Desencanto 2012

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Con el llamado distribuidor vial que se construye en la glorieta de Cinco Señores se dejó ver con nitidez el rostro autoritario del gobierno actual, del que llegó al poder con el eslogan del cambio. De nuevo estamos ante las mismas historias, la manera de gobernar de siempre.

De primas a primeras, como dicen, se presentó ese proyecto listo para ejecutarse, hasta licitado ya y con extraña empresa ganadora. Todo con gran celeridad sin consultar a los Consejos ciudadanos instalados “democráticamente” para revisar y opinar sobres obras sociales, tanto del municipio de la capital, Consejo Honorario de Participación Ciudadana de Oaxaca de Juárez, como del Consejo similar de la dependencia encargada de estas obras, SINFRA.

No hay nada de democrático en esa decisión, que aunque haya sido ambiguamente reconsiderada al anunciar el gobernador que se detendría la construcción del paso a desnivel o puente elevado (pero que si hace falta más adelante se haría) su concepción es impositiva, no sólo por la decisión sin consenso, sino también porque no tiene una justificación técnica ni administrativa.

De 15 cruceros críticos que hay en la ciudad, según los arquitectos, sólo se atiende el de Cinco Señores. No tiene el gobierno plan de desarrollo urbano ni de ordenamiento vial donde se inscriba la obra, ni está contemplada en el Plan Estatal de Desarrollo. Tampoco se tomó en cuenta a los colegios de arquitectos o ingenieros, ni a expertos con solvencia profesional quienes lo menos que señalan es que el diseño de dicha obra es obsoleto, no corresponde al desarrollo de la arquitectura, hace falta hacer un estudio previo de vialidad integral y es un gasto doble hacer un paso a desnivel y otro subterráneo. Amén de afectar el derecho de vía federal del ferrocarril.

Netzahualcóyotl Salvatierra, titular de SINFRA, para salir al paso dijo que no tenían porqué caer en la “consultitis”. Si le da urticaria la gente del pueblo al menos podría haber consultado a los expertos. Que se sepa, este flamante funcionario no es una autoridad de renombre profesional, sólo ha sido exitoso constructor de provincia beneficiado por su vinculación a los gobiernos, con serios cuestionamientos a su empresa COCOA acusada de defraudar a quienes compraron sus pequeñas casas en Huatulco de un fraccionamiento que entregó en obra negra (ver En Marcha núm. 133 http://revistaenmarcha.com.mx/reportaje/646-netzahualcoyotl-salvatierra-de-empresario-atrabiliario-a-secretario-del-cambio.html)

Es evidente que cuando no se trabaja bien hay temor a la participación ciudadana, de ahí quizá la celeridad con que se concibió, anunció y puso en marcha esta obra. La reacción de la sociedad civil fue de natural oposición a una decisión arbitraria que además se reforzó de intolerancia. En las primeras semanas ni al pintor Francisco Toledo, cabeza visible de los ciudadanos que protestaban, recibían los funcionarios del gobierno. Luego lo hicieron pero con desdén, lo que comenta el artista en estas páginas. Hasta que a un mes de iniciadas las obras se da el anuncio oficial. Sin embargo la sociedad civil había confirmado el desencanto de sus expectativas con el nuevo gobierno.

Finalmente, llama poderosamente la atención que el encargado de esas obras, Netzahualcóyotl Salvatierra, titular de SINFRA y subordinado del gobernador Gabino Cué, lo contradijera con tanta claridad. En la portada del periódico Noticias del 2 de marzo se anunció la decisión del gobernante de suspender la construcción del puente y hacer sólo el túnel. Salvatierra sostenía ahí mismo que dicha suspensión aún no era oficial, que aún se analizaba esa posibilidad. El 8 del mismo mes reafirmaría en el mismo medio su aparentemente insólita declaración: “precisó que la propuesta de construir un paso a desnivel, un cajón subterráneo y una ciclovía de doble sentido, se mantiene, aún cuando se modificaron las etapas de su edificación.” ¿A quién creerle?