El reacomodo del viejo régimen y las líneas de ruptura
A cinco meses de iniciada la administración de Enrique Peña Nieto, existe evidencia plena del proceso de restauración política que está en curso: un proyecto reformista que es la réplica del salinismo y que busca mantener con vida un modelo económico agotado y un régimen político caduco, autoritario y esencialmente corrupto. Ese modelo no está a discusión.
El Pacto por México ha servido para legitimar su imposición; sin embargo, las líneas de ruptura se multiplican porque el regreso del PRI al poder trae consigo viejas prácticas de clientelismo electoral.