Edificios públicos, construcción y corrupción

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¿Por qué se cayó la Clínica de la Secretaría de Salud en Juchitán, Macedonio Benítez Fuentes y la del IMSS sigue en pie, si están casi en el mismo terreno?

 

El ingeniero Leobardo Manuel Cruz explica al respecto. Los procesos constructivos que se realizan actualmente —dice— son reglamentados por la ley de obras públicas, sin embargo no hay una supervisión expedita y continua, una dependencia tiene un supervisor para 20 o 30 obras o para toda una zona o región.

 

En la licitación de la obra, por ejemplo, se establecen 100 mil pesos y una empresa cotiza en 70 mil pesos, se supone que le dan la obra por ser más económica, cuando eso no debe ser así, si la base para construir es de 100 pesos con eso se debe hacer, sostiene.

 

“De entrada, iniciar la construcción con un monto muy bajo ofrece muy baja calidad, la ley establece q todo contrato debe asignarse 10 por ciento abajo o arriba del presupuesto base, la ley no asigna un contrato con un 30 o 40 por ciento abajo del presupuesto base.

 

“Que quiere decir esto, que desde ahí estamos asignando obra de mala calidad, no hay una investigación de mercado por parte del contratista, no hay una aplicación estricta especifica de los recursos asignados a la obra. ¿O hay corrupción?, preguntamos.

 

“Lo primero que hace un contratista cuando le dan el anticipo —responde el profesional de la construcción— es ir a comprar su camionetota y ya le disminuyó al recurso para la obra, y sigue afectando, si eran 5 varillas le pone 4, si eran de 250 le pone 220, finalmente también afecta con la relación agua-cemento, ¿que tenemos en el concreto? Pues si le pone más agua va a ser más fluido, va a ser más trabajable menos complicaciones para los albañiles, más rápido para construir, pero todo esto disminuye la capacidad y propiedades físicas y mecánicas del concreto.

 

“Lo que estoy dando a entender es que nuestro sistema de supervisión por parte del gobierno del estado y municipios no se aplica, se asignan obras con un presupuesto mucho muy abajo sin tomar en consideración las zonas económicas donde se licita sin hacer investigación de mercadeo

 

“En algunas dependencias lo que hacen es que toman un tabulador del índice de crecimiento, se lo aplican a un catálogo que tiene ahí ya de muchos años, le aplican un factor de crecimiento, es decir, si algo en ese presupuesto costaba 250 pesos con ese factor le va a costar 275 cuando en realidad te cuesta 300. Hay una aplicación incorrecta.

 

La propuesta de Francisco Toledo

 

En torno a lo que comentaba el maestro Toledo, el ingeniero Manuel Cruz puntualiza:

Él propone que se haga una reconstrucción como estaba antes, créame yo respeto mucho su trabajo, un gran artista, pero debe dejar la ingeniería para los ingenieros.
Construir una vivienda tradicional y una vernácula tiene costos muy diferentes, explica el profesional, una vivienda tradicional si puedes hacerla con 120 mil pesos, con cimientos y lozas; vernácula es la vivienda antigua digamos, imagina un morillo te viene costando unos 700 pesos te llevan 20 o 30 en una losita estamos hablando de 30 mil pesos. Sale carísima. La teja te cuesta unos 10 pesos cada una, se lleva 2 mil tejas, otros 20 mil pesos, es imposible construir así, no con 120 mil pesos.

 

Hay técnicas de construcción que te pueden dar la imagen de antes, explica, pero es obvio que nadie va a querer en su techo una lámina galvateja, quizá sí una estructura moderna con un toque arquitectónico con materiales del entorno.

 

Finalmente, establece que cualquier construcción que se haga debe tener la cimentación adecuada para soportar sismos de hasta 8.5 grados Richter. Para soportar una intensidad mayor se tendría que construir un búnker, una fortaleza incosteable por el común de las personas.