PRD en Guerrero, asociación delictuosa

Tesis de la narco-política

Resumen Ejecutivo

 

AP 711/ Gerardo Nieto

 

La crisis mexicana avanza como expresión de un régimen colapsado por la violencia y un sistema en el que prolifera la impunidad. La cuestión de fondo no está ligada a una crisis de coyuntura –Tlatlaya, Iguala, Michoacán–, sino a una descomposición que tiene un patrón histórico y una causa estructural: el modelo económico.

 

Lo más grave, sin embargo, está en la incapacidad del establecimiento federal para procesar a los actores que desde la clase política han permitido, tolerado y alentado la imbricación de autoridades de los tres órdenes de gobierno con el crimen organizado. En este contexto, la dirigencia perredista encabezada hoy por Carlos Navarrete está en medio de una pesadilla.

 

Navarrete, sólo disparates

 

El discurso de Navarrete es anticlimático y cae en una zona de virtual cinismo político. “En su primer acto público como nuevo presidente del PRD, Carlos Navarrete realizó en Iguala la primera reunión del Comité Ejecutivo Nacional, y declaró disparates. En el centro actual de atención por la barbarie institucional, Navarrete bañó su primer discurso con lugares comunes y confesiones de culpabilidad disfrazadas de denuncias. Dijo que el PRD está en contra de los gobiernos autoritarios y represores, tomando cínica distancia del hecho que Guerrero está gobernado por un perredista, y que el de Iguala estaba encabezado hasta hace unos días por otro perredista. Como autista de la política, Navarrete coronó con una afirmación rimbombante: tendremos más cuidado con nuestros candidatos a presidencias municipales.

 

“La cortina de humo de Navarrete no tiene densidad. El PRD que controla Nueva Izquierda, no tiene escrúpulos para escoger con quién se acuesta electoralmente”1. Luego, Navarrete avaló la postura del mandatario local de hacer un referéndum para conocer si el pueblo de Guerrero quiere que se vaya. La desmesura del nuevo dirigente nacional no tiene límites. Sin sustento técnico ni jurídico, ese referéndum es, en la práctica, una expresión más de impunidad en la que se mueve la clase política mexicana.

 

Jesús Zambrano, todavía como presidente nacional del PRD, habría defendido a José Luis Abarca cuando los antecedentes criminales del edil, ahora prófugo de la justicia, eran ya de conocimiento público. Por si esto fuera poco, el pasado 7 de septiembre, Zambrano incluyó a María de los Ángeles Pineda, esposa de Abarca y considerada parte de la organización criminal Guerreros Unidos extensión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, como consejera del PRD. La pregunta no es ¿Por qué lo hizo? sino ¿Hasta dónde llega la probable responsabilidad por encubrimiento del ex líder nacional del PRD?

 

“Chuchos”, negocios sucios

 

Ni Jesús Zambrano, ni Carlos Navarrete ni toda la corriente de los chuchos pueden llamarse a sorpresa. Habrían conocido de tiempo atrás los antecedentes criminales de Abarca, de su esposa y de su organización criminal. Pese a ello, la “NI” habría sellado una alianza política en virtud de la cual la señora María de los Ángeles Pineda Villa es hoy consejera del PRD. En otras palabras, el grupo de Abarca y de su esposa, habría logrado poder político en Iguala al amparo y protección del PRD.

 

¿Quién ha financiado el proyecto político de la llamada “Nueva Izquierda”? Los chuchos postulan a personajes diversos “a cambio de apoyos para mantener bajo su dominio el aparato del PRD, con lo cual la franquicia que han usufructuado desde 2008 les sigue dando automáticamente las prerrogativas federales para distribuir recursos y posiciones a quienes les son más leales. El último de sus inventos fue José Luis Abarca Velázquez, el ex alcalde de Iguala (...) Abarca Velázquez fue defendido por el antecesor de Navarrete, Jesús Zambrano, aun después de que se hizo público que mientras celebraba el informe del DIF que dio su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, su policía municipal y sicarios de la banda criminal Guerreros Unidos, dispararon contra normalistas de Ayotzinapa, mataron a seis personas, y se llevaron con rumbo desconocido a decenas de estudiantes (...) Zambrano, con el apoyo de Los Chuchos, defendió al alcalde que pusieron en Iguala y salió al rescate del gobernador Ángel Heladio Aguirre (...) No son inocentes. El ex alcalde puede ser incluso probable responsable de homicidio, pero Aguirre y Los Chuchos son culpables de asociación política delictuosa (...) Ninguno de ellos puede decirse sorprendido (...) Abarca Velázquez era una papa demasiado caliente con la cual jugaron todo el tiempo”2

 

En un país donde la política y los políticos tienen un hedor irrespirable, se genera el ambiente donde ya germina un movimiento nacional antisistémico con potencial para trastocar el proceso de implementación de la reforma energética y con ello, dañar las bases de funcionalidad del gobierno. Elementos colaterales apuntan a un proceso complejo de violencia con objetivos políticos. El comunicado 21 del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), anuncia la formación de una brigada popular de ajusticiamiento 26 de septiembre para enfrentar al cártel de sicarios Guerreros Unidos, advierte, además, que la corriente Nueva Izquierda del PRD es cómplice de los hechos del 2014. Abre con ello un escenario inédito de mayor descomposición y violencia política.

 

Gobernador Aguirre, indefendible

 

El PRD de los chuchos no atina a asumir sus costos. En lugar de ello, la falaz narrativa de su nuevo presidente nacional raya en el cinismo; exhibe a un grupo político que en sus tratos con el poder ha logrado el control de un partido que hoy se le deshace entre las manos. Ángel Heladio Aguirre Rivero es políticamente indefendible. ¿Por qué entonces Carlos Navarrete se empeña en darle un escudo de protección? ¿De qué tamaño son los tratos inconfesables de poder entre el PRD de los chuchos y este gobernador? Desde la plataforma nacional perredista se avala una consulta que no va más allá de la retórica y que el propio INE califica de improcedente.

 

Como están las cosas, no basta con condenar la masacre, es necesario llevar a una pulcra rendición de cuentas al mandatario que ellos llevaron al poder. ¿Por qué Navarrete en lugar de tomar refugio en un discurso que nadie cree no da este paso? La impunidad de algunos miembros de la clase política no tiene límites. En un territorio con gobernador y munícipe perredistas se perpetra un crimen de lesa humanidad, pero al presidente del PRD le preocupa más la salud política de su gobernador: “…el flamante líder nacional del partido pidió perdón. Y también solicitó apoyo de las fuerzas federales para la entidad (no recuerda) Navarrete que en su calidad de presidente del Senado acudió en agosto de 2010 a los diálogos sobre la estrategia de seguridad que convocó el entonces presidente Felipe Calderón. Crítico, el legislador perredista impugnó: “¿Cuánto tiempo vamos a tener a las Fuerzas Armadas en el primer plano de combate? Ese combate diario, cuerpo a cuerpo, es obligación constitucional de la policía y otras fuerzas, no de las Fuerzas Armadas”3. Ahora, es el mismo Navarrete el que pide que haya más presencia de esas fuerzas federales en entidades como Guerrero. Vaya manera de hacer política de un personaje que se jacta de ser distinto a los dirigentes que le antecedieron pero que no va más allá de ser el espejo de Zambrano.

 

La inconsistencia de Carlos Navarrete no hace más que exacerbar los ánimos de una sociedad agraviada por los excesos del poder y la impunidad de los políticos. La irritación de los habitantes de Iguala y de otras partes del país –no sólo de los familiares de las víctimas caídas en esta masacre– anuncian un punto de inflexión en la lógica del proceso político en México.

 

Peña rumbo al fracaso

 

El Estado mexicano está hoy en el centro de la controversia internacional por el caso de los estudiantes desaparecidos-ejecutados de Ayotzinapa. Pero ese hecho solo confirma un patrón histórico de violación sistemática a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad: Acteal, 1997; Aguas Blancas, 1995; halconazo, 1971; Tlatelolco, 1968.

 

A la tesis del Estado fallido y del colapso rápido se agrega hoy la hipótesis del narcoestado. ¿Qué fuerzas alimentan la ingobernabilidad que ya se respira en el país? ¿Hay facciones del sistema que le apuestan al fracaso del Presidente? ¿Es fortuito el estado de descomposición que vivimos u obedece a un plan ideado por quienes desde dentro del sistema toman distancia del modelo reformista del Presidente? “Lo cierto es que mientras las instituciones se debilitan por seguir líneas confusas de un proyecto nacional inexistente, México pierde un gran número de oportunidades…destinando a todos los mexicanos, sin excepción alguna, a las consecuencias de un estallido social sin autoridades que puedan contrarrestar al Estado fallido en casi todo el país”4. Quien formula esta crítica conoce las entrañas del Instituto Armado y se pregunta: “Qué instancias le quedan a México para hacer frente a una guerra nacional? ¿Quiénes están detrás de esta inestabilidad? ¿Narcotraficantes? ¿Políticos? ¿Líderes de oposición?”5

 

Desde la sede del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Luis Videgaray alerta sobre los efectos negativos de la violencia sobre el crecimiento económico. Es decir, si la vorágine de la barbarie se mantiene, el efecto esperado de las reformas simplemente no se producirá. En tal escenario, el fracaso del Presidente sería absoluto. Por esto, más allá de los atroces hechos de Tlatlaya y Ayotzinapa, conviene tener presente la hipótesis de la acción convergente que buscaría fracturar el proceso de implementación de la reforma energética. Fuerzas diversas buscarán mostrar al Presidente como una figura rebasada por los acontecimientos de violencia en el país.

 

Desde un enfoque analítico, el contexto reproduce la visión de una presidencia estructuralmente débil, similar a las que se dieron en el interregno mexicano 2000-2012, con dos agravantes: la primera, la formación de grupos que le apuestan a las acciones directas en política y, la segunda, la defenestración del principal partido de izquierda por pactos y acuerdos inconfesables con bandas del crimen organizado.

1 Riva Palacio, Raymundo, Estrictamente personal en El Financiero. México, octubre 8, 2014. p.-30.
2 Ibidem, p.-30.
3 Melgar, Ivonne, Retrovisor en Excélsior. México, octubre 11, 2014. p.-11.
4 Godínez García, Miguel Ángel, Alto mando en Excélsior. México, octubre 12, 2014. p.-19.
5 Ibidem, p.-19.