Sexenio y trienios perdidos

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Termina otro ciclo político de Oaxaca con Gabino Cué, quien ofreció tanto a la población para acceder al poder y al erario. El gobierno del “cambio”, el de “Oaxaca para todos”, el de la “transición”, sólo fue señuelo, carnada para alzarse con los recursos públicos.

 

Larga estela de corrupción y desgobierno de la más caótica administración pública. Ni con las atropelladas de José Murat y de Ulises se puede comparar. Esos fueron malos gobiernos, pero ejercían el poder. El de Gabino sólo fue otro mal gobierno, pero sin carácter, omiso.

 

Vacíos de poder, flagelo ciudadano

 

Vacíos de poder que llenó la delincuencia organizada, los grupos de poder fácticos y los caciques municipales, contra la población. Luis de Guadalupe, edil de Huajuapan, es ilustrativo. Cacique político y económico, se pasó por el arco del triunfo a su cabildo. Represor de la prensa, creó un periódico y atacó a medios y periodistas, cargó contra la estación de radio La Primera de Huajuapan.

 

Cué fue tan débil que su gabinete lo ninguneaba. Netzahualcóyotl Salvatierra, ex titular de SINFRA, lo contradijo con el puente de Cinco Señores. Apenas Gabino declaró que habría consulta sobre la obra, Netza expresó a los medios que ese dicho de su jefe aún no era oficial. 

 

De los diputados, destaca el oscuro manejo del presupuesto; su “pago por evento” para levantar la mano sólo si recibían esa “iguala”; y la contrarreforma a las ley para brindar impunidad a los funcionarios salientes. 

 

En los municipios el caos se disparó

 

También los ediles en la cara de Cué exhibían su desmesura. Relatamos hace años cómo una ciudadana llegó ante el presidente de Pochutla y el gobernador, quien realizaba ahí una de sus inútiles “audiencias públicas”, para quejarse de que Enrique Enzaldo, priista, no le daba audiencia. “Y no te la daré”, le gritó. La señora miró al callado Gabino y se fue. El edil tuxtepecano, Barrera Mojica, perredista, abrumado por auditores del gobierno espetó: “Es cierto que estamos mal/ pero Gabino está igual”. 

 

Oaxaca de Juárez, sus peores años

 

El Oaxaca colonial ha sufrido en estos tres años una devastadora agresión a su belleza con la invasión exagerada al Centro Histórico. El censo preliminar de los comerciantes afectados contempla un incremento de hasta 500 por ciento de puestos en la vía pública. Hace pocos años se podía caminar a gusto sobre esas calles céntricas, hoy es imposible.  

 

No es casual que en 2016 Oaxaca fuera ubicada entre las peores para vivir, asediada por los poderes fácticos y el peor ayuntamiento de los últimos tiempos, con Javier Villacaña al frente. Caótica, oscura des­de sus entradas, llena de baches, semáforos descompuestos, mercados afectados por remodelaciones, que no llegaron ni a “manita de gato”, pero costaron más de 70 millones las de 20 de Noviembre y Benito Juárez. 

 

Urge una auditoría ante tanta opacidad. Igual que Gabino, la deuda pública que anuncian no corresponde con la real calculada en unos 200 millones. La oscuridad en el manejo del erario es evidente. Oaxaca recauda al año más de 600 millones de recursos propios y el edil declara que hay un déficit ahí de 500 millones. http://revistaenmarcha.com.mx/columnas/para-que-la-cuna-apriete/2035-2016-10-22-06-22-03.html 

 

Pedimos información a través del Instituto de Transparencia de Oaxaca (IAIP) sobre el monto exacto de esos recursos propios y la deuda municipal. Venció el plazo de respuesta, no la obtuvimos. El portal de internet de municipio no tiene nada, es la ventana que ilustra la opacidad que caracterizó este trienio. 

 

Y con personal de esa índole se anuncia el nuevo gobierno, el de Alejandro Murat. Pobre Oaxaca, de nuevo.