SUNEO y “El desierto de Seara”

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A casi tres décadas de iniciado el ambicioso Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (SUNEO) los resultados no son buenos para la entidad. La inversión, más que para Oaxaca, fue para el proyectode vida de Modesto Seara Vásquez, su rector vitalicio. Todo se hizo no a partir de una planificación educativa de un equipo multidisciplinario, sino a partir de la genialidad de un solo hombre.

 

No hay una rama de la industria o de negocios de la entidad que se haya creado con estas escuelas. La entidad prosigue en el sótano con sus rezagos. Acaso se ha dado cierta movilidad social para los egresados, aunque más fuera de Oaxaca al no haber empleo para esas carreras sofisticadas en una entidad rezagada como la nuestra.Estamos ante una costosa fuga de cerebros formados con los escasos recursos de uno de los estados más pobres de México.

 

El sino desde el nacimiento del SUNEO ha sido su desvinculación del contexto estatal, las primeras carreras fueron ingenierías en electrónica y computación. Huajuapan y la Mixteca carecían de áreas productivas donde se ocuparan esos egresados.

Empero, la realidad ha obligado a incluir carreras incluso de ciencias sociales, además de las preferidas por el doctor Seara.

 

Ciertamente, han ganado algunos concursos y hay algunas pocas áreas de calidad, que la han incluido entre las universidades destacadas del país, muy bien pero eso no es lo central, lo esencial es que se han destinado millonarios recursos para una institución que no guarda correspondencia con el incipiente entorno productivo del estado.

 

El rector supremo orientó esas escuelas hacia sus intereses intelectuales particulares. Sus sueños de grandeza fueron apoyados por sus amigos gobernadores a quienes les fue útil, se sabe que a alguno de ellos hasta les escribía sus artículos y libros para que le pusieran su nombre.

 

En los primero años de la década de los 90 del siglo pasado Seara Vásquez quiso crear en el paraje de Acatlima, cerca de Huajuapan, en la desértica Mixteca la mejor Universidad Tecnológica por lo menos del país. Convocó a los mejores científicos y académicos. Naturalmente, pocos atendieron ese llamado, pues la creación intelectual es ambiente académico, comunicación, infraestructura, y Acatlima, aún con los ofrecimientos de altos salarios, era una isla solitaria. Entonces surgió el mote: “El desierto de Seara”.

 

No hay resultados socialmente satisfactorios para la entidad, con escasez de recursos para proseguir con sus inacabables sueños, el veterano personaje difunde que su engendro es un gran éxito; ya logró instalar 17 campus en la geografía estatal y tiene en puerta otra media docena por abrir en su nueva modalidad de Nova Universitas. Pero cada vez son más las voces críticas contra su autoritarismo y actuar arbitrario.

 

Ahora instala maestrías y doctorados de igual manera, basado en su inagotable genialidad, con la misma plantilla de profesores, sin ton ni son señalan académicos y críticos genuinos que debieran ser escuchados. Sin actividad crítica no hay desarrollo. Y eso ha estado prohibido por Seara Vásquez durante 27 años en el SUNEO. Académicos de la Universidad del Papaloapan de este sistema destapan hoy una auténtica cloaca, hasta con detalles de corrupción.

 

Al paso del tiempo, con estos resultados, está claro que fue la peor estrategia de gobierno abandonar por completo a la UABJO, dejarla al garete para apoyar la idea de un hombre que se ha eternizado férreamente en la conducción y administración de instituciones y grandes recursos. Es hora de rectificar.