Luego de haber sido considerado uno de los festivales de mayor importancia en el estado, después de la Guelaguetza, el Festival del Río de los Perros, fundado allá por los años de 1993 o 1994 por el Foro Ecológico Juchiteco A.C. dirigido entonces por Julio Bustillo Cacho ha venido de más a menos, tanto en aspectos de organización, asistencia técnica y logística, como en la calidad musical de los artistas que ahí se presentan.
Cantantes como Lila Downs, Georgina Meneses, Susana Zabaleta, David Haro, El Negro Ojeda Grupos de son jarocho como Mono Blanco, Tacoteno, e incluso artistas cubanos como Yenissey del Castillo, David Torrens entre otros, compartieron escenario durante 18 años con artistas locales en la búsqueda de un intercambio y un verdadero encuentro musical.
Sin embargo, aquel esfuerzo se diluyó entre los conflictos económicos para solventar los gastos del Festival, los cambios de gobierno estatal y municipal y también debido a la actitud patrimonialista de los hermanos Bustillo Cacho que convirtieron el Foro Ecológico y su festival en una propiedad familiar sin considerar a los fundadores y socios de la asociación civil que existe ya sólo como membrete.
Cambiaron ecología por edificio
El lema enarbolado por Julio Bustillo Cacho, fundador del Foro Ecológico Juchiteco A.C. “Los artistas son la punta de lanza para la conciencia ecológica” quedó en el olvido, pues el Foro Ecológico dejó de ser del interés de la familia Bustillo Cacho quienes se han dedicado desde el 2004 a promover el Centro de Educación Ambiental (CEA).
El CEA es un edificio de dos plantas con alberca semi-profesional, sala audiovisual, biblioteca, área de talleres, dormitorio y otros servicios, mismo que ha rendido escasos o nulos resultados en materia de educación ambiental.
El Foro Ecológico Juchiteco no logró, pese a contar con casi 20 años de existencia, fortalecer ni generar conciencia ecológica o despertar el interés por preservar el entorno, ni siquiera entre las familias vecinas a sus instalaciones, quienes continúan arrojando basura al río, pocos separan sus desechos y tampoco participan activamente como beneficiarios en las actividades del Foro.
Pierden apoyo de Fundación alemana
Es una lástima observar la incapacidad del Foro Ecológico Juchiteco para alcanzar una autonomía financiera, lo que devino en el deterioro de sus instalaciones, al dejar de percibir los recursos que la fundación alemana Heinrich Bôll le otorgaba anualmente para su sostenimiento.
En este mes de mayo, durante la edición XXI del Festival, brillaron por su ausencia los grandes intérpretes invitados como se hiciera en el pasado y por supuesto, pretextan la intención de “volver los ojos a la casa” y bien harían el volver los ojos pero a lo que hasta ahora han hecho y realizar una evaluación seria.
¿Cuántos trabajos de limpieza del río ha efectuado el Foro Ecológico en 20 años de existencia?, ¿ha logrado reducir las toneladas de basura que van a parar al basurero a cielo abierto del municipio?, ¿continúan reciclando plástico?, ¿qué actividades permanentes realizan para generar conciencia ecológica?
¿Se ha incrementado el vivero y la producción de abono orgánico?, ¿se ha incrementado la reproducción de iguanas año con año?, ¿han cuajado los convenios e intercambios con otros organismos ecologistas del país?, ¿qué pasó con el hermanamiento que tenían con Cuba?
Foro Ecológico, opacidad
Son muchas las dudas, muchos los cuestionamientos y nadie sabe lo que ocurre al interior del Foro Ecológico, ni cómo subsisten ni como se administran, pero es evidente que no han tenido impacto social en materia de conciencia ecológica.
Y en medio de este panorama gris, el Festival del Río paga las facturas, pues ahora muy lejanos se ven los días en que eran beneficiados por los recursos públicos del gobierno estatal que les pagaba sonido, cantantes, les gestionaba recursos artísticos y les ayudaba con apoyo logístico y ahora, al quedar a merced de los limitados gustos y capacidad del gobierno municipal y de los hermanos Bustillo, el citado festival quedó reducido a evento pueblerino.
Los conductores, una jovencita y un muchacho de escasas tablas a los que jamás se le explicó en qué consistía el evento, no daban una, y pasaron más de 20 minutos con la boca cerrada en el escenario sin saber cómo arrancar el festival, amén de las incontables fallas del equipo de audio y la inexperiencia que provocó un concierto caótico, desangelado y poco lucidor.
Apenas una semana antes, los integrantes del Foro Ecológico se acordaron que tenían que hacer el festival y de la manga se sacaron el programa, improvisado y sin cartel, pues sólo dos artistas de alto nivel, Gustavo López y Jose Hinojosa, pisaron de nueva cuenta el escenario sólo para pasar vergüenzas y coraje por el pésimo equipo y sonorización que nunca pudo dar el ancho.
También fallas artísticas
Natalia Cruz, dejó mucho que desear en su interpretación y posó largo tiempo con su resplandor (se vio que el modelaje no es lo suyo) que al final deslució igual que su voz en un escenario desordenado y presa del sobresalto, no alcanzó las notas musicales de la banda juvenil de Santo Domingo Tehuantepec que la acompañó pese a impostar al máximo sus timbres bajos.
En el escenario los conductores jamás hicieron los llamados a la conciencia ambiental y quizá fue lo mejor que pudieron hacer, porque hace mucho que el festival dejó de ser en realidad un festival con sentido ecológico pues al concluir lo único que dejó para el río fueron centenares de botellas de plástico regadas en el escenario y las gradas, bolsas, basura y ni siquiera un equipo organizado para limpiar la contaminación del entorno.
Por si fuera poco, parece que a los integrantes del Foro Ecológico se les olvidó que su tarea es defender no solo con la palabra sino con los hechos, los atentados que se generan desde las esferas del poder, en contra del mencionado río.
El bulevar del Río Los Perros
Hace cuatro años, en marzo del 2007, cuando Juchitán soportaba como presidente municipal a Alberto Reyna Figueroa, fue autorizada la construcción de un bulevar que la dependencia Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO) ejecutaría a través de la constructora CAT Industrial SA de CV.
Dicha obra consistía en el relleno de toneladas de tierra para construir un terraplén para el denominado “bulevar del Río”, reduciendo el cauce de éste considerablemente a todo lo largo del bordo poniente hasta conectar con la carretera internacional.
La ejecución de la obra implicaba el derribo de decenas de árboles a lo que los vecinos del área se opusieron y junto con integrantes del Foro Ecológico se pararon frente a las máquinas protegiendo los árboles e impidieron así lo que denominaron “ecocidio”.
Sin embargo, más tarde, cuando una comisión de inconformes dialogaba con el alcalde en el palacio municipal para llegar a un arreglo, la empresa finalmente arrasó con los árboles y con parte del auditorio del festival.
Alberto Reyna Figueroa -quien respondía entonces a los intereses del gobernador Ulises Ruiz Ortiz- logró su objetivo y el terraplén se concluyó hasta llegar a unos metros del auditorio del Festival del Río, mismo que amenazaban con derribar a escasos dos meses de que se realizara la XVII edición del Festival.
Entregados a Gurrión
Y ahora el actual gobierno que encabeza Daniel Gurrión Matías, sin previo estudio de impacto ambiental, sin conocimiento del cabildo, sin decir “agua va”, inició lo que viene a ser la continuación del mencionado bulevar pero para dejarle un amplísimo estacionamiento a su iglesia cristiana -como lo denunció el director de ecología del propio ayuntamiento- y continuó rellenando el bordo del río con cientos de camiones de tierra que a decir del director regional de protección civil Jesús González Pérez, constituyen un grave riesgo porque reducen el cauce del río e incrementa el riesgo de futuras inundaciones en las partes bajas de la ciudad.
¿Y qué ha dicho el Foro Ecológico de este atentado contra el río? Nada, absolutamente nada; ¿Será acaso porque fue prácticamente el ayuntamiento de Daniel Gurrión el que se encargó de realizar el Festival del Río?
Los mismos que antes protestaron ahora estaban sentaditos junto al presidente, le repartían saludos y abrazos para congraciarse sin importar el daño que ocasiona al construir el mencionado bulevar al sur del puente vehicular de Cheguigo.
Qué tristeza le daría a Julio Bustillo observar que su sueño de unir el arte con la lucha ambiental se redujo a un festivalito que va de mal en peor y nadie hace nada, ni siquiera los artistas, por recuperar su esencia.