Cruzadas de hambre
De la Cruzada Nacional contra el Hambre, creada por decreto presidencial, apenas empiezan a asomar sus resultados. Lo primero que asoma en Oaxaca son sus inconsistencias, denuncias de explotación laboral y económica que ejercen los jefes del sistema en la entidad contra sus cruzados, los promotores comunitarios que cargan literalmente con esa cruz en las comunidades.
Promotores contratados por SEDESOL, responsable de la cruzada, bajo el eufemismo de becarios, con lo cual los mantienen en la indefensión. No firman ningún contrato que les diera seguridad en el empleo y condiciones mínimas de trabajo. Están al pleno arbitrio de sus coordinadores regionales y municipales que los sobreexplotan con jornadas de trabajo hasta de más de 12 horas y los despiden cuando deciden y sin recibir sus pagos o “becas”. ¿Quién se queda con ese dinero?
Cruzada de explotación
Lo anterior son denuncias de ex becarios que no duraron más de tres meses en el empleo, porque para ellos es un empleo ya que no están en condiciones de ser becados, pues los entrevistados ni siquiera tienen carrera trunca. Así, una estrategia del gobierno federal que se anunció con gran despliegue nacional en los medios de información, tiene su base en un ejército de promotores mal pagados, sin prestaciones sociales, no tienen IMSS ni seguro de vida, andan en los pueblos sin viáticos, financiando con sus recursos –declaran– esa política nacional.