En Juchitán, mal inicia presidente y pastor cristiano Daniel Gurrión

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muchitan-1En Juchitán, aseguran que el presidente “feisbuquero” Daniel Gurrión Matías, a quien los ciudadanos de su municipio ya le piden que deje el ciberespacio y se ponga a trabajar, ha pasado rápidamente de una tersa relación con los grupos opositores incrustados en su gobierno, a un trato ríspido incluso con quienes se convirtieron en su comparsa en el periodo electoral.

Del erario para su iglesia
Serios problemas tiene ya el flamante presidente municipal de Juchitán de Zaragoza, el priista Daniel Gurrión Matías. De entrada no pudo disminuir el número de empleados municipales, alrededor de 2 mil en una nómina administrada en la práctica por los hermanos que integran el alicaído Grupo Corporativo Gurrión.

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Con el erario, calle y estacionamiento para la iglesia del presidente municipal
El alcalde quien también es pastor de la iglesia de los nazarenos trabaja para fortalecer a sus hermanos de religión, sostiene el director de ecología del propio ayuntamiento Alberto Blasí, quien cuestionó que un millón de pesos del erario municipal se destinaran a la ejecución de una obra en beneficio de la iglesia ubicada en el bordo poniente del Rio de los Perros.

Dicha obra fue el asfaltado del camino que conecta con la carretera panamericana y la construcción de un amplio estacionamiento robándole terreno al río. La obra, asegura el director de ecología, aumenta el riesgo de inundación y constituye un acto de abuso de autoridad, porque se realizó para beneficiar a un sector de interés del presidente por encima del interés colectivo.

Las obras para su partido

Otro caso que cuestionan los ciudadanos a su alcalde Daniel Gurrión, es que llevó a la aplanadora priista para priorizar las obras el Consejo Municipal de Desarrollo de las que Tomás Chiñas se llevó un gran paquete, mientras a los regidores de oposición les advirtió que sólo les haría una obra de todas las que pedían.

También desatendió olímpicamente el planteamiento de la regidora de equidad y género Rogelia González quien propuso que en la ejecución de las obras se contratara a los vecinos donde se ejecutara cada acción de gobierno, pero el alcalde contestó que ahí entrarían los priistas que no pudieron integrarse al ayuntamiento por haber metido a las huestes coceistas.

Vamos, dicen que ni el reclamo de Soid Pastrana, su incondicional regidor de cultura, en el sentido de que era inequitativa la distribución de obras, sirvió para hacer cambiar de opinión al munícipe que ahora ejerce el poder sin escuchar voces ni consejos.

Por si fuera poco, Gurrión Matías también dejó en claro que no licitará las obras y que éstas se harán por administración municipal, dividiendo aquellas que representen una inversión superior a los 600 mil pesos para evadir esa obligación legal, por lo que ya algunos piensan acertadamente, que ahí podrían estar metidas las manos del Grupo Corporativo Gurrión.

Hay que decir que el anterior alcalde Mariano Santana le heredó deudas al actual gobierno, pero también la oportunidad de “hacer” rápidamente pequeñas obras que aquel dejó inconclusas y que él se adjudica.

Por ejemplo, Gurrión terminó de pagar un adeudo de 60 mil pesos adeudo de Santana por la escultura a la mujer, colocada frente al monumento a los héroes juchitecos, de autoría de un cuñado de Leopoldo de Gyves.

“Pendientitos” millonarios para su familia

Otro ejemplo más es la pavimentación de la prolongación de la calle Vicente Guerrero que el expresidente Mariano Santana contrató con el Grupo Corporativo Gurrión al que, según Daniel Gurrión, Santana adeuda 40 millones, razón por la que la obra no se terminó y actualmente está en pésimo estado.

Hay que mencionar que el alcalde juchiteco asumió públicamente el compromiso de concluir las obras que dejó pendientes Mariano Santana, aunque en el fondo su decisión es pagarle a la empresa de su familia los “millonarios pendientes” que le dejó el petista.

La situación, advierte Daniel Gurrión, se regularizará hasta el mes de agosto en que espera concluir los pendientes de Mariano Santana López.

Y así, mientras los conflictos avanzan entre regidores y el alcalde, los trabajadores del ayuntamiento se quejan de que el presidente colocó en las regidurías libreros que nadie pidió y ostentosos muebles adquiridos presuntamente de otro negocio familiar pero sin utilidad práctica en una oficina municipal, mientras carecen de papelería y equipos propios de oficina.

Promueve box y religión

En tanto, los priistas juchitecos no saben para donde jalar pues el presidente municipal no acudió a la visita de su dirigente estatal Eviel Pérez Magaña y otros más intentan a través de una casa de gestión jurídica, hacer del PRI un “nuevo partido”.

El caso es que actualmente en Juchitán, muchos de los priistas que lo ayudaron en su campaña, hoy están decepcionados y le reprochan que haya hecho acuerdos con los coceistas para poder gobernar y ahora el edil no está bien ni con unos, ni con otros.

Quizá por ello, previendo que hay que prepararse para los golpes futuros, el alcalde juchiteco integró una comisión de box municipal y por si eso no funciona o para que amarre, comenzó a organizar eventos de su secta religiosa frente al palacio municipal, quizá para tratar de ahuyentar la mala fortuna.


¿Y el Juchitán rebelde? ¿Y Toledo?
¿Qué fue de aquellos juchitecos, valientes y arrojados, libertarios y pioneros? Quizá no hubo tales, sólo propaganda de esos caciques de “izquierda” que lucraron con la COCEI desde el famoso “Primer ayuntamiento popular”. “Desde el principio ya estaban robando”, dice la gente con el típico agradable acento regional.

Hoy varios son auténticos magnates que en su etapa de mayor madurez vigilan y protegen a sus retoños, los incrustan en el gobierno “del cambio” que temeroso de los desplantes de los fundadores coceistas, les entrega jugosas posiciones para que se regodeen con el erario. Ya está la familia López-Nelio, ya también los Reyna, y la del colaborador de Ulises Ruiz, en una oficina insustancial, Leopoldo De Gyves de la Cruz, otro con grandes “pendientitos”: no construyó un puente que ofreció en su campaña para edil (“puente que burro”), y dejó ese cargo sin comprobar la friolera de 30 millones de pesos.

Hoy hasta la riqueza cultural de Juchitán mengua, pues la única obra ahí de Francisco Toledo fue robada de la Casa de la Cultura por encapuchados bien armados; dicha institución la tenía en comodato de la Secretaría de Hacienda. “La casa de los frijoles”, cerámica del afamado pintor que ahora brilla por su ausencia.

Pues si, ausencia doble, tanto de esa cerámica como del pintor, quien no asistió al estruendoso homenaje que le ofreciera recientemente el ayuntamiento priista.

Pero ni ese despojo artístico ni nada similar importa a esos caciques que nunca hicieron algo por la cultura. Chico Toledo costeó la fundación, edición de libros y revistas de esa Casa de Cultura. Cuando se percató que sólo lo caciqueaban también a él, salió de Juchitán con su acervo ¿para siempre?

Es natural, los iletrados carecen de sensibilidad artística (además de social y política), por eso ni se encogieron de hombros cuand0 Toledo agarró sus tiliches y se fue. Igual cuando Macario Matus hizo lo mismo.

Finalmente eso explica la degradación de la COCEI: sus liderazgos elementales y antiintelectuales; su adscripción a la esfera de lo primario que fue satisfacer sus necesidades de seguridad económica al provenir, algunos, de la humilde Séptima Sección de Juchitán, hoy tristemente célebre cuna de familias del patrimonialismo político de “izquierda” del estado de Oaxaca.