Eufrosina Cruz Mendoza. De aquella humilde muchacha zapoteca que el 4 de noviembre de 2007 desafió la dictadura de los Usos y Costumbres de su pueblo, Santa María Guiegolani, que viviendo entonces en Salina Cruz se atrevió a ir a querer ser presidente municipal sin derecho a ello por eso, aparte de que ser mujer en esas comunidades atrasadas es una desventaja; de aquella chica indígena con sus alcatraces, su cuadernito, su dulce sonrisa nada queda. Fue atraída por Margarita Zavala para dizque fortalecer las filas panistas, la primera dama la hizo diputada local, luego quiso hacerla Senadora por Oaxaca, no se pudo pero si diputada federal plurinominal. Hoy dueña de la empresa constructora “Quiego A.C.” Eufrosina es acusada por su compañera diputada local panista Marta Patricia Campos de tráfico de influencias al estar adjudicándose sin ganar la licitación las obras públicas de 30 localidades oaxaqueñas.
Con un show de tercera concluyó el segundo periodo ordinario de sesiones en la LXI Legislatura del estado en el que hubo de todo. Un retraso de varias horas en la instalación de la sesión, violación de reglamentos y procedimiento
s por parte de quienes hacen leyes y una inaudita falta de decoro en el intento de imponer sus intereses. En el olvido quedaron los compromisos del PRI de actuar como una “oposición responsable” y el de los aliancistas de trabajar por el interés de los oaxaqueños. Ahí quedó muy claro que para lo único que trabajan los diputados es para satisfacer sus intereses personales; ¿Y el pueblo?
Neri, autoritario y caprichoso
Si bien los integrantes de la mesa mostraron ignorancia supina respecto de las normas y procedimientos que rigen la vida parlamentaria, también dejaron claro que saben abusar del poder; por eso el diputado Francisco Martínez Neri, sin importarle en lo mínimo las leyes y procedimientos, hizo lo que quiso y cuanto quiso.
Algún diputado se quejó entonces: “Somos el hazmerreir del pueblo” y pidió seriedad a la mesa y a los propios diputados que recurrían descaradamente a las más deplorables artimañas para lograr sus objetivos.
Los diputados aliancistas no lograban aplicarle el mayoriteo al PRI y éstos buscaron “reventar” la sesión al ver en riesgo sus intereses.
Arrogante y con la sonrisa burlona en los labios el diputado Elías Cortés que había subido a tribuna a defender la postura de su fracción, cuyos integrantes habían abandonado la sala uno a uno, pidió a la mesa volver a realizar el pase de lista por no existir el quórum necesario para continuar defendiendo lo que hasta entonces había defendido, antes de que lo contabilizaran, abandonó el recinto dando pie a que el contador Neri optara por llamar a un receso en tanto alcanzaban acuerdos para continuar.
La manzana de la discordia fue el nombramiento de los administradores municipales de Mártires de Tacubaya primero y luego el de San Juan Bautista Guelache que habían sido dictaminados por la Comisión de Gobernación y sin embargo, fue echado abajo el primero por desavenencias en plena sesión, por lo que el PRI intentó evitar que pasara el segundo.
El priista Mayrén contra el PRI
La insólita actitud del diputado priista de la Costa David Mayren desató una fuerte controversia pues ya había sido acordado con los otros partidos PRI, PRD y Movimiento Ciudadano que sería removido el Administrador municipal de Mártires de Tacubaya, lo que fue contradicho por su paisano Mayrén quien rompió ese acuerdo.
Los priistas trinaban de coraje ante una nueva “chamaqueda” iniciada por uno de los suyos. Maniobraron notoriamente; Elías Cortés acudía a las curules de los perredistas y se puso de nuevo a consideración. Sucedió otra de las violaciones de los actuales diputados a las normas camerales, pues los diputados de dicha Comisión que en su mayoría habían firmado el dictamen ahora “retiraban” su firma. El coordinador de los priistas, Francisco García, como siempre ni quién lo tomara en cuenta sólo se distraía compugido llamando por su celular.
Martínez Neri dejaba pasar esto de manera irresponsable hasta que otro diputado llamó a la cordura, pues dijo que no se podían retirar firmas ya estampadas en documentos. Tras el receso, el PRI retornó a la sesión sólo para alcanzar el acuerdo de bajar el dictamen de Guelache y así poder concluir la sesión ordinaria, aunque los pendientes obligaron a una sesión extraordinaria para el viernes siguiente donde la guerra y medición de fuerzas continuó y los aliancistas volvieron a dar al PRI una sopa que aún no están acostumbrados a probar.
Priistas “chamaqueados”
Ese viernes, los priistas fueron “chamaqueados” desde el inicio, donde no se les dio a conocer el orden del día y los aliancistas aprobaron de entrada el dictamen del nombramiento de quien sería el administrador de Guelache ante la oposición del PRI.
En un comunicado en el que reprobó la actuación de Neri, el PRI también se deslindó “de los problemas sociales y políticos que se puedan desbordar en el municipio de san Juan Guelache, como consecuencia del actuar sesgado y partidista del Presidente de la Mesa el Diputado Martínez Neri y de su camarilla de diputados de su fracción perredista”, apuntaron, aunque el dictamen, antes de suscitarse el conflicto, había sido aprobado por el propio Cortés López.
Pero el amargo trago del mayoriteo apenas empezaba para el PRI. Los legisladores del PT, PRD y PAN aprobaron la nueva ley de Medios de Impugnación en materia electoral con la oposición del PRI con lo que ahora las comunidades de Usos y Costumbres podrán recurrir a la vía judicial si consideran que no pueden resolver de forma armónica sus diferencias en temas electorales.
Con esto, aseguran los diputados perredistas y panistas, “se le acaban los privilegios al PRI en comunidades de Usos y Costumbres”, mientras que el priista Elías Cortés afirma que esa nueva ley está en contra de los principios de certeza jurídica y definitividad”.
Segundo año legislativo, otro fracaso
Así con un “machetazo a caballo de espadas” culminó el segundo año legislativo en que el PRI está aprendiendo cómo son las cosas cuando no tiene la hegemonía. Los diputados aliancistas, todavía no saben ni legislar ni aprender a hacer equipo y se pierden en pugnas internas que no les permiten lograr cambios sustanciales.
Precisamente una de esas pugnas estalló en el seno del PAN, cuando la legisladora Martha Patricia Campos denunció públicamente actos de corrupción de una de sus compañeras de bancada. El PAN intentó tapar el sol con un dedo.
Bajo el manto de un código de ética, el PAN pretende esconder las corruptelas e inmoralidades con que se conducen algunos de sus miembros, por ello, quizá les vendría bien (ya que hablan de hacer cambios al interior) adoptar como nuevo lema “Ver, oír y callar”, para estar a tono con sus prácticas irregulares.
El PAN en el pantano
Apenas en junio pasado un nutrido grupo de jóvenes encabezados por Carlos Compeán Cruz abandonó las filas del PAN tras denunciar exclusión y una política autocomplaciente de la dirigencia estatal que presidía Carlos Moreno; aunque su salida haya obedecido a la coyuntura electoral del momento, los cuestionamientos eran irrefutables.
No hay que olvidar el caso más sonado de su historia reciente, donde la Comisión de Orden del Consejo Estatal del PAN de Sonora fue utilizada para expulsar a quien fuera dirigente nacional del blanquiazul Manuel Espino por considerar que violó los estatutos que rigen la vida interna de Acción Nacional. Dicho de otro modo: “Hablas…y te vas”.
En el Hotel Victoria de la Verde Antequera, la noche del martes 21 de agosto el grupo de legisladores panistas de la LXI Legislatura local, votó la expulsión de Martha Patricia Campos de su fracción parlamentaria por “violar el Código de Ética” del PAN, que, en esta tesitura, los obliga a mantener en secreto las actividades bochornosas que realicen sus miembros. Es decir, todos pueden saberlo y decirlo, menos los propios panistas, porque así lo exige su código. En esta dinámica, los legisladores, dirigentes o funcionarios panistas están autorizados para hablar de las cosas en tonos “color de rosa” y difundir lo “bueno” pero callar “lo malo. ¿Ética color de rosa?
Tráfico de influencias de “opositores”
Habrá que esperar el desenlace que tendrá la postura de la legisladora que se atrevió a denunciar el tráfico de influencias de sus compañeros de bancada Eufrosina Cruz (panista) y Flavio Sosa Villavicencio (petista).
Ambos fueron señalados de repartirse 30 comunidades para que la empresa propiedad de Eufrosina Cruz “Quiego A.C.” fuera la encargada de realizar los estudios de proyectos para implementar en las comunidades a través de las Agencias de Desarrollo Rural (ADR); esto con el respaldo del funcionario gubernamental Jaime Bolaños Cacho quien pretende imponer a dicha empresa de la diputada indígena de Quiegolani.
“Jaime Bolaños Cacho está queriendo imponer la empresa propiedad de Cruz Mendoza para que entre a la Agencia de Desarrollo Rural que ya está dada a una empresa que se llama Seprosur” quien ganó la licitación, acusó.
Flavio Sosa exigió que la legisladora panista pruebe su dicho, y mientras son peras o son manzanas, lo que está en juego es la nada despreciable cantidad de un millón 800 mil pesos de recursos federales por ADR que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (Sedafpa) otorga anualmente a través del Programa Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA). Otra más del perredista-pejista Salomón Jara Cruz, titular de Sedafpa quien así de nuevo sólo entrega recursos a sus compañeros de oficio chantaje político-económico de seudo oposición al gobierno que sea.
Diputada reprimida por denunciar
Ya desde el 2011 la legisladora Campos Orozco pidió transparencia y claridad en el manejo de los recursos al titular de Sedafp Salomón Jara tras su primera comparecencia y criticó fuertemente la falta de resultados del gobierno de Gabino Cué y el pésimo desempeño de sus secretarios. Nada pasó entonces; sin embargo, tocar los intereses de la diputada Eufrosina, ungida diputada federal, provocó un cisma en la fracción panista local.
“Yo me pregunto si declarar y denunciar todas las torpezas, las tranzas, las raterías y los abusos que cometen algunos diputados de mi partido y que hacen algunos funcionarios integrantes de este ‘gobierno del cambio’ es violar el Código de Ética”, cuestiona la legisladora, quien aseguró que no se callará y llevará su caso hasta el Comité Ejecutivo Nacional.
En 2011 ella señaló: “El presidente (Felipe Calderón) nos pidió estar atentos y denunciar irregularidades, cuidar la correcta aplicación de los recursos, vigilar y ser sus ojos en el estado, no podemos callarnos”. Hoy asumir ese compromiso la tiene con un pie fuera del PAN.