Gabinismo, ni buenas intenciones, ni proyecto fracasado

“Oaxaca, el Desastre Aliancista 2010-2016”,

Cuauhtémoc Blas

 

Participación del autor en la presentación del libro de Cipriano Flores Cruz, “Oaxaca, el Desastre Aliancista 2010-2016”, en el Auditorio del Archivo General del Estado de Oaxaca*. “Lo que reinó desde el principio fueron malas intenciones, hacer un “gobierno de cambio” sólo fue un ardid publicitario, una carnada para el ciudadano harto de la corrupción y autoritarismo del gobierno precedente de Ulises Ruiz.

 

Hay quien dice que el gobierno de Gabino Cué Monteagudo fue de buenas intenciones, aunque “de buenas intenciones no se puede gobernar”, justifican. En esta óptica, Gabino y su gente habría tenido al menos una buena disposición que no pudo realizar a pesar de que lo hubiera intentado. Desde mi punto de vista esto no se sostiene en la realidad.

 

También se ha dicho que el proyecto de gobierno y de desarrollo del gabinismo fracasó, que no pudo llevarse al cabo. Falso también, no pudo fracasar lo que no existió. Las ofertas de campaña sólo son eslóganes, frases hechas o agradables para ganar simpatías. Y el llamado Plan de Desarrollo un simple requisito que últimamente ni siquiera pueden cubrir en los términos de la ley.

 

Ni buenas intenciones, ni fracaso de proyecto. De entrada, y observando todo ese sexenio, las intenciones notorias no fueron buenas, buenas en el sentido de hacer un buen gobierno, de cumplir al menos con aquello que no requiere inversión del erario: democratización, desmantelamiento del andamiaje autoritario, referéndum, plebiscito, regulación de los gastos en comunicación social, etc. Aquello que hubiera servido a la sociedad.

 

Contrario, pues, a lo de buenas intenciones, lo que reinó desde el principio fueron malas intenciones, hacer un “gobierno de cambio” sólo fue un ardid publicitario, una carnada para el ciudadano harto de la corrupción y autoritarismo del gobierno precedente de Ulises Ruiz.

 

Grupo compacto sobre el erario

 

Del combate a la corrupción, anunciado en campaña de la alianza famosa de “agua y aceite”, se dio lo contrario, tampoco hubo reformas democratizadoras. Lo que se vio de inmediato fue la conformación de un grupo compacto que se volcó sobre el erario y en la adjudicación de los cargos “de cuotas y cuates”, la entrega de obras a los constructores amigos, los grandes negocios con la administración pública, ousoursing, seguros de todo tipo, pago de despachos de asesoría de amigos y compra de proyectos caros.

 

También en la habilitación de personajes con cargo o sin él en el manejo del presupuesto. Los llamados ministros sin cartera como Jorge “Coco” Castillo y los incluidos en el gabinete como Alberto Benítez Tiburcio, encargado de los negocios con los municipios, a quien se le dio en llamar “Señor mezcla de recursos”. A Gerardo Cajiga, por otro lado, al dejar la Secretaría de Finanzas del estado, se le vinculaba a los negocios financieros con la empresa Interacciones, denuncia que hizo quien fuera Secretario General de gobierno Jesús Martínez Álvarez, citado por Cipriano Flores en su libro.

 

En cuanto al presunto fracaso del proyecto del gobierno de “Paz y progreso”, “gobierno del cambio”, del “Oaxaca somos todos”, tampoco hubo fracaso, digamos que fue un fracaso para quienes votaron por Gabino Cué, para los oaxaqueños que perdimos otros seis años de posibilidades de crecimiento, seis años hacia atrás, de mayor pobreza económica y cultural; en materia de educación básica y superior, por ejemplo, tocamos fondo y seguimos hacia abajo.

 

Pero en términos de los planes de ese grupo compacto de saqueadores del erario no hubo fracaso, para el grupo gobernante todo fue éxito, a eso llegaron igual que otros gobiernos priistas del pasado, a expoliar, a saquear a plena luz del día. En vez de decir que el gabinismo fracasó, lo que está claro es lo contrario, ellos se fueron plenamente exitosos y, además, con toda impunidad los principales.

 

Como escribe Cipriano Flores en este libro, se trató de un “asalto al poder, sin idea de justicia ni de bienestar social, una banda más de otro grupo gobernante montado en una administración patrimonialista”, es decir, como antes, como hoy, como siempre, consideraron que el erario y el poder público es de su patrimonio, de su propiedad, de su familia y amigos.

 

Los cargos por “cuotas”

 

Desde la formación del gabinete gabinista de cuotas y cuates, sobre todo de estos últimos, el mensaje fue definitivo: no habría transición política en el estado. Las iniciativas de ley para plebiscito y referéndum no se concluyeron. Los partidos de la Coalición Paz y Progreso tuvieron su pago de cuotas: PRD, PAN, Convergencia, PT. Asimismo, los grupos y organizaciones de todo tipo que apoyaron ese asalto al poder. Incluso a prominentes priistas, adversarios de Ulises Ruiz.

 

Destacaron en esas cuotas por el PRD Salomón Jara, sostenido sobre todo por AMLO. A pesar de los escándalos por las ineficiencias en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero (SEDAFPA), no podían moverlo. Incluso circuló la versión de que Salomón expresó que su renuncia deberían pedirla a AMLO.

 

Por el PRI, quedó en la dirección del importante y rentable Colegio de Bachilleres de Oaxaca (COBAO) Germán Espinosa, ex funcionario del sexenio de José Murat y hoy presidente del PRI de Oaxaca. También hubo cuota para el priista Martín Vásquez Villanueva, el mismo al que investigaban por desvíos de recursos a su paso por la Secretaría de Salud, fue designado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, a pesar de que la alianza ganadora tenía mayoría en la cámara de diputados.

 

Por el PAN estuvo en otra Secretaría rentable, la de Transporte y Vialidad, Carlos Moreno Alcántara, acusado de la venta de concesiones para el transporte hasta el final. La cuota del PT fue para Daniel Juárez, sobrino de quien era dueño de esa franquicia partidista en ese entonces, Mariano Santana. Por citar algunas cuotas.

 

Lo mejor a los “cuates”

 

Sin embargo, las mejores posiciones formales e informales fueron para los “cuates”. Cajiga en la Secretaría de Finanzas, quien salió a mitad del sexenio pero todos dicen que siguió mandando ahí junto con Jorge Castillo y Benítez Tiburcio. Enrique Arnaud todo señala que entró como secretario de Finanzas como figura decorativa y para pagar los platos rotos de esa dependencia pues es el único que sigue en la cárcel, Cajiga Salió pronto.  

 

Gerardo Cajiga como primer Secretario de Finanzas de Gabino Cué, respondiendo a Amador Jara, no entregó los recursos del erario de Santa Lucía del Camino al presidente municipal constitucional, Pedro Cabañas y a su tesorero, sino al designado por Amador sin haber sido aceptado por el Congreso del estado, como establece la Ley Municipal. Prácticamente Cajiga entregó dinero público a particulares, y sólo ese quebranto al erario del municipio debería tenerlo tras las rejas.

 

La Secretaría de Salud fue otra posición de “Cuates”, entregada al pariente de la familia gobernante, Germán Tenorio Vasconcelos, personaje sui generis, quizá le habían garantizado que gozaba y gozaría de plena impunidad pues cometió todo tipo de atropellos escandalosos. Presumir su avioneta particular y motocicletas muy caras fueron algunos de sus desplantes. No puede desestimarse la gran corrupción en esas áreas, las denuncias eras cotidianas, tanto que hasta una de las últimas campañas de vacunación de ese sexenio fueron canceladas por falta de pago a proveedores.

 

La Secretaría de Salud ha estado y sigue con muchos cuestionamientos.  Las denuncias por falta de medicamentos en las clínicas de la Secretaría de Salud en el estado son cotidianas y cobraron mayo notoriedad en la etapa de contingencias después del sismo de 8.2 grados en el Istmo de Tehuantepec, donde los empleados de Salud declaraban que ni un Paracetamol enviaba Salud de Oaxaca. En esta semana una periodista publicó que los recursos del Programa Seguro Popular no se han ejercido, tanto que los enfermos de diabetes no tienen la elemental Insulina.

 

Vacíos de poder, flagelo ciudadano

 

El vacío de poder que caracterizó al gobierno de Cué lo llenaron la delincuencia organizada, los grupos de poder fácticos y los caciques municipales, todo esto contra la población. Cué fue tan débil que hasta su gabinete lo ninguneaba. Netzahualcóyotl Salvatierra, ex titular de SINFRA, lo contradijo con el puente de Cinco Señores. Apenas Gabino declaró que habría consulta sobre la obra, Netza expresó a los medios que ese dicho de su jefe aún no era oficial.

 

De los diputados, destaca el oscuro manejo del presupuesto; su “pago por evento” para levantar la mano sólo si recibían esa “iguala” para aprobar lo que les enviaba el ejecutivo; y las contrarreformas a las leyes para brindar impunidad a los funcionarios salientes.

 

En los municipios el caos se disparó

 

También los ediles en la cara de Cué exhibían su desmesura. Relatamos hace años cómo una ciudadana llegó ante el presidente de Pochutla y el gobernador, quien realizaba ahí una de sus inútiles “audiencias públicas”, para quejarse de que Enrique Enzaldo, priista, no le daba audiencia. “Y no te la daré”, le gritó. La señora miró al callado Gabino y se fue.

 

Otro caso ilustrativo de esta falta de comedimiento con el gobernador se dio con el edil tuxtepecano, Barrera Mojica, perredista, abrumado por auditores del gobierno estatal espetó: “Es cierto que estamos mal/ pero Gabino está igual”.

 

Cerón para récord Guinness

 

Como muestra de los negocios privados desde el poder, tenemos éste muy ilustrativo. Que al final del sexenio de Ulises Ruiz, el Coordinador de Transporte, Gonzalo Ruiz Cerón emitiera 9 mil concesiones en sólo cinco meses ilustra el tamaño de los fraudes contra Oaxaca. Esto es, en 100 días hábiles tuvo que dedicarse a emitir a rajatabla 90 concesiones diarias, 10 concesiones por hora, un auténtico record para Guinness.

 

Para esto era necesario un amplio equipo de burócratas que trabajara exclusivamente en llenar los formatos y en el papeleo. Equipo, naturalmente, también pagado con el erario. Con razón tanta inconformidad y manifestaciones desatendidas. No tenía tiempo para atender los asuntos de la sociedad oaxaqueña, estaba de tiempo completo dedicado a hacer negocios privados con un puesto público, como muchos otros del sexenio pasado, y como empiezan algunos del actual.

 

“Que Alejandro encarcele a esa banda”

 

“Yo si quiero que paguen, que vayan a la cárcel”, expresó una señora en las redes. “Que Alejandro Murat empiece por detener a esa banda de delincuentes”, es la manifestación de otros. Aunque destaca la opinión de que la impunidad para ellos fue el pacto para hacer perder a Estefan Garfias y ayudar a ganar a Alejandro Murat. Impunidad que sería similar a la que Gabino dio a Ulises Ruiz.

 

Lo que cala hoy más hondo en la población es el desenfado, la burla del ex gobernador más descompuesto de nuestra historia, apático, sin carácter, limitado y sin manejo del poder. Su manifiesto ánimo de afectar a la gente que crédula lo llevó al poder y al erario. Ese daño adicional que hizo al desafiar directamente a la sociedad con decisiones arbitrarias que la dañaban y dañan aún, como de burla. Ejemplos el puente de Cinco Señores, mal proyectado y peor construido y el affaire Centro de Convenciones que a toda costa se quiso edificar frente al hotel de su secretario de Turismo, en innegable conflicto de intereses.

 

Destaca el decreto de Nuevo IEEPO de 2015

 

Sin embargo, hay algo que destaca positivamente de la administración anterior, aguja en el pajar, fue el intento de quitar el poder sobre la administración del sistema educativo a la Sección 22, con el cual esta gremial creara un auténtico coto de poder, al ser sindicato y patrón, al decidir sobre la suerte de los docentes, plazas y adscripciones con base en su actividad y comportamiento sindical.  En 2015 fue anulado el decreto que en 1992 les dio el poder de la administración del IEEPO. Y desde entonces están en pos de recuperar ese insólito privilegio.

 

Por eso hoy, algo verdaderamente grave sería que para “llevar la fiesta en paz”, devuelvan a la S 22 su coto de poder del sistema para que los del gobierno se dediquen a administrar lo demás dejando el sistema educativo a la deriva como durante 37 años. Para lo cual el gobierno federal tendría que acceder, lo que pondría de manifiesto su renuncia a la reforma educativa.

 

En los hechos sería la aplicación de una contrarreforma educativa que quitaría de tajo credibilidad a los discursos de mejoría y progreso para Oaxaca que ofreció este nuevo gobierno. Sin una buena educación no hay desarrollo posible. Tendríamos la claridad desde ya que vienen otros seis años más de gobierno sin desarrollo para Oaxaca.

 

Ha pasado un año de la partida de Gabino Cué del poder, es cierto que los compromisos incumplidos y el caos que dejó en la administración afectaron al nuevo gobierno, al de Alejandro Murat, pero durante 12 largos meses tampoco hay muestras de que quieran mejorar las cosas. En cambio tiene ya este gobierno no tan nuevo errores similares y su propio caos. Algunos señalados de paso en estas líneas.  Que por lo menos unos 15 funcionarios de primer nivel hayan salido del gabinete actual no hablan precisamente de su estabilidad y firmeza.

 

Se pierde en este 2017 unos 44 mil empleos, 21 mil en la industria de la construcción, y otros miles en el sector comercial. Esto lo anuncia el INEGI y es publicado en Oaxaca hoy mismo mientras que hoy mismo el gobierno de Oaxaca anuncia que en este mismo 2017 se habrán creado 11 mil empleos. ¿A quién creerle? Opino que al INEGI.

 

Los nuevos malos jugadores   

 

Una buena síntesis de cómo va este otro gobierno muratista la dio esta mañana en unas líneas el mismo Cipriano Flores en su cuenta de Facebook, en un lúdico símil con un partido de fútbol:

 

“Si comparamos el gobierno de Oaxaca con un equipo de futbol resulta lo siguiente. Es un equipo sin un sistema de juego, sin estrategia ni tácticas de acción, la alineación no es la adecuada, necesita cambios no rotaciones, es un equipo integrado por inexpertos y mafiosos, no tiene buena condición física, su técnico es estudioso pero inexperto (o sea el ejecutivo), recibe instrucciones desde las gradas del verdadero manager. El equipo juega a nada. En el futuro no se ve que el equipo mejore. El público se comienza a desesperar, apenas llevamos 15 minutos del primer tiempo”.

 

Oaxaca de Juárez. 17 de noviembre de 2017.