UABJO, “grado cero de calidad”

Se puede decir que del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca donde estudió Benito Juárez, Porfirio Díaz, Matías Romero, Marcos Pérez, nada queda. Porque es evidente que la UABJO, que se reclama sucesora de aquel glorioso Instituto, no lo es.

 

Hace años, cuando entrevistamos a uno de los últimos grandes intelectuales oaxaqueños que pasaron por aquel Instituto, el ingeniero Alberto Bustamante Vasconcelos (), nos ilustró como ese Instituto no era una élite cualquiera, “Si era la élite intelectual, no de otro tipo… porque allí estudió Benito Juárez, y él era un indio pata rajada, como se les decía aquí despectivamente a los indios”. Por eso Juárez pudo estudiar, dar clases y ser director de esa institución antes de salir al ámbito nacional. (Revista En Marcha núm. 87, diciembre de 2006, pág. 11).

 

En la UABJO no hay de esas élites y se encuentra en los últimos lugares de las universidades nacionales. Priva en ella, además, una democracia ficticia, de la cual se ha valido el cacique sucesor de Nahúm Carreño Vásquez (STAUO) para adueñarse del control de la UABJO, el ex diputado federal priista Abraham Martínez Alavés, quien fuera rector interino de la UABJO a finales de los años 80. A la muerte de Nahúm, Abraham fundó su propio sindicato (SUMA), desde donde inició a controlar facultades, escuelas, institutos, logrando imponer a dos rectores sucesivamente: Francisco Martínez Neri y Rafael Torres Valdés. Hace dos y medio años Martínez Alavés por fin se reeligió en la persona de su hijo que también al fin tuvo la edad para eso, Eduardo Martínez Helmes.

 

Poder con “grado cero de calidad”

 

La estrategia para tener todo ese poder sobre una institución de 30 mil personas ha sido el desmantelamiento académico de la misma, “el grado cero de calidad” — sostiene Antonio Aquino Aragón— profesor emérito de la UABJO pero prácticamente despedido por los nuevos jefes de su institución.
Prescindir de los maestros de tiempo completo, críticos y calificados para dividir esas horas y repartirlas entre maestros-porros adictos al clan Martínez-Helmes —afirma Aquino— les provee no sólo de profesores que están de su lado, sino de miles de alumnos controlados por éstos para votar a favor de consejeros , directores y rectores que el clan decida. Esta seudo democracia con el voto universal y secreto es ostensiblemente manipulado, además de controlado, cuando hace falta, con grupos violentos llamados “porros”.

 

El maestro emérito propone cerrar esa Universidad dos semestres para limpiarla, dice:”si una persona moral no cumple sus objetivos se le debe liquidar, y es el caso de la UABJO que no cumple como formadora de profesionales, de difusión de cultura y ciencia y tampoco tiene investigación. La UABJO es hoy un lastre más de Oaxaca”, sentencia el veterano profesor y ex director de la Escuela de Derecho. http://www.revistaenmarcha.com.mx/reportaje/677-cerrar-la-uabjo-un-ano-profesor-emerito.html

 

La Universidad de Oaxaca se encuentra en los últimos lugares de los indicadores nacionales. Datos duros lo confirman.”Considerando únicamente a las universidades públicas estatales, la de Oaxaca se encuentra en el lugar 29, en lo que se refiere a programas evaluados por los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (www.ciees.edu.mx). Si bien han estado envueltos en la polémica los procesos de acreditación de las Facultades de la UABJO, de acuerdo al Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, A. C, se encuentra en el lugar 26, con sólo 9 programas acreditados (www.copaes.org.mx/home/Programas.php)
En materia de transparencia presupuestal también ocupa el último lugar. De forma sistémica se ha ocultado información que por ley debe aparecer en el portal de transparencia. Ver http://www.revistaenmarcha.com.mx/reportaje/969-el-legado-del-rector-torres-valdez-uabjo-ultimo-lugar-en-calidad-academica-en-el-pais.html

 

Subsidio bajo; venta de lugares

 

En cuanto a subsidio, la UABJO es la universidad estatal que recibe el más bajo del país, 666 millones de pesos, su gasto por alumno es de 18 mil pesos anuales, mientras que la media nacional de 46 mil pesos. Sin embargo, la federación no aumenta ese subsidio, como sí lo ha hecho en otras universidades, por la resistencia en esta casa de estudios a cambios esenciales en su Ley Orgánica y por su nulo crecimiento académico, sin reales certificaciones de calidad. Prefieren 666 millones en mano que crecimientos académicos que se los echen a volar.

 

Además los ingresos por venta de lugares a alumnos de nuevo ingreso son otro filón, los que oscilan para quienes no aprueban el examen de admisión en 30 mil pesos para Contaduría y de 80 y hasta 120 mil pesos para Medicina. Los que aprueban ese examen, sin embargo, también tienen que pagar aunque menos, un concepto eufemístico llamado”cuota de mantenimiento” de 7 o 13 mil pesos, establecida por la dirección de esa facultad. (ver pág. 19 http://revistaenmarcha.com.mx/archivo/1418-edicion-173.html

 

La debacle de la UABJO se refleja en que desde hace mucho la iniciativa privada de Oaxaca se resiste a contratar a sus egresados. Alrededor del año 2008 las instituciones del sector salud en la entidad (SSO, IMSS e ISSSTE) se negaban a recibir a los estudiantes de medicina para sus prácticas profesiones por no cubrir los estándares mínimos de profesionalización, lo que ponía en riesgo a los pacientes. Después de negociaciones los aceptaron, pero la desconfianza perdura.