Elba Esther, Sección 22 y CNTE juntos de nuevo contra el PRI

Adrián Ortiz Romero

 

No es la primera vez que se alían, pero quizá sea la primera que lo hacen de forma tan abierta. Igual que en el conflicto magisterial del 2006 en Oaxaca, hoy las fuerzas magisteriales leales a Elba Esther Gordillo se manifestaron a la par de la CNTE y de la Sección 22 del SNTE, por un objetivo común: rechazar la convalidación de Juan Díaz de la Torre en la presidencia nacional del sindicato magisterial. Ajenos a la historia, y en brazos del pragmatismo y la coyuntura, hoy esos grupos antagónicos están nuevamente unidos.

 

Desde el surgimiento del movimiento magisterial en Oaxaca, en 1980, y su identificación con la Coordinadora, una de sus principales banderas ha sido la de rechazar las prácticas de entreguismo y clientelar del SNTE para el PRI-gobierno en aquellos años, el “charrismo”.

 

De hecho, la CNTE tomó fuerza en el sureste mexicano al sumar a la mayoría de los grupos radicales de la izquierda magisterial, que habían simpatizado con la lucha armada de la Liga Comunista 23 de Septiembre o el Partido de los Pobres, de los maestros rurales Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos.

 

Lo cierto es que esa historia aparentemente lineal, ha estado llena de matices. Uno de ellos, acaso de los más visibles, ocurrió en 2006 en el contexto de la elección presidencial, la feroz batalla entre la maestra Gordillo y Roberto Madrazo, y la orden dada por Ulises Ruiz —operador electoral de Madrazo— de desalojar a los maestros del plantón que mantenían en las principales calles del Centro Histórico de Oaxaca.

 

Quizá haya poca memoria al respecto, pero en un hecho inédito, el SNTE responsabilizó al gobernador Ruiz por la represión contra el magisterio, y lo acusó de avivar su radicalización para provocar una crisis mayor, con su “torpeza” e “irresponsabilidad”. El entonces dirigente del SNTE —y principal lugarteniente histórico de la maestra Gordillo— Rafael Ochoa expresó que el conflicto era una apuesta a la ingobernabilidad.

 

Ese mismo 14 de junio, en un comunicado, el SNTE condenó la violencia contra los docentes y les expresó su solidaridad “frente a la brutalidad policiaca y la insensibilidad del gobierno estatal”, y responsabilizó a Ulises Ruiz de la represión y de la integridad física de sus compañeros, el deterioro de los servicios educativos y la estabilidad de la entidad. Incluso, en una nota de La Jornada, Rafael Ochoa señaló que “el viejo partido aferrado al voto duro quiere provocar el voto del miedo o desalentar a la gente para que no salga a emitir el sufragio”.

 

¿Qué significaba todo eso? Un paso sustantivo en la venganza que fraguaba la maestra contra Madrazo. En los años previos, como líder nacional, Madrazo había expulsado del PRI a la maestra Gordillo, aun siendo ésta la Secretaria General del mismo. Para eso, fue fundamental el gobernador Ruiz, a través de varios personajes de Oaxaca. Por eso, el desalojo abrió un espacio de oportunidad para la maestra Gordillo, que luego cristalizó no sólo en la derrota de Madrazo, sino en el mayor descalabro electoral que ha sufrido el PRI de Oaxaca… ayudada por la Coordinadora y la Sección 22.

 

Elba y CNTE vs peña nieto

 

La historia es, contextualmente, similar. Elba Esther Gordillo fue encarcelada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, hoy su enemigo igual que en 2006 Madrazo, e incluso peor. Por eso hoy la maestra es aliada de Andrés Manuel López Obrador, y busca los vasos comunicantes con sus viejos aliados para cumplir objetivos comunes. Uno de ellos es desestabilizar a Juan Díaz de la Torre en la presidencia nacional del SNTE, quien la traicionó respaldado por Peña Nieto.

 

Esto explica una movilización singular de la Sección 22: que convocó al 20 por ciento de sus agremiados para movilizarse en la Ciudad de México y el resto en las regiones de Oaxaca. En sintonía con Elba Esther Gordillo, la CNTE en Oaxaca fustigó la posibilidad de que el Congreso Nacional elija en asamblea a Juan Díaz de la Torre.

 

De nuevo, buscan lo mismo: la 22 ha sido aliada silenciosa de López Obrador, coinciden en su rechazo a la reforma educativa. A ellos se ha sumado el sector que sigue siendo aliado de la maestra Gordillo, que, sin aceptarlo a título personal, ya ha enviado a sus principales representantes —su yerno y su nieto— a sumarse al trabajo político de Morena.

 

Apuesta por la desmemoria

 

Todos buscan que pierda el PRI de Peña Nieto, y quizá con ello se cumplan las venganzas personales, pero también los objetivos de largo plazo de la Coordinadora, respecto a la abrogación de la reforma educativa. Para conseguirlo, queda claro que no han importado las ideologías ni las viejas aversiones. Es pragmatismo puro llevado al límite, con la ayuda de la falta de memoria entre la mayoría de votantes.