La conjetura del complot contra el Presidente

La fase de implementación de las reformas, particularmente la energética, demanda un control absoluto de la variable social. Crear la Comisión de Estado es el primer paso hacia el endurecimiento del régimen. Hay sectores que apuestan abiertamente a un patrón autoritario y represivo. La difusión mediática del caos —con hechos emblemáticos como el incendio de la puerta del Palacio Nacional o la estación C.U. del Metrobús en la capital del país— justifica el imperativo de orden.

 

Resumen Ejecutivo/Gerardo Nieto

AP 715

 

Se ha preparado a la sociedad para ese escenario. El experimento puede ponerse en práctica en alguna ausencia del Presidente, como en una de sus giras por Asia y Oceanía; sin embargo, el riesgo es que la crisis pretendidamente controlada desde el poder se salga de control y que del experimento se pase a una confrontación mayor que trastoque la hoja de ruta del modelo reformista. Hay muchos intereses mezclados y un vector claro de la nomenclatura opera contra el Presidente.

 

La demanda de renuncia

 

Del caos y la anarquía se pasa a la conjetura del complot contra el Presidente por parte de “...criminales, políticos...medios rencorosos y grupos radiclaes. La conclusión lógica es que ante ese intento golpista de deponer por la vía de la mentira, la impostura y el engaño...a un gobierno legal y constituido de manera legítima, como el de Enrique Peña Nieto (...) es momento de que las instituciones pongan alto al vandalismo, el saqueo, el robo, y el caos que pretende ser presentado como resultado del fracaso del gobierno... Es momento de parar la barbarie criminal, pero también la impunidad por el vandalismo...el odio y la venganza política, que es otra forma de crimen organizado”ii

 

La demanda de renuncia del Presidente continúa: “...el padre de uno de los desaparecidos...le exige a Enrique Peña Nieto que renuncie ‘si usted no tiene la capacidad’”iii. Lejos de calmar los ánimos de una sociedad agraviada por la violencia y la crisis económica, el discurso oficial en torno a los desaparecidos de Ayotzinapa enciende el enojo y la irritación. “La estrategia de Peña Nieto es decir que él no tuvo nada que ver con las desapariciones. Pero sí es su culpa. Él es responsable del clima de violencia e impunidad que domina el país. De nadie más. De diciembre del 2012 a septiembre del 2014 han sido asesinados 31 mil 892 mexicanos, en cifras del propio gobierno. Son sus muertos”. iv

 

No sólo es Ayotzinapa

 

El vector transversal de la crisis cruza por Ayotzinapa, pero ahí no se detiene. No es el fondo. En puerta pueden estallar conflictos similares o aún más graves en Jalisco, Morelos, Estado de México, Tabasco, Tamaulipas, etcétera. Eso podría ocurrir en ausencia del titular del Poder Ejecutivo. ¿Era imprescindible que viajara? El desasosiego nacional sugería la presencia en México de Enrique Peña Nieto. ¿Por qué estar fuera del país en estos aciagos días? ¿Quién se lo sugirió y por qué?

 

En 1994, la crisis de fin de sexenio descubrió la falacia de la reforma económica salinista; en 2014, Ayotzinapa y Tlatlaya, anticipan que el modelo reformista del Presidente puede fracasar por el factor social que ya se salió de control. El patrón de inestabilidad administrado desde el poder en un esquema de crisis regulada no funciona.

 

La convocatoria del Presidente a un gran Pacto por la Seguridad y el Estado de Derecho en el que participen, partidos y empresarios, carece de fuerza porque no deja de ser una convocatoria cupular para un arreglo entre las élites.

 

“Detrás de la idea de apoyarse en las dirigencias partidistas, los grupos empresariales nacionales y los gobiernos de los estados hay un concepto cupular de la política. Apuesta al efecto del acuerdo en las alturas...” v Tiene el establecimiento político calidad moral para formular una convocatoria de esa naturaleza? ¿La tienen los partidos políticos? Evidentemente no. Por eso tal llamamiento es un despropósito. La pregunta es ¿por qué tantos errores de diseño en el discurso del Presidente en tan poco tiempo? ¿Es incompetencia del grupo compacto que le acompaña o acción deliberada para desgastarlo?

 

¿Una Comisión de Estado?

 

Era de esperar que cuando regresara de su viaje, el Presidente lanzara una nueva convocatoria. Esta vez para conformar la Comisión de Estado. Los referentes internacionales —Francia, Alemania—, sugieren que una Comisión de ese tipo encarna una suerte de gobierno de coalición más que un acuerdo cupular para justificar medidas extremas para evitar que naufrague el modelo reformista. Otra vez, la izquierda perredista y la derecha panista podrían legitimar costosas decisiones de control social.

 

El mensaje es claro: el establecimiento político no tolerará que el conflicto social interfiera en la fase de implementación de las reformas, particularmente la energética. Se juega a la instauración de la variante mexicana del Estado de Excepción. La nueva narrativa oficial gira en torno al Estado de Derecho. Esa es la envoltura del discurso detrás del cual se oculta la necesidad básica de control social que subyace a la reforma económica del Presidente. Bajo esta óptica, lo que viene, en el marco de la Comisión de Estado, son acciones extraordinarias para controlar el conflicto social con el argumento de atajar la violencia y devolver el orden al país.

 

Hay variables que Enrique Peña Nieto no controla. Por ejemplo, la acción de los grupos que desde dentro del sistema apuestan a su fracaso. Por esto, no hay garantía de que la operación regulada de la crisis ofrezca resultados. Todo puede salir mal. El factor crítico está dentro del propio régimen. Al interior de la nomenclatura se libra una cruenta guerra de facciones.

 

Licitación buena; y luego mala

 

La tarde del jueves 6 de noviembre, Gerardo Ruiz Esparza defiende en el Senado la polémica licitación para construir el tren de alta velocidad México-Querétaro: “‘No hubo información privilegiada, dice. Y no es de prisa por hacer las cosas. Es oportunidad por cumplir con mi presupuesto y con mi Programa Nacional de Infraestructura, que es mi responsabilidad’./ ‘Todos los fallos son públicos: por qué ganaron las empresas, por qué fue la mejor oferta la que ganó, por qué perdieron las que no ganaron. No es un tema de amistades. Es un tema de empresas’”vi. Ese discurso fue “...el corolario de los argumentos del secretario durante semanas...argumentos no necesariamente verdaderos, pero todos válidos.

 

Apenas minutos, si acaso horas después de lo sostenido ante el Senado, el propio secretario anuncia la revocación de ese procedimiento de licitación, decisión de la que responsabiliza al presidente de la República, quien, en frase de ese funcionario, ‘tiene la responsabilidad de lograr que el proceso de licitación esté alejado de duda’. Al día siguiente, viernes, en ronda mediática ese secretario vuelve a exponer sus argumentos a favor del proyecto, pero asume la revocación en el ámbito de su competencia, aunque le diga en entrevista a Ciro Gómez Leyva que la revocación ‘no fue en el mejor interés de México’. Admirable la lealtad personal de Gerardo Ruiz Esparza al Presidente.

 

Pero si no es en el mejor interés de México esa decisión, desde su punto de vista, como secretario de Estado, ¿qué interés es superior al de México? / Si se trataba de dar una explicación, era muy fácil decir, aunque la licitación ya hubiese sido adjudicada, como es el caso, que como secretario de Comunicaciones y Transportes se equivocó, y como se trata de un error costoso, renuncia y se va a su casa, a disfrutar de una fortuna bien ganada tras de una exitosa y larga trayectoria pública. Lo que es inadmisible es que exponga al Presidente y al arbitrio del primer mandatario por encima de lo que sostuvo y sostiene como una decisión legal, y sigue en el desempeño de su cargo en la aplicación de una política con la que pública y explícitamente no está de acuerdo y es contraria a sus razones válidas”. vii

 

La casa blanca y los desmanes

 

Por si hiciera falta, en estos días se ventila el caso de la faraónica residencia de la familia presidencial en Las Lomas de Chapultepec, al mismo tiempo en que un grupo de jóvenes actúa sin restricción de ninguna autoridad y logra incendiar una puerta de Palacio Nacional. “Los jóvenes primero utilizaron vallas metálicas como ariete para tratar de tirar la puerta; luego le prendieron

 

fuego y, finalmente, lograron romper con coladeras una de las láminas de la puerta (...) otras personas hicieron pintas en la cantera y destruyeron algunas ventanas./ Durante todo ese lapso no hubo presencia de las fuerzas de seguridad”. viii

 

El mismo patrón se repite en Chilpancingo, donde el mismo sábado 8 de noviembre, un grupo de personas incendia nueve vehículos a las afueras del Palacio de Gobierno. La cobertura de los grandes medios se da en torno a estos hechos, aunque La Jornada y la revista Proceso, destacan la información relativa a la residencia de Las Lomas del Presidente, registrada por una de las empresas que recibieron un contrato para la construcción del tren rápido México-Querétaro, un proyecto valuado en 50 mil millones de pesos.

 

La casa de las Lomas tendría un costo de 94.5 millones de pesos (siete millones de dólares). En el registro público de la propiedad aparece a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro (Grupo Higa). Construida por el arquitecto Miguel Ángel Aragonés, tiene una superficie de mil 440 metros cuadrados. No está incluida en la declaración patrimonial del primer mandatario. Angélica Rivera, esposa del Presidente, posó para la revista ¡Hola! en los interiores de dicho inmueble. “En nuestra casa llevamos una vida de lo más normal posible, dice la primera dama. Les he hecho saber (a nuestros hijos) que Los Pinos nos será prestado sólo por seis años y que su verdadera casa, su hogar, es ésta donde hemos hecho este reportaje”. ix

 

El establecimiento político busca privilegiar a una nueva casta de magnates, lo que afecta a los privilegiados que crecieron al amparo de las privatizaciones salinistas. Los hombres del dinero a los que la actual administración quiere acotar no están cruzados de brazos y menos ante un gobierno que reproduce el patrón de debilidad estructural de las presidencias del interregno mexicano 2000-2012.

 

El desasosiego nacional tiene ingredientes críticos de los grupos que desde dentro del sistema vetan al Presidente y aprovechan la crisis estructural para exhibirlo y desgastarlo. No está claro que su grupo compacto tenga una lectura correcta de las cosas, más allá de la conjetura del complot.

 

I. Alemán, Ricardo, Itinerario político en El Universal. México, noviembre 09, 2014, p.-13.
II. Ibidem, p.-13
III. Ramos Ávalos, Jorge, Rebelarse o morir en Reforma. México, noviembre 08, 2014, p.-10.
IV. Ibidem p. 10
V. Delgado, René, Sobreaviso en Reforma. México, noviembre 8, 2014, p.-11.
VI. Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal citado por Bertha Becerra. Véase: Nadie es mi amigo: Gerardo Ruiz Esparza en El Sol de México, noviembre 7, 2014, p.-9.
vii. Valencia, Juan Gabriel, Entre legalidad y sensibilidad en Milenio Diario. México, noviembre 08, 2014, p.-12.
viii. Estrada, José David, et. al., Queman la puerta de Palacio Nacional en Reforma. México, noviembre 09, 2014. PP/6.
ix . Angélica Rivera, esposa del Presidente de la República, citada por Roberto González Amador. Véase: Residencia de EPN, propiedad de beneficiario del contrato del tren en La Jornada. México, noviembre 09, 2014, p.-13.