Origen y decadencia del grupo de poder Sección 22

Lejos quedó la imagen de los maestros oaxaqueños en abril de 1980 al llegar a la ciudad de México en una de sus famosas y hasta épicas marchas desde Oaxaca, que hizo decir al entonces presidente de la república José López Portillo “Que estos maestros no eran sino campesinos pobres”.

 

Quedó también en el pasado cuando vecinos de Tlalpan, al sur de la ciudad de México, salían a la calle a recibir a los maestros llamados democráticos con naranjas y manzanas al llegar de Morelos rumbo a sus protestas al zócalo del Distrito Federal.

 

Eran los años de la lucha del recién llamado Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación en Oaxaca (MDTEO) con que enfrentaban al poderoso grupo de entonces vinculado al PRI “Vanguardia Revolucionaria” que dominaba el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

 

Más de 34 años después la imagen es muy diferente. Una postal del cambio de aquellos que parecían campesinos empobrecidos lo tenemos recientemente en uno de los “accionar” de los profes de la 22 en la sede del Congreso de Oaxaca cuyo estacionamiento se vio colmado por la gran cantidad de automóviles de los maestros. Indicador de su nuevo estatus. Y en la ciudad de México hoy el encono contra los maestros de la CNTE que encabeza Oaxaca es casi general.

 

De entrada es importante apuntar que está más que visto que a la Sección 22 no le interesa la educación, se han desligado de la función que sería su razón de ser. En sus largos pliegos petitorios no hay nada que atienda lo académico. Ha construido un discurso de lucha social estatal y nacional según ellos superior. En su reciente manifiesto político más partidista que gremial, “Documento orientador y propuesta para la continuidad de la jornada de lucha nacional y estatal”, no hay alusión al nivel académico ni superación pedagógica, lo dejan claro: “En esta batalla se definirá si podemos seguir teniendo una organización sindical que no solo ha buscado defender derechos gremiales sino además de tipo social, o es el fin del único bastión de lucha a nivel nacional que aún se sostiene”. Por ello no hay posibilidad de análisis de su postura académica o pedagógica, incluso su Programa de Transformación Educativa (PTEO) es más un manifiesto político sin fundamentos para alguna transformación educativa, sino al contrario, apunta al retroceso basado en un concepto tradicional del pasado, “comunalismo” indigenista, que combina absurdamente con equidad de género cuando ese comunalismo tiene como premisa que la mujer vale menos.

 

Los inicios…

 

Los primeros 10 años la lucha magisterial de Oaxaca se sotuvo contra su dirigencia nacional, primero contra Jonguitud Barrios y luego contra Elba Esther Gordillo. En 1986 al llegar Heladio Ramírez López al gobierno de Oaxaca encuentran un aliado. Este político priista echeverrista había tejido todo tipo de alianzas con los grupos regionales y opositores al PRI como parte de su estrategia para llegar al poder estatal. El típico político que encendía fuegos para después apagarlos y exaltar así sus servicios y habilidades.

 

En esos años se dio la exigencia de que el SNTE emitiera la convocatoria para la elección del Comité Ejecutivo de la Sección 22, ya en manos del MDTEO, lo que les fue negado durante 10 años ante el desgaste de la dirigencia de Pedro Martínez Noriega. Finalmente sacan la convocatoria y se elige nueva dirigencia. El dirigente saliente Martínez Noriega es nombrado por el gobernador Director de Tránsito del Estado. La buena relación gobierno y dirigencias seccionales inició en este periodo. Después surgiría la combinación de buena relación y confrontaciones esporádicas.

 

En 1992, último año de gobierno de Heladio Ramírez, se realizó en Oaxaca el proceso de descentralización nacional de los servicios educativos que impulsó Carlos Salinas de Gortari. Supuestamente para que la Sección aceptara esta política pública federal se le hacen grandes concesiones, el gobierno del estado le entregó prácticamente el control de flamante Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).

 

La Sección sindical creció cuando el gobierno del estado incluye en el IEEPO a la dirección de Educación Indígena y hay quienes aseguran que para hacer crecer aún más a esa Sección sindical hasta se quería incluir al Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA) lo que ya no fue posible o ya no hubo tiempo. Era el último año de Heladio en el gobierno.

 

Entregan IEEPO a la 22

 

Direcciones generales como esta de educación indígena, de educación física, educación primaria, así como las estratégicas jefaturas de supervisión quedan en manos de la 22. Era imposible no percatarse de que le entregaban un poder enorme a ese gremio al hacerlo patrón y sindicato. El control gremial e institucional en todo el estado se puso bajo el mando de la 22.

 

El poder total, quien no obedeciera al sindicato era castigado laboralmente, removiéndolo de su adscripción y hasta despidiéndolo, lo que echa por tierra su falso discurso de la defensa laboral.

 

La interrogante será siempre, ¿Por qué Heladio Ramírez dejó esta situación tan grave que ha costado tanto a Oaxaca en tres décadas?

 

La doble negociación

 

Inició también la doble negociación sindical, la que realiza el SNTE en el ámbito federal y cuyos beneficios también son para las secciones estatales; y la segunda negociación ante el gobierno del estado de lo que ya era una delegación de la CNTE (la más grande y radical), organización disidente dentro del SNTE con secciones de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán. En tanto critican a su dirigencia nacional, se movilizan en el estado y al no poder legalmente realizar huelgas inventan sus paros de labores que son largas huelgas así disfrazada. Instauran un “plantón” anual después del 15 de mayo (día del maestro) en el zócalo de Oaxaca de Juárez. Siempre con su método de lucha “Movilización (presión)-negociación” y siempre cobrando sus salarios completos.

 

Cada principio de año entregaban un pliego petitorio con el que fueron adquiriendo cada vez más aumentos, prestaciones, plazas automáticas al egresar de la normal, heredarlas, más y más plazas con lo que en 20 años de 60 mil empleados pasaron a 80 mil. Esas son las que se pagan, no se sabe si efectivamente existe ese número de trabajadores de la educación en Oaxaca. No hace mucho el gobernador del estado reconoció que no saben dónde están 22 mil claves que detectó el Registro Nacional de Maestros pero que tampoco conoce su ubicación en Oaxaca. Además, también han obtenido bienes como hoteles en Oaxaca de Juárez, Huatulco y Puerto Escondido. Ese pliego petitorio así llamado es exactamente eso, pura petición, nunca ofrecían nada, ni mejorar la calidad, ni compromiso de capacitación, sólo adicionalmente exigían desayunos, uniformes y zapatos para los niños.

 

100 días de aguinaldo

 

La doble negociación los llevó a arrancarles a los sucesivos gobiernos de Oaxaca después de Heladio infinidad de privilegios, entre ellos llegar a gozar de 100 días de aguinaldo como en ningún otro estado. Cobran 485 días y apenas y trabajan 160 días en promedio de los 200 del calendario escolar. Buen número de ellos tiene doble plaza, pocos por méritos, la mayoría por ser parte de la nomenclatura gremial o por haberla comprado. Y hay quienes lograron jubilarse con doble plaza. Además de dejar heredado un lugar a su hijo, sobrino o vendérselo a alguien que así compra salario de por vida y los privilegios mencionados.

 

Con estos gastos innecesarios, y por todos los demás que exige la Sección 22, el gobierno del estado acababa cada año con 3 mil millones de pesos de déficit en el servicio educativo, aunque en este año 2014 ha trascendido que ese déficit hasta julio iba por el orden de 4 mil millones. A la fecha el monto total del déficit es multimillonario.

 

Surge la Sección 59

 

En el año 2005 la caída del movimiento era notorio, el escándalo por la comprobada corrupción del dirigente Enrique Rueda Pacheco hundió la moral del movimiento. En las manifestaciones de ese año había apatía, desgano, ya nadie gritaba consignas, el silencio y la abulia estaban a la vista. Rueda es acusado con pruebas por su secretaria de finanzas, Erika Rapp Soto, de recibir dinero, vehículos del IEEPO y hacer negocios con las empresas que proveen de electrodomésticos a los docentes con cargo a la nómica, recibía Rueda de ellos camionetas y recursos a manera de “gratificación”.

 

En la asamblea de pre pleno de noviembre de 2005 deciden absolver a Rueda por “inconsistencias jurídicas”, pero aplican el Principio Rector 20 y expulsan a todos sus detractores. Éstos sale de la Sección 22 y fundan el Consejo Central de Lucha (CCL), lo que más tarde el SNTE de Elba Esther aceptaría como su Sección 59.

 

Ulises reanima a la 22

 

Estaban en ese declive, la Sección 22 parecía zozobrar por el desencanto de sus agremiados cuando al siguiente año, 2006, Ulises Ruiz Ortiz realiza la contraproducente hazaña de atacarlos y devolverles coraje y nuevas banderas que los aglutinan de nuevo, tanto al magisterio como a numerosos grupos políticos que sufrían la represión y soberbia de los funcionarios. La gremial se dio a la tarea de fundar la Asamblea Popular del Pueblo (sic) de Oaxaca (APPO) en donde se refugiaron decenas de organizaciones que hallaron en esto hasta un bastión para su sobrevivencia. Varios líderes ya habían caído muertos: César Toimil Robert, Miguel Herrera Lara (El Cocodrilo) en Tuxtepec; Neguib Manríquez, Manuel de Jesús Guillén, en el Istmo; Moisés Cruz Sánchez en la Mixteca.Se calculaban más de 40 muertos vinculados a la política, Serafín Martínez en Huautla en la Cañada; Guadalupe Ávila de la Costa...

 

Junio de 2006, unos 700 policías intentaron desalojar a los maestros del zócalo de Oaxaca, de entrada y por la sorpresa se replegaron pero pronto llegaron 5 mil y 10 mil sindicalistas que repelen a los policías y les propinaron una felpa en venganza por la que momentos antes los profes habían recibido. Hay quienes exaltan la “valentía” de URO por enfrentar al magisterio, pero más que eso fue un desatino enorme, sin estrategia ni planificación alguna, otra más de las ocurrencia destinadas al fracaso. Los jefes policíacos reconocen que fue un error pues para una confrontación así se requiere técnicamente 4 policías por cada rebelde, y aquí fue al revés, de ahí que hasta hubiera policías desmayados o arrastrados por las calles por los maestros.

 

Oaxaca, paralizada

 

Desde junio hasta noviembre y aun entrado el siguiente año los conflictos no cesan. Hasta noviembre las colonias y cruceros importantes se llenaron de barricadas. La bandera que unifica a magisterio, APPO y demás gente del pueblo que se sumó fue la petición de la salida de URO, el “tirano”, al grito de “ya cayó, ya cayó”. Después de tanta pérdida, de clases, de turismo, de ventas, de paz, Ulises logró sostenerse en el cargo pero el magisterio no perdió sino logró obtener más que nunca a pesar de la entrada de la Policía Federal. Reclasificación de su salario a zona de vida cara, además de millones de pesos en efectivo, dotación de casas, etc.

 

Ambos, gobierno y magisterio fueron ganadores a costa del gran perdedor, la población y los niños quienes realmente perdieron ese año escolar aunque los pasaron de año a todos, si de suyo les enseñan poco, en 2006 nada aprendieron en las aulas; muchos de los comerciantes sobre todo los pequeños del centro de la ciudad quebraron, otros emigraron de la entidad. La de por si endeble economía de Oaxaca fue dañada para mucho tiempo, aún hoy se sufren las secuelas del 2006. Las pérdidas fueron millonarias y, como siempre, los programas de rescate gubernamentales sólo llegaron a los más ricos amigos del régimen, como también sucede ahora en 2014. Apoyos para pagar salarios a empleados de los comercios que rara vez llegan efectivamente al empleado.

 

En la puja por deponer a URO, así como se unieron los grupos políticos regionales, también se unieron aquellos que habían sufrido las agresiones o desatenciones de ese gobierno, el entonces senador por Convergencia Gabino Cué Monteagudo, a quien pretendieron recluir en la cárcel y José Murat quien dejara a URO como sucesor y no recibiera la atención esperada sino al contrario. El periódico Noticias a quien Murat agredió e invadió sus bodegas en el último tramo de su gobierno, fue más agredido por URO, quien desde su campaña para gobernador amenazó de vengarse de las críticas y el apoyo de ese periódico, el de mayor circulación en Oaxaca, a su contendiente por el cargo, Gabino Cué en 2004. “Nosotros los vamos a aguantar unos días -decía al final de la campaña- pero ellos nos van a aguantar seis años”. Un año después la CROC invadió las instalaciones del periódico. En consonancia con su falta de rumbo ese gobierno logró unir a poderosos enemigos en su contra.

 

2006 alianza Cué-22

 

Fue en esos años cuando cristalizó la alianza opositora entre Cué y dirigentes de la Sección 22. Y se solidificó las de estos últimos con José Murat, también promotor de la frustrada caída de URO, y quien no había tratado mal al magisterio en su sexenio. De hecho, salvo URO, ningún gobernador los ha tratado mal, no tanto por simpatía sino por el temor a la fuerza de 60 o 70 mil maestros que en 2006 mostraron todo su poder, al estar a un tris de tirar a un gobernador.

 

Esos miles de votos de los maestros fueron sin duda importantes en la contienda de 2010 cuando por segunda vez fue candidato Gabino Cué y ahora sí se alzó con el triunfo. Naturalmente que necesitó mucho más que esos votos para ello.

 

A estas alturas y de acuerdo a como se ha escrito la historia del actual sexenio, que inició como del cambio y derivó en del caos, podemos decir que no es por ese agradecimiento o alianza que se encuentra sometido Gabino Cué al llamado cartel de la 22, podríamos decir que no los une a ellos el amor sino el espanto. Les teme demasiado pues conoce bien de sus capacidades para ponerlo en picota o derribarlo.

 

Gabino, su miedo a la 22

 

Es miedo no apego o respeto a las alianzas lo que mantiene a Cué bajo la bota de la 22 pues ha prescindido el gobernador de otros aliados sin el poder de la gremial como Jesús Martínez Álvarez, su segundo secretario general de gobierno, pieza más que fundamental en la carrera de Cué al gobierno, fue quien lo hizo presidente municipal de Oaxaca y después senador de la república cuando Martínez era secretario general del Partido Convergencia. Salió Jesús Martínez de este gobierno de una manera poco elegante.

 

Destituyó al principal hombre en Oaxaca de otro de sus benefactores Andrés Manuel López Obrador, del cargo de Secretario de Desarrollo Agropecuario (SEDAFPA), Salomón Jara para poner a un panista Edgar Guzmán Corral (¿no parece agravio al “peje”?) y sin mejores oficios que Salomón. Incluso hasta se ha distanciado de su mentor el ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, quien lo inició en la política y la administración pública.

 

Y bajo este terror del gobierno la sección desarrolla sin cortapisas, con toda impunidad sus protestas de terror para la población en contra de una reforma educativa que no sólo termina con su “sindicalismo patronal” sino les arranca la millonaria nómina que compartía con el gobierno y sus burócratas, aún siendo una muy limitada reforma educativa aunque paso necesario para algo superior. De donde también se deduce este otro fuerte motivo para tan dañina unión Cué-22, el dinero, los cientos, miles de millones de pesos del agonizante IEEPO que ambos administran en armonía.

 

La puja de la 22 por imponer sus intereses en Oaxaca, que al menos aquí no se aplique la reforma educativa federal, que todo siga igual o peor con el retroceso de su “comunalismo”, tiene como moneda de cambio a un millón de niños.

 

Está claro que no es la educación lo que les importa, sino la “lucha social” de la que se creen la única avanzada y con la que justifican su intensa presión por conservar sus privilegios.

 

En realidad la Sección 22 tiene secuestrada a la educación de Oaxaca y a los educandos. Los niños son y han sido sus rehenes durante tres y media décadas con la complacencia y complicidad de todos, sociedad y gobiernos estatales y federales.