Urge parar la corrupción

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La corrupción de los gobiernos de Oaxaca ha llegado a niveles extremos. No hay un mínimo temor a las oficinas de vigilancia y control. La Contraloría del Estado, las oficinas de evaluación de la Secretaría de Finanzas y la Auditoría Superior del Estado (ASE) son a todas luces omisas. Ni con el Instituto de Transparencia (IAPO) se puede contar, no atiende solicitudes de información.

 

La ASE tiene la encomienda de ofrecer certeza en el manejo de los recursos, al menos debió inhibir la corrupción de los últimos años. No es que esta práctica sea nueva, al contrario viene de lejos, pero su crecimiento es tal que debería ser declarada emergencia estatal. Nada hay tan urgente en Oaxaca que parar la galopante corrupción de funcionarios estatales y municipales.

 

Corrupción ostentosa que nadie vio

 

Sin embargo, no hay una respuesta de similar magnitud. A menudo aparecen nuevos anuncios de desfalcos del gobierno de Cué, pero el gobierno actual no actúa, hay casos insoslayables, como las mil 200 cocinas comunitarias del DIF de las que sólo funcionaban 459; de 64 módulos de maquinaria de CAO solo 28 quedaron. El puente elevado de cinco Señores que costó más de 200 millones ya está rumbo al colapso. La Legislatura pasada no comprueba 1 mil 700 millones de pesos.

 

No nos alcanzó el espacio aquí En Marcha para dar testimonio de la corrupción en tantos municipios, desde los desfalcos de la presidente Rosa Nidia en Salina Cruz, obras infladas y sin licitación a constructoras de sus hijos; Pochutla donde Raymundo Carmona compró de nuevo vehículos deportivos con cargo al erario; en Santa Lucía del Camino un desbocado edil se dedicó a llenar el municipio de giros negros y a cobrar altas cantidades de extorsión a empresarios, con el pretexto de que eran impuestos municipales.

 

En Oaxaca de Juárez Luis Ugartechea salió en medio de escándalos de venta de plazas burocráticas, de espacios de la vía pública, deuda a proveedores; después Javier Villacaña se dedicó a superarlo, redujo el presupuesto al mentir que por la protesta magisterial había dejado de recaudar 500 millones de pesos, cuando los ingresos propios del municipio es de alrededor de 200 millones anuales. Además de las obras muy “infladas” como en los mercados céntricos denunciado por los comerciantes. En 500 por ciento calculan que elevó el comercio en vía pública. Un desastre evidente que tampoco vio la ASE.

 

Nos hemos ocupado de municipios de todas las regiones con malos manejos: Huajuapan, Matías Romero, Tuxtepec, San Pedro Mixtepec, Tehuantepec.

 

Pero en Xoxocotlán Héctor Santiago, “El Lobo”, rompió los parámetros.Personaje singular quien fungió como presidente siempre con escándalos de corrupción, nepotismo y violencia. Todo tan a la vista y nadie supo nada.

 

Xoxo, desfalcos a la vista e impunes

 

Nadie vio que no se construyó el colector de aguas negras en el Río Nazareno de Xoxocotlán, vital para sanear los manton fréticos, pero cuyos recursos se dieron por ejercidos. Tampoco que no se construía una clínica. No vieron las fastuosas nuevas propiedades del presidente.

 

La rendición de cuentas se ha vuelto un chiste en Oaxaca, los auditores sólo pasan a recoger su parte en los municipios y dependencias, excepto donde tienen prohibido meterse, se habla de que la cuota llega a ser de hasta el 30 por ciento del monto de lo no comprobado

 

La ASE es casi un elefante blanco y sin embargo el cambio de institución fiscalizadora que propone el flamante gobierno del estado apunta no a mejorarla, sino simplemente a sacar al incompetente incondicional de Gabino Cué, Carlos Altamirano Toledo, para colocar a otro similar pero del nuevo gobierno. Hacen falta puestos para los cuates y socios.