Oaxaca, territorio de AMLO cuando está en la boleta

Tendencia histórica de las elecciones, 2000-2016

Cuauhtémoc Blas López*

Este trabajo sobre la tendencia de las votaciones en Oaxaca abarca casi dos  décadas, a partir del año 2000. Desde 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador está en las boletas electorales, la votación de los partidos que lo proponen sube de manera espectacular en la entidad, y cuando no está en las boletas sucede lo contrario. Los resultados oficiales de la autoridad electoral, en que nos apoyamos para este ejercicio, nos permiten apreciar con claridad esta tendencia histórica.      
2006, inicia “Efecto Obrador”

Oaxaca fue a las elecciones federales de 2006 en medio de un largo y tortuoso conflicto socio político, el magisterio de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) contra el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz.

 

El conflicto que duró más de medio año exigía la salida del gobernador, después de su violento intento de desalojo con la fuerza pública del tradicional plantón anual del magisterio en el Zócalo de la Ciudad de Oaxaca, el 14 de junio de 2006.

 

Violencia, barricadas e inactividad que dañaron la economía de la gente se cobró en las urnas, y aquel 2 de julio el contexto político de Oaxaca cambió de manera radical. (1)

 

La Coalición Alianza por México, PRI-Partido Verde, perdió ante la Coalición por el Bien de Todos, PRD-PT-Convergencia, 9 de 11 diputaciones de mayoría y las 2 senadurías de mayoría, que ganaron Gabino Cué Monteagudo y Salomón Jara Cruz, evidentemente con el llamado “Efecto Peje”.

 

El papel del magisterio

 

Por primera vez el magisterio participó abiertamente en política electoral con un candidato de oposición, a pesar que uno de sus “24 Principios Rectores” que rigen a su Sección 22 inhiben lo anterior. Durante mucho tiempo, su participación fue de manera soterrada como voto duro del PRI, precisamente en esa estructura que el oficialista Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sostenía en todos los rincones del país con sus maestros, lo que luego Elba Esther Gordillo se llevó al PANAL.

 

Parecerá contradictorio, pero militantes del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) de la Sección 22, han sido al mismo tiempo priistas que ganan con ese partido presidencias municipales o diputaciones, cargos y empleos en el gobierno.

 

Un fenómeno singular en esta coyuntura fue la alianza, tácita o no, de la Sección 22 de la CNTE y el SNTE de Elba Esther, contra el enemigo común, el PRI de Roberto Madrazo Pintado. Un gobierno priista en Oaxaca, el de Ulises Ruiz, había roto la dinámica de acuerdos y negociaciones que desde finales de los años 80 del siglo pasado sostenían y fortalecían a esa sección oaxaqueña del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

 

Ulises era a la sazón operador político de Madrazo. Gordillo fue echada de la Secretaría General del PRI por Madrazo y su grupo donde destacaban Ulises y otros políticos oaxaqueños, como Héctor Pablo Ramírez Puga, entonces diputado federal, que hicieron el trabajo contra la famosa maestra. Este último, recién abandonó el PRI y hoy es hoy candidato al Senado por el PAN-PRD-MC.

 

En 2006, el PRD con Andrés Manuel a la cabeza obtuvo 45.96 por ciento de la votación, en tanto el PRI quedó muy abajo con 31.72, el PAN más abajo con 16.77.  Fueron 14 los puntos porcentuales con que Andrés Manuel superó al candidato del PRI en la entidad. (2) Cuatro puntos más de los obtenidos seis años después, en 2012 cuando no hubo movimiento popular, ni SNTE minando al PRI.

 

En la elección de gobernador que ganó Gabino Cué en 2010, con la presencia y apoyo de Andrés Manuel, el margen de ventaja respecto al PRI fue menor, del 8 por ciento. También se presumía como aliado al magisterio.

 

Estos datos duros podrían indicar que se magnifica la influencia del magisterio en los resultados electorales. El “Efecto Obrador” de Oaxaca muy seguramente no es por el magisterio, en 2006, por ejemplo, los votos de 70 mil trabajadores de la educación eran, obvio, insuficientes para ganar las elecciones, con un padrón de más de 2 millones de electores, y una participación en las urnas de 1 millón 153 mil.

 

No es desdeñable cualquier cantidad de votos, pero en Oaxaca la mayor importancia del magisterio es otra, es el contexto crítico que crea, apto para partidos de oposición. Actualmente la postura de la Sección 22 contra una de las reformas estructurales del presidente Peña Nieto, heredada como pasivo por José Antonio Meade Kuribreña, la Reforma Educativa, es anillo al dedo para MORENA.

 

El magisterio de Oaxaca ha detenido la reforma educativa en esta entidad, la ha abollado en el país y ha ganado la batalla mediática contra esta reforma en el ámbito nacional. Elemento importante en la campaña proselitista de MORENA, junto con los daños de la reforma energética a la economía de los mexicanos con el aumento de gas y gasolinas. Andrés Manuel declara repetidamente que al llegar a la presidencia hará abolir “la mal llamada reforma educativa”.

 

Dos reformas estructurales malogradas, oro molido en la propaganda opositora. La sola reivindicación del petróleo para los mexicanos, impedir que se siga entregando al extranjero, ofrece gran apoyo a AMLO, no obstante estar recibiendo MORENA a personajes cuestionados, su alianza con el pequeño partido de derecha PES y otros señalamientos.

 

Vale la pena apuntar, finalmente, que no existe en Oaxaca ninguna expresión política partidista magisterial; hay profesores que llegan a presidentes municipales, pero de manera individual. No es fortuito que hoy sólo figure un profesor entre los propuestos para las 10 candidaturas de diputaciones federales de mayoría, Azael Santiago Chepi, ex dirigente de la Sección 22 y apenas un par más en la lista plurinominal.

 

Hay grupos cuasi mercenarios, como los llamados “Pozoleros” y otros, magisteriales o burocráticos de la SEP, que medran con supuestas influencias de y con el magisterio, pero sus alcances son mínimos. Aunque son usados por el PRI como grupo de choque para quemar urnas y ganar así elecciones. Lo que sucedió en las elecciones de 2015, cuando con el argumento de protestar el día de la elección federal, con su boicot a las elecciones robaron y quemaron urnas en distintas regiones de la entidad.

 

En el Istmo de Tehuantepec violentaron Salina Cruz y Juchitán, en este último municipio casualmente las irregularidades a partir de ese “boicot” permitió el triunfo de la candidata priista a diputada, Yarith Tannos. “De 450 casillas que se debieron haber instalado el 6 de junio pasado, en 151 hubo irregularidades, robo y quema de urnas, casillas que no se instalaron, sumando un total de 37.11 por ciento de irregularidades, porcentaje por arriba del 20 por ciento que la ley exige para que se reponga la elección”, escribió un diputado perredista ante la arbitraria decisión del Tribunal Electoral de convalidar esa elección. (3)

 

Las tribus de la sección 22 han dejado bien claro siempre que su forma de sobrevivir es la movilización permanente. Lo dijeron y cumplieron con Gabino Cué, un día después del triunfo de su aliado, la Sección estaría en su contra como gobernador. Así fue, y lo más probable es que así sea de nuevo si Morena gana las próximas elecciones.,

 

Elecciones federales de 2012 

 

En las elecciones federales de 2012, de nuevo el “Efecto Obrador” asestó otra derrota al PRI en Oaxaca. La coalición Movimiento Progresista, PRD-PT-Movimiento Ciudadano, obtuvo el 43.36 por ciento de la votación; el PRI-Verde 34.65; y el PAN 18.12 por ciento. La alianza de López Obrador superó con casi 10 puntos porcentuales al PRI.

 

La coalición Movimiento Progresista, obtuvo las dos senadurías de mayoría con Benjamín Robles Montoya y el desconocido Adolfo Romero Lainas, así como 10 de las 11 diputaciones federales, el PRI obtuvo su única diputación con Samuel Gurrión Matías en el distrito de Juchitán. Casi el carro completo para la izquierda. (4)

 

De nuevo fue claro que el “Efecto Obrador” hizo ganar a cualquier candidato, incluso algunos sin hacer campaña. Las candidatas de los distritos de Huajuapan y Tlaxiaco se vieron sorprendidas con sus victorias, la última ni siquiera se presentó a recibir su constancia de mayoría. (5)

 

Otros exitosos fueron ex priistas de reciente incorporación al PRD que ganaron diputaciones, la señora Eva Diego Cruz, por el distrito de Tlacolula y por Convergencia José Soto Martínez de Tuxtepec, ex líder cañero y acaudalado personaje, quien en dos ocasiones ha fracasado en su intento por ser presidente municipal. Hoy va en su tercer intento ahora con Por México al Frente.

 

Sin Obrador en la boleta, el PRI gana

 

Si bien la tendencia electoral del PRI a lo largo de los años ha sido la caída de su votación de manera paulatina, y la llamada izquierda, con el PRD al frente, ha mantenido una tendencia al alza, sin embargo, cuando Obrador no está en las boletas la votación de este último partido ha caído considerablemente.

 

Para ilustrar lo anterior están los resultados de las elecciones federales intermedias cuando no hay elección de presidente de la república y también las elecciones estatales, o como en el 2000 que aún no figuraba Obrador en las boletas. (Gráfica 1)

 

En el año 2000 el PRI obtuvo 42.73 por ciento de la votación, el PAN 26.46 por ciento y el PRD alcanzó el 24.82 en Oaxaca. Elección federal que ganó el PAN con Vicente Fox.

 

En la elección estatal de 2001, el PRI obtuvo 51 por ciento de los sufragios; y el PRD empató con el PAN con el 19 por ciento.

 

En el 2003 el PRI obtuvo 44.49 por ciento de los sufragios; el PAN ascendió al 18.43; y el PRD cayó al 17.63. Fuerte caída del PRD.

 

En 2004, elección de gobernador, Gabino Cué perdió su primera candidatura a gobernador por tres puntos porcentuales ante Ulises Ruiz Ortiz. El PRI ganó con la coalición Nueva Fuerza Oaxaqueña, con PT y Verde. Fue el primer experimento aliancista de Cué con Todos Somos Oaxaca, PAN, PRD, Convergencia. Gabino regresó a la presidencia municipal de Oaxaca.
PRI, único con marketing

 

En la elección local de 2007, el PRI se recuperó de manera espectacular al ganar la totalidad de los 25 distritos electorales locales, esto es ganó todas las diputaciones de mayoría en el Congreso local y las principales presidencias municipales. Parecería insólito, pues Oaxaca recién salía del conflicto social de 2006 provocado por un gobierno priista cuyo nivel de rechazo era muy alto. Además, de haber sufrido el PRI esa derrota severa en las elecciones federales de ese mismo año.

 

En este proceso electoral el partido en el gobierno, el PRI, superó con mucho a sus rivales en el uso del marketing y la operación política. Contrataron a la empresa de marketing Sostén, de María de la Heras y Rosario Robles.

 

Municipios grandes donde gobernaba el PAN y PRD, como Matías Romero y Tuxtepec, tuvieron especial atención de la empresa y a pesar de la buena administración municipal en el primero, ganó el PRI ahí con 5 mil votos de ventaja. El PAN gobernó Matías dos trienios en los que realizó un impresionante trabajo de urbanización que no hizo el PRI en 70 años. Los derrotados nunca entendieron la importancia de esas estrategias del marketing y la eficiente operación política.

 

En el municipio de Tuxtepec, el más grande después de la capital, el éxito del marketing y la operación política no fue menor. Gobernaba ahí el PRD, y un par de meses antes de la elección lideraba las encuestas la panista Teresita Ahuja Pérez, sin embargo, al postularla otro partido dejó de ser puntera. El PRI mandó a un joven y apuesto candidato hasta entonces fuera de la contienda, nadie lo mencionaba. Gustavo Pacheco Villaseñor rebasó a todos y ganó las elecciones para el PRI. Marketing, operación política y recursos, fueron optimizados para ello. (Gráfica 2)

 

Abstencionismo favorece al PRI

 

En 2007, además, se dio otro factor favorable al PRI, hubo la mayor abstención, con apenas el 36.87 por ciento de participación, confirmando que cuando la gente no sale a votar el PRI gana. Así, la Alianza Que Construye (AQC) PRI-Partido Verde obtuvo el 47.53 por ciento; la Coalición por Bien de Todos (CBT) del PRD-PT-PC el 27.51; el PAN 13.06; y los otros tres pequeños partidos poco más de 7 puntos porcentuales.

 

En 2006, elección federal, la asistencia a las urnas fue del 58.08 del total; en 2004 elección de gobernador de 50.30 por ciento; en 2001 elección local, sólo de ediles y diputados locales, de 31.08. En general, el interés por las elecciones va de más a menos en elecciones presidenciales, de gobernador, de ediles y diputados locales.

 

En ese 2006 la tendencia electoral cambió notoriamente, como hemos visto, el PRD subió bastante, 45.96; el PRI obtuvo el 31.72 por ciento; y el PAN 16.77. Obrador estaba en las boletas.

 

En 2012, también con Obrador en la boleta, la coalición de izquierda obtuvo en Oaxaca el 43.36 por ciento; el PRI-Verde 34.65; y el PAN 18.12 por ciento. En esas dos participaciones de López Obrador en la contienda electoral el crecimiento fue amplio.

 

En las locales de 2013, aunque de nuevo hubo dos coaliciones, Unidos por el Desarrollo, del PRD-PAN-PT y la Coalición Compromiso por Oaxaca, del PRI-Verde, esta última obtuvo las mayores posiciones tanto de presidencias municipales como de diputaciones. (Gráfica 3)

 

Elección excepcional, 2010. Cué gobernador

 

Una elección excepcional fue la de 2010, cuando Gabino Cué Monteagudo, candidato por segunda ocasión, ganó el gobierno de Oaxaca con la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso (CUPP). No sólo porque por primera vez en la historia el PRI perdió esa posición, sino también por el incremento de la participación ciudadana en las urnas, 56.97 por ciento.

 

Aquí la alianza PRI-PVEM perdió la gubernatura por 8 puntos porcentuales, con 41.9 por ciento del total de los votos contra 50.11 de su rival. Perdió también el PRI 15 de los 25 distritos electorales locales y más de la mitad de los 152 municipios del régimen de partidos. No olvidar que, de los 570 municipios de Oaxaca, 417 son del régimen de usos y costumbres.

 

Diversos factores se registraron para explicar la derrota del PRI: la copiosa votación; la Coalición opositora de cuatro partidos de Cué; el desprestigio del gobierno de Ulises Ruiz y de su delfín, Eviel Pérez Magaña, quien en la contienda interna de su partido fue llamado por sus propios competidores priistas “El rival más débil”.

 

Un factor importante que al entonces senador Gabino Cué le sirvió mucho fueron los recorridos con Andrés Manuel López Obrador en unos 400 municipios rurales de la entidad, un año antes de la elección, en 2009. (Gráfica 4)

 

Irrupción de MORENA en 2016

 

La tendencia histórica de aumento de la votación de la llamada izquierda, a pesar de sus altibajos, ha experimentado un cambio con la irrupción de MORENA en la vida política estatal en el más reciente proceso electoral local, en 2016.

 

Proceso donde a pesar de la Coalición con Rumbo y Estabilidad del PRD-PAN y de ser la primera elección de MORENA, sin Obrador en la boleta y con un candidato al gobierno de Oaxaca muy cuestionado, Salomón Jara Cruz, ese partido sólo quedó 2 puntos porcentuales abajo de la mencionada Coalición PAN-PRD.

 

Sin embargo, en la votación por partido político, el de López Obrador se posicionó como la segunda fuerza política, después del PRI, con seis puntos porcentuales debajo de éste; los mismos seis puntos arriba del PRD y más de 10 sobre el PAN. (6)

 

Fue también MORENA segunda fuerza en el Congreso local, junto con el PRD con 8 diputados; 4 el PAN; el PT 3; Partidos Verde, Encuentro Social y Unidad Popular (partido local) 1 respectivamente. El PRI tuvo 16. Son 42 diputados en total. Actualmente MORENA tiene 3 diputados más, José de Jesús Romero López quien abandonó el PT, Alejandro Aparicio Santiago y Paola Gutiérrez Galindo quienes salieron del PRD.

 

Proyecciones 2018

 

Este julio de 2018 habrán pasado dos años y mucho ha cambiado en el contexto político partidista de Oaxaca. Del 24.85 por ciento que obtuvo la Coalición con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca (CREO) PRD-PAN en 2016, hipotéticamente sumaría ahora a la Coalición Por México al Frente el 3.02 de Movimiento Ciudadano.

 

Los 8.81 puntos porcentuales que el PT logró pasarían a MORENA, partido con el que va aliado ahora. En 2016 el PT fue solo con su candidato a gobernador, Benjamín Robles Montoya, cuya participación hizo posible el triunfo del PRI. En el año 2004 el PT fue aliado con el PRI y su candidato a gobernador, Ulises Ruiz Ortiz. El PT suele apostar al ganador. (7) (Gráfica 5)

 

De esta manera el actual abanderado de la coalición Por México al Frente, PAN, PRD y MC, con el 3.02 por ciento de éste último partido y la suma de los otros subiría a 27.88 por ciento. En tanto la Coalición Juntos Haremos Historia de MORENA, PT y PES al sumar el 20.03 del primero, el 8.81 por del segundo y el 0.02 por ciento del último, tendría casi el 29 por ciento de la votación. Apenas dos puntos abajo del PRI y sus aliados. PRI 26.68; Verde, 2.38 y PANAL 2.65 por ciento, que le daría un total de 31.71 por ciento a la ahora Coalición Todos por México.

 

Claro, este ejercicio es hipotético, aunque es previsible que esos cambios en el contexto partidista puedan llevar incluso a una de esas caídas, la peor, en la votación del PRD y aliados en Oaxaca. Caída que se puede avizorar por dos razones: por un lado, la salida de gran número de cuadros y militantes perredistas hacia MORENA y, por otro, el fenómeno recurrente cuando en las boletas el candidato del PRD y aliados no es López Obrador. (Gráfica 6)

 

Ambas razones servirían para que MORENA incrementara su votación en Oaxaca, en el marco del incremento de las votaciones en la entidad cuando hay elecciones de presidente de la república. Dicho incremento afecta directamente al PRI cuyo voto duro le resulta así insuficiente.  El PAN, de suyo, no tiene una alta votación en Oaxaca, menos ahora con sus severas divisiones internas estatales y sin que su candidato a la presidencia de la república, Ricardo Anaya Cortés, despierte entusiasmo, ni entre sus propias huestes regionales.

 

El PRI, por su parte, muestra confusión, no atina a designar candidatos, declaró improcedentes a muchos de los registrados como pre candidatos a las alcaldías y, de acuerdo a esta tendencia histórica, acusa la inminencia de la derrota en la entidad. Ese partido opera acá a la defensiva, mejor dicho, su operador principal, José Murat desde la Ciudad de México, pues para que su hijo el gobernador formal Alejandro Murat Hinojosa no pierda los hilos del poder estatal requiere no perder el control del Congreso local. En eso trabajan.

 

En 2016 los factores del poder priista de Oaxaca impidieron que el Congreso local legislara para que este 2018 la elección de gobernador en esta entidad también fuera concurrente, junto con las elecciones federales y estatales.

 

Diferente a otros estados que sí se ajustaron a la dinámica nacional, como Puebla y Veracruz que eligieron gobernador de dos años, y elegirán a partir de este 2018 gobernador de seis años en elecciones concurrentes estatales y nacionales, Oaxaca no elige este año gobernador. Lo anterior es un alivio para el PRI en la entidad, pues, de incluir elección de gobernador en estas elecciones, también tendría en riesgo esa posición. Logro del mencionado operador.

 

De acuerdo a la tendencia analizada, el PRI perdería en este estado la elección de presidente de la república, la mayoría de diputaciones locales y federales y de senadores de mayoría relativa. Los anterior debido a la no diferenciación del voto, los oaxaqueños han votado por el mismo partido.

 

¿Voto diferenciado?

 

Donde no hay antecedentes, en estas nuevas circunstancias de elecciones concurrentes, es en elecciones municipales, procesos generalmente muy atendidos por los electores, en que se detienen a examinar al candidato, diferente a los legisladores que casi no despiertan interés. En la elección de Ayuntamientos podría darse el voto diferenciado que ya han ensayado algunos, pocos, municipios oaxaqueños.

 

No hay una tendencia de voto diferenciado, aunque en las elecciones de 2010 cuando triunfó la coalición de Gabino, en un par de municipios grandes ganó esa coalición, pero perdieron sus candidatos a las presidencias municipales. Los municipios Matías Romero y Tlacolula fueron ganados por el PRI. Este 2018 serán la primera vez que concurran elecciones federales y locales. La primera gran elección concurrente en la historia del país.

 

Hoy, ante disputas y desacuerdos en los partidos políticos, PRI, PAN-PRD y MORENA, así como la imposición de candidatos en todos ellos, es posible esperar un incremento del voto diferenciado, aunque, digamos, de una forma pareja, es decir en todas las coaliciones. Hay municipios donde en el ámbito local se rompió la coalición nacional de PRI-VERDE-PANAL.

 

Donde se dieron mayores disputas por las alcaldías fue en MORENA, así como de diputaciones; las escisiones de otros partidos ocurrieron con miras a obtener un espacio en ese partido, al que se ve como inminente ganador de la contienda en Oaxaca. Algunos priistas y perredistas se volcaron hacia el nuevo partido por obtener sus candidaturas, saben que el “Efecto Peje” les abre grandes posibilidades de triunfo. La presencia en Oaxaca del fundador de Morena es fuerte, ha recorrido casi todos los municipios a lo largo de 12 años. En la actual contienda ha estado en la entidad por lo menos en cinco ocasiones, aunque son incontables sus recorridos en meses anteriores.

 

José Antonio Meade visitó Oaxaca en dos ocasiones, en los Valles Centrales y la Costa. Lo más destacado de sus visitas a Oaxaca han sido la persecución del magisterio de la sección 22 y la demanda a la televisión estatal, Cortv, por el uso a todas luces ilegal de los recursos públicos de esa Tv para difundir su campaña proselitista.  

 

De los candidatos independientes no hay mucho qué decir, no hay datos significativos en Oaxaca de Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, “El Bronco”. Hasta ahora, sólo han realizado una visita fugaz cada uno al centro de la entidad. El primero, con su estilo jocoso se divirtió dejando plantados a periodistas oaxaqueños. La señora sólo fustigó a Anaya desde aquí. Ricardo Anaya también ha estado una ocasión en Oaxaca, con una reunión pequeña a puerta cerrada con simpatizantes. Todo esto hasta mediados de mayo de 2018.

 

Conclusiones

 

En la actual contienda electoral sucede un hecho extraño en Oaxaca, y otros estados, la escasez de propaganda del candidato priista a la presidencia de la república, José Antonio Meade. No hay anuncios espectaculares a la mitad de mayo, tampoco menos espectaculares. En la ciudad de Oaxaca sólo en autobuses del transporte urbano se mueve la imagen del candidato del PRI-Verde-Panal, incluso no hay material impreso de mano, volantes, trípticos de dicho candidato. Y cuando lo hay el logo del PRI se omite o minimiza.

 

Junto a lo anterior, también se da en la entidad otra nueva dinámica electoral que se ejemplifica en un distrito electoral de la región de la Costa. Una candidata del PRI a diputada esbozó ahí lo que podría ser la búsqueda del voto diferenciado, referirse con respeto al candidato puntero, Obrador, pero pedir el voto diferenciado que le favoreciera a ella.

 

En términos teóricos esa dinámica de voto diferenciado podría llevar a un gobierno dividido, donde el poder ejecutivo lo ganara un partido y en el legislativo tuvieran la mayoría otro u otros partidos adversarios. Un ensayo clásico sobre poderes divididos sugiere que, en gobiernos democráticos de régimen presidencialista, eso sería lo más adecuado para una buena gobernanza. Gobierno con “frenos y contrapesos”. Aunque los autores, Negretto y Colomer (8), también consideran la posibilidad de un poder ejecutivo que llegue al gobierno con un voto mayoritario incluso donde hay un régimen bicameral. 

 

Con mayor claridad Amparo Casar dice que lo que la constitución separa como poderes, el voto de los electores puede unificar “mediante la decisión de poner en manos de un mismo partido el control de todas las instituciones con capacidad de decisión”. Aquí se aplicaría con mayor exactitud el concepto del régimen presidencialista de Neustadt que cita la politóloga, más que de pesos y contrapesos sería “un sistema de instituciones separadas compartiendo poderes”. (9)

 

Todo parece favorable al hasta ahora candidato puntero en las encuestas, de la alianza Juntos Haremos Historia, López Obrador, sobre todo el voto concurrente que, como hemos visto en este trabajo, apuntala decisivamente a los candidatos a legisladores de su coalición. De ganar las elecciones e instalarse en la presidencia para hacer un gobierno de ruptura con los anteriores, echar atrás reformas, revertir obras que como candidato ha calificado de faraónicas y plagadas de conflictos de intereses, combatir la corrupción de Estado y el capitalismo de compadres, etc., López Obrador necesitaría más que ningún otro candidato, ganar también el poder legislativo con su coalición.

 

Esta perspectiva inédita, también haría inédita la relación del ejecutivo con el legislativo en México, con dinámicas radicales, desde una posible parálisis legislativa y conflictos entre ambos poderes, hasta el dominio pleno de las cámaras para gobernar sin cortapisas, en caso de obtener la mayoría legislativa este candidato.

 

La sucesión presidencial que se avecina más que política será una sucesión económica, escribe Gerardo Nieto. Están en juego –agrega- “los grandes negocios que el neoliberalismo ha prohijado durante 35 años. ¿Cuánto vale para los magnates mantener ese proyecto? ¿Hasta dónde los adinerados de este país están dispuestos a llegar en la defensa del status quo?”  (10)

 

Las reformas constitucionales han abierto las puertas a los grandes bienes nacionales, sobre todo con la energética que ha atraído capitales extranjeros, en la explotación del petróleo y la minería, así como de la energía eólica desde antes. Además de los contratos de las grandes obras con recursos públicos otorgada a grupos empresariales vinculados al poder político. Estos grandes intereses dan al actual proceso electoral una particularidad singular, ante la alta posibilidad de una alternancia que interrumpa esos acuerdos y negocios cupulares.

 

1 Blas López, Cuauhtémoc, Oaxaca 2006, autoritarismo, mitos y daños. Crítica al gobierno y magisterio. Edit. Siembra. Oaxaca, México. 2010.

2 Estadísticas de resultados electorales 2006. http://portalanterior.ine.mx/documentos/Estadisticas2006/diputados.htm

3 López Rosado, Roberto, Yarith Tannos una diputada federal del PRI por Juchitán espuria. 4 de agosto de 2015. http://oaxacaentrelineas.com/noticias/yarith-tannos-una-diputada-espuria/

4 Resultados electorales 2012. http://ieepco.org.mx/transparencia/resultados-del-proceso-plectoral-prdinario-2012-2013

5 Juan Martínez Víctor Leonel, Cambio radical en la geografía política de Oaxaca, Revista En Marcha núm. 84, agosto 2006.pag.10.

6 Resultados de las elecciones locales de 2016. http://www.ieepco.org.mx/academia-virtual/resultados-de-las-elecciones-locales-2016

7 Blas López Cuauhtémoc, PRI, pierde miles de votos y gana; MORENA avanza, Revista En Marcha núm. 194, abril 2016, pág. 12.

8 Colomer M. Josep y Negretto L. Gabriel, Gobernanza con poderes divididos en América Latina. Política y gobierno, vol. X. Núm,1. I Semestre de 2003.

9 Casar, Amparo, El equilibrio de poderes entre presidente y Congreso en Debatiendo la reforma política. CIDE, primera edición, 2010.

10 Nieto, Gerardo, Presidencia 2018, sucesión económica. Resumen Ejecutivo AP 859 Strategos Consultores. 14.08.17.

 * Sociólogo (UNAM) y periodista. Director de la Revista En Marcha, Oaxaca (www.revistaenmarcha.com.mx).  Columnista del diario local Noticias, Crónicas de la ínsula. Ha publicado en diversos medios de Oaxaca y de la Ciudad de México. Obtuvo en dos ocasiones el Premio Estatal de Periodismo “Benito Juárez”; es por segunda ocasión dirigente de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO, A.C.). Autor de tres libros: Oaxaca, Ínsula de Rezagos, Crítica a sus Gobiernos de Razón y de Costumbre. Edit. Siembra, Oaxaca 2007; Oaxaca 2006, Autoritarismo, Mitos y Daños. 2010; Tomen su cambio. 2016.  Correo: blaslc@gmail.com. Twitter: @blaslc

Tendencia histórica de las elecciones, 2000-2016
Oaxaca, territorio de AMLO cuando está en la boleta

Cuauhtémoc Blas López*

Este trabajo sobre la tendencia de las votaciones en Oaxaca abarca casi dos  décadas, a partir del año 2000. Desde 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador está en las boletas electorales, la votación de los partidos que lo proponen sube de manera espectacular en la entidad, y cuando no está en las boletas sucede lo contrario. Los resultados oficiales de la autoridad electoral, en que nos apoyamos para este ejercicio, nos permiten apreciar con claridad esta tendencia histórica.     
2006, inicia “Efecto Obrador”

Oaxaca fue a las elecciones federales de 2006 en medio de un largo y tortuoso conflicto socio político, el magisterio de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) contra el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz.
El conflicto que duró más de medio año exigía la salida del gobernador, después de su violento intento de desalojo con la fuerza pública del tradicional plantón anual del magisterio en el Zócalo de la Ciudad de Oaxaca, el 14 de junio de 2006.
Violencia, barricadas e inactividad que dañaron la economía de la gente se cobró en las urnas, y aquel 2 de julio el contexto político de Oaxaca cambió de manera radical. (1)
La Coalición Alianza por México, PRI-Partido Verde, perdió ante la Coalición por el Bien de Todos, PRD-PT-Convergencia, 9 de 11 diputaciones de mayoría y las 2 senadurías de mayoría, que ganaron Gabino Cué Monteagudo y Salomón Jara Cruz, evidentemente con el llamado “Efecto Peje”.
El papel del magisterio
Por primera vez el magisterio participó abiertamente en política electoral con un candidato de oposición, a pesar que uno de sus “24 Principios Rectores” que rigen a su Sección 22 inhiben lo anterior. Durante mucho tiempo, su participación fue de manera soterrada como voto duro del PRI, precisamente en esa estructura que el oficialista Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sostenía en todos los rincones del país con sus maestros, lo que luego Elba Esther Gordillo se llevó al PANAL.
Parecerá contradictorio, pero militantes del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) de la Sección 22, han sido al mismo tiempo priistas que ganan con ese partido presidencias municipales o diputaciones, cargos y empleos en el gobierno.
Un fenómeno singular en esta coyuntura fue la alianza, tácita o no, de la Sección 22 de la CNTE y el SNTE de Elba Esther, contra el enemigo común, el PRI de Roberto Madrazo Pintado. Un gobierno priista en Oaxaca, el de Ulises Ruiz, había roto la dinámica de acuerdos y negociaciones que desde finales de los años 80 del siglo pasado sostenían y fortalecían a esa sección oaxaqueña del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Ulises era a la sazón operador político de Madrazo. Gordillo fue echada de la Secretaría General del PRI por Madrazo y su grupo donde destacaban Ulises y otros políticos oaxaqueños, como Héctor Pablo Ramírez Puga, entonces diputado federal, que hicieron el trabajo contra la famosa maestra. Este último, recién abandonó el PRI y hoy es hoy candidato al Senado por el PAN-PRD-MC.
En 2006, el PRD con Andrés Manuel a la cabeza obtuvo 45.96 por ciento de la votación, en tanto el PRI quedó muy abajo con 31.72, el PAN más abajo con 16.77.  Fueron 14 los puntos porcentuales con que Andrés Manuel superó al candidato del PRI en la entidad. (2) Cuatro puntos más de los obtenidos seis años después, en 2012 cuando no hubo movimiento popular, ni SNTE minando al PRI.
En la elección de gobernador que ganó Gabino Cué en 2010, con la presencia y apoyo de Andrés Manuel, el margen de ventaja respecto al PRI fue menor, del 8 por ciento. También se presumía como aliado al magisterio.
Estos datos duros podrían indicar que se magnifica la influencia del magisterio en los resultados electorales. El “Efecto Obrador” de Oaxaca muy seguramente no es por el magisterio, en 2006, por ejemplo, los votos de 70 mil trabajadores de la educación eran, obvio, insuficientes para ganar las elecciones, con un padrón de más de 2 millones de electores, y una participación en las urnas de 1 millón 153 mil.
No es desdeñable cualquier cantidad de votos, pero en Oaxaca la mayor importancia del magisterio es otra, es el contexto crítico que crea, apto para partidos de oposición. Actualmente la postura de la Sección 22 contra una de las reformas estructurales del presidente Peña Nieto, heredada como pasivo por José Antonio Meade Kuribreña, la Reforma Educativa, es anillo al dedo para MORENA.
El magisterio de Oaxaca ha detenido la reforma educativa en esta entidad, la ha abollado en el país y ha ganado la batalla mediática contra esta reforma en el ámbito nacional. Elemento importante en la campaña proselitista de MORENA, junto con los daños de la reforma energética a la economía de los mexicanos con el aumento de gas y gasolinas. Andrés Manuel declara repetidamente que al llegar a la presidencia hará abolir “la mal llamada reforma educativa”.
Dos reformas estructurales malogradas, oro molido en la propaganda opositora. La sola reivindicación del petróleo para los mexicanos, impedir que se siga entregando al extranjero, ofrece gran apoyo a AMLO, no obstante estar recibiendo MORENA a personajes cuestionados, su alianza con el pequeño partido de derecha PES y otros señalamientos.
Vale la pena apuntar, finalmente, que no existe en Oaxaca ninguna expresión política partidista magisterial; hay profesores que llegan a presidentes municipales, pero de manera individual. No es fortuito que hoy sólo figure un profesor entre los propuestos para las 10 candidaturas de diputaciones federales de mayoría, Azael Santiago Chepi, ex dirigente de la Sección 22 y apenas un par más en la lista plurinominal.
Hay grupos cuasi mercenarios, como los llamados “Pozoleros” y otros, magisteriales o burocráticos de la SEP, que medran con supuestas influencias de y con el magisterio, pero sus alcances son mínimos. Aunque son usados por el PRI como grupo de choque para quemar urnas y ganar así elecciones. Lo que sucedió en las elecciones de 2015, cuando con el argumento de protestar el día de la elección federal, con su boicot a las elecciones robaron y quemaron urnas en distintas regiones de la entidad.
En el Istmo de Tehuantepec violentaron Salina Cruz y Juchitán, en este último municipio casualmente las irregularidades a partir de ese “boicot” permitió el triunfo de la candidata priista a diputada, Yarith Tannos. “De 450 casillas que se debieron haber instalado el 6 de junio pasado, en 151 hubo irregularidades, robo y quema de urnas, casillas que no se instalaron, sumando un total de 37.11 por ciento de irregularidades, porcentaje por arriba del 20 por ciento que la ley exige para que se reponga la elección”, escribió un diputado perredista ante la arbitraria decisión del Tribunal Electoral de convalidar esa elección. (3)
Las tribus de la sección 22 han dejado bien claro siempre que su forma de sobrevivir es la movilización permanente. Lo dijeron y cumplieron con Gabino Cué, un día después del triunfo de su aliado, la Sección estaría en su contra como gobernador. Así fue, y lo más probable es que así sea de nuevo si Morena gana las próximas elecciones.,
Elecciones federales de 2012  
En las elecciones federales de 2012, de nuevo el “Efecto Obrador” asestó otra derrota al PRI en Oaxaca. La coalición Movimiento Progresista, PRD-PT-Movimiento Ciudadano, obtuvo el 43.36 por ciento de la votación; el PRI-Verde 34.65; y el PAN 18.12 por ciento. La alianza de López Obrador superó con casi 10 puntos porcentuales al PRI.
La coalición Movimiento Progresista, obtuvo las dos senadurías de mayoría con Benjamín Robles Montoya y el desconocido Adolfo Romero Lainas, así como 10 de las 11 diputaciones federales, el PRI obtuvo su única diputación con Samuel Gurrión Matías en el distrito de Juchitán. Casi el carro completo para la izquierda. (4)
De nuevo fue claro que el “Efecto Obrador” hizo ganar a cualquier candidato, incluso algunos sin hacer campaña. Las candidatas de los distritos de Huajuapan y Tlaxiaco se vieron sorprendidas con sus victorias, la última ni siquiera se presentó a recibir su constancia de mayoría. (5)
Otros exitosos fueron ex priistas de reciente incorporación al PRD que ganaron diputaciones, la señora Eva Diego Cruz, por el distrito de Tlacolula y por Convergencia José Soto Martínez de Tuxtepec, ex líder cañero y acaudalado personaje, quien en dos ocasiones ha fracasado en su intento por ser presidente municipal. Hoy va en su tercer intento ahora con Por México al Frente.
Sin Obrador en la boleta, el PRI gana
Si bien la tendencia electoral del PRI a lo largo de los años ha sido la caída de su votación de manera paulatina, y la llamada izquierda, con el PRD al frente, ha mantenido una tendencia al alza, sin embargo, cuando Obrador no está en las boletas la votación de este último partido ha caído considerablemente.
Para ilustrar lo anterior están los resultados de las elecciones federales intermedias cuando no hay elección de presidente de la república y también las elecciones estatales, o como en el 2000 que aún no figuraba Obrador en las boletas. (Gráfica 1)
En el año 2000 el PRI obtuvo 42.73 por ciento de la votación, el PAN 26.46 por ciento y el PRD alcanzó el 24.82 en Oaxaca. Elección federal que ganó el PAN con Vicente Fox.
En la elección estatal de 2001, el PRI obtuvo 51 por ciento de los sufragios; y el PRD empató con el PAN con el 19 por ciento.
En el 2003 el PRI obtuvo 44.49 por ciento de los sufragios; el PAN ascendió al 18.43; y el PRD cayó al 17.63. Fuerte caída del PRD.
En 2004, elección de gobernador, Gabino Cué perdió su primera candidatura a gobernador por tres puntos porcentuales ante Ulises Ruiz Ortiz. El PRI ganó con la coalición Nueva Fuerza Oaxaqueña, con PT y Verde. Fue el primer experimento aliancista de Cué con Todos Somos Oaxaca, PAN, PRD, Convergencia. Gabino regresó a la presidencia municipal de Oaxaca.
PRI, único con marketing
En la elección local de 2007, el PRI se recuperó de manera espectacular al ganar la totalidad de los 25 distritos electorales locales, esto es ganó todas las diputaciones de mayoría en el Congreso local y las principales presidencias municipales. Parecería insólito, pues Oaxaca recién salía del conflicto social de 2006 provocado por un gobierno priista cuyo nivel de rechazo era muy alto. Además, de haber sufrido el PRI esa derrota severa en las elecciones federales de ese mismo año.
En este proceso electoral el partido en el gobierno, el PRI, superó con mucho a sus rivales en el uso del marketing y la operación política. Contrataron a la empresa de marketing Sostén, de María de la Heras y Rosario Robles.
Municipios grandes donde gobernaba el PAN y PRD, como Matías Romero y Tuxtepec, tuvieron especial atención de la empresa y a pesar de la buena administración municipal en el primero, ganó el PRI ahí con 5 mil votos de ventaja. El PAN gobernó Matías dos trienios en los que realizó un impresionante trabajo de urbanización que no hizo el PRI en 70 años. Los derrotados nunca entendieron la importancia de esas estrategias del marketing y la eficiente operación política.
En el municipio de Tuxtepec, el más grande después de la capital, el éxito del marketing y la operación política no fue menor. Gobernaba ahí el PRD, y un par de meses antes de la elección lideraba las encuestas la panista Teresita Ahuja Pérez, sin embargo, al postularla otro partido dejó de ser puntera. El PRI mandó a un joven y apuesto candidato hasta entonces fuera de la contienda, nadie lo mencionaba. Gustavo Pacheco Villaseñor rebasó a todos y ganó las elecciones para el PRI. Marketing, operación política y recursos, fueron optimizados para ello. (Gráfica 2)
Abstencionismo favorece al PRI
En 2007, además, se dio otro factor favorable al PRI, hubo la mayor abstención, con apenas el 36.87 por ciento de participación, confirmando que cuando la gente no sale a votar el PRI gana. Así, la Alianza Que Construye (AQC) PRI-Partido Verde obtuvo el 47.53 por ciento; la Coalición por Bien de Todos (CBT) del PRD-PT-PC el 27.51; el PAN 13.06; y los otros tres pequeños partidos poco más de 7 puntos porcentuales.
En 2006, elección federal, la asistencia a las urnas fue del 58.08 del total; en 2004 elección de gobernador de 50.30 por ciento; en 2001 elección local, sólo de ediles y diputados locales, de 31.08. En general, el interés por las elecciones va de más a menos en elecciones presidenciales, de gobernador, de ediles y diputados locales.
En ese 2006 la tendencia electoral cambió notoriamente, como hemos visto, el PRD subió bastante, 45.96; el PRI obtuvo el 31.72 por ciento; y el PAN 16.77. Obrador estaba en las boletas.
En 2012, también con Obrador en la boleta, la coalición de izquierda obtuvo en Oaxaca el 43.36 por ciento; el PRI-Verde 34.65; y el PAN 18.12 por ciento. En esas dos participaciones de López Obrador en la contienda electoral el crecimiento fue amplio.
En las locales de 2013, aunque de nuevo hubo dos coaliciones, Unidos por el Desarrollo, del PRD-PAN-PT y la Coalición Compromiso por Oaxaca, del PRI-Verde, esta última obtuvo las mayores posiciones tanto de presidencias municipales como de diputaciones. (Gráfica 3)
Elección excepcional, 2010. Cué gobernador
Una elección excepcional fue la de 2010, cuando Gabino Cué Monteagudo, candidato por segunda ocasión, ganó el gobierno de Oaxaca con la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso (CUPP). No sólo porque por primera vez en la historia el PRI perdió esa posición, sino también por el incremento de la participación ciudadana en las urnas, 56.97 por ciento.
Aquí la alianza PRI-PVEM perdió la gubernatura por 8 puntos porcentuales, con 41.9 por ciento del total de los votos contra 50.11 de su rival. Perdió también el PRI 15 de los 25 distritos electorales locales y más de la mitad de los 152 municipios del régimen de partidos. No olvidar que, de los 570 municipios de Oaxaca, 417 son del régimen de usos y costumbres.
Diversos factores se registraron para explicar la derrota del PRI: la copiosa votación; la Coalición opositora de cuatro partidos de Cué; el desprestigio del gobierno de Ulises Ruiz y de su delfín, Eviel Pérez Magaña, quien en la contienda interna de su partido fue llamado por sus propios competidores priistas “El rival más débil”.
Un factor importante que al entonces senador Gabino Cué le sirvió mucho fueron los recorridos con Andrés Manuel López Obrador en unos 400 municipios rurales de la entidad, un año antes de la elección, en 2009. (Gráfica 4)
Irrupción de MORENA en 2016
La tendencia histórica de aumento de la votación de la llamada izquierda, a pesar de sus altibajos, ha experimentado un cambio con la irrupción de MORENA en la vida política estatal en el más reciente proceso electoral local, en 2016.
Proceso donde a pesar de la Coalición con Rumbo y Estabilidad del PRD-PAN y de ser la primera elección de MORENA, sin Obrador en la boleta y con un candidato al gobierno de Oaxaca muy cuestionado, Salomón Jara Cruz, ese partido sólo quedó 2 puntos porcentuales abajo de la mencionada Coalición PAN-PRD.
Sin embargo, en la votación por partido político, el de López Obrador se posicionó como la segunda fuerza política, después del PRI, con seis puntos porcentuales debajo de éste; los mismos seis puntos arriba del PRD y más de 10 sobre el PAN. (6)
Fue también MORENA segunda fuerza en el Congreso local, junto con el PRD con 8 diputados; 4 el PAN; el PT 3; Partidos Verde, Encuentro Social y Unidad Popular (partido local) 1 respectivamente. El PRI tuvo 16. Son 42 diputados en total. Actualmente MORENA tiene 3 diputados más, José de Jesús Romero López quien abandonó el PT, Alejandro Aparicio Santiago y Paola Gutiérrez Galindo quienes salieron del PRD.
Proyecciones 2018
Este julio de 2018 habrán pasado dos años y mucho ha cambiado en el contexto político partidista de Oaxaca. Del 24.85 por ciento que obtuvo la Coalición con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca (CREO) PRD-PAN en 2016, hipotéticamente sumaría ahora a la Coalición Por México al Frente el 3.02 de Movimiento Ciudadano.
Los 8.81 puntos porcentuales que el PT logró pasarían a MORENA, partido con el que va aliado ahora. En 2016 el PT fue solo con su candidato a gobernador, Benjamín Robles Montoya, cuya participación hizo posible el triunfo del PRI. En el año 2004 el PT fue aliado con el PRI y su candidato a gobernador, Ulises Ruiz Ortiz. El PT suele apostar al ganador. (7) (Gráfica 5)
De esta manera el actual abanderado de la coalición Por México al Frente, PAN, PRD y MC, con el 3.02 por ciento de éste último partido y la suma de los otros subiría a 27.88 por ciento. En tanto la Coalición Juntos Haremos Historia de MORENA, PT y PES al sumar el 20.03 del primero, el 8.81 por del segundo y el 0.02 por ciento del último, tendría casi el 29 por ciento de la votación. Apenas dos puntos abajo del PRI y sus aliados. PRI 26.68; Verde, 2.38 y PANAL 2.65 por ciento, que le daría un total de 31.71 por ciento a la ahora Coalición Todos por México.
Claro, este ejercicio es hipotético, aunque es previsible que esos cambios en el contexto partidista puedan llevar incluso a una de esas caídas, la peor, en la votación del PRD y aliados en Oaxaca. Caída que se puede avizorar por dos razones: por un lado, la salida de gran número de cuadros y militantes perredistas hacia MORENA y, por otro, el fenómeno recurrente cuando en las boletas el candidato del PRD y aliados no es López Obrador. (Gráfica 6)
Ambas razones servirían para que MORENA incrementara su votación en Oaxaca, en el marco del incremento de las votaciones en la entidad cuando hay elecciones de presidente de la república. Dicho incremento afecta directamente al PRI cuyo voto duro le resulta así insuficiente.  El PAN, de suyo, no tiene una alta votación en Oaxaca, menos ahora con sus severas divisiones internas estatales y sin que su candidato a la presidencia de la república, Ricardo Anaya Cortés, despierte entusiasmo, ni entre sus propias huestes regionales.
El PRI, por su parte, muestra confusión, no atina a designar candidatos, declaró improcedentes a muchos de los registrados como pre candidatos a las alcaldías y, de acuerdo a esta tendencia histórica, acusa la inminencia de la derrota en la entidad. Ese partido opera acá a la defensiva, mejor dicho, su operador principal, José Murat desde la Ciudad de México, pues para que su hijo el gobernador formal Alejandro Murat Hinojosa no pierda los hilos del poder estatal requiere no perder el control del Congreso local. En eso trabajan.
En 2016 los factores del poder priista de Oaxaca impidieron que el Congreso local legislara para que este 2018 la elección de gobernador en esta entidad también fuera concurrente, junto con las elecciones federales y estatales.
Diferente a otros estados que sí se ajustaron a la dinámica nacional, como Puebla y Veracruz que eligieron gobernador de dos años, y elegirán a partir de este 2018 gobernador de seis años en elecciones concurrentes estatales y nacionales, Oaxaca no elige este año gobernador. Lo anterior es un alivio para el PRI en la entidad, pues, de incluir elección de gobernador en estas elecciones, también tendría en riesgo esa posición. Logro del mencionado operador.
De acuerdo a la tendencia analizada, el PRI perdería en este estado la elección de presidente de la república, la mayoría de diputaciones locales y federales y de senadores de mayoría relativa. Los anterior debido a la no diferenciación del voto, los oaxaqueños han votado por el mismo partido.
¿Voto diferenciado?
Donde no hay antecedentes, en estas nuevas circunstancias de elecciones concurrentes, es en elecciones municipales, procesos generalmente muy atendidos por los electores, en que se detienen a examinar al candidato, diferente a los legisladores que casi no despiertan interés. En la elección de Ayuntamientos podría darse el voto diferenciado que ya han ensayado algunos, pocos, municipios oaxaqueños.
No hay una tendencia de voto diferenciado, aunque en las elecciones de 2010 cuando triunfó la coalición de Gabino, en un par de municipios grandes ganó esa coalición, pero perdieron sus candidatos a las presidencias municipales. Los municipios Matías Romero y Tlacolula fueron ganados por el PRI. Este 2018 serán la primera vez que concurran elecciones federales y locales. La primera gran elección concurrente en la historia del país.
Hoy, ante disputas y desacuerdos en los partidos políticos, PRI, PAN-PRD y MORENA, así como la imposición de candidatos en todos ellos, es posible esperar un incremento del voto diferenciado, aunque, digamos, de una forma pareja, es decir en todas las coaliciones. Hay municipios donde en el ámbito local se rompió la coalición nacional de PRI-VERDE-PANAL.
Donde se dieron mayores disputas por las alcaldías fue en MORENA, así como de diputaciones; las escisiones de otros partidos ocurrieron con miras a obtener un espacio en ese partido, al que se ve como inminente ganador de la contienda en Oaxaca. Algunos priistas y perredistas se volcaron hacia el nuevo partido por obtener sus candidaturas, saben que el “Efecto Peje” les abre grandes posibilidades de triunfo. La presencia en Oaxaca del fundador de Morena es fuerte, ha recorrido casi todos los municipios a lo largo de 12 años. En la actual contienda ha estado en la entidad por lo menos en cinco ocasiones, aunque son incontables sus recorridos en meses anteriores.
José Antonio Meade visitó Oaxaca en dos ocasiones, en los Valles Centrales y la Costa. Lo más destacado de sus visitas a Oaxaca han sido la persecución del magisterio de la sección 22 y la demanda a la televisión estatal, Cortv, por el uso a todas luces ilegal de los recursos públicos de esa Tv para difundir su campaña proselitista.   
De los candidatos independientes no hay mucho qué decir, no hay datos significativos en Oaxaca de Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, “El Bronco”. Hasta ahora, sólo han realizado una visita fugaz cada uno al centro de la entidad. El primero, con su estilo jocoso se divirtió dejando plantados a periodistas oaxaqueños. La señora sólo fustigó a Anaya desde aquí. Ricardo Anaya también ha estado una ocasión en Oaxaca, con una reunión pequeña a puerta cerrada con simpatizantes. Todo esto hasta mediados de mayo de 2018.
Conclusiones
En la actual contienda electoral sucede un hecho extraño en Oaxaca, y otros estados, la escasez de propaganda del candidato priista a la presidencia de la república, José Antonio Meade. No hay anuncios espectaculares a la mitad de mayo, tampoco menos espectaculares. En la ciudad de Oaxaca sólo en autobuses del transporte urbano se mueve la imagen del candidato del PRI-Verde-Panal, incluso no hay material impreso de mano, volantes, trípticos de dicho candidato. Y cuando lo hay el logo del PRI se omite o minimiza.
Junto a lo anterior, también se da en la entidad otra nueva dinámica electoral que se ejemplifica en un distrito electoral de la región de la Costa. Una candidata del PRI a diputada esbozó ahí lo que podría ser la búsqueda del voto diferenciado, referirse con respeto al candidato puntero, Obrador, pero pedir el voto diferenciado que le favoreciera a ella.
En términos teóricos esa dinámica de voto diferenciado podría llevar a un gobierno dividido, donde el poder ejecutivo lo ganara un partido y en el legislativo tuvieran la mayoría otro u otros partidos adversarios. Un ensayo clásico sobre poderes divididos sugiere que, en gobiernos democráticos de régimen presidencialista, eso sería lo más adecuado para una buena gobernanza. Gobierno con “frenos y contrapesos”. Aunque los autores, Negretto y Colomer (8), también consideran la posibilidad de un poder ejecutivo que llegue al gobierno con un voto mayoritario incluso donde hay un régimen bicameral.  
Con mayor claridad Amparo Casar dice que lo que la constitución separa como poderes, el voto de los electores puede unificar “mediante la decisión de poner en manos de un mismo partido el control de todas las instituciones con capacidad de decisión”. Aquí se aplicaría con mayor exactitud el concepto del régimen presidencialista de Neustadt que cita la politóloga, más que de pesos y contrapesos sería “un sistema de instituciones separadas compartiendo poderes”. (9)
Todo parece favorable al hasta ahora candidato puntero en las encuestas, de la alianza Juntos Haremos Historia, López Obrador, sobre todo el voto concurrente que, como hemos visto en este trabajo, apuntala decisivamente a los candidatos a legisladores de su coalición. De ganar las elecciones e instalarse en la presidencia para hacer un gobierno de ruptura con los anteriores, echar atrás reformas, revertir obras que como candidato ha calificado de faraónicas y plagadas de conflictos de intereses, combatir la corrupción de Estado y el capitalismo de compadres, etc., López Obrador necesitaría más que ningún otro candidato, ganar también el poder legislativo con su coalición.
Esta perspectiva inédita, también haría inédita la relación del ejecutivo con el legislativo en México, con dinámicas radicales, desde una posible parálisis legislativa y conflictos entre ambos poderes, hasta el dominio pleno de las cámaras para gobernar sin cortapisas, en caso de obtener la mayoría legislativa este candidato.
La sucesión presidencial que se avecina más que política será una sucesión económica, escribe Gerardo Nieto. Están en juego –agrega- “los grandes negocios que el neoliberalismo ha prohijado durante 35 años. ¿Cuánto vale para los magnates mantener ese proyecto? ¿Hasta dónde los adinerados de este país están dispuestos a llegar en la defensa del status quo?”  (10)
Las reformas constitucionales han abierto las puertas a los grandes bienes nacionales, sobre todo con la energética que ha atraído capitales extranjeros, en la explotación del petróleo y la minería, así como de la energía eólica desde antes. Además de los contratos de las grandes obras con recursos públicos otorgada a grupos empresariales vinculados al poder político. Estos grandes intereses dan al actual proceso electoral una particularidad singular, ante la alta posibilidad de una alternancia que interrumpa esos acuerdos y negocios cupulares.
1 Blas López, Cuauhtémoc, Oaxaca 2006, autoritarismo, mitos y daños. Crítica al gobierno y magisterio. Edit. Siembra. Oaxaca, México. 2010.
2 Estadísticas de resultados electorales 2006. http://portalanterior.ine.mx/documentos/Estadisticas2006/diputados.htm
3 López Rosado, Roberto, Yarith Tannos una diputada federal del PRI por Juchitán espuria. 4 de agosto de 2015. http://oaxacaentrelineas.com/noticias/yarith-tannos-una-diputada-espuria/
4 Resultados electorales 2012. http://ieepco.org.mx/transparencia/resultados-del-proceso-plectoral-prdinario-2012-2013
5 Juan Martínez Víctor Leonel, Cambio radical en la geografía política de Oaxaca, Revista En Marcha núm. 84, agosto 2006.pag.10.
6 Resultados de las elecciones locales de 2016. http://www.ieepco.org.mx/academia-virtual/resultados-de-las-elecciones-locales-2016
7 Blas López Cuauhtémoc, PRI, pierde miles de votos y gana; MORENA avanza, Revista En Marcha núm. 194, abril 2016, pág. 12.
8 Colomer M. Josep y Negretto L. Gabriel, Gobernanza con poderes divididos en América Latina. Política y gobierno, vol. X. Núm,1. I Semestre de 2003.
9 Casar, Amparo, El equilibrio de poderes entre presidente y Congreso en Debatiendo la reforma política. CIDE, primera edición, 2010.
10 Nieto, Gerardo, Presidencia 2018, sucesión económica. Resumen Ejecutivo AP 859 Strategos Consultores. 14.08.17.

 * Sociólogo (UNAM) y periodista. Director de la Revista En Marcha, Oaxaca (www.revistaenmarcha.com.mx).  Columnista del diario local Noticias, Crónicas de la ínsula. Ha publicado en diversos medios de Oaxaca y de la Ciudad de México. Obtuvo en dos ocasiones el Premio Estatal de Periodismo “Benito Juárez”; es por segunda ocasión dirigente de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO, A.C.). Autor de tres libros: Oaxaca, Ínsula de Rezagos, Crítica a sus Gobiernos de Razón y de Costumbre. Edit. Siembra, Oaxaca 2007; Oaxaca 2006, Autoritarismo, Mitos y Daños. 2010; Tomen su cambio. 2016.  Correo: blaslc@gmail.com. Twitter: @blaslc