Guelaguetza desgarrada, de velaria a sudario

guela_1Pues sí.

Ni los más negros augurios concebidos por mentes retorcidas pudieron columbrar la situación real de la célebre Velaria del Fortín, a un año de su fallida inauguración y a unos días de los Festejos del Lunes del Cerro 2012. Obras inconclusas y colapsadas por graves errores técnicos, decisiones equívocas y condiciones climáticas adversas. Estructuras faraónicas que cayeron por tierra, en marzo pasado, a escasos siete meses de su colocación en una tarde airosa al finalizar el invierno.

 

“Una racha inusual de viento” adujo Netzahualcóyotl Salvatierra, titular de SINFRA. Por fortuna el auditorio estaba vacío. La única víctima del percance fue la velaria que en dos de sus tres lienzos quedó desgarrada. Y por las mismas, alterado en su concepción original, el magnífico Auditorio del Fortín o Guelaguetza construido ex profeso en 1974 por el secretario de Educación Pública y digno ex gobernador de Oaxaca, don Víctor Bravo Ahuja e inaugurado al alimón con don Manuel Zárate Aquino, el 22 de julio de 1975, en el Primer Lunes del Cerro de su corta gestión como gobernador constitucional.

Voces en el desierto

En el verano de 2011 la protesta se recrudeció.

No era para menos. Netzahualcóyotl Salvatierra, titular de SINFRA autorizó la modificación de la obra. So pretexto de “errores técnicos” alteró sustancialmente el proyecto original aprobado por la Dirección Municipal del Centro Histórico en 2010. Lonas Lorenzo colocó nuevas estructuras, creció el perímetro cubierto, modificó todos los planos. Fue tangible la dimensión del atentado contra el paisaje monumental y natural desde todos los puntos cardinales del valle oaxaqueño.

El clamor subió de tono. La voz autorizada del maestro Francisco Toledo se sumó al rechazo general. Calificó de “monstruosidad” (sic) tal obra y exigió al gobierno de Gabino Cué el retiro definitivo e inmediato de dicho “adefesio” (sic). Indignadísimo, el artista fusionó el cartel oficial con un grabado suyo y lo publicó en son de enérgica protesta. (El Imparcial, junio 28, 2011).

guela_2Tampoco fue el único.

Don José Luis Chávez Botello, arzobispo de Antequera-Oaxaca, demandó revisar y rescatar las fiestas de la Guelaguetza. El 10 de julio del año pasado, el prelado alertó sobre la manipulación y deterioro del sentido original y valores de la máxima expresión de la identidad oaxaqueña. Llamó a privilegiar lo cultural, histórico y social cuidando raíces y contexto como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad. Pidió que las obras públicas de impacto sean mejor asesoradas y, sobre todo, la cercanía y escucha de los gobernantes.

Todo en vano

Con julio llegaron las lluvias. A las primeras de cambio, los orgullosos lienzos de Ferrari -“dúctiles e impenetrables”, Salvatierra dixit- se perforaron. La obra inconclusa se colapsó. La velaria devino coladera gigantesca. Espacios radiofónicos, agencias y diarios reprodujeron gráficas de tales destrozos. Focos rojos y control de daños. Se esfumaron evidencias del desastre.

A la postre, tras sustituir los lienzos desgarrados, inauguraron la obra. Festejos deslucidos. El Lunes del Cerro y su Octava cambiaron su esencia en 2011. Sepultaron el sentido original del Homenaje Racial de 1932 y le dieron ese toque Fashion-In al que es tan proclive la nueva clase política.

En 2012 las cosas andan peor.

Zorrilla Diego

A falta de miga, levadura. José Zorrilla Diego de San Martín, lanzó este verano falaz e insultante campaña mediática so pretexto de festejar “80 Años del Homenaje Racial y la Guelaguetza”.

Planas enteras financiadas con fondos públicos y datos inexactos. Falsean significado, contexto, escenario e historia contemporánea de los Lunes del Cerro y la Guelaguetza en publicidad contratada. Confunden festejos del IV Centenario de la Ciudad de Oaxaca con los paseos tradicionales al Cerro del Fortín y la festividad religiosa del Carmen Alto. De la poesía vernácula a los orígenes del festejo, onomástico, efemérides y esencia del homenaje original. Si resucitaran Jacobo Dalevuelta, Alberto Vargas, Francisco Hernández Domínguez, Alfredo Canseco Feraud, Samuel Mondragón, Juan G. Vasconcelos, Gabino García, José López Alavez, Francisco López Cortés, y Genaro V. Vázquez caerían muertos del disgusto.

No para ahí.

Conflicto tras conflicto. Los comités organizador y de autenticidad bajo la batuta de Zorrilla traen bronca con las delegaciones originales –si todavía quedara algo auténtico en el Programa Oficial- parte esencial e insustituible del espectáculo. Tales son los casos de las Chinas Oaxaqueñas, Tuxtepec y la Cañada. Y por las mismas, la Costa, el Istmo y los Valles Centrales con el amago de eliminarlos por razones políticas.

Injustificable a todas luces tal discriminación. Inexplicable la agresión contra Tuxtepec y la Flor de Piña. Es la región más aplaudida, esperada y disfrutada por propios y extraños. Música excepcional; coreografía y ejecución perfectas, plasticidad y belleza de las jóvenes. Y sobre todo, la comunión de almas en espacio y entorno privilegiado. Es la conjunción perfecta de belleza, armonía y espíritu. Lo que quedaba grabado indeleble en alma y corazón era justo la Flor de Piña y el contexto natural.

Con todo y que es otra de las regiones originales del festejo, Huautla de Jiménez quedó al margen hace casi un lustro. Así, la añorosa Tortolita Cantadora voló directo al Panteón. Igual destino Flor de Naranjo, sones mazatecos recopilados por Don Samuel Mondragón. Se esfumaron por arte de magia.

En suma, un verdadero desastre cultural, patrimonial, monumental, escénico y ecológico. Y pese a protestas generalizadas y llamados a la cordura, no habrá marcha atrás.