En el nuevo gobierno del PRI Manlio-Gamboa: el verdadero poder

manlio_gamboa_150¿Quería Enrique Peña Nieto a Gamboa y a Manlio como operadores en el Congreso? Difícilmente, porque ambos han tenido y tienen agenda propia. Entonces ¿qué fue lo que ocurrió? Probablemente, ante la perspectiva de una costosa derrota política, decidió que Cristina Díaz y Jesús Murillo Karam, no se inscribieran a la interna parlamentaria donde el PRI definió a sus coordinadores en ambas cámaras.

 

¿Cuál es el mensaje de esto? En primer lugar, que en muchos ámbitos, entre ellos el parlamentario, Luis Videgaray –el hombre fuerte de Peña Nieto- está superado por la facción priista Manlio-Gamboa; en segundo lugar, que Peña Nieto no será quien defina el perfil programático de su presidencia, sino los cuerpos intermedios enlazados a intereses específicos; y, en tercer lugar, que viene la disputa real por el control de espacios sensibles del próximo gobierno.

Para nadie es un secreto que varios emblemáticos priistas –Labastida, Gamboa, Manlio, Paredes, etc.- controlaban y aún controlan áreas vitales en dependencias estratégicas como la secretaría de Hacienda o el Servicio de Administración Tributaria. Las élites transversales priistas buscan operar como si nada hubiera ocurrido. Son omisos de lo que significa que en la presidencia de la República esté por arribar uno de los suyos. La victoria política de la dupla Gamboa-Manlio en el Congreso sienta referente para el reacomodo entre los gobernadores priistas.

quepena_nieto¿Otra presidencia acotada?

Los mandatarios estatales del PRI vetan el viejo presidencialismo omnipresente y omnicompetente. Aunque hay factores para aceptar que la apuesta de Enrique Peña Nieto es por la de una presidencia fuerte, la evidencia confirma más bien una suerte de reedición de las presidencias débiles panistas. El mejor escenario para quienes desde el Poder Legislativo operaron como auténticas vicepresidencias de facto durante el interregno panista es el de las presidencias débiles y la de Peña Nieto se encamina a reproducir ese patrón.

¿Qué llevó al establecimiento federal panista a tolerar las células priistas que se instalaron en la administración pública para servir a una de las facciones del PRI que no es la de Enrique Peña Nieto? ¿Está en condiciones el mexiquense de eliminar estos grupos al servicio de sus adversarios internos? Está visto que la facción que a Peña le disputó la presidencia busca mantener lo que tiene y ocupar otras áreas críticas de gobierno. Hasta ahora, parece que no hay poder de contención a la dupla Manlio-Gamboa, por lo que se vislumbra una nueva presidencia acotada.

Peña, adversario internos

Cuando se habla de los adversarios de Peña Nieto, buena parte de los observadores voltean hacia la izquierda social y en particular hacia Andrés Manuel López Obrador y su movimiento. Pocos reparan en el hecho de que el mexiquense tiene dentro del PRI y del gobierno a sus principales detractores.

“Las consecuencias de que Manlio Fabio coordine los trabajados de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados son de pronóstico reservado”. La aseveración tiene sentido porque el sonorense le disputó a Enrique Peña Nieto la candidatura presidencial del PRI y hay versiones que aseguran que Manlio se retiró del proceso interno muy a su pesar. Nunca procesó la derrota: “¿qué tal si el coordinador de esa mayoría que tanto trabajo costó construir actúa como si fuera de oposición?”. La estrategia dominante del sonorense es confirmatoria de la duda. “Durante los seis años en que Beltrones fue senador no caminó precisamente al lado de quien era gobernador del Estado de México”.

Manlio, rivalidad

En este contexto, surge la principal interrogante: “¿Cómo harán los operadores de Peña Nieto para olvidar aquel pasaje del 2009 cuando Manlio Fabio desbarató un acuerdo secreto mediante el cual la dirigencia del PAN se comprometía con la del PRI a no establecer alianzas con el PRD en el Estado de México a cambio de la aprobación del paquete económico del presidente Felipe Calderón?”.

Entre Peña y Beltrones hay incompatibilidad de caracteres políticos. “Las diferencias…tienen que ver con el pasado, pero también con el futuro. Manlio intenta consolidar un grupo político propio dentro del PRI. Con habilidad, logró colocar a Pedro Joaquín Coldwell como dirigente nacional de su partido, cuando Humberto Moreira cayó en desgracia. Ahora será coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados y por sus manos pasarán un sinfín de asuntos. De sus decisiones y de su forma de operar dependerá en buena medida la estabilidad política del nuevo gobierno. En la búsqueda de un proyecto político personal, quizá con miras al 2018, Manlio Fabio Beltrones podría convertirse en un opositor a determinadas políticas del nuevo gobierno, pero desde el propio PRI…”1.

Personajes pesados

En este orden de ideas, una conjetura que se plantea es que el mensaje más delicado de la designación de Gamboa y Manlio como coordinadores priistas en el Congreso es que Peña Nieto en el Poder Legislativo “…no pasará de ser un priísta más (…) Peña nada (tuvo) que ver en la designación de Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa como coordinadores de las bancadas de diputados y senadores de la LXII Legislatura; lo (son), única y exclusivamente, porque lo merecen”2.

Manlio y Gamboa son “…dos pesados personajes que le superan en experiencia, habilidad, relaciones…Como proyecto que le trasciende (presidencia fachada), gana operadores para enfrentar el largo trecho rumbo a la toma de posesión y para conseguir una gobernabilidad basada en cuotas, pero políticamente se muestra insuficiente, entrampado, condicionado.

Reducido de golpe a una condición casi igualitaria (…) apesadumbrado Peña Nieto ve llegar al reparto de cuotas a Manlio Fabio Beltrones Rivera, el sonorense que sin estridencias le regateó la postulación presidencial, y a Emilio Gamboa Patrón, el habilidoso yucateco ahora reciclado, poseedores ambos de un capital político fundado en los claroscuros del sistema y en el entendimiento con los factores más densos de éste (…) (Enrique Peña Nieto) presidirá…, pero no gobernará a plenitud. Allí estarán, juntos…apoyando pero también apoyándose, MFB y EGP, compadres históricos que suelen jugar en bandas distintas que luego acercan para quedar siempre en buenas condiciones operativas, depositarios de las claves para operar el entramado del Congreso de la Unión que Felipe Calderón no pudo echar a andar con sus proyectos de reformas estructurales y que Peña Nieto tampoco podrá activar si no es mediante el acuerdo político con sus adversarios pertenecientes a otros partidos y con sus fortalecidas contrapartes internas (…) La aceptación de Manlio y Emilio como jefes legislativos significa también una devaluación del equipo cercano de Peña Nieto, en especial de quien hasta ahora era considerado un todopoderoso tecnócrata de la escuela de Pedro Aspe a quien las circunstancias encumbraron provisionalmente como estratega político. Jesús Murillo Karam tampoco fue usado por su jefe en turno…para intentar el bloqueo de la cantada búsqueda del control camaral por parte de Beltrones”3.

Manlio ¿el reformador?

Más que Peña Nieto, será Manlio Fabio Beltrones quien volverá a jugar el papel de gran reformador. De hecho, hay filtraciones en diferentes medios que aseguran que el sonorense ya tiene prácticamente elaborada la propuesta de reforma fiscal integral y que iniciará el periodo ordinario de sesiones de la LXII Legislatura cabildeando esa reforma. Las consultorías Ernst & Young, Herbert Bettinger, firmas de cabecera de Manlio Fabio, habrían sido las encargadas de formular la propuesta.

Contemplaría modificaciones al Impuesto al Valor Agregado y su aplicación a varios productos que actualmente gozan de tasa cero. La semana que transcurre, el futuro coordinador de la bancada priista en San Lázaro tendría contempladas varias reuniones con diferentes actores políticos para consensuar la iniciativa.

Gamboa y los demonios

En cuanto a Gamboa, en la página 24 de la primera edición del libro de Lydia Cacho, Los demonios del edén se lee: “Succar (Jean) presumía de contar con tres amigos influyentes. En primer lugar, José López Portillo, ex presidente de México. En segundo lugar, Miguel Ángel Yunes Linares, quien en el periodo de 1985 a 1987 trabajó como subdirector general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares en la capital del país y con quien, de acuerdo con Succar, había hecho negocios. Y, en tercer lugar, el operador político del PRI, Emilio Gamboa Patrón, con quien se le veía constantemente en restaurantes de Cancún”.

En un extenso relato de una de las afectadas, que en el libro de Lydia Cacho se identifica con el nombre de Emma, aparecen las siguientes referencias (páginas 38 y 39): “Yo estuve con el señor Miguel Ángel Yunes y con el señor Emilio Gamboa Patrón en una comida. Johny (Jean Succar Kuri) me llevó con él al Distrito Federal, a un restaurante muy elegante en la avenida Insurgentes, donde fueron llegando varios señores. Me saludaron con mucha amabilidad. Cuando ya iban a hablar de negocios, Johny me mandó a que fuera a pasar un par de horas en un centro comercial. Nunca olvidaré que Yunes me miró muy sonriente y gentilmente me dio un billete, creo que eran cien dólares, me impresionó mucho. Me dijo que me comprara un vestido muy bonito. Yo me fui con uno de sus choferes y ellos se quedaron hablando”.

Este es el verdadero conclave de poder en el PRI y que en la práctica funcionará como contrapeso político de Enrique Peña Nieto.

1 Contreras, José, Expediente político en La crónica de hoy. México, agosto 06, 2012, p.- Dos.

2 Bustillos, Juan, La sucesión presidencial para prinicipiantes en Impacto El Diario. México, agosto 06, 2012, p.- 2.

3 Hernández López Julio, Astillero en La Jornada. México, agosto 8, 2012. p.- 4)