Imponen Diódoro a Estefan, y José Murat a su hijo

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El grupo de Diódoro Carrasco, encabezado en Oaxaca por Gabino Cué, ganó. Impusieron a Pepe Toño Estefan como candidato del PRD-PAN. Se deshicieron del pre candidato mejor posicionado, Benjamín Robles. José Murat impuso a su hijo Alejandro en el PRI, aunque igual, con divisiones internas. Los ex gobernadores pelan en la paupérrima cancha de Oaxaca. 

 

 

La consigna del gobierno de Gabino Cué Monteagudo de entronizar como candidato del PRD y la alianza con el PAN a José Antonio Estefan Garfias, hombre de su grupo diodorista, se cumplió a rajatabla. Las presiones y estímulos a los ayuntamientos del interior del estado funcionaron en su mayor parte. Los delegados del PRD votaron por este priista de reciente conversión al perredismo.

 

Incluso, gente cercana al senador Benjamín Robles, hoy opositor del gobierno de Gabino Cué, votó a favor de Estefan Garfias. Preveían que las batallas vendrían después. Esa, la del hotel Misión San Felipe, donde se realizaba la elección interna, ya estaba perdida.

 

Tribus paran a Estefan

 

Los comerciantes sempiternos del PRD Oaxaca, sin embargo, cincharon desde el primer momento al recién electo. Cuentan algunos delegados que después de le abrumadora votación a favor de Estefan, éste comentó a los jefes de las tribus del PRD oaxaqueño, Rey Morales, Amador Jara y Raymundo Carmona de la importancia de poner buenos candidatos a presidentes municipales.

 

Ante eso Amador respondió con claridad: Usted ya es candidato, a los demás los ponemos nosotros. Palabras más, palabras menos, pero dejaron claro que ellos pondrán o venderán esas candidaturas, como es su larga tradición mercenaria.

 

Un negocio es un negocio, otro es otro, aunque parezca tautología. Ya habían cumplido con el realizado con el gobernador, hasta ahí nomás; en adelante lo demás es negocio aparte. ¡Albricias! Además, ese “Usted” sonó de poca o nula camaradería comentan los presentes. Finalmente, dicen, ¿Qué son esas las formas de hablarle a un candidato a gobernador?

 

No habrá “efecto Estefan”

 

Duro golpe fue ese inicial, que no dejó al ungido disfrutar a plenitud de su suerte. Habida cuenta de que nada indica que haya “efecto Estefan”, como ha sido el efecto Peje o efecto Gabino. Es decir, que la popularidad del principal candidato ayude a ediles o diputados a incrementar su caudal de votos.

 

En este caso, sucede al revés, Estefan Garfias sin carisma ni liderazgo necesitará de buenos candidatos a diputados y, sobre todo, a presidentes municipales para apuntalar la votación a su favor. Y así como sus nuevos correligionarios se la plantean, difícilmente obtendrá ese apoyo.

 

Empero, aún no era tan oscuro su panorama pues al principio con Benjamín Robles se fueron sólo unos cuantos perredistas. Mismos que quizá como expresaban el eficiente Carol Altamirano y otros subordinados de Jorge Castillo (el operador político y financiero de Cué) no tenían gran representatividad. Sin embargo, eso pronto empezó a cambiar. De continuo más perredistas se iban con Robles, además de que ya no sólo son militantes “sin representatividad” sino dirigentes con bases.

 

Entre los dirigentes de grupos numerosos se encuentra Karina Barón, líder de la UGOCP en la Cuenca del Papaloapan, quienes aún dentro del PRD manifiestan abiertamente su apoyo a Robles. Figuran también dirigentes de organizaciones de la Sierra Sur, así como de la mixteca.

 

Este éxodo paulatino pero constante sin duda debilita las de suyo no muy fuerte estructura política estatal del candidato de la Coalición por la CREO. Pierde cuadros y grupos, muy diferente a lo que sucedía con Gabino Cué hace seis años, quien sumaba personalidades y grupos regionales a su candidatura.

 

Benjamín y su as PT

 

Resultó sorpresivo que Benjamín Robles Montoya, siempre echado para adelante aceptará competir en la inequitativa elección interna del PRD, a sabiendas de que sus posibilidades eran reducidas.

 

Parecía extraño que alguien tan metido en su campaña, dedicado casi las 24 horas a tejer alianzas y realizar recorridos abandonara la plaza electoral sólo porque le ganaran una elección partidista interna, con los dados muy cargados a favor de su rival.

 

No sólo era lo que se veía, también lo que Robles decía con absoluta seguridad en los lugares donde se reunía con sus seguidores: “Yo estaré en la boletas electorales del próximo 5 de junio”. También lo declaraba abiertamente a la prensa. Finalmente, así sucedió.

 

Ahora es claro que Robles tenía ese as del PT bajo la manga desde antes de ir a enfrentar la elección interna del PRD y quedar como víctima de un proceso manipulado a favor del reciente ex priista Estefan.

 

Alejandro, la crisis del éxito

 

No hay duda que para hacer candidato del PRI a Alejandro Murat a gobernador de Oaxaca midieron bien las posibilidades de su triunfo. Habrán considerado el voto duro priista, la división de la izquierda (Morena), la debilidad del PAN en abierto retroceso —en principios y en votos—, la desbandada de perredistas de su partido ante la unción del ex priista impuesto por el gobernador y el divisionismo del aspirante perdedor, Benjamín Robles.

 

Además del doble juego del que se le acusa al gobernador Gabino Cué, de tener el compromiso de entregar la plaza Oaxaca al PRI y de cumplir con poner de candidato a Estefan, abanderado del grupo diodorista al que también pertenece Gabino. La división del PRD y de la coalición en el poder fue propiciada a todas luces por Cué, ya hemos dado testimonios de su proselitismo y chantaje a los ayuntamientos perredistas para forzar a los delegados del partido, generalmente nombrados por esas autoridades, a votar a favor de Estefan.

 

Es más que evidente que la división del PRD beneficia de manera directa al candidato del PRI, Alejandro Murat. Es más, con el surgimiento del partido político Morena y la división de la llamada izquierda que ello significó, en principio el principal beneficiado fue el PRI, en tanto restó significativamente el número de votos del PRD.

 

De hecho Morena surgió y se nutre de personajes y militantes del PRD, empezando por su dirigente y fundador Andrés Manuel López Obrador. La apuesta definitiva de Obrador no es otra que desplazar al PRD, no aliarse a ellos. Pero en lo que logra atraer a todos los perredistas y ser, por ahora, apenas la tercera fuerza partidista en Oaxaca, beneficia directamente al PRI, aunque esa no sea su intención, al llevar decenas de miles de votos a su candidato, Salomón Jara Cruz, el peor candidato que pudo designar Obrador, pero apuntalado con la presencia del tabasqueño, líder carismático.

 

Hay quienes afirman que con otro candidato el PRI tendría ya, de manera indubitable, el triunfo en la bolsa. Habida cuenta de los cuestionamientos a su candidato por no ser nativo de Oaxaca sino del Estado de México, y tampoco tener los cinco años de residencia que exige la Constitución Federal.

 

Así, el hijo del ex gobernador José Murat,espera el veredicto del Tribunal Electoral de Oaxaca, y después del Federal a donde muy seguramente llegará este caso después.