Monreal, Morena y las encuestas amañadas

Ricardo García Jiménez/APIM.

 

El crecimiento de Morena

 

Nadie puede negar el crecimiento que ha tenido el partido de Andrés Manuel López Obrador, Morena. Pero el crecimiento de dicho instituto político en los dos últimos años no ha sido un crecimiento con calidad, definición y rumbo claro, basado en sus propios principios que le dieron origen. Por el contrario, el éxodo de panistas, perredistas y uno que otro priista hacia ese partido es lo que realmente lo ha agigantado.

 

Asimismo un nutrido grupo de poderosos empresarios mexicanos se han integrado al equipo de campaña del Peje, Andrés Manuel López Obrador. Gentes como Marcos Fastlicht, suegro de Emilio Azcárraga y empresario de la construcción, es el asesor en Derechos Humanos de Morena; Esteban Moctezuma Barragán, director de Fundación Azteca con una fuerte vinculación con Ricardo Salinas Pliego dueño de Elektra, TV y Banco Azteca, Moctezuma Barragán fue nombrado Coordinador de Desarrollo Social en el equipo de AMLO; Alfonso Romo Garza, empresario activista de Monterrey, ex consejero de CEMEX y MASECA. Fue uno de los que coordinaron la campaña anti-AMLO en 2006, Romo actualmente es jefe de gabinete de AMLO; Miguel Torruco, ex subdirector de turismo de la CDMX, empresario de turismo y bienes raíces. Torruco es consuegro de Carlos Slim. Estos y otros empresarios son ahora parte de la elite de ese partido.

 

 

Este giro que ha hecho Morena y AMLO hacia la derecha pactando y perdonando al empresariado nacional y con diferentes sectores de la clase política se dio bajo el pretexto de apoyar a Peña Nieto y hacer un Acuerdo de Unidad Nacional con el fin de hacer frente a la “amenaza” que implicaba la actitud de Donald Trump, esta coyuntura sirvió para abrir la puerta de su partido a toda la ralea y cascajo que los otros partidos ya no toleraban en sus espacios.  

 

No es de extrañar esa actitud, ya que desde que se fundó Morena, los modestos comités municipales, estatales y federales, fueron copados por ex perredistas y organizaciones sociales que de manera masiva se posesionaron de los diferentes espacios. Su afán de muchos de esos nuevos militantes era buscar, en los distintos procesos electorales en los que ha participado Morena, la chamba tan deseada.   

 

Morena a través de su breve historia, ha caminado bajo una bandera democrática con un discurso nacionalista y aliancista, que difiere del duro discurso de la izquierda que hace desde abajo, con el cual sus diferentes cuadros han tratado de convencer a los ciudadanos que su partido no existe corrupción, es transparente y democrático, guiado por los principios de no mentir, no robar, no traicionar al pueblo. Eso dicen.

 

La crisis que vive Morena.

 

Todo lo anterior bien al caso para poder entender, por antonomasia, por qué en ese partido su líder y varios refugiados se han visto envueltos en una serie de escándalos que han comenzado con los casos de:

 

    ❚     La famosa foto con los Abarca. José Luis Abarca, quien fue alcalde de Iguala, Guerrero, y uno de los presuntos responsable de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa ocurrida el 26 de septiembre de 2014, se le abrió la puerta de PRD-Morena. La foto deja mucho para la especulación.

 

    ❚     Los contratos de Monreal. El delegado de Cuauhtémoc en la Ciudad de México, quien fue señalado por dar contratos millonarios a los amigos de su hija. Es otro de los casos visibilizados por los medios de comunicación. De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad, Ricardo Monreal dio 16 contratos (11 de ellos por adjudicación directa) con valor de 27 millones de pesos "para proveer a la delegación de materiales como papelería y lonas, o insumos de plomería y ferretería", señala la organización. Monreal se defendió aludiendo a una presunta “campaña millonaria” en su contra para “someterlo y doblegarlo”, encabezada por el empresario Claudio x. González, a quien acusó de obtener ganancias millonarias a costa de organizaciones civiles.

 

    ❚     Los 6 millones de Bonino. En el 2012, Luis Costa Bonino, considerado como uno de los estrategas de campaña de López Obrador, relación que ha sido negada por ambos, dijo en una reunión con el cineasta Luis Mandoki y otros empresarios, que para ganar las elecciones se necesitaban 6 millones de dólares. El problema con este audio filtrado por El Universal es que esa cantidad de recursos no está permitida por la ley.

 

    ❚     El medio millón de Eva Cadena. El caso más reciente es la Eva Cadena, la recaudadora, expanista y excandidata de Morena al municipio de Las Choapas, Veracruz. Dicha política fue exhibida recibiendo presuntamente medio millón de pesos para López Obrador. La ex diputada local por Morena aseguró en respuesta que ese dinero no lo recibió López Obrador y ella misma aseguró que no es cercana al dirigente partidista.
Los anteriores casos son sólo una muestra que diferentes medios de comunicación han dado a conocer donde se pone en entredicho a la solvencia moral del partido Morena y de varios de sus más destacados militantes.

 

 

El caso Monreal

 

Por ejemplo, Ricardo Monreal Ávila, ex gobernador de Zacatecas y ex legislador federal, y ahora titular de la delegación Cuauhtémoc tiene una larga trayectoria política que inició en el PRI, pasó por el PRD, el Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y ahora en Morena. Monreal es el clásico ejemplo del político chapulinero.
En el PRI (1975 a 1998) desempeñó diferentes cargos, pero cuando Monreal quiso ser candidato del PRI a gobernador de Zacatecas en 1998, fue descartado por supuestos “nexos que su familia tenía con el crimen organizado”. En el PRD militó de 1998 a 2009, pero renunció a ese partido nuevamente por las sospechas que nuevamente ligan a su familia con el narco. En abril de 2009, el gobierno de Zacatecas, entonces a cargo de García Medina, difundió un spot sobre el aseguramiento de una supuesta narco bodega a uno de los hermanos Monreal, Cándido. Se difundieron imágenes de la bodega de chile, ubicada en Fresnillo, donde se habrían decomisado más de 14 toneladas de marihuana. Quien respondió fue otro de sus 15 hermanos, David Monreal, entonces presidente municipal de Fresnillo por el PT, quien admitió la propiedad de su hermano Cándido pero acusó al gobierno de sembrar la droga.

 

Para septiembre de 2016, Monreal enfrentó uno de los señalamientos más directos luego de que Pedro Pablo de Antuñano, director jurídico y de gobierno en la delegación Cuauhtémoc fuera detenido con 600 mil pesos en efectivo. Pese a que De Antuñano afirmara que el tema del dinero en efectivo se trataba de un asunto personal y no laboral, la imagen del zacatecano se vio nuevamente afectada a tal grado que tras innumerables intentos por rescatar a su director jurídico, Monreal tuvo que pedirle la renuncia.

 

Este caso deja entrever que en las filas del partido Morena es más valioso el capital político (cuantos votos puede aportar) y económico (con cuánto le entra) que traen a cuestas personajes de negro pasado, carentes de todo compromiso social e ideología.   

 

La encuesta-gate

 

La elección del candidato a la jefatura del gobierno de la Ciudad de México, entre los aspirantes Claudia Sheinbaum, Martí Batres, Ricardo Monreal y Mario Delgado, terminó cuestionada y complicada para el partido Morena, colocando en una situación peligrosa con miras para el proceso electoral del 2018.

 

Desde el inicio del proceso, el método empleado para la elección de su candidato careció de todo rigor científico y analítico, ya que en la nota metodológica de dicho estudio de opinión tomo en consideración un espacio muestral a partir de las 5,529 secciones electorales existentes en la Ciudad de México, y una lista nominal que contempla 7,365,533 de ciudadanos. Lo que no se define con claridad el documento es el criterio de proporcionalidad con que se eligieron las 110 secciones electorales, no hay en la nota la ecuación empleada para proporcionar el número de electores en cada sección.

 

Al parecer lo que se realizó fue un simple muestreo a partir del tamaño de muestra de 7,365,533 ciudadanos, con una heterogeneidad del 50% con un margen de error del 3% y un nivel de confianza del 95%, obteniendo como resultado 1,067 individuos a encuestar que se puedo calcular en calculadoras en internet, cifra muy cercana al número de encuestados que el cálculo del comité de morenos estimo de 1,320.

 

Ahora bien, si lo que se pretendía era un cálculo mucho más preciso en la proporción estratificada por sección electoral se debió haber estimado una muestra más amplia y representativa, pues los cálculos estimados por el equipo de Morena no son realmente representativos para un universo tan amplio como lo representa la CDMX. ¿Entonces, que hay atrás de una encuesta así planteada?

 

Ahora bien, en la aplicación de las encuestas existen también trampas que pueden hacer que los resultados puedan sesgarse, por ejemplo, si quien coordina el equipo de encuestadores elige de manera arbitraria ciertas calles y casas que de antemano se sabe pueden ser simpatizantes de uno u otro candidato, esto apuntalará que en el procesamiento de los resultados hay una clara inclinación de los mismos. En la nota metodológica de los resultados que presenta Morena no es claro el procedimiento de aplicación. Por lo cual, nuevamente puede quedar cuestionado el proceso.  

 

El dilema de Monreal y Sheinbaum

 

Si el ganador resultaba ser el delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, un importante sector de la militancia morenista amenazaba con quitarle el voto a Andrés Manuel López Obrador rumbo al 2018. Por otro lado, si la ganadora resultaba ser la delegada de Tlalpan Claudia Sheinbaum, era previsible que el exgobernador de Zacatecas se quedaría inconforme, y en cualquier de los dos escenarios llevaría a este punto en que se encuentra Morena.

 

El caso de Monreal muestra al típico político chapulinero que abandona el barco cuando los eventos no marcha a su favor, ya pasó por el PRI, PRD, PT y Movimiento Ciudadano, en todos esos casos las situaciones no salieron como él lo deseaba. Aunque en el discurso aseguraba no querer infringir daño alguno a las instituciones políticas, pero la realidad es otra. Ya que en lo declarado recientemente vuelve amagar al señalar: “No está en mis planes ser caballo de Troya ni hacer el juego a los adversarios de Andrés Manuel López Obrador”, lanzó.

 

Ante el conflicto ya en ciernes que vive Morena, la dirigencia de Morena decidió dar a conocer la encuesta, sin embargo, Monreal no está conforme, pues realmente existen elementos metodológicos y técnicos objetables. Ante ello el zacatecano dio dos opciones a la dirigencia nacional de Morena para reponer el procedimiento, una de ellas es una encuesta base con dos espejo y otra más es una consulta ciudadana.

 

Y remató con una amenaza escondida: “… un total de cinco partidos ya se han acercado a  mí, por lo que agradezco las invitaciones, pero me quedare en Morena. De ustedes depende” señaló.

 

Ni democracia ni transparencia

 

Como se puede observar, lo que menos existe en Morena son los procedimientos democráticos y trasparentes. No hay en los hechos, un conocimiento claro de cómo realizar encuestas que puedan zanjar la elección de sus candidatos. Más bien, dichos instrumentos solo sirven para cubrir las apariencias de negociaciones e imposiciones de tribus como se han hecho en los tradicionales partidos políticos.

 

El crecimiento de Morena ha sido por la apertura desmedida para que ingrese a ese instituto político todo tipo de ciudadanos y organizaciones que sin una ideología clara, sin principios básicos del pensamiento crítico y de la lucha social, permitió que ese partido se haya convertido en el trampolín para los busca chambas.

 

La llegada a las estructuras de dirección política de Morena por un grupo compacto de empresarios nacionales, han hechos que ese partido haya tenido virajes en su conducción que ponen entredicho que sea un partido de izquierda, aunque en el discurso evoquen la pluralidad y la alianza entre todas las estructuras sociales recordando a un pasado nacionalista, palabras que se encuentran alejadas de las miras de la izquierda critica que ve desde abajo.          

 

El caso Monreal, es uno de tantos que existen al interior de Morena, personajes que con el amago y el chantaje, vienen a desplazar a los militantes fundadores de ese partido. Sólo se tiene representatividad y es tomado en cuenta, cuando se pertenece a una de estas corrientes, pero sobre todo aquellas que están más cercanas al liderazgo de AMLO.    

 

Los actuales dirigentes de este partido, a nivel nacional, estatal o municipal, han hecho de Morena feudos que tienden a cercar sus propios espacios en confrontación con otras expresiones que tratan de arrebatarles.

 

Los diferentes escándalos es muestra de ese vacío que implica el reconocimiento de verdaderos liderazgos fincados en principios éticos, ideales de un pensamiento crítico, el dominio de conocimiento político y técnico de la realidad inmediata donde se interactúa y la verdadera convicción por una lucha social de los problemas más apremiantes de los sectores de abajo.    

 

El mejor remedio para acabar con todas estas anomalías es cortar la raíz, pero la misma dirigencia de Morena esta permeada de personajes que traen a cuestas muchos de los problemas antes citados, por lo cual, resulta difícil un cambio verdadero si al interior de ese instituto político, no existen los contrapesos necesarios y la voluntad por cambiar.