.7 años, en tanto el promedio nacional de 8. En deserción escolar, analfabetismo, incluso en cobertura educativa también destacó la entidad en los peores lugares nacionales.

Cifras oficiales del ieepo dan cuenta de 11 por ciento entre reprobaciones y deserciones en el nivel de educación primaria, ciclo escolar 2008-2009. En las tasas de deserción del inee, Oaxaca siempre está en los últimos lugares, junto a Chiapas y Guerrero.

Hoy las generaciones de oaxaqueños muestran las secuelas de ese deficiente servicio. No es arriesgado decir que, en los bajos índices señalados, en la baja cultura política, en la escasa sociedad civil (la organizada) y en la débil participación en los asuntos nodales para un buen gobierno –como la exigencia de transparencia y rendición de cuentas–, se incuba, precisamente, el deficiente servicio educativo.

Las formas de presión que el magisterio ha utilizado para conseguir tanto, en todos estos años: paros de labores, obstrucción de vías de comunicación, marchas y retención de funcionarios, constituye otro aprendizaje dañino que la población reproduce cada vez más. Nada más fácil, pues no hay castigos y las autoridades los atienden. El costo más alto es la violencia latente que permea entre los habitantes.

Futuro inmediato
A la distancia, es posible concluir que la ofensiva del Gobierno de Ulises Ruiz contra el magisterio en 2006 no fue para remediar los males de la educación oaxaqueña, sino por motivaciones de alarde más que de principio de poder: someter a otro grupo de poder. Cualquier gobernante con mesura habrá de pensar dos veces en acometer así, tan erráticamente, a quienes dominan la Sección 22. Y, sobre todo, cuidaría la manera de hacerlo.

Lo que un buen gobierno tendría que hacer de manera urgente, es buscar soluciones para rescatar este servicio fundamental; de seguir como hasta ahora, prolongaría indefinidamente la postración de Oaxaca. Sin educación no hay civilización.

Un gobierno que apunte hacia la transición democrática debe atender los problemas de la educación. Ante la violencia que desangra al país, junto con la pobreza y carencia de oportunidades para los jóvenes, la educación es la mejor herramienta para mejorar la vida nacional. Las políticas públicas para este sector deben ser la principales de la administración pública de Oaxaca. De otra forma, el aumento reciente en el presupuesto que otorgó la federación a la entidad, significativo en el sector educativo, seguirá fugándose sin tener repercusiones al respecto.

Al mismo tiempo que el Gobierno trabaje para abatir los índices de marginación y pobreza –que inciden directamente en el desempeño educativo–, deberá enfrentar de manera civilizada los grandes obstáculos que desde la administración del ieepo y desde la dirección sindical inhiben la posibilidad de remontar los añejos rezagos y debilidades que mantienen a Oaxaca en los bajos indicadores educativos.

Habrá que apoyarse en la legión de buenos maestros, con vocación y ética profesional, para un efectivo cambio social. Urge una planificación educativa seria y adecuada al contexto estatal, donde los pueblos se debaten, además de en la pobreza (o quizá por ello) en pequeñas guerras intestinas. Sí: «La instrucción es la primera base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que el medio más seguro de hacer imposible los abusos de poder», este juicio rotundo que manifestó el 7 de julio de 1857 el entonces presidente Benito Juárez García, tiene que ser, qué duda cabe, el punto germinal del gobierno llamado del cambio.