El oficio del político ha sido el de saber interpretar lo que necesita o desea su sociedad. El del demagogo saber que quieren escuchar para ganarse los aplausos, los votos. La guerra y la política es el arte de la simulación, está dicho.
Con el enorme crecimiento de las sociedades la toma de decisiones se hizo más compleja, pues ¿cómo saber lo que tanta y tan diversa gente quiere? Se hizo necesario echar mano de innovaciones técnicas para ello.
De ahí la creación de la ciencia de la mercadotecnia en los Estados Unidos el siglo pasado, y con ésta los estudios de mercado, las encuestas, prospectivas, etc. Sin embargo, el oficio del político persiste en lo esencial pues debe conocer la idiosincrasia de sus conciudadanos.
Para absurdos Oaxaca
Por ejemplo, a ningún político gringo en el poder se le ocurriría cubrir a la estatua de la Libertad; tampoco a un español ponerle puertas de madera a la llamada Puerta de Alcalá. O en el Distrito Federal techar el Zócalo de esa ciudad. Vamos ni siquiera harían una consulta para eso.
En Oaxaca nuestros políticos se pintan solos para romper las ataduras del sentido común: el Auditorio Guelaguetza, teatro concebido al aire libre al estilo griego por oaxaqueños inteligentes fue violentado en su originalidad por otros oaxaqueños muy diferentes.
Colocar un techo de lona, una velaria como se le llamó desde los tiempos de Ulises Ruiz Ortiz, su impulsor, fue no sólo alarde de mal gusto sino de codicia para rentarlo a espectáculos mal llamados populares, negocios al gusto del prófugo Sergio Castro.
Concebido con los pies, este proyecto fue ejecutado y culminado de igual forma. La caída de esa velaria a pocos meses de su instalación es prueba insoslayable de su carencia de calidad. Desde la construcción de la estructura de fierro todo se hacía mal, aquí damos unas pruebas de ello.
Encuestadora “patito”
Nadie quiso esa velaria ulisista desde un principio, y no porque insólitamente la retomara el nuevo gobierno la gente cambiaría de opinión, al contrario la decepción fue mayúscula y el rechazo superior. Finalmente el responsable de ese despilfarro es el gobierno de Gabino Cué.
Precisamente por aberraciones como esta velaria la gente votó en contra del PRI en beneficio del llamado gobierno del cambio. El nuevo gobierno pagó este beneficio con la burla de proseguir con ese absurdo.
Encarrerado en el absurdo el titular de SINFRA, el desprestigiado Netzahualcóyotl Salvatierra a nombre del gobierno dilapida el erario en una encuesta sobre si se retira o no esa velaria, cuando especialistas, artistas, folcloristas, colegios de profesionales y todos la repudian.
Esa pantomima superflua corre a cargo de la encuestadora “patito” de cabecera de Cué y su gente desde hace lustros, de la Universidad Vasconcelos (UNIVAS). Por todo esto es que dos diputadas locales valientemente han tronado contra este mal gobierno.
“Castigar a corruptos”
Martha Patricia Campos, diputada panista, descalificó la consulta pública pues esta debió hacerse antes, dijo: “Es prueba de lo que ocurre con el techado del Auditorio; después de invertir, de gastar más de 900 millones, ahora se quiera llevar a la consulta para después tirar la obra”.
“A lo mejor al gobierno de Oaxaca y sus funcionarios les sobra el dinero, porque no se dan cuenta que solo gastan el dinero sin importarles seguir exprimiendo a los oaxaqueños (...) O el gobernador Gabino Cué Monteagudo toma acciones en contra de sus secretarios corruptos o si no puede que se vaya, porque entonces él es quien no funciona”, asentó la diputada.
La diputada Margarita García, del Partido Movimiento Ciudadano (MC), solicitó al ejecutivo que tanto el dictamen del peritajes de la velaria caída como el estado de las obras del distribuidor vial de Cinco Señores fuera entregado al Congreso local. No le hicieron caso.