Humor Oaxaqueño

 POR BRUNO MORENO


Jelipe Real al corral

Por primera vez el diputado Jelipe Real viajó en Autobús y no en avión a Oaxaca. No quería que lo vieran, abrumado por su gran pifia en la Tv. Pero lo peor estaba por venir para el cacique: enfrentar a quien más temía en la vida, a su mujer. De hecho ella le adelantó su furia al teléfono.

—Eres un Real Pendejo, si es más difícil recordar la Constitución de 1857 que la de 1917. Qué vergüenza contigo, ya todas mis conocidas me llamaron para consolarme.

—¿Qué te dicen mi amor?

—Qué mi amor ni que nada. Que no me fije, que hay diputados más brutos. Eso me dicen.

—Llegó Real a su casa, sorprendido vio en su gran sala una maleta, y raudo preguntó.

—¿Mi amor de quién es la maleta?, ¿tenemos visitas?

—Qué visitas ni que un carajo, te me vas, ésta es una casa no un corral.

 

Diputada Tres palos

 

Karibú, diputada federal, subió a tribuna para exigir se “ponga en nuestra misiva magna —así dijo— el derecho de la mujer indígena a que le suministren tres palos diarios para ser feliz”.

Como enviaron su propuesta a comisiones, Karibú Borrón amenazó:

¡Si no se aprueba como de urgente y obvia resolución, me desnudo!

¿Cuántos —brincó otro diputado fogoso—, cuántos palos llevas hoy corazón?